Este documento presenta los resultados de un estudio epidemiológico sobre mordeduras de perros en el área urbana de Calama, Chile entre 1983-1986. Los principales hallazgos incluyen: 1) La mayor incidencia de mordeduras ocurre en primavera y verano; 2) El grupo más afectado son niños entre 0-15 años, especialmente entre 0-5 años; 3) La mayoría de mordeduras son causadas por perros con dueño. Se concluye que confinar permanentemente a los perros reduciría significativamente las mordeduras y que campañ
1. EPIDEMIOLOGIA DE LAS MORDEDURAS DE PERRO EN EL AREA
URBANA DE CALAMA, REGION DE ANTOFAGASTA, CHILE. (1987).
Dr. Lucas Burchard Señoret, Medico Veterinario, Jefe Servicio Higiene
Ambiental, Hospital “Carlos Cisternas” de Calama, Chile.
1.- INTRODUCCION:
Las mordeduras de perro y, en mucho menor grado, de
otros animales, constituyen un importante problema de salud pública por las siguientes
razones:
a) El alto numero de casos que se producen anualmente. Es así, que en Chile se
notificaron un total de 29.373 casos, en 1983.(1).
b) El riesgo de adquirir rabia como consecuencia (1),
c) El gran despliegue de recursos físicos y humanos que implican la
observación de los animales mordedores, las campañas de vacunación
canina, tratamiento medico y quirúrgico de los pacientes mordidos y
eliminación de perros vagos, entre otras acciones (1,3),
d) El riesgo de sufrir alteraciones estéticas a consecuencia, principalmente, de
mordeduras en cabeza y cuello (1) y,
e) El riesgo de sufrir un accidente neuroparalitico como consecuencia de la
administración preventiva de la vacuna antirrábica humana.
En atención a lo anterior y como una manera de aportar al conocimiento de esta
problemática de salud se efectuó un estudio epidemiológico de las mordeduras en el
área urbana de Calama, ciudad ubicada en un valle en medio del Desierto de Atacama,
en la parte Nor – Este de la II Región de Chile.
2. 2.- RESULTADOS:
TABLA N° 1.- INCIDENCIA MENSUAL DE MORDEDURAS
NOTIFICADAS EN EL HOSPITAL DE CALAMA. PERIODO
1983 – 1986.
MES N° Casos %
Enero 129 9,8
Febrero 121 9,2
Marzo 124 9,5
Abril 117 8,9
Mayo 77 5,9
Junio 85 6,5
Julio 113 8,6
Agosto 102 7,8
Septiembre 104 8,0
Octubre 92 7,0
Noviembre 118 9,0
Diciembre 127 9,6
TOTAL 1.309 100,0
TABLA N° 2.- DISTRIBUCION ETARIA DE LAS PERSONAS
MORDIDAS. HOSPITAL DE CALAMA. PERIODO 1983 – 1985.
GRUPO ETARIO N° CASOS %
0 a 4,9 años 212 24,0
5 a 9,9 años 207 22,5
10 a 14,9 años 126 13,7
15 a 29,9 años 169 18,3
30 a 90 años 208 22,6
TOTAL 922 100,0
3. TABLA N° 3.- DISTRIBUCION DE LAS PERSONAS MORDIDAS
SEGÚN SEXO. HOSPITAL DE CALAMA. PERIODO 1983 – 1985.
SEXO N° Casos %
Masculino 534 57,9
Femenino 388 42,1
TOTAL 922 100,0
TABLA N° 4.- LOCALIZACION ANATOMICA DE LAS
MORDEDURAS. HOSPITAL DE CALAMA. PERIODO 1983 –
1985.
LOCALIZACION N° Casos %
Cabeza y cuello 159 17,2
Tronco o extremidades 763 82,8
TOTAL 922 100,0
TABLA N° 5.- DISTRIBUCION ETARIA DE LOS MORDIDOS EN
CABEZA Y CUELLO. HOSPITAL DE CALAMA. PERIODO 1983
– 1985.
EDAD (años) N° Casos %
0–5 102 64,2
6 – 10 46 28,9
11 y mas 11 6,9
TOTAL 159 100,0
El rango de distribución de los mordidos en cabeza y
cuello fue de 1 a 32 años con una mediana de 4,7 años.
4. TABLA N° 6.- ESPECIES DE ANIMALES MORDEDORES.
AREA URBANA DE CALAMA. PERIODO 1983 – 1986.
ESPECIE N° %
Perro 1.257 96,0
Gato 23 1,8
Mono 14 1,0
Conejo 10 0,8
Caballo 1 0,0
Burro 1 0,0
Cerdo 1 0,0
Oso 1 0,0
Humano 1 0,0
TABLA N° 7.- CARACTERISTICA DE TENENCIA DE
LOS ANIMALES MORDEDORES. AREA URBANA DE
CALAMA. PERIODO 1983 – 1986.
AÑO Total Vagos %
mordedores
1983 314 88 28,0
1984 283 33 11,7
1985 370 99 26,8
1986 342 53 15,5
TOTAL 1.309 273 20,8
4.- COMENTARIO:
El análisis de la frecuencia mensual media de mordeduras
para el período 1983 a 1986 reveló que existe una variación estacional de la tasa de
incidencia, estando la mayor en los meses más cálidos del año, desde septiembre a mayo
(Tabla 1). Una situación similar fue hallada por Szyfres y cols.(1982) en la ciudad de
Avellaneda, Buenos Aires, Argentina, quien señala que entre octubre a marzo se
produjeron el 60,8 % de las mordeduras. Parecidos resultados encontró Berzon y cols.
(1972) en Baltimore, EE.UU.. Si bien las causas de esta variación no son claras es
posible que durante los meses cálidos la población se encuentre expuesta al riesgo
durante mayor tiempo que en los meses fríos.
Las mordeduras afectaron fundamentalmente al grupo
etario de 0 a 15 años (59,1 %), concentrándose la mayor incidencia en el grupo de 0 a 5
años, con un 23 % (Tabla 2). La mediana de la edad de incidencia de las mordeduras fue
5. de 12,7 años. Los resultados obtenidos por Szyfres y cols en Argentina son muy
similares, señalando una incidencia del 56,6 % para el grupo de 0 a 15 años, como
también es muy parecido el 59,9 % obtenido por Rodríguez Torres y cols (1982) en
México. Sin embargo, nuestra incidencia en el grupo de 0 a 5 años fue mayor a la
encontrada por Rodríguez Torres y cols, ya que estos autores encontraron una
frecuencia del 14 % para este grupo.
La distribución de las personas mordidas según sexo
reveló que la incidencia de mordeduras es mayor en el sexo masculino, con un 57,9 %,
diferencia que es estadísticamente significativa. Similares resultados fuero obtenidos en
México por Rodríguez Torres y cols quienes encontraron que la incidencia de
mordeduras en el sexo masculino era del 64,4 % y Argentina, por Szyfres y cols quienes
obtuvieron una incidencia en varones del 64,5 %.
La mayoría de las mordeduras afectaron las extremidades
o el tronco (82,7 %), localizándose en cabeza y cuello el 17,2 % de los casos(Tabla 4).
Szyfres y cols informan resultados similares a los nuestros, pero Rodríguez Torres y
cols. informan una incidencia menor para cabeza y cuello (10,6 %).
Las mordeduras de cabeza y cuello afectaron de
preferencia al grupo etario de 0 a 5 años con un 64,2 % de los casos (Tabla 5). La
mediana de la edad de incidencia de mordeduras en cabeza y cuello fue de 4,7 años.
Esta situación esta relacionada, obviamente, con la estatura del individuo.
Las mordeduras fueron producidas esencialmente por
perros con un 96 % de los casos, seguidas lejanamente por los gatos con un 1,8 %.
Similar situación fue hallada en Argentina y México (Tabla 6).
En cuanto a las características de tenencia de los perros es
interesante observar que en el 79,2 % de los casos de mordeduras, se podía identificar el
domicilio del dueño, representando los perros vagos un 20,8 % de los animales
mordedores. Szyfres y cols encuentra que el 90 % de los perros mordedores tenían
dueño en Argentina. En el mismo estudio se encontró que las mordeduras producidas
por perros con dueño ocurrían principalmente en la misma vivienda del dueño o en sus
inmediaciones (84,1 % de los casos). De estos antecedentes queda claro el valor
preventivo que tiene sobre estos accidentes el confinamiento permanente es estos
animales.
De los antecedentes anteriormente expuestos se extraen las
siguientes conclusiones que tienen importancia en la prevención de las mordeduras:
1.-Las personas están más expuestas a las mordeduras de perro en primavera y verano,
2.-El grupo etario más expuesto es el de 0 a 15 años,
3.-Dentro de este grupo afecta con más frecuencia al sexo masculino,
4.-El grupo etario de 0 a 5 años se encuentra especialmente expuesto a las mordeduras
de cabeza y cuello,
6. 5.-La mayoría de las mordeduras son producidas por perros y estos, generalmente,
tienen propietario
En concordancia con los antecedentes presentados es
conveniente adoptar medidas efectivas tendientes a un cumplimiento efectivo de las
disposiciones legales en el sentido que los animales sean mantenidos en confinamiento.
El estricto cumplimiento de esta norma reduciría en un 60 a 70 % la tasa de incidencia
de mordeduras. Por otra parte la eliminación sistemática de animales vagabundos
contribuiría a reducir esta tasa pero en no mas de un 20 %. Sin embargo, el retiro
permanente de perros vagabundos contribuye a disuadir a los propietarios de animales a
permitirles su salida a la vía pública, siendo esta una de las razones para efectuarlas
periódicamente.
Sin embargo, nada reemplaza una eficaz y permanente
campaña de educación hacia la comunidad para reducir este problema, por lo que los
recursos deben enfocarse prioritariamente hacia esta área.