1. Karen Natalia Puerchambud Pineda. 2012
CUARTILLA EXPERIENCIA PERSONAL CON LA LECTURA, CON BASE EN
EL TEXTO: “CÓMO SELECCIONAR LIBROS PARA NIÑOS” DE ANA MARÍA
MACHADO
Para muchos de nosotros, la lectura empezó como una experiencia maravillosa
desde el aula de clase, en donde la variedad de textos como aclara la autora, no
fueron todos de literatura infantil, también hubieron otros los cuales ella aborda
como: “libros para niños”1
.
Particularmente, los libros informativos, religiosos y de mercado masivo, en mi
escolaridad fueron pasajeros, efímeros, ciertamente no recuerdo muchos de ellos,
tal vez el cuclí-cuclí, y los libros de texto educativo por ser los que más trabajamos
en clase los tengo presente, este tipo de libros no lograron conquistarme.
Pero, como escribe Ana María Machado citando a Ruth Rocha: “Los libros
excelentes... hacen latir el corazón súbitamente más fuerte, sin que uno lo
espere.”, y en definitiva, En mi educación inicial, (pensándolo ahora), evidencie el
equilibrio en cuanto a los textos de literatura infantil, lo cual me fue útil en el
bachillerato para definir los géneros de literatura que prefiero leer.
Siempre recordaré mi libro preferido de la infancia: “El Principito” de Antoine de
Saint Exupéry, de hecho, algo muy hermoso que hice durante el mes que acabe
de leer ese libro, es que releía el final en las noches, después, razonaba si en el
Sahara me podría encontrar a ese principito, de hecho, aún lo pienso y sonrío
cada vez que lo traigo a memoria.
Verdaderamente, la literatura te abre mundos al parecer inmersos en las mentes
de tantos autores, como García Márquez, los cuales cumplen ese propósito de
plantearte interrogantes, llevarte a reflexionar e investigar sobre conceptos,
palabras y hasta hechos ocurridos en la realidad, son nuevos horizontes y no
dogmas o sofismas como lo pueden ser los libros informativos, entre otros.
Es importante como educadores, tener dentro de nuestros proyectos, algo de
literatura, ya que como platicábamos con una compañera, “el que no lee, no
escribe”, indudablemente, leer enriquece el léxico, los conocimientos, la mente en
general, aunque también el alma, la imaginación, la fantasía, transportándonos a
vivenciar muchas historias y a volvernos los protagonistas de ellas.
Como dijo Heráclito: “Los hombres despiertos no tienen más que un mundo pero
los hombres dormidos tienen cada uno su mundo.”
2
1. Machado, Ana María. “Cómo seleccionar libros para niños”, BARATARIA, Vol. I, Nº
2, 2004, Pág. 12.
2. Tomado de: http://www.citasyproverbios.com/citas.aspx?tema=Sue%C3%B1os