2. El cuadro no como un trozo del mundo que existe por sí, sino como un espectáculo transitorio en el que el espectador ha tenido la suerte de participar un momento Se tiene interés por hacer aparecer el conjunto del cuadro como no querido. La intención es, en otras palabras, cinematográfica; los sucesos presentados parecen haber sido acechados y espiados. Todo es representado como si fuera aparente voluntad del azar. Heinrich Wölfflin