2. Había una vez un matrimonio joven. El 38 años, su mujer de 36 y un pequeño de 6 años. Vivía también en la casa una anciana de 80 años, madre del padre de familia.
3. Todo transcurría con normalidad salvo a la hora del desayuno, la comida y la cena, en donde la anciana sin querer tropezaba con las cosas, tirando a veces las copas servidas o ensuciando el mantel.
4. Después de un tiempo, ella le pidió a su marido que comprara una mesa para poner a su madre separada de donde ellos comían. Y así fue. A partir del siguiente día la "abuela" empezó a comer sola sin molestarlos a ellos .
5. Pasó algún tiempo, hasta que un día el hijo de la anciana se preparaba para comer cuando notó que su propio hijo tenía en el piso del comedor un par de maderas, clavos sueltos y un martillo.