Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Evangélicos piden políticos contra corrupción
1. LOS EVANGÉLICOS Y LAS ELECCIONES DEL 2016
El CONCILIO NACIONAL EVANGÉLICO DEL PERÚ (CONEP), entidad que representa a una amplia
mayoría de la comunidad evangélica peruana, se dirige a las organizaciones políticas, a las autoridades y a la
opinión pública en general con el fin de manifestar su honda preocupación frente al proceso electoral del año
2016 porque varios de los posibles candidatos o personas cercanas a ellos podrían estar comprometidos con
actos de corrupción o con procesos judiciales, y, por tanto, se vuelva a elegir a personas vinculadas al
narcotráfico, la minería ilegal, el contrabando, la prostitución, la evasión tributaria y otras actividades ilícitas.
Para evitar que se repita lo ocurrido en años anteriores, y teniendo en cuenta que la política es un asunto que
compete a todos los ciudadanos, invocamos a los actores políticos a comprometerse públicamente a:
1. Cumplir la palabra empeñada a los ciudadanos, es decir, a no cambiar su plan de gobierno cuando
accedan al poder, o cuando los grupos de poder presionen para imponer su agenda social, política y
económica.
2. Luchar frontalmente contra toda forma de corrupción, siendo transparentes en el ejercicio de la
función pública, responsable y honesta en la administración de los fondos públicos, a rendir cuentas
periódicamente y a facilitar el acceso a la información a todos los ciudadanos.
3. Terminar con la impunidad, sancionando drásticamente a todos los que transgredan la ley, violen los
derechos humanos, malversen los fondos públicos o estén comprometidos con el narcotráfico, la
explotación sexual o la violencia, especialmente, en contra de las mujeres.
4. Cuidar y preservar los recursos naturales no renovables, no permitiendo que los empresarios
nacionales y extranjeros vinculados a la minería y las compañías petroleras y madereras, continúen
dañando el ecosistema y destruyendo la casa común de toda la familia humana
5. Construir un país sin ninguna forma de exclusión o marginación en el cual todos los ciudadanos
tengan acceso a una educación de calidad, trabajo digno, salario justo, vivienda con todos los
servicios básicos, y acceso universal al cuidado y a la atención integral en salud.
6. Garantizar la paz social terminando con la creciente inseguridad ciudadana, la violencia callejera y el
pandillaje, y resolviendo pacíficamente los conflictos sociales y previniéndolos mediante el diálogo y
la persuasión.
7. Que las instituciones que tienen bajo su responsabilidad el proceso electoral, velen porque este se
lleve a cabo con honestidad, integridad y transparencia, con respeto a la voluntad ciudadana y con
respeto irrestricto de la dignidad humana.
Finalmente, convencidos de la importancia de la política para la vida nacional, exhortamos a todos los
ciudadanos a ejercer conscientemente su ciudadanía examinando críticamente los planes de gobierno de las
organizaciones políticas, evaluando rigurosamente los antecedentes, capacidades y compromisos éticos de los
candidatos y determinando si existe coherencia entre el discurso político y la práctica de vida de los mismos.
Todos necesitamos comprender que para la construcción de la justicia, la verdad, la reconciliación y la paz
integral en el Perú, nuestro compromiso personal y colectivo es un recurso valioso e irrenunciable.
Lima, 08 de setiembre del 2015
Consejo Directivo del CONEP