2. Indicaciones generales
Patología inflamatoria monofocal u
oligofocal articular o de tejidos blandos.
Patología inflamatoria polifocal, con mayor
severidad monofocal u oligofocal.
Insuficiencia del tratamiento farmacológico
y/o rehabilitador.
Contraindicación de otros tratamientos.
Necesidad de recuperación funcional
rápida.
3. Fármacos empleados en las
infiltraciones
1. Corticoides:
acetato de betametasona y fosfato sódico de
betametasona (celestone cronodose),
acetato de parametasona (cortidene depot) y
acetónido de triamcinolona (trigón depot);
2. Anestésicos locales:
mepivacaína,
lidocaína,
xilocaína.
4. Contraindicaciones de la
infiltración
Ausencia de diagnóstico preciso.
Trastornos de la coagulación
Infección intraarticular o en tejidos periarticulares.
Bacteriemia.
Infiltraciones previas repetidas ineficaces.
Reacción adversa medicamentosa en infiltración
previa.
Poliartritis crónica, como la artritis reumatoide con
múltiples articulaciones activamente inflamadas.
Alergia a productos de infiltración
5. Efectos adversos de la infiltración
Infección articular.
Artritis postinyección (artritis por microcristales de
corticoides).
Roturas tendinosas.
Artropatía corticoidea.
Síncope vasovagal.
Hematoma.
Los derivados de su difusión a la circulación
sistémica.
6. Instrumental para las infiltraciones
Agujas desechables.
Jeringas desechables.
Gasas estériles.
Paños estériles de campo quirúrgico.
Guantes estériles.
Antisépticos.
Corticoides.
Anestésicos.
7. ¿Cuántas infiltraciones se pueden
realizar ante la misma patología?
Espaciar 7 días y 1 mes.
No más de 4 veces al año.
No más de 2 consecutivas si son ineficaces.
No más de 3 articulaciones en una misma sesión.
Articulación infiltrada en reposo 24-48 horas.
No administrar en patologías acompañantes que
puedan agravarse (p.e: diabetes).