2. Don Carlos nominó a su hijo, entonces general
Francisco S. López. Y al ser confirmado por el
Congreso extraordinario, el 16 de Octubre de 1862,
el Solano López se constituyó en Presidente
Constitucional de la República.
Una serie de circunstancias favorables señalaba
al general López como el más indicado para la
presidencia; desde hacía más de 15 años era un
eficiente colaborador de su padre en los negocios
gubernativos, había desempeñado funciones
diplomáticas importantes.
3. Por los Tratados Vázquez - Guido y Berges –
Paranhos ambos de 1856 y ante la imposibilidad de
acuerdo entre los Estados, se había optado por la
postergación, que el caso del segundo, el término
vencía ese año de la muerte de Don Carlos.
López y Mitre inician un intercambio de notas de
elevados conceptos. Aludían a los comunes
problemas; la solución de la cuestión de límites, por
cuyo logro, afirmaban estar dispuestos a hacer
recíprocos renunciamientos.
4. Desde el 5 de Marzo de 1863 se inició un
intercambio de amistosa correspondencia entre
ambos jefes de Estado. Se establecieron los
lineamientos de comunes intereses de orden
internacional así como la disposición de solucionar
la pendiente cuestión de límites.
En este orden de cosas, se acordó que la base
del arreglo debía ser el mejor derecho que las partes
pudieran probar
5. En abril de 1863 el caudillo colorado General Venancio
Flores inició desde Buenos Aires la rebelión contra el gobierno
uruguayo, ejercido por el partido blanco. Aunque negado por
el presidente Mitre, luego se probó incontestablemente la
realización de los preparativos revolucionarios de la Argentina.
Uruguay buscó entonces la alianza con el Paraguay. El
argumento para convencer a López era que Buenos Aires
pretendía reconstruir el Virreinato de la Plata y que Uruguay
sería sólo la primera pieza. Ante la sospecha de que Argentina
estaba interviniendo en el Uruguay el 6 de Setiembre de
1863, el canciller José Berges, en cumplimiento de instrucción
de López dirigió una nota a su colega de Buenos Aires, en la
que pedía “amistosas explicaciones” sobre los hechos
6. Antes de producirse la invasión de Flores, el nuevo
canciller uruguayo, Dr. Juan de Herrera, había designado
al Dr. Octavio Lapido como plenipotenciario en el
Paraguay y de inmediato mantuvo conversaciones con
López y el canciller Berges, a quien elevó reiterados y
minuciosos informes de la situación uruguaya por la
ayuda argentina a los revolucionarios.
Lapido desarrollo una diligente gestión de
ablandamiento, para convencer al Gobierno paraguayo
de la necesidad de intervenir activamente en el Rio de la
Plata. Y presentó a la consideración del canciller Berges
un proyecto de Tratado de Alianza.
7. El presidente López seguía el desarrollo de los
sucesos en el Rio de la Plata, a través de los informes
que recibía. No era un secreto para nadie su aspiración
de hacerse escuchar en el Rio de la Plata.
Solano López aceptó el ofrecimiento para que el
Paraguay hiciera su voz imparcial y amiga, en el interés
de dirimir una contienda lamentable entre dos gobiernos
limítrofes. Lo grave era que la Cancillería uruguaya no
había autorizado a hacer tal ofrecimiento; no fue sino
una maniobra de Lapido, previendo un rechazo de Mitre,
lo que daría motivo suficiente a Solano López, desairado,
a declararse beligerante con la Argentina y aliado con el
Uruguay.
8. En mayo de 1864, la cancillería uruguayo
designó en carácter de Ministro residente en
Asunción al Dr. José Vázquez Sagastume, quien
recibió precisas instrucciones del canciller Juan José
de Herrera, tendientes a lograr la alianza paraguaya.
Dichas instrucciones hacían hincapié en numerosas
circunstancias que debían interesar al Paraguay, así
por ej:
9. El concierto argentino – brasileño para intervenir
en la Banda oriental.
El peligro que tal concierto representa al
Paraguay, para los comunes intereses de las
cuestiones pendientes,
La necesidad de que el Paraguay se decida a
actuar activamente por los medios diplomáticos y
simultáneamente por las medidas prácticas
precauciónales y defensivas cuando menos
10. Debía solicitar del gobierno paraguayo, específicamente:
Gestión diplomática ante el Brasil, análoga a la que se practicó
ante el gobierno argentino, en defensa de la independencia y
soberanía del Estado oriental… y del equilibrio de las
nacionalidades.
Envió al Rio de la Plata de buques de guerra en proporción al
despliegue naval brasileño; y una fuerza de 2000 hombres de
infantería y artillería, a guarnecer el litoral oriental del Uruguay, para
eventualmente oponerse a las fuerzas brasileñas.
Vázquez Sagastume instó al presidente Solano López a oficiar
de mediador entre el gobierno uruguayo y el brasileño, en el
entredicho motivado por las reclamaciones brasileñas sobre
supuestos perjuicios causados a su súbdito en territorio oriental
11. A fines de julio, llegaba a Asunción el Dr.
Antonio de las Carreras, con referencias de los
sucesos, agravados por las exigencias brasileñas. El
enviado oriental y el ministro residente Vázquez
Sagastume, buscaron convencer al gobierno
paraguayo sobre la apremiante necesidad de una
alianza paraguayo – uruguaya.
12. A partir de setiembre 1863, los Cancilleres José
Berges y Rufino de Erizadle intercambiaban las notas
oficiales con motivo de la denuncia de complicidad de las
autoridades argentinas con la revolución del general
Flores, formulada por el gobierno oriental. Las
notas, amistosas de inicio llegaron a nivel de suma
aspereza; Berges, insistiendo en el pedido de
explicaciones; Elizalde postergándolas, y luego
formulando un contra pedido de informes
A igual también que la correspondencia a nivel
presidencial, ésta a nivel cancillería terminó en
condiciones poco alentadoras en febrero de 1864.