1. Una buena alimentación es
vital para que el niño crezca
sano y fuerte. Comer bien
afecta no sólo a su crecimiento
físico, sino también a su
desarrollo intelectual.
2. La alimentación es la base necesaria
para un buen desarrollo físico,
psíquico y social de los niños. Por ello,
una dieta saludable es vital para que
su crecimiento sea óptimo. Es
recomendable no abusar de las grasas
vegetales y comer al menos, cinco
veces al día frutas y verduras. Una
buena nutrición y la práctica
de ejercicio es la primera línea de
defensa contra
numerosas enfermedades infantiles
que pueden dejar huellas en los niños
de por vida.
3. Los efectos de la desnutrición
en la primera infancia (0 a 8
años) pueden ser devastadores
y duraderos. Pueden impedir
el desarrollo intelectual,
el rendimiento escolar y
debilitar la salud de los niños.
4. El apetito, a diferencia
del hambre, es un deseo
consciente de comer y puede ser
específico. Se adquiere por
experiencia y solo busca una
mejor calidad de vida. Los hábitos
alimenticios son las maneras de
cómo un individuo o grupo social
selecciona, consume y utiliza los
alimentos a su alcance. Estos
hábitos son regulados por factores
fisiológicos y socioculturales.