2. Primero fue la prensa, luego la radio, después la televisión. Ahora asistimos al nacimiento de un nuevo soporte
para la información, que será la materia prima más valiosa del siglo XXI. Son las redes de telecomunicaciones,
que forman un nuevo espacio cultural y social. También es un nuevo territorio para la comunicación y el
periodismo"
Marshall McLuhan afirmó en su Galaxia Gutenberg que todo nuevo medio trata, en una primera instancia, de
integrar a los medios precedentes y referirse a ellos. Esto resulta muy claro en el caso de Internet, puesto que
tanto la prensa como la radio y la televisión van emplazándose en la red y abriendo sus respectivas sedes
telemáticas. Sin embargo, Internet posee una estructura interna muy distinta a la de los medios de
comunicación precedentes, derivada en parte de su origen, y en parte de su evolución ulterior.
Como es sabido, Internet procede de Arpanet, que fue creada en los EEUU para poder mantener
interconectados los centros de decisión más importantes en el plano político, militar y científico en caso de un
holocausto nuclear. Tras la separación de Milnet, fue constituyéndose la actual Internet, manteniendo su
estructura descentralizada inicial, e integrando sucesivamente a las diversas redes que habían sido creadas en
base a otro esquema, tanto por países concretos como por grandes empresas. Todos los comentaristas subrayan
que el carácter abierto y descentralizado de la red, así como el alto grado de autonomía que cada red integrada
en la red global cuenta para su propio funcionamiento, han sido claves en el éxito de Internet, que cuenta ya
con 5O millones de usuarios, que crecen aceleradamente mes tras mes, expandiéndose por todos los países.
Cabe decir que Internet es una red horizontal, multidireccional, descentralizada e interactiva, lo cual resulta
poco frecuente en el caso de los medios de comunicación anteriores. En el caso del libro, el paradigma de la
Galaxia Gutenberg, que aportó un medio de comunicación multidireccional, la posición del autor es central y
asimétrica con respecto a la del lector, y la interactividad apenas existe. Y otro tanto cabría decir de la radio y la
televisión, a diferencia del teléfono, que es interactivo, pero sólo es bidireccional, al menos en su formato
actual.
3. Telépolis (la ciudad global, la ciudad a distancia) a una nueva forma de interacción social que ha ido
apareciendo a finales del siglo XX y tiende a expandirse por todo el planeta. No es sólo una sociedad de la
información: estamos ante una transformación de mayor entidad. El avance de esta nueva forma social está
modificando profundamente componentes básicas de la vida social, como la producción, el trabajo, el
comercio, el dinero, la escritura, la identidad personal, la noción de territorio y la memoria, por no
mencionar la política, la ciencia, la información y las comunicaciones, ya que esto resulta obvio. Sobre todo,
está cambiando la estructura económica y cultural del planeta, rompiendo los límites territoriales de las
ciudades y de los Estados clásicos y tendiendo a generar una nueva forma de interacción global a la que
conviene pensar, por muchos motivos, en términos de ciudad, a pesar de que todavía no lo sea. Al hablar de
una ciudad global estoy proponiendo que los múltiples cambios que las tecnologías de las
telecomunicaciones están induciendo en el mundo sean pensados como otros tantos pasos para construir
una ciudad planetaria, y no una nación ni un Estado mundial. En el caso de Internet, parece claro que la
metáfora ciudadana comienza a tener gran aceptación, como muestran algunas publicaciones recientes.
Algunas iniciativas en la red confirman esta tendencia a pensar Internet en términos urbanos: en 1996 se ha
organizado la Primera Exposición Mundial Internet'96, uno de cuyos objetivos es la construcción del Parqúe
Central de Internet.
El nombre "Telépolis" viene a marcar la oposición entre las formas clásicas de organización social (familias,
etnias, pueblos, ciudades, naciones, Estados, etc.), basadas en la territorialidad, la vecindad y la proximidad
entre los seres humanos, y la nueva ciudad, donde las interrelaciones humanas se producen a distancia. Por
oposición a los Estados, que están determinados por el territorio en el que ejercen su jurisdicción, Telépolis
es una ciudad desterritorializada, que desborda las fronteras geográficas y políticas. Su estructura
topológica básica no es el recinto con interior, frontera y exterior, sino la red de interconexiones que vincula
puntos geográficamente dispersos, pero unidos por la tecnología. Esta nueva ciudad se superpone a los
pueblos, ciudades y metrópolis, sin destruirlos físicamente. Sin embargo, el futuro de las formas clásicas de
convivencia entre los seres humanos depende cada vez más de su mejor o peor adecuación a la nueva forma
de interacción social.
4. La aparición del World Wide Web ha sido decisiva para la expansión y la difusión mundial de Internet, y
ello por múltiples motivos, entre los cuales subrayaré uno. Lo que podemos llamar la arquitectura del
WWW, es decir el entramado de conexiones que lo sostiene, se basa, como es sabido en el hipertexto.
Dado que el periodismo electrónico ha de adaptarse en el momento actual a dicha arquitectura, bueno
será que tengamos presentes algunas nociones básicas al respecto, así como las consecuencias que
tienen en el caso del periodismo telemático.
Cuando Theodor H. Nelson acuñó en los años 60 el término 'hipertexto', lo definió de la manera
siguiente:
"Con 'hipertexto' me refiero a una escritura no secuencial, a un texto que bifurca, que permite que el
lector elija y que se lea mejor en una pantalla interactiva. De acuerdo con la noción popular, se trata de
una serie de bloques de texto conectados entre sí por nexos, que forman diferentes itinerarios para el
usuario".
El periodismo electrónico irá encontrando en la propia ciudad electrónica su fuente de noticias. Aunque
inicialmente se limite a reproducir en la red sus contenidos habituales, diseñados para otro medio de
comunicación y para otro espacio social, en la medida en que aumente el número de personas que
circulan por Telépolis los contenidos y los formatos se irán modificando, adaptándose al nuevo espacio
social.