cortes de luz abril 2024 en la provincia de tungurahua
EL GRECO Y LA PINTURA MODERNA
1. EL GGRREECCOO YY LLAA PPIINNTTUURRAA
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2. Desde este mes de abril y hasta octubre, el Museo
del Prado se une a la conmemoración de los
cuatrocientos años de la muerte de El Greco con la
exposición “El Greco y la pintura moderna “. El
título elegido nos sugiere la influencia que tuvo la
obra de El Greco en la pintura posterior
especialmente en la modernidad del siglo XX, en un
momento de transformaciones radicales de la
pintura con la llegada de las vanguardias artísticas.
La muestra nos presenta veinticinco pinturas del
cretense que se enfrentaran a más de setenta obras
modernas, entre ellas, obras de Manet, Cezanne,
Rusiñol, Zuloaga, Picasso –muchos picassos-,
Modigliani, Derain, Diego Rivera, Schiele,
Kokoschka, Beckmann, Chagall, Orozco, Matta,
Jackson Pollock, Francis Bacon, Giacometti y
Antonio Saura, entre otros. Las 107 obras de esta
exposición y su forma de presentarlas permitiendo
la comparación entre las obras de el Greco con las
de los artistas de la modernidad hacen de esta
exposición un acontecimiento memorable
3. Desde su muerte en 1614, cada época ha tenido unos ojos para El Greco. A
favor y en contra. Y tras un periodo de olvido de 250 años, la pintura de El
Greco regresó de la mano del romanticismo francés tardío del siglo XIX, para
después volver a surgir con fuerza en la invención de las vanguardias del siglo
XX. La obra de el Greco es una de las presencias mas influyentes en el
cubismo, el expresionismo, el surrealismo, la abstracción, su espíritu reaparece
en casi todos los movimientos. Y eso es lo que nos muestra esta excepcional
exposición en el Museo del Prado.
En el preámbulo de la exposición el magnífico Cristo muerto de Manet, y ya en
el primer ámbito la comparación entre la obra de Cezanne y la del cretense en la
copia que pintor francés hace de la Dama del armiño en 1882 abre el proceso
de absorción de las vanguardias.
La valoración del Greco en España comenzó en la década de 1890. Tuvo su
máximo valedor en Ignacio de Zuloaga, que se convirtió en el más ferviente
propagandista del pintor. Zuloaga reunió una amplia colección de obras suyas
o a él atribuidas, entre las que destaca La visión de san Juan (presente en la
exposición) que, adquirida en 1905, resultó clave en el origen del cubismo.
Zuloaga representó esta obra al fondo de Mis amigos, cuadro en el que incluyó
las efigies de muchos de los escritores españoles que apreciaron al Greco,
escritores de las Generaciones del 98 y 14.
4. Después Picasso, obsesionado con la obra de el Greco desde sus años en
Barcelona. Hay 19 picassos en la exposición, alguno de los cuales, como el
audaz Entierro de Casagemas, parodia del de Orgaz, es casi desconocido.
Picasso que estaba fascinado por La Apertura del Quinto Sello del Apocalipsis
– que pudo contemplar en el taller parisino de Ignacio de Zuloaga-, que a la
postre tendría gran influencia en Las Señoritas de Avignon, que marca la
entrada del cubismo. John Richardson, historiador de arte británico, afirma
que el análisis de la afamada pintura iniciadora del cubismo ”ofrece más
respuestas una vez que nos damos cuenta de que le debe, al menos, tanto al
El Greco como a Cézanne”. E igualmente el Laocoonte que quizás haya sido la
obra del Greco con mayor relevancia para los expresionistas
centroeuropeos. “Un cuadro lleno de espacio (…) único, inolvidable”, escribió
Rilke, (uno de los poetas más importantes de la literatura universal), después
de contemplar el cuadro en Munich.
5. Menos sorprendente es su influencia en el ámbito germánico donde se le
conoció gracias a dos piezas extraordinarias, El expolio, en Munich, y
el Laocoonte de los Montpensier que permaneció durante años en Berlín y
en Munich. El Greco influye sobre todo el expresionismo. Está presente en
la convulsa paleta de Kokoschka pero también en las obras de Beckmann,
de Schiele, de Macke, de Soutine. Sorprendente e insólita resulta la
trasposición literal de las masas de color de las obras del Greco en los
lienzos del holandés Adrian Korteweg, otro de los grandes descubrimientos
de la muestra.
Otras secciones estudian la influencia del Greco en América, especialmente
en Orozco, Matta y Pollock. Lo más insólito, las interpretaciones que
partiendo de los dibujos en los que copiaba los cuadros del Greco hace
Jackson Pollock y como su influencia se sigue rastreando en cuadros ya
del todo abstractos como Gótico.
Menos sorprendente, pero muy original, la presencia de Chagall, Diego
Rivera o Henry Moore. Ya en el último ámbito, la resonancia de la figura del
Greco en las angustiadas figuraciones de los años cincuenta y sesenta a
través de artistas como Bacon, Giacometti y el español Antonio Saura. Una
aportación de la última gran pintura española, la de Saura, que enlaza con la
recepción de los primeros: Zuloaga, Rusiñol, Fortuny.
6. Ambito 1
La modernización de la pintura:
de Manet a Cezanne
90. Picasso: Suite 347. Retrato-bufo de
uno de los personajes de El entierro
del Conde de Orgaz que llora, 1968
[25-06-1968]
Picasso: Suite 347. El
entierro del conde de Orgaz,
según Picasso [30-06-1968]