2. • INTRODUCCIÓN
• MONASTERIO DE SUSO
• MONASTERIO DE YUSO
• VALLE DE CÁRDENAS
• LAS GLOSAS EMILIANENSES
• FOTOGRAFÍAS
3. San Millán de la Cogolla pertenece al camino de
la lengua Castellana por ser aquí donde aparecen
las primeras manifestaciones escritas en
castellano, las Glosas Emilianenses.
Aquí se encuentran los monasterio de Suso y de
Yuso, de gran importancia tanto por su
patrimonio arquitectónico como por la labor
cultural desarrollada entre sus muros.
El scriptorium de San Millán de la Cogolla fue
uno de los más importantes de la Edad Media. En
estas tierras escribió el primer poeta en
castellano, Gonzalo de Berceo.
4. El monasterio de Suso se cree que es el más
antiguo de España. Se construyó durante los
siglos VI al XI. En el interior del Monasterio de
Suso puede verse, en la galería de entrada. Las
cuevas son la parte más antigua del monasterio y
en ellas se encuentran sepulcros apiñados y
superpuestos de personajes sin identificar. En la
cueva central, que en los primeros tiempos sirvió
de oratorio, estuvo enterrado San Millán, hasta
el año 1030 QUE SE TRASLADO EN YUSO.
En Suso se escribieron las primeras
manifestaciones escritas en lengua castellana,
las Glosas Emilianenses.
5. El monasterio de Yuso tiene una edificación
que es el fruto de la actividad arquitectónica
de varios siglos. En él se conjugan, sin
contraponerse, diferentes estilos
(renacentista, barroco...). Además, el
edificio alberga abundantes obras de arte:
tan sólo en el museo hay un elevado número
de cuadros, pinturas entre las que hay que
señalar unos veintidós lienzos de Juan de
Rizzi (considerado el mejor de los pintores
claustrales españoles).
6. El valle de CÁRDENAS, situado en la sierra de
la demanda, no es importante solo por tener
contruidos los monasterios de Suso y de Yuso,
sino que el paraje cuenta ademas una
enorme riqueza natural.
7. Las Glosas Emilianenses son las primeras
manifestaciones escritas en lengua castellana. Se
trata de anotaciones aclaratorias en los
márgenes de los textos latinos escritas por
alguien que encontraba dificultades en la
comprensión de algunas expresiones. El latín era
la lengua culta, la utilizada para escribir pero la
forma de comunicarse utilizada por el pueblo era
el latín vulgar, arromanzado que, evolucionado,
se convertiría en castellano. Estas anotaciones
que aclaraban, al margen de las expresiones de
difícil comprensión, otras que las hiciesen
comprensibles, son las denominadas Glosas
Emilianenses.