2. SORDO
Es aquella persona
que ha perdido la capacidad
de:
comprender
el lenguaje
escuchar
Aplasias
debido a:
Traumatismos
Intoxicación
medicamentosa
Obstrucción
del canal auditivo
Infecciones
Generales
Genéticas
3. CLASIFICACIÓN
EL dB más
bajo
que escucha
Grado de perdida
Consecuencias.
10-15
Audición normal en
niños
Sin problema
16-25
Audición limítrofe en
niños
Puede tener dificultad para oír. Habla débil o
distante.
26-40
Perdida superficial
Requiere de amplificación. No oirá
consonantes, especialmente las de
frecuencia alta.
41-55
Perdida moderada
Requiere de amplificación. Vocabulario
limitado y calidad de voz monótona
56-70
Perdida moderada a
severa
Requiere de amplificación. Necesitara de un
maestro o de un grupo especial para
desarrollar el lenguaje.
71-90
Perdida severa
Requiere de amplificación y un programa
auditivo oral de tiempo completo.
Perdida profunda
Requiere de un programa especial para
niños con sordera que enfatice las
habilidades del lenguaje y el área
académica.
91 o más
4. IMPORTANCIA DEL INICIO DE LA SORDERA
Cuando aparece antes de haber consolidado el lenguaje, será
antes de los 3 años. Puede ser hereditaria o adquirida. .
Se habla
de una SORDERA PRELOCUTIVA
Si la sordera aparece después de haber adquirido el
lenguaje, normalmente después de los 3 años.
Se habla de
una SORDERA POSTLOCUTIVA
6. TRATAMIENTO
Es un elemento importante en la
lucha contra el déficit y el papel
de los padres adquieren en este
caso una importancia singular.
La familia se convierte en el
mayor y más eficaz estímulo
psicológico y didáctico de la
persona con discapacidad a lo
largo de su desarrollo.
Padres y profesionales deben
actuar conjuntamente, ya que el
pronóstico depende en gran parte
de la habilidad y el compromiso
de cada uno de los implicados.
Existen numerosos profesionales
cuyo trabajo depende y/o
condicionan el tratamiento de la
deficiencia auditiva, la
importancia de conocerlos parte
de un itinerario educativo y
rehabilitador en la vida del niño.
8. CONCLUSIONES
• Reconocer que todos nuestros alumnos tienen
necesidades educativas.
• Ser observador constante del comportamiento de
los alumnos, identificando así las características
individuales y las necesidades educativas de cada
uno de ellos.
• Determinar las adecuaciones curriculares en las
que debe participar la escuela como una unidad.
• Valorar los esfuerzos que hacen, día a día, las
personas sordas por comunicarse con los demás.