Condensadores de la rama de electricidad y magnetismo
Historia Ingenieros Militares
1. - TIP
p
BOSQUEJO HISTORICO DE LA CREACION DE LOS INGENIEROS
MILITARES EN EL MUNDO Y EN ME)CO.
Por el General de División
Ing. Constr. Diplomado de
Estado Mayor MIGUEL AN
GEL SANCHEZ LAMEGO.
Después de echar una ojeada aunque rápida, a la Historia Militar Ge-
neral, puede afirmarse sin temor a equivocación, que el uso de la fortificación
es tan antígiio como la guerra misma, puesto que desde los tiempos prehistóri-
cos, los hombres construyeron recintos fortificados más o menos potentes al-
rededor de los villorrios que pretendían defender e inventaron armas y máqui-
nas para destruír los de sus adversarios. Es de hacerse observar, que no po-
día haber sucedido de otro modo, ya que en esa época de la vida humana, la for
tificación constituía la única protección material que el débil podía usar en con
tra de las incursiones de sus vecinos más fuertes, y naturalmente, este medio
de defensa hubo de practicarse desde el momento que el hombre sintió la nece-
sidad de proteger su vida y propiedades; y si esto sucedía cuando se trataba de
un pequeño poblado, con mucha mayor razón tuvo que ocurrir cuando se edifica
ron las ciudades, centros habitados de mayor valor político, demográfico y eco
nómico.
Ahora bien, esos trabajos defensivos que en sus comienzos no estu- -
vieron sujetos a reglas fijas, sino que dependieron de la inventiva e iniciativa -
del constructor en cada caso, fueron perfeccionándose a paso y medida que el -
tiempo transcurrió, dándose a conocer el genio constructor del hombre en esta
2. -2-
fase de la edificación, con lo que se formó la rama de la actividad hunna, que
desde entonces se conoce con el nombre de ARTE DE LA FORTIFICACION, En
otras palabras, con el tiempo y la práctica, el arte substituyó al instinto y se - -
establecieron reglas bien definidas para la construcción de este tipo de edifica--
ciones, así como los principios y métodos que debían seguirse, para el caso del
ataque y defensa de estas obras.
Europa y Asia son los continentes que presentan mayor cantidad de --
ejemplos de trabajos de fortificación permanente erigidos desde los tiempos ig-
notos, y las ruinas de Tebas, Menfis, I"ínive, Babilonia, Roma, Siracusa, Ta-
rragona, Barcelona, París y, sobre todo, la célebre "Muralla China", son pa-
radigmas de los grandes trabajos emprendidos por los débiles para protegerse
de los fuertes, y ¿ quiénes, sino Ingenieros Militares, fueron los que pudieron
proyectar y dirigir esas grandiosas edificaciones?
Así fué en efecto, pues en los antiquísimos tiempos del florecimiento
de Caldea y Asiria, ya existían Ingenieros Militares muy hábiles, lo mismo que
entre los persas, los griegos, los galos, etc.; y de acuerdo con ésto, puede --
afirmarse entonces, que el origen de los Ingenieros Militares, aún cuando bien
es cierto no con esta denominaci6n, tiene que remontarse a la antigüedad más-
lejana, es decir, al génesis mismo de la fortificación, y que años más tarde, -
cuando se constituyeron y organizaron los ejércitos y prosperaron los medios -
del ataque y la defensa, fué cuando apareció la necesidad de contar en forma per
manente, con indivíduos dedicados exclusivamente a la construcción y mejora de
3. -3-
resistentes obras de fortificación, y especializados, además, en el ataque y - -
defensa de esta clase de edificaciones, con lo que apareció la denominación de-
Ingeniero Militar, dada a aquellos hombres que estaban "destinados al servicio
de la Guerra de Sitio y de las Fortificaciones".
La casi totalidad de los autores que se han ocupado de este asunto, --
piensan que el origen de la palabra "Ingeniero", deriva del substantivo "Engin"
6 "Ingenio", que significa artificio, herramienta 6 máquina, pues a los indivi- -
duos que durante el ataque y defensa de las plazas fuertes, dirigían el uso y ma
nejo de los "Engins de Guerre", tales como la balista, la catapulta, etc., se -
les llamaba "Engeigneurs", es decir, "Ingenieros", designación con la que se
les conoce hasta la fecha Si esto es verdad, resulta fácil deducir, que la desig
nación de "ingeniero" aplicada primero a los militares destinados al manejo y-
construcción de las máquinas de guerra, así como a la edificación de las obras-
de fortificación permanente, posteriormente fué aplicada también a los indivi--
duos que se dedicaban a las diversas ramas de la construcción en general para
usos no militares, y entonces, para distinguir a unos y otros, a aquellos tuvo -
que llamárseles "Ingenieros Militares" y a éstos, por antítesis, 'Ingenieros -
Civiles".
Es de advertir, que desde los tiempos más remotor hasta los finales
del siglo XV en que hicieron su aparición las armas de fuego y la bala metálica,
la fortificación de las ciudades, villas y castillos feudales, no comprendía mas-
que una cresta de fuegos instalada en la cima de un recio muro de mampostería
4. -4-
de piedra, que servía a la vez de obstáculo y de cubierta, y como este muro se
establecía de modo que desde él pudieran batirse lo mejor posible los abordes-
del punto por defender, se construyeron así las murallas que protegieron a las
ciudades europeas más importantes de aquellos días, muchas de cuyas ruinas-
pueden verse en la actualidad.
Con la aparición de las armas de fuego (cañones, culebrinas, etc.), -
que arrojaban a distancia proyectiles esféricos metaílicos, bajo cuyos choques-
repetidos se disgregaba la recia mampostería de las murallas, los Ingenieros -
de entonces, tuvieron que renunciar al uso de mamposterías aisladas y visibles
y bajo las ideas de los Ingenieros italianos de aquella época, quienes de distin- -
guieron por su gran talento, para fines del siglo XVI, después de una serie pro-
longada de aproximaciones sucesivas, se adopté para la construcción de los re-
cintos fortificados, el "perfil aterrazado", es decir, el provisto de un macizo-
de tierra que absorbería las vibraciones producidas por los choques de los pro-
yectiles, y del trazado "bastionado o abaluartado", el que rodeando a la posición
por fortificar, se componía de una serie de frentes capaces cada uno, de reali-
zar a partir de la cresta de fuegos, el flanqueo del obstáculo, constituído por un
roso ó excavación practicado delante de la muralla o "muro de escarpa", el que
además produciría la tierra necesaria para la protección del dicho muro de escar
pa.
Como se ha dicho antes, fueron los Ingenieros italianos de aquella épo
ca, los que más se distinguieron en esta clase de edificaciones y su gran talen- -
to, aunado con el espíritu aventurero de aquel tiempo, constribuyó grandemen-
te al progreso y extensión del noble arte de la fortificación. Cada uno de esos-
5. -5-
Ingenieros, tanía la pretensión de apoyar su arte en principios solo conocidos -
por él, cuyo secreto conservaba cuidadosamente y solo transmitía a sus discí-
pulos predilectos y como esos "Maestros" sirvieron en todos los países de Eu-
ropa, sus respectivas "teorías" formaron las llamadas "Escuelas", que hiele--
ron de la fortificación una ciencia en la cual se concentré todo el arte de la gue-
rra, es decir, la guerra se transformó en esa época, en una serie sucesiva de-
(
ataques y defensas de plazas fuertes.
Debido a esta circunstancia, la fortificación hubo de practicarse en -
forma muy inteligente y frecuente; en concepto, de que en aquel tiempo, los lla
mados "Ingenieros" provenían de todas las armas del ejército (solamente exis
tían por entonces la Infantería, la Caballería y en forma intermitente la Artille
ría), pues el que demostraba estar apto para el servicio de las fortificaciones,
después de alguna práctica bajo la dirección de alguno de aquellos "Maestros",
una vez que demostraba estar listo, recibía el título correspondiente y era en- -
viado a cualquier parte donde el arte y la ciencia de esta rama del saber humano
exigía sus servicios. En otros términos, en aquel entonces, los "Ingenieros -
Militares" no formaban parte de una corporación única dentro del ejército, ni-
tampoco contaban con un centro de dirección, ni mucho menos poseían una ins-
trucción común.
Italia, como ya se ha dicho antes, extendió sus luces por toda Europa
y sus famosos "Ingenieros Militares" y "Arquitectos", fueron llamados a ser-
vir en todos los Estados, donde formaron un grupo de discípulos que con mayor
6. o menor genio, realizaron después obra nacionalista. Así, puede verse que en
Francia por ejemplo, los primeros "Ingenieros Militares", fueron italianos --
llegados a esas tierras, por llamado de la reina Catalina de Médicis y éstos, -
crearon en fortificación, lo que después se llamó la "Escuela Francesa", y fue
ron Vergano, Catriotto y otros Ingenieros italianos más, los que al servicio de
los reyes de Francia, formaron la piedra angular de los Ingenieros Militares -
de este país, entre los cuáles se distinguieron posteriormente los nacionales -
Errard de Bar le Duc.De Ville, el Conde Pagan y más tarde, SEBASTIAN LE-
PRESTE, SEÑOR DE VAUBAN, el más ilustre de todos ellos.
De origen modesto, a los 18 años de edad, azuzado por el deseo de -
la aventura y la prosperidad, se enrolé en el Regimiento de Infantería que man
daba el Príncipe de Condé, quien pronto se dió cuenta del talento de su subordi
nado; capturado en 1653 por las tropas al servicio del Rey, fué indultado por -
influencia del Cardenal Mazarino y quedó agregado a las órdenes del Caballe-
ro de Clerville, Primer Ingeniero del Reino, bajo cuya dirección se aplicó al
estudio y práctica de la profesión de Ingeniero y en 1655, cuando cumplió 22-
años de edad, recibió el ansiado diploma de Ingeniero, por los brillantes tra-
bajos que desempeñé durante el sitio de Clermont. A partir de entonces, pue-
de decirse que consagré su vida entera al servicio del Estado y dedicó su tiem-
po al estudio profundo del arte de la guerra, logrando por su perseverancia, ta-
lento y cultura militar teórico práctica, desentrañar los misterici's de la fortifi
cación y creó un método racional de ataque, cuyos principios corresponden a -
todos los tiempos. No inventé el trazado abaluartado, ni las paralelas, ni los-
7. -7-
caminamientos en zig zag, pero su genio lo llevó a realizar una adaptación ma-
ravillosamente simple y lógica de esos medios de ataque, hasta conquistar la -
plaza sitiada. El prestigio adquirido por los trabajos que realizó durante su -
larga carrera militar, lo elevó en 1673 a la muerte de Clerville, a la categoría
de Primer Ingeniero, después al empleo de Teniente General y finalmente, a Ma
riscal de Francia, con cuya dignidad falleció en París el 30 de marzo de 1707. -
Con toda justicia, René Sauliol en el elogio que hizo de este sabio Ingeniero Mi-
litar, se expresó en los términos siguientes:
"... En 56 años de servicios contínuos prestados a su patria y a su -
rey, dirigió 48 sitios, 42 de los cuáles como General en Jefe; concurrió a 130 -
acciones de guerra en las que recibió 8 heridas; construyó 33 plazas fuertes de
manera completa y trabajó en la mejora de más de 300. Su brillante carrera -
militar hizo de él un hombre que, aunando la experiencia y el talento, elevó el-
prestigio de los Ingenieros Militares, mostrándose no solo como un simple teó-.
rico, sino como un gran realizador. Fué de talla nie, diana y de cuerpo robusto,
pero su genio en el arte y ciencia militares fué grandioso, ya que sus luces --
alumbraron al mundo entero y sus enseñanzas perdurarán aún en nuestros días,
através de muchos años. En la actualidad, Vauban es todavía considerado como
el MAESTRO. . . "
Los timbres de gloria adquiridos por este militar ilustre, en rela--
ción con el arma de Ingenieros se han aumentado, en virtud de ser considerado
como el FUNDADOR DEL ARMA, ya que debido a sus esfuerzos y repetidas - -
instancias, fué por lo que se creó permanentemente ésta en el ejército francés-
8. y por primera vez en el mundo. En efecto, las primeras proposiciones de Vau-
ban para la creación de tropas especiales encargadas de realizar los trabajos de
sitio, colocadas bajo el mando de Ingenieros Militares, datan desde el año de 1669,
aunque si bien es cierto, sin resultados positivos; posteriormente continuó insis-
tiendo cerca del Rey Luis XIV sobre la creación de esas tropas puede decirse que
hasta su muerte, y si no logró ver, realizados sus propósitos, tuvo la concepción
de la idea, razón por la cual es considerado en Francia como Padre del Arma -
de Ingenieros. Además, Vauban logró en 1677, se organizara el Cuerpo de Inge
nieros Militares franceses, clasificando a ese personal en dos categorías: una,
compuesta de aquellos que se emplearían en la construcción de las plazas fuer-
tes y que se llamarían Ingenieros Ordinarios y la otra, constituída por un grupo
de Ingenieros, que se denominarían Extraordinarios, que a cambio de acudir in
mediatamente al primer llamado del rey, en caso de una guerra, en tiempo de -
paz podían dedicarse a otros quehaceres fuera del ejército, recibiendo en todo -
este tiempo solamente una parte de su paga.
Vauban fué pues el iniciador de la organización permanente del Cuer-
po de Ingenieros Militares y aún pensó en fundar una Academia, para que en ella
recibieran conocimientos comunes todos aquellos aspirantes a la profesión, de
manera que si no creó el Arma de Ingenieros en forma absoluta, contribuyó a-
formar el porvenir de ella. No pudo hacer del Arma de Ingenieros lo que pre-
tendía, pero cooperé con sus esfuerzos y repetidas instancias a orientar el cri
teno del Rey Sol y años después, precisamente el 7 de febrero de 1744, mucho
9. tiempo después de su muerte, el nuevo Monarca Francés firmó la Primera Or
denanza sobre el Servicio y Rango de los Ingenieros Militares y en 1748, fundó
la famosa Escuela de Ingenieros de Mezieres, para que en ella recibieran una
instrucción técnica homogénea. Sin embargo, no fué sino hasta 1776, de acuer
do con la Ordenanza de 31 de diciembre, cuando los Ingenieros Militares cam-
biaron su antígiia denominación de Ingenieros Ordinarios y Extraordinarios, por
la Oficiales de Ingenieros, nombre con el que se les designa hasta nuestros días;
además, a partir de esta última fecha, los Ingenieros tuvieron ya una escala je
rárquica semejante a la seguida en las otras armas, considerándosela como la
CUARTA ARMA constitutiva de los ejércitos.
En las demás naciones europeas por aquellos días, también se dejó -
sentir la necesidad de la existencia de los Ingenieros Militares y también en la
mayor parte de ellas, fueron los Ingenieros italianos los iniciadores de la cien-
cia y el arte del Ingeniero, para después desenvolverse en cada Estado una teo-
ría particular en cuya práctica descollaron los Ingenieros nacionales. Así, por
ejemplo, en Holanda se hicieron notar durante el siglo XVII los Ingenieros Ste-
ving, Freitag y otros, pero particularmente el célebre Barón de Coehorn, con-
temporáneo de Vauban y a quién muchos autores consideran como su principal
rival. En Alemania, Durero, Speckle, Rimpler y otros, marcaron con sus --
obras los progresos del arte de la fortificación alemana, buscando la figura -
más conveniente para que un recinto contínuo fortificado, cualquiera que fuese
su forma poligonal, pudiera resistir con éxito los embates furiosos de las tro-
pas enemigas.
10. - 10 -
En cuanto a España, también siguió el mismo camino evolutivo y los
nombres de Ramírez de Madrid, Retz, Guevara, Cristóbal de Rojas, Viñola y-
otros, fueron los fundadores de la llamada "Escuela Española de Fortificación",
en la cual se hizo notar sobre todo en el uso de las minas militares, el célebre-
Capitán Pedro Navarro. La vida militar de este Ingeniero, lo señala corno crea
dor de una nueva actividad para el arma de Ingenieros, que es la relativa a la -
utilización de las minas de pólvora, cuya práctica originó la llamada "Guerra -
de Minas", dando nacimiento a los Cuerpos de Tropa llamados "Minadores".
El año 1701, con objeto de dar algunas homogeneidad a los trabajos en
comendados a los Ingenieros Militares, el Rey de Españanombró al Comendador
Tiburcio Spannochi Ingeniero Mayor, siendo ésta la primera tentativa para cons
tituír el Cuerpo de Ingenieros Militares de este país; pero cesar el italiano Leo
nardo Torriano sucesor de Spannochi, dejó ya de proveerse el cargo, estancán-
dose el progreso del nuevo organismo, al grado que para el mejor éxito de la -
campaña de Portugal del año 1704, el rey de Francia Luis XIV tuvo que prestar
le a su nieto Felipe V de España, una "Brigada" de Ingenieros franceses. La -
falta de este principalísimo elemento entre las filas del ejército debió de ser muy
grande, cuando el dicho rey Felipe V de Borbón hizo ir a Flandes en 1709, al -
"Ingeniero Mayor" Jorge Próspero de Vorboon, para que proyectara la organi-
zación de los Ingenieros del Ejército, de un modo semejante a como lo estaban
los mismos profesionistas en el ejército francés.
11. - 11 -
Siguiendo la corriente de las ideas francesas y pensando que la mayo-
ría de los triunfos alcanzados en las guerras se debían en mucho a los trabajos-
de los Ingenieros, como lo atestiguaban los escritos del Gran Capitán Gonzalo de
Córdoba, los de Carlos V al referirse al sitio de Ingoistad, los del Duque de Al-
ba y Juan de Austria referentes a la campaña de los Países Bajos y los de otros
más, pero especialmente, debido a la constante influencia y a las repetidas peti
ciones del Marqués de Verboon, el Rey Felipe V firmó el decreto relativo a la -
constitución orgánica de los Ingenieros Militares, el 17 de abril de 1711. Seg(in
lo antes dicho, la creación del Cuerpo de Ingenieros Militares Españoles en for-
ma permanente, débese al Marqués de Verboon, Ingeniero belga al servicio de -
España, quien hizo sus estudios técnicos en la Academia Real y Militar de Bruse
las y en abril de 1684, terminados sus estudios, fué nombrado Ingeniero Volun-
tario. Este militar, por sus buenos servicios fué ascendido a Teniente General
el 18 de diciembre de 1709 y al poco tiempo se le nombré 'Ingeniero General de
los Ejércitos, Plazas y Fortificaciones de los Reinos de España", encargándose
le la organización del Cuerpo de Ingenieros. El 17 de noviembre de 1737 fué --
ascendido a Capitán General, dignidad con la que falleció en Barcelona el 19 de-
enero de 1744. Así como a Vauban se le considera como el FUNDADOR DEL -
ARMA DE INGEMEROS EN EL MUNDO, al Marqués de Verboon se le debe con
siderar como el PADRE de los Ingenieros Militares españoles, ya que fué quien
marcó los lineamientos básicos del funcionamiento de ese Cuerpo científico y - -
12. - 12 -
más tarde, gracias a los esfuerzos del Capitán General e Ingeniero General, Jo
sé de Urrutia, las ideas fundamentales del Marqués de Verboon fueron puestas-
en práctica al publicarse la Ordenanza del Cuerpo en 1803, al establecerse la -
Academia de Ingenieros y al crearse el Primer Regimiento de Zapadores Mina-
dores. La primera, dió forma definitiva a los preceptos regulares de todos los
servicios que debía prestar el Cuerpo, tanto en tiempo de paz, como en caso de
guerra; la segunda, fundada en Alcalá de Honarés el lo. de septiembre de ese-
mismo 1803, sirvió para instruír a los aspirantes del Cuerpo, de manera uni-
forme y común, y el tercero, establecido por el Real Decreto de 5 de septiem-
bre de 1802, dió los elementos materiales a los Ingenieros Militares, para que
pudieran realizar sus misiones en el tiempo de guerra.
Tanto en la Península Ibérica, como en sus posesiones de ultramar, -
quedó indeleble el recuerdo de los Ingenieros Militares hispanos, por ser muchas
e importantes las obras que proyectaron y realizaron, así como por el valor se-
reno y tranquilo de que dieron pruebas en las campañas de Italia, Guipuzcoa, etc.
A América vinieron buen número de esos Ingenieros, comisionados -
por el gobierno metropolitano y en la Nueva España, también dejaron recuerdo-
imborrable por los trabajos que realizaron, particularmente los relacionados -
con la fortificación permanente, así lo demuestran la fortaleza de San Juan de -
Ulúa y las murallas de la plaza de Veracruz, el sólido castillo de San Carlos de
Perote, la maciza fábrica del de San Diego en Acapulco, las vetustas murallas-
de Campeche con sus recios castillos exteriores y algunas otras obras más. - -
13. - 13 -
Además, realizaron algunas edificaciones de carácter civil benéficas para el - -
país, como lo fueron: las obras del desagiie del Valle de México, los trabajos -
relacionados con la introducción del agua potable a la ciudad de Veracruz y a - -
otras de menor importancia, el trazo y construcción de todos los caminos rea- -
les, la formación de itinerarios através de todo el territorio y otros muchos tra
bajos de categoría inferior.
Es que, al conquistar de manera decidida esta parte de la América y
al constituírse la colonia que se llamó Nueva España, se amplié mucho el cam-
po de acción de los Ingenieros españoles o extranjeros al servicio de España, -
para quiénes abundaba el trabajo en estas tierra vírgenes en los adelantos en la
guerra de entonces y en los progresos del arte de la construcción, previéndolo
así, el gobierno peninsular comenzó a enviar a tierras americanas a algunos -
Ingenieros, quiénes vinieron a desarrollar una intensa labor en nuestro suelo.
Basta citar a los siguientes tomados de entre los muchos que vinieron:
ADRJAN BOOT, de quién se sabe estaba en Veracruz allá por el año
1608, ya que se le ordené entonces marchara a la capital de la Nueva España,
para que se ocupara del problema del desagüe del Valle de México. En 1615--
se ocupé de la fortificación de Acapulco, cuyo proyecto había entregado con an-
terioridad.
MARCOS LUCIO, de quien existe un plano de la ciudad de Veracruz-
y otro de San Juan de Ulúa calzados con su firma y fechados en 1671.
14. - 14 -
FRANCISCO POZUELO DE ESPINOSA, quien fué enviado a Nueva Es-
paña en 1671 para substituír al anterior. En 1675 reconoció la plaza de Acapul-
co e hizo un proyecto y presupuesto para la reparación de la obra fortificada que
allí existía. En 1683 levantó planos de la ciudad y puerto de Veracruz.
JAIME FRANK, el cual fué destinado a Nueva España en 1686 y tres -
años después, remitió desde San Juan de Ulúa, unos planos de esta fortaleza, - -
así como un extenso informe sobre el estado que guardaba. En la expedición or-
gaaizada por el Virrey Conde de Moctezuma para fortificar la bahía de Santa Ma-
ría de Galvez, marchó este Ingeniero a las órdenes de Martín de Zavala, nom- -
brado Capitán General de la expedición y después de proyectar las obras relati-
vas, dirigió su construcción desde 1693 a 1699 en que fueron terminadas. Esta
fortificación recibió el nombre de Fuerte de Panzacola.
MARTIN DE LA TORRE, Ingeniero iniciador hacia 1684 de los traba-
jos relacionados con la muralla de Campeche, los cuales quedaron interrumpi-
dos a causa de su fallecimiento. Desde 1680 presentó una memoria detallada -
sobre la importancia, costo y proyecto de fortificación del puerto de Campeche,
los que le fueron aprobados.
JORGE ACERE, Capitán e Ingeniero que en 1704 continuó la edifica-
ción de las fortificaciones de Campeche, donde construyó ocho baluartes, las-
alacenas, los Aljibes y casi todas las cortinas.
PEDRO POSTIR, Ingeniero italiano que en 1728, entró al servicio de
España como Ingeniero Ordinario,, Años más tarde vino a México donde en 1736
publicó su obra titulada "La Gran Defensa", nuevo método de fortificación con -
15. - 15 -
ideas nuevas, libro que causó gran sensación no solo en América, sino también
en España, conservándose en el Museo del Ejército en Madrid, una maqueta mo
delo del sistema de fortificación que preconizó.
MIGUEL CONSTANZO, destinado a la Nueva España desde 1778, don
de permaneció desempeñando diversas comisiones, entre otros proyectos, rea-
lizó el del actual Castillo de San Diego en Acapulco. En la ciudad de México, -
construyó el recio edificio que se conoce con el apodo de Ciudadela.
MANUEL DE SANTIESTEBAN, que hizo su carrera en el Cuerpo de -
Ingenieros Españoles desde Subteniente hasta Mariscal de Campo, empleo que -
obtuvo el 10 de junio 1779. Algunos años después de su ascenso a Brigadier, -
fué nombrado Ingeniero Subinspector en Nueva España, muriendo con este car-
go en la ciudad de México, el 26 de septiembre de 1783. Durante la época que -
fungió como Subinspector, se llevaron al cabo en Nueva España las obras de for
tificación de mayor importancia, pues por entonces se edificó el Castillo de San
Carlos de Perote, se restableció el de San Diego de Acapulco y se mejoró en -
mucho el trazo del Castillo de San Juan de Ulúa.
Finalmente, MIGUEL DEL CORRAL, quien en 1750 ingresó como Sub
teniente al Cuerpo de Ingenieros. En 1764 se embarcó para Nueva Espafia en la
expedición que trajo a estas tierras el General Juan de Villalba, siendo destina-
do desde luego a la práctica de reconocimiento en las costas. En octubre de - -
1777 se encargó del detall de las obras que se hacían en el Castillo de San Juan
de Ulúa. El 19 de marzo de 1782, se le nombró Ingeniero en Jefe a la muerte
16. - 16 -
del Brigadier Santiesteban y desempeñó la Subinspección por varios años.
El número de Ingenieros Españoles enviados a Nueva España, fué au-
mentándose poco a poco, debido seguramente a las exigencias del servicio y de
uno solo que hubo en un principio, y ese de manera esporádica, a partir del - -
año 1731 la metrópoli envió ya una Brigada con el carácter de permanente, corn
puesta de un Ingeniero Director y cuatro Ingenieros Ordinarios. La primera - -
(
Brigada en cuestión, estuvo formada, segCin consta en el Archivo General de la
Nación, por el personal siguiente: Teniente Coronel FRANCISCO ALVAREZ --
BARREIRO, que fungía como Ingeniero Director, Capitán SEBASTIAN FERIIÑ -
GAN, Teniente JERONIMO PINEDA y Subtenientes FELIPE FERINGAN y --
LUIS DIAZ NAVARRO, como Ingenieros Ordinarios.
Debido a las atenciones del servicio, especialmente con motivo de las
fortificaciones que se construían en aquellos días, es decir, por las exigencias
de las edificaciones de los Castillos de San Carlos de Perote y de San Diego de
Acapulco, así como por las obras de reparo y mejora del Castillo de San Juan-
de Ulúa y muralla de Veracruz, el número de Ingenieros Militares fué en au- -
mento, de manera que para el 31 de julio de 1783, existían ya: un Ingeniero Di-
rector Subinspector, que lo era el Mariscal de Campo MANUEL DE SATIESTE-
BAN, un Inspector en Jefe en Veracruz y San Juan de Ulúa, cuyo cargo lo servía
el Coronel MIGUEL DEL CORRAL, un Ingeniero en Segundo en México, que era
el Teniente Coronel PEDRO PONZE, un Ingeniero Ordinario en México que era-
17. - 17 -
el Capitán MIGUEL CONSTANZO; un Ingeniero Extraordinario en Veracruz que
era el Teniente CARLOS DUPARQUET y un Ingeniero Extraordinario en Acapul
co, encargado de las obras del Castillo de San Diego, que era el Teniente SAN-
TIAGO OLA VARRIETA.
Después, con el arreglo que sufrié el Cuerpo de Ingenieros con moti-
vo de la publicacién de la Ordenanza de 1803, se determiné una Subinspecci&i -
para la Nueva España, compuesta permanentemente, de un Ingeniero Director y
de seis a ocho Ingenieros Ordinarios, de manera que el número de Ingenieros au
menté, seguramente debido al mayor auge que había en los trabajos y así, para-
el año 1821, al finalizar la Guerra de Independencia, la referida Subinspeccién,
estaba formada por el siguiente personal, según consta en el Manuel de Zúñiga-
y Ontiveros, correspondiente a ese año: Brigadier FRANCISCO LEMAUR, como
Subinspector, Coronel JUAN SOCIATS, residente en México, Coronel MARIANO
CARRILLO Y ALBORNOZ con residencia en la península yucateca, Coronel MA
NUEL MONTE, nombrado Ingeniero en Jefe de aquel lugar, quien por diversas-
causas no se había presentado, Teniente Coronel VALENTIN AMPUDIA, resi- -
dente en México, Capitán JOSE SEGUNDO cARBAJAL, residente en Yucatán, -
Capitán MANUEL LEON, residente en Veracruz, Capitán BERNARDO DEL - - -
POSSO, residente en México y Capitán RAFAEL DE LARA, también residente -
en México. Además, existían en calidad de "agregados" como Ingenieros Volun
tarios: los Capitanes RAFAEL CAMARGO con residencia en Querétaro, JOSE -
18. CABALLERO con residencia en las Provincias Iternas de Occidente y RAFAEL
MARIA CALVO, con residencia en México y los Subtenientes CARLOS MARIA -
ROCA y MANUEL REYES. Asímismo, los Cadetes de Reales Guardias JUAN -
JOSE RUIZ DE APODACA Y FRANCISCO RUIZ DEAPODACA.
El Cuerpo de Ingenieros Españoles durante todo el régimen colonial, -
dejó en nuestra patria no solo el producto de su trabajo en el arte militar, sino-
también, un imperecedero recuerdo por sus labores de carácter civil, pero sobre
todo y como obra capital, sembraron la simiente del Arma en estas tierras, ya-
que la doctrina española de organización y funcionamiento de la CUARTA ARMA,
establecida en la dicha Ordenanza de Ingenieros de 1803, fué adoptada por el no-
vel instituto armado de la nación mexicana, ya que desde 1822 se decidió organi-
zar a nuestro ejército, al estilo de los ejércitos europeos y muy particularmente
al español. Por otra parte, es de hacer notar, que el fundador del arma en nues
tro país, como se verá en lo que sigue, fué el Brigadier DIEGO CARGIA CONDE,
militar español que, si bien es cierto no ostentaba el título de Ingeniero, es in- -
discutible que poseyó una fuerte cultura matemática y aún cierta práctica en al-
gunos trabajos relacionados con la ciencia del Ingeniero, pues desde 1790, aun-
que prestaba sus servicios en el Regimiento de Dragones de México, fué Direc-
tor Técnico de los caminos México - Toluca y Perote - Veracruz, tocándole así
trabajar en la erección del famoso puente sobre el río Jamapa, llamado en aquel
entonces "Puente del Rey" y conocido hoy con el de "Puente Nacional", además,
en 1793 logró publicar un Plano de la Ciudad de México que levantó 61 mismo, -
19. - 19 -
cuyo original se exhibe en el Museo Nacional de Historia, el cual está conside -
rado como el Primer documento de esta naturaleza que presenta un cierto valor
técnico.
El General García Conde, que nació hacia 1760 en la ciudad de Barce
lona, España, a los 12 años abrazó la carrera de las armas y se alistó como --
Cadete en el Real Cuerpo de Guardias, con cuya Corporación asistió al famoso-
sitio de Gibraltar, donde recibó su bautizo de fuego, en 1783 fué destinado al Re
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gimiento de Dragones de México y desde ese año hasta el de 1825 en que murió,
vivió en estas tierras de Anáhuac, sirviendo en la carrera militar. Concurrió-
a toda la Guerra de Independencia defendiendo al gobierno peninsular y en 1821,
ostentando ya las insignias de Brigadier, empleo que fué ascendido el 6 de octu-
bre de 1812, después de capitular honrosamente en la ciudad de Durango, tras -
vigorosa y bien arreglada defensa, hallándose espiritual y físicamente ligado --
con la naciente nación mexicana, más que con su tierra natal, adopté a México-
como nueva Patria, jurando su Independencia el 13 de octubre de 1821, recono-
ciéndosele desde luego el empleo de Mariscal de Campo y meses después, con-
fecha 12 de enero de 1822 y seguramente en atención a sus méritos intelectua--
les, la Regencia lonombró "Director General de Ingenieros", cargo que desem-
peñó hasta su muerte, ocurrida el 8 de mayo de 1825, en la entonces villa de -
Tacubaya.
Al hacerse cargo de la Dirección de Ingenieros del naciente ejército
mexicano, el General García Conde prácticamente tuvo que resolver el proble-
ma de crear el arma en su totalidad, pues el novel organismo no contaba con -
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tropa alguna de Zapadores y de los Jefes y Oficiales de Ingenieros al servicio -
del Rey de España que formaban la Subinspeccién de esta tierra, solo reconocie
ron al nuevo orden de cosas: el Teniente Coronel Valentín Ampudia, a quien por
encontrarse muy enfermo hubo que dársele un permiso para pasar a curarse de
sus males en la ciudad de la Habana, Cuba ( este militar era de origen cubano) -
y el Capitán José Segundo Carbajal, radicado en Mérida, Yucatán, su ciudad na-
tal, quien por las ideas libertarias que profesaba, tan pronto como pudo, recono
cié a las autoridades nacionales.
Como se ve, el General García Conde en un principio, se encontré --
sin oficiales facultativos, pero en cambio, recibió todos los aparatos e instru-
mentos que pertenecieron a la Subinspección, los cuales no pudieron llevarse con
sigo los españoles al abandonar la capital de México y quedaron al cargo y cuida-
do del Capitán de Caballería Rafael María Calvo, quien estaba agregado al Cuer-
po de Ingenieros, el que hizo entrega de ellos al General García Conde. Es de-
advertir, que con la misma fecha con que se giraron las órdenes al Gena' al Gar
cía Conde para que se hiciera cargo de la Dirección de Ingenieros, fueron des-
tinados a esta dependencia, el Coronel de Artillería MAN UEL DE MIER Y TE-
RAN, prestigiado militar, destacado patriota y adelantado alumno del Colegio-
de Minería, lo mismo que el Capitán JOSE MARIA ECHENDIA, exSubteniente-
del ejército español, que se hallaba en calidad de agregado en la Subinspeccién
de Ingenieros y que desde el mes de mayo de 1821 se había desertado para unir
se a las filas del ejército trigarante.
No contando más que con un Jefe y un ofi ial facultativos, el General
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García Conde solicité del gobierno, pasaran a formar el pie veterano del inci-
piente Cuerpo de Ingenieros, todos aquellos jefes y ofiriales que poseyeran co-
nocimientos suficientes en las matemáticas puras y aplicadas, prefiriéndose - -
con particularidad a quienes hubiesen hecho cursos en el Colegio de Minería y -
en la Academia de San Carlos, y fué así como pudo conseguir, pasaran al nuevo
instituto, como Subtenientes: los jóvenes JOSE MARIA MESTRE y JOAQUIN - -
VELAZQUEZ DE LEON, exalumnos del Colegio de Minería, quienes habían aban
donado sus estudios para irse a incorporar al ejército Trigarante (el último de
estos dos individuos, era hijo del famoso Ingeniero del mismo nombre). Ade--
más, el General García Conde pensó en establecer desde luego una Academia -
que produjera a la nueva oficialidad que necesitaba y consiguió atraerse al pres
tigiado Ingeniero de Minas TOMAS RAMON DEL MORAL, para que ingresara al
Cuerpo y sirviera como catedrático. Asímismo, elaboré desde luego un proyec
to, tanto para el arreglo del nuevo Cuerpo científico, en lo referente a sus fun-
ciones y constitución, como para el establecimiento de un plantel educativo mi-
litar para los aspirantes a Ingeniero.
Gracias a esos esfuerzos y a la eficaz labor desarrollada por el fla-
mante Director de Ingenieros, al redactar el Minitro de la Guerra y Marina de
entonces, General Antonio de Medina, su Memoria presentada al Soberano Con-
greso con fecha 24 de febrero de 1822, en relación con este nuevo Cuerpo, se ex
presó en los términos siguientes:
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"CUERPO DE INGENIEROS"
"Su reciente creación, no promete un estado perfecto, y solo tiene en
el día: un Director General, Mariscal de Campo, un Coronel, un Teniente Coro-
nel, dos Sargentos Mayores de Brigada, un Capitán y dos Subtenientes. En Carn
peche existe uno de los Mayores de Brigada, encargado de todas las atenciones -
que son anexas en aquel destino.
"Para los ramos de Escuela Práctica y demás trabajos de su institu-
to, se hallan destinados los edificios públicos de Chapultepec y la Inquisición, -
en la cual deberá establecerse el Colegio Militar proyectado por el Director y -
adoptado por el gobierno, con el laudable objeto de instruír a los individuos del
ejército en los conocimientos científicos de su carrera..."
Es de hacer notar:
- Que en el presupuesto general de gastos del ejército, presen-
tado por el General Antonio de Medina, quedé incluída la Dirección General de -
Ingenieros con la suma de 16, 402 pesos y 4 reales, para gastos de oficina y pa-
go de sueldos a los jefes y oficiales del arma, según consta en la Memoria ya-
citada; y,
- Que el plan de arreglo presentado por el General García Con-
de, inspirado en las ideas españolas que privaban en aquellos días, fechado el -
mes de febrero de 1822, no fué aprobado por el Poder Legislativo, pues turna-
do que fué por el Secretario de Guerra y Marina a las Cámaras, en la sesión ce
lebrada el 28 de marzo siguiente, el Soberano Congreso dictaminé se archivara
la proposición y que luego que el erario lo permitiera, se estableciera un Cole
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gio Militar no exclusivo para formar a los oficiales facultativos de Ingenieros, -
sino para formar a los oficiales de todas las armas del ejército.
A pesar de este fracaso, el General García Conde continué dirigien-
do con toda atingencia las actividades profesionales de su escaso personal y - -
queriendo aumentar su número, en ese mismo 1822 logró se reunieran en Mxi
co, en una escuela que se llamó "Academia de Cadetes", todos los individuos -
de este empleo que por entonces existían en las diferentes corporaciones del --
ejército, la cual fué establecida en el edificio de la exlnquisición y allí comen-
zó a impartirles algunas cátedras para mejorar su instrucción y obtener oficia-
les más o menos preparados para la difícil carrera del Ingeniero. Además, en
el curso de ese mismo 1822, logró que cuasaran alta en el Cuerpo, previo exa-
men de admisión, con el grado de Subtenientes, los jóvenes ANTONIO SARABIA,
MANUEL DUQUE DE ESTRADA y JOSE MARIA CORTES GALLARDO; el prime
ro y el tercero, estudiantes aventajados de la Academia de San Carlos y el se-
gundo, gracias a la buena preparación técnica que había adquirido en el Colegio
de Vergara, España, pues su padre lo había enviado a estudiar a esas lejanas -
tierras, y todavía después, en los comienzos de 1823, recibió con el empleo de
Teni ente, al joven francés CONSTANTINO TARNAVA, quien fué alumno de la-
Escuela Politécnica de París y aún había servido en el arma de Ingenieros de su
país.
No obstante el defectuoso funcionamiento del Cuerpo a sus órdenes, -
incluyendo la "Academia de Cadetes", debido a los trastornos políticos y a la-
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poca importancia que se le daba, dado el corto número de oficiales con que con-
taba y las pocas comisiones que se desempeñaban, todavía después, el 15 de oc
tubre de 1823, el incipiente Cuerpo de Ingenieros recibió una inyección de vida-
con el ingreso del docto Coronel JOSE ANTONIO RINCON, jefe que tenía una --
bien ganada ejecutoria como oficial técnico y el 6 del siguiente noviembre, con -
el alta como Subtenientes del arma, de los dos estudiantes de la Academia de San
Carlos, VICENTE CAZARIN y JOSE MARIA CASAS.
En los comienzos del año 1824, por disposición del gobierno general-
pasaron a formar parte del Estado Mayor General del Ejército, organismo de - -
nueva creación, los Coroneles Mier y Terán y Rincón, así como los cuatro Subte
nientes Mestre, CorteA Gallardo, Velázquez de León y Contreras, con lo que se
mermé aún la oficialidad del Cuerpo de Ingenieros, pero unos meses después pa-
saron a engrosar las filas de este organismo, los primeros oficiales proceden- -
tes de la "Academia de Cadetes", transformada desde el mes de octubre de 1823,
en el flamante Colegio Militar de Perote, los oficiales recién llegados fueron: --
los Tenientes MARIANO ALCOCER y CLEMENTE TIRADO, que salieron con --
este empleo por haber obtenido la calificación de "Sobresalientes" y los Subtenien
tes ANDRES NAVAS, MANUEL GARCJA, MARIANO DEL VALLE, MIGUEL GA-
LLEGOS, RAMON ROMERO y JUAN CORNAGO, quienes egresaron con este em
pleo de la escuela por haber salido calificados como "Muy buenos". Además, en
los comienzos de 1825, diez alumnos más del Colegio Militar de Perote pasaron
al Cuerpo de Ingenieros con el grado deSubtenientes, por haber acreditado po --
seer los conocimientos suficientes en las clases que allí se les impartieron y -
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que fueron: la Primera, relativa a las Matemáticas, la Segunda, a la Fortifica-
ción Permanente y a la Pasajera, al Ataque y Defensa de Plazas Fuertes y de -
Obras de Campaña, la Táctica, la Estrategia, los Puentes y los Reconocimien-
tos Militares, la Castrametación, la Artillería y las Minas Militares, la Terce
ra, al Dibujo Militar y de Paisaje y la Cuarta, al idioma francés.
El año 1825 fué aciago para el Cuerpo de Ingenieros, pues el General
García Conde, tras de penosa enfermedad, falleció en la villa de Tacubaya el 8
de mayo, dejando un vacío que resi itó difícil cubrir, pues poco tiempo después
de la muerte de este militar, fué nombrado para substituírlo, nada menos que -
el General Antonio López de Santa Ana, el que a poco fué cambiado de comisión,
quedándo acéfalo el cargo práctitarne nte, hasta el arreglo legal y definitivo del
Cuerpo, que se inició a partir del 7 de julio de 1828, según decreto de 5 de no-
viembre del año anterior.
Durante el lapso comprendido de mayo de 1825 a julio de 1828, sola-
mente dos individuos causaron alta en el Cuerpo, por examen directo y con el-
empleo de Subtenientes, ellos fueron: MANUEL MARIA BENITEZ, a quien se-
le expidió patente el 11 de julio de 1825 y JUAN SOLIS, quien causó alta el 30-
de julio de ese año. Todavía después, el 4 de marzo de 1826, causó alta con el
empleo de Teniente Coronel, el Ingeniero italiano FRANCISCO VECELU, quien
acredité ante el Presidente Guadalupe Victoria, poseer los méritos suficientes
para merecer que éste ordenara su ingreso al Cuerpo con ese elevado empleo.
26. - 26 -
En cambio, las bajas de la poca oficialidad que existía fueron sucediéndose una
tras otras, sin que se tomara en cuenta por nadie, la iniciativa de crear en for
ma legal este Cuerpo científico militar. Esta penosa realidad quedó expuesta-
ante las Cámaras el 31 de diciembre de 1826, por el General Manuel Gómez -
Pedraza, Ministro de Guerra en funciones, en la Memoria relativa a su gestión.
Este veraz Secretario de Estado, al referirse al Cuerpo de Ingenieros, dijo lo-
siguiente:
Las utilidades que las naciones cultas han sacado del Cuerpo de
Ingenieros, no se han reducido a solo la guerra y la defensa; también han sido-
extensivas a las hermosura y comodidad de edificios, canales y caminos. Tan
to este Cuerpo, como su Dirección, existían en tiempo del gobierno español en
Madrid y de allí se mandaban a las Américas algunos jefes y oficiales para las
atenciones de su arma. Como hecho la Independencia cesaron esas remesas, y
como por otra parte se aumentó la necesidad de oficiales facultativos, la Regen
cia pasó al Congreso los dos proyectos, que sobre creación del Cuerpo, formó
el General D. Diego García Conde, en febrero de 1822. Hasta hoy no está re-
suelto este negocio y aunque hay de esta arma 3 Tenientes Coroneles, 4 Capi-
tanes, 2 Tenientes, 15 Subtenientes y 6 Aspirantes, el Cuerpo no existe de he-
cho, ni de derecho, y no teniendo el gobierno los individuos necesarios para las
comisiones científicas de fortificación, se ve en la necesidad de encomendar unas
a Subtenientes que aún no tienen conocimientos bastantes, suspender otras hasta
que los jefes de esta arma concluyan las que desempeñan y competer algunas a
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individuos que no pertenecen a ella.
"No obstante lo expuesto, los oficiales que hay de Ingenieros han sido
empleados en formar los presupuestos de fortificación de Veracruz, Yucatán y-
Coatzacoalcos, han ayudado a levantar el plano del Distrito Federal y cooperado
a los trabajos de los Ayudantes Generales Orbegozo e Iberri, comisionados, el-
primero en Coatzacoalcos y el segundo en Tampico. En California se hallan em
pleados en los trabajos de defensa de aquel territorio un Teniente Coronel y dos
subalternos. .. "
En vista de lo anterior y seguramente debido a la influencia personal
del General Gómez Pedraza, Ministro de Guerra y Marina en el gabinete del --
Presidente Victoria, el Congreso sancionó la creación oficial del Cuerpo, por -
decreto fechado el 5 de noviembre de 1827, documento que a la letra dice:
"El Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a los habitantes de
la República, Sabed: que el Congreso General ha decretado lo que sigue:"
- Un General de conocimientos facultativos mandará el Cuerpo-
de Ingenieros, con la denominación de Director General".
- Constará el Cuerpo de cuatro Coroneles, cuatro Tenientes Co-
roneles, catorce Capitanes, quince Tenientes y diez y seis Subtenientes".
- A cargo del Cuerpo de Ingenieros se establecerá un Colegio
para la instrucción de todas las armas del ejórcito ".
- Para el servicio del Cuerpo se dividirá el territorio mexicano
en cinco Departamento. Cada Departamento será atendido por una Brigada. Las
Brigadas se organizarán por el gobierno".
28. - Se formará una Brigada de Zapadores, Minadores, Pontone-
ros, compuesta de dos Compañías veteranas y tres de milicia activa".
- Estas Compañías se establecerán al pie y fuerza que hoy tienen
las de artillería permanente y activa, constando su Plana Mayor de un Teniente
Coronel Comandante y jefe de instrucción y de un Primer Ayudante, con las - -
atribuciones señaladas para esta clase en la infantería."
- Se observará provisionalmente la Ordenanza de 1803 y sus --
artículos adicionales, en lo que no pugnen con las instituciones y leyes de la Re-
pública. El gobierno formará la Ordenanza para este Cuerpo y la presentará al
gobierno general para su aprobación".
- Previo consentimiento del gobierno general, auxiliarán las -
Brigadas a los Estados en las obras de utilidad y ornato público que emprendan.
"José María Anaya, Presidente de la Cámara de Diputados. - Francis-
co Artonio Tarrazo, Presidente del Senado. - Félix María Aburto, Diputado Se-
cretario. - Pedro de Ocampo, Senador Secretario."
Por tanto mando se imprima, publique, circule y se le dé el debido
cumplimiento".
"Palacio de Gobierno edera1 en México, a 5 de noviembre de 1827. -
GUADALUPE VICTORIA."
"A.D. Manuel Gómez Pedraza".
Como los años fiscales se contaban entonces del 1/o, de julio de un -
año, al 30 de junio del siguinte, durante el resto de 1827 y el primer semestre
29. - 29 -
de 1828, no pudo dársele cumplimiento al decreto anterior, pero al iniciarse -
el mes de julio de 1828, el Cuerpo de Ingenieros de nueva creación, pasó su Re
vista de Entrada, de conformidad con su nueva organizacón. Además, el 13 -
de marzo de ese repetido 1828, fué expedido el Reglamento de la ley del 5 de -
noviembre de 1827, con lo que se tuvieron todas las bases legales para el fun-
cionamiento del nuevo instituto.
A la Dirección General de Ingenieros, que desde los comienzos de -
1822 venía funcionando en el edificio de la exlnquisicón (esquina de las actua- -
les calles de Brasi 1 y de Venezuela), se le destiné el espacioso edificio del --
Hospital del Convento de los Betlemitas, nombrándose Director General interi
no, por no existir ningún General en el Cuerpo, al Coronel de Ingenieros - -
IGNACIO MORA Y VILLAMIL. El vetusto caserón de los Betlemitas, situado
en la esquina de las calles conocidas entonces con los nombres de Betlemitas -
(hoy 1/a. de Filomeno Mata) y de San Andrés (hoy 2/a. de Tacuba), a la sazón
se encontraba deshabitado, pues desde fines de 1820, por decreto de las cortes
Españolas de lo. de octubre de ese año, fué suprimida la orden de religiosos-
llamada de los Betlemitas.
Para poder satisfacer a todas las atribuciones y fatigas, de conf ormi
dad con el Reglamento de la ley del 5 de noviembre de 1827, en los primeros-
días de julio de 1828 quedó constituído el Cuerpo de Ingenieros con cuatro Co-
roneles, cuatro Tenientes Coroneles, seis Capitanes, doce Tenientes y nueve
Subtenientes, es decir, con menor número de jefes y oficiales que el marcado
30. - 30 -
en la ley, quedando su presupuesto en la suma de 104, 286 pesos. Entre los je-
íes y oficiales que pasaron al Cuerpo, procedentes del Estado Mayor General, -
se contaron a los Coroneles Ignacio Mora y Villamil, José Antonio Rincón y Jo-
sé Ignacio Iberri, al Teniente Coronel José Casimiro Liceaga, profesionista de
gran prestigio intelectual y los distinguidos Capitanes Francisco y Pedro García
Conde, sobrinos del extinto General Diego del mismo apellido.
Las Brigadas a que se refieren la ley y su Reglamento, fueron asig-
nadas como sigue: la Primera quedé unida a la Dirección General, la Segunda al
Coronel José Antonio Rincón, la Tercera al ya Coronel José Segundo Carbajal y
la Cuarta y Quinta, quedaron acéfalas por carencia de jefes que pudieran servir-
la.
En relación con el establecimiento del Colegio Militar, para dar cum-
plimiento a lo prevenido en el artículo 3/o. de la ley del 5 de noviembre de 1827,
se hicieron venir a la capital de México, a los pocos alumnos que aún quedaban
en la fortaleza de San Carlos de Perote, para que, después de examinados, los
que quedaran y quisieran seguir la carrera, formaran el pie veterano del nuevo
plantel educativo. Se le expidió al Coronel graduado JUAN ARAGO, despacho de
Teniente Coronel de Ingenieros Comandante de la Brigada de Zapadores y se des-
tinó el mismo edificio de los Betlemitas, para establecer el cuartel de este nueva
Corporación, así como las aulas del Colegio Militar.
Y así, después de mil vicisitudes, quedó establecido y legalizado de-
bidamente el CUERPO NACIONAL DE INGENIEROS del Ejército, dándose con ello
un efectivo paso progresista en la vida del Instituto Armado Mexicano y fincándo-
se, para las generaciones futuras del arma, las bases de una bella tradición.
México, D. F., Julio de 1977.