La comunidad italiana en Aragón tiene una rica historia y cultura compartida con los aragoneses que se remonta a la fundación de Caesaraugusta en el 14 a.C. A lo largo de los siglos, italianos y aragoneses han dejado huellas entremezcladas a través del comercio, las influencias culturales y la expansión del Reino de Aragón por el Mediterráneo. Actualmente, la comunidad italiana en la región está representada por empresas e inversión y mantiene su cultura a través de asoci
La lettera di pedro Sanchez che annuncia una "pausa"
Huellas de una historia compartida
1. Huellas de
una historia
compartida
La comunidad italiana residente
en Aragón presume de una rica cultura
La raíz es tan profunda que
muchas veces olvidamos hasta
dónde alcanza el vínculo. Des-
de la fundación de la Caesarau-
gusta romana, el 14 a. C., nudo
gordiano de la relación, las
huellas de ítalos y aragoneses
se entremezclan a través de la
historia: la expansión del reino
de Aragón por el Mediterráneo,
el tráfico comercial entre am-
bas orillas, las influencias cul-
turales...
«Tan hermosos y fuertes edi-
ficios, tan buen gobierno, tanta
provisión, tan de buen precio
todo, que casi daba de sí un
olor de Italia» dice el pícaro
Guzmán de Alfarache, obra de
Mateo Alemán, refiriéndose a
Zaragoza, la ciudad de las cien
torres, la Florencia española
antes de la invasión francesa.
Cada comparación que se hace
con las tierras transalpinas es
un elogio que recibe lo ara-
gonés. Como la comarca del
Matarraña, conocida como la
Toscana española.
Quizá por eso la comunidad
italiana se sienta aquí como en
casa. «La integración y el mime-
tismo con la sociedad española
es evidente», indica Massimo
Marchetti, cónsul honorario de
Italia en Zaragoza, quien esti-
ma que son cerca de 5.000 los
italianos que residen en
Aragón: «La mayoría tiene la
doble nacionalidad de un país
sudamericano», explica.
Muchos años antes, en 1872,
y según recoge María Luisa Si-
natra, Edmondo de Amicis, pe-
riodista del florentino La Nazio-
ne, visitó Zaragoza para cono-
cer la ciudad y recoger las im-
presiones sobre el nuevo rey
Amadeo de Saboya, hijo de Víc-
tor Manuel II. El plumilla italia-
no quedó prendado por la be-
lleza de La Seo y el Pilar y la
singularidad de la Torre Nueva,
aunque no halló un gran entu-
siasmo ante el ascenso del nue-
vo monarca. Por aquel enton-
ces, la hostelería zaragozana ya
recibía el impulso europeo de
varios fondistas italianos llega-
dos desde Barcelona. Como
cuenta Santiago Parras en Fon-
das, hoteles y banquetes en la Zarago-
za del siglo XIX (número 38 de
Cuadernos de Aragón), Juan Fortis
abrió la Fonda de las Cuatro Na-
ciones en el Coso y hacia 1845
Gaudencio Zopetti inauguró la
Fonda Europa en lo que hoy es el
edificio del Banco de España. Si-
glo y medio después, el tejido
empresarial transalpino está re-
presentado en Aragón por 19
empresas que realizan una in-
versión producti-
va cercana a los
1.000 millones de
euros y emplean a
1.810 trabajado-
res (según datos
de 2012).
El turismo es
otra fuente impor-
tante de ingresos.
«Los vuelos bara-
tos que ha habido
en estos años des-
de Roma, Bolonia
y Bérgamo, así co-
mo las conexiones
d e A V E h a n
a t r a í d o a u n a
gran cantidad de
turistas italianos,
sobre todo jóve-
nes, además de muchos Eras-
mus», comenta Marchetti.
Y como gran influencia, la cul-
tura. La música, el cine, la litera-
tura, la arquitectura, el teatro, la
gastronomía ... y la lengua. Italia
penetra por los poros gracias en
buena medida a la labor de difu-
sión que realiza la Asociación
Dante Alighieri, que este mes
cumple 58 años desde su im-
plantación en Zaragoza. «Siem-
pre ha existido pasión por Ita-
lia», afirma Deanna Carboni, di-
rectora del centro. En los años
60 representó una ventana de
aire fresco al deprimido panora-
ma cultural de la ciudad puesto
que allí se podía acceder a
películas y libros europeos pro-
hibidos por la dictadura, se orga-
nizaban exposiciones de pintura
y se convocaban premios.
Salvo une leve interrupción en
los años 70, no ha dejado de di-
fundir el idioma del autor de la
Divina Comedia. Cursos de prepa-
ración para la obtención del cer-
tificado oficial Plida, cursos in-
tensivos para Erasmus o simples
turistas, conferencias, concier-
tos, comentarios de obras litera-
rias con profesores expertos.
Las clases buscan la participa-
ción del alumnado. «Hacemos
grupos reducidos para que sean
actividades muy comunicativas.
Y una vez al mes nos reunimos
para hablar de un libro italiano.
El año que viene se cumplirán
20 años de esta actividad ya»,
presume orgullosa. En sus aulas
hay tiempo para la cocina, la
poesía, el cine, la música...
Además, colaboran en diversas
actividades a lo largo del todo el
año con el Festival de Cine de Za-
ragoza, la Cámara de Comercio,
la Feria de Zaragoza y el ayunta-
miento. H
arillo@aragon.elperiodico.com
33 Las exhibiciones de gastromía también son una buena forma de difundir la cultura del país transalpino.
DANTE ALIGHIERI
A. RILLO
ZARAGOZA
Aragón
DOMINGO
4 DE MAYO DEL 201414 Aragón
33 La Asociación Dante Alighieri ofrece un interesante fondo bibliográfico en italiano.
DANTE ALIGHIERI
a los caídos
MAUSOLEO EN
SAN ANTONIO
< Lo cuentan Martínez de
Pisón en Dientes de leche y
Dimas Vaquero en Aragón
con camisa negra. Las
huellas de Mussolini: la cripta
de la iglesia de San Antonio
de Zaragoza es un Sacrario
Militare Italiano que alberga
los restos de muchos de los
caídos durante la Guerra
Civil española. Ideado por
Mussolini para rendir culto a
los muertos fascistas, acabó
recibiendo también restos de
brigadistas garibaldinos que
defendieron la República. Es
territorio italiano.
Salvatore, el
primer pizzero
artesanal de
Zaragoza
33 «Había cola en la calle to-
dos los días. Era todo un
acontecimiento en la ciu-
dad». Rosa González recuer-
da los inicios de la Pizzería
Salvatore, primer negocio
que popularizó en Zaragoza
el manjar italiano. El arte con
las manos, el empeño y el
buen hacer de su marido Sal-
vatore Cuomo, fallecido el
pasado mes de septiembre,
elevaron el restaurante a
fenómeno. «A un chico que
estuvo trabajando aquí le
decía: tienes que hacer la
pizza como si acariciaras a
una mujer, como si fuera tu
novia. Porque la masa tiene
vida». Reclama la autoría de
la pizza aragonesa y asegura
la pervivencia del negocio,
pese «a que se nos ha ido un
pilar fundamental».
33 Pizzería Salvatore, pionera.