Condensadores de la rama de electricidad y magnetismo
Consideraciones acerca del desarrollo del servicio público de energía eléctrica en México
1. ,E
Fecha de actualización: 4 de septiembre de 2001
CONSIDERACIONES ACERCA DEL DESARROLLO DEL SERVICIO
PUBLICO DE ENERGÍA ELÉCTRICA EN MÉXICO
Presentado por: Salvador Vélez García
Ingeniero Mecánico Electrisista
Académico de Número de la Comisión de
Especialidad de Ingeniería Eléctrica
Academia Mexicana de Ingeniería
1
3. Señores:
Ingeniero Javier Jiménez Espriu
Presidente del Consejo de Honor de la Academia Mexicana de Ingeniería
Ingeniero Fernando Sosapavon Estrada
Presidente de la Comisión de Especialidad de Ingeniería Eléctrica
Ingeniero Manuel Viejo Zubicaray
Ingeniero Jacinto Viqueira Landa
Maestro en ciencias Alejandro Vázquez Gutiérrez
Maestro en ingeniería nuclear Bruno De Vecchi Apendini
HONORABLES Y DISTINGUIDOS MIEMBROS DE LA
ACADEMIA MEXICANA DE INGENIERIA
ESTIMADOS INVITADOS:
En México, en 1879, en la ciudad
de León, Guanajuato, "La Americana",
fabrica de los señores Portillo y
Heyser, fue probablemente la primera
en la República en introducir el alum-
brado de arco eléctrico.
El 15 de septiembre de 1881 se in-
augura en la Ciudad de México el
primer alumbrado público con lámpa-
ras de arco; inicialmente, The Mexican
Gas and Electric Light Company,
Limited, concesionaria del servicio,
substituyó cuarenta quemadores de
gas por las nuevas unidades. Diez
años más tarde el ayuntamiento tenía
contratadas un total de 300 unidades
distribuidas en toda la ciudad.
La primera instalación de alumbra-
do con lámparas incandescentes fue
la casa del señor general Carlos
Pacheco, Ministro de Fomento, ubica-
da en la 2. Calle de Humbolt número
5; "funcionó por primera vez el 19 de
marzo de 1882". 1
Durante los primeros diez años del
uso de la electricidad en México, el
servicio de alumbrado público y pri-
vado fue la actividad industrial
importante en la que se organizan las
primeras empresas que desarrollan
sistemas de distribución de energía
eléctrica, para alimentar las lámparas
a partir de sus plantas de generación,
accionadas en su gran mayoría con
motores de vapor. Tiene particular
importancia el sistema establecido en
la ciudad de Puebla que inició su ope-
ración el dos de abril de 1888; utilizó
1
Noticia sobre las Aplicaciones de la Elec-
tricidad en la República Mexicana, presen-
tada por el Ministerio de Fomento en la
Exposición Internacional de París, Alberto
Best, México, Marzo de 1889.
3
4. una turbina hidráulica de 180 caballos
y una línea de tres circuitos indepen-
dientes, uno para cada dínamo, de
14 km. (2200 volts en los bornes de
las máquinas y 6.8 amperes en cada
circuito).
A partir de 1890 se amplia el uso
de la energía eléctrica en México; las
dos industrias más importantes; la
minera y la textil, encuentran en el uso
de la electricidad un avance importan-
te en todos los aspectos técnicos,
obtienen grandes economías, comodi-
dad y eficiencia.
La Ciudad de México, en 1893, lle-
gó a considerarse la mejor iluminada
del Continente Americano. 2 En un gran
número de municipios se diversifica el
uso de la energía eléctrica en siste-
mas de alumbrado público y en sus
edificios, en servicios de bombeo y de
tranvías.
Surgen empresas industriales que
ofrecen en venta sus excedentes de
energía eléctrica, y así, se convierten
en las primeras en operar como em-
presas eléctricas de servicio mixto.
Al finalizar el siglo XIX quedan es-
tablecidas las primeras empresas
dedicadas exclusivamente al servicio
de energía eléctrica. La falta de una
legislación adecuada, y en conse-
cuencia de una organización
institucional para regular la operación
de la naciente industria eléctrica, die-
ron lugar a toda una serie de
concesiones hasta cierto punto arbi-
trarias, generalmente para el uso del
agua, en algunos casos por tiempo li-
mitado y en otros indefinido.
2
Tomada de: El problema Eléctrico de Méxi-
co y su trascendencia en la Economía Na-
cional, Conferencia del ingeniero Oscar R.
Enríquez, México, 1947.
En la misma forma se extienden
concesiones o permisos para operar
como empresas para un propósito de-
terminado como fue el de alumbrado;
otros fueron varios, así se tenían com-
pañías para luz y fuerza, algunas
incluían el servicio de tranvías, y otras
más el de agua e irrigación. Asimismo
se otorgaron concesiones y franquicias
de la Federación, de los Estados y de
los Municipios para el establecimiento
de empresas eléctricas, sin plan algu-
no ni prever los resultados futuros de
las excesivas facilidades concedidas, ni
mucho menos pensar en la exigencia
imperiosa de reglamentar la operación
de dichas empresas.
En aquel entonces no existía el con-
cepto de "servicio público de energía
eléctrica", por su naturaleza no suje-
to a la libre competencia; al contrario,
al finalizar el siglo XIX se tenía en el
centro de la Ciudad de México redes
de distribución subterránea de tres
empresas diferentes que compartían
en algunos lugares las mismas super-
ficies y que competían entre sí: The
Mexican Gas and Electric Light
Company, Limited; la Compañía Explo-
tadora de las Fuerzas Hidroeléctricas
de San Ildefonso y la Compañía Mexi-
cana de Electricidad (también
conocida como "Siemens Halske"). 3
Como consecuencia también se tenía
falta de racionalidad en materia de
tarifas, las que inicialmente fueron por
servicio de alumbrado (se considera-
ba el número de lámparas, la potencia
de cada una y el número de horas de
servicio diario); después se tuvieron
Aifredo Martínez García, Notas sobre la evo-
lución de cables subterráneos en México, del
24 de septiembre de 1979. información di-
recta, Menciona: 1900... Gas and Eiectric...
La red de cables... comprendiendo en su gran
mayoría en la misma área de ias redes de San
iidefonso y Siemens Haiske".
El
5. tarifas específicas por el servicio de
tranvías y por bombeo (en algunos
casos como en la Ciudad de México
el servicio de bombeo para el nuevo
sistema de agua potable comprendió
la operación y mantenimiento de las
bombas propiamente dichas).
Asimismo, a finales del siglo XIX
surgen los primeros sistemas
interconectados entre varias plantas
generadoras y los centros de distribu-
ción y consumo. Entre ellos el de la
Compañía Explotadora de las Fuerzas
Hidroeléctricas de San Ildefonso, S.A.
en 1897.
Así como en el siglo XVI fueron las
minas las que propiciaron el desarro-
llo de la Nueva España y abrieron el
"camino de tierra adentro" al norte del
país, y otros al sur, ahora, el auge de
las minas de 1895 a 1910, sin parale-
lo en la historia del México
independiente, abre los caminos a la
electrificación; a la que se suman las
necesidades de la próspera industria
textil. Como consecuencia, por exten-
sión, surge el desarrollo de los
servicios en zonas urbanas aledañas.
En 1903 la Guanajuato Power
Company construye la planta hidro-
eléctrica de Platanal, cerca de Zamora
en el Estado de Michoacán, y la Lí-
nea a 60 Kv a la ciudad y centro
minero de Guanajuato, considerada la
primera línea de transmisión en el
mundo en esa tensión, 4 construida con
torres de acero.
Con la construcción de la Planta de
Necaxa, una de las obras de ingenie-
ría más famosas a nivel mundial en su
época, se iniciaron las actividades de
J. G. Tarboux, Electric Power Equipment,
McGraw Hill Company, Inc, New York, 1932.
The Mexican Light and Power
Company, Limited. En el año de 1905
se puso en servicio la primera unidad
de 5,000 Kw, y en el mes de diciem-
bre del mismo año se recibió en la
Ciudad de México la energía genera-
da en dicha planta con la puesta en
operación de la línea de transmisión
Necaxa-México a la tensión de 60 Kv,
que fue cambiada a 85 Kv en 1910. A
partir de 1954, año en el que se con-
cluyó la construcción de la planta de
Patla, el sistema de Necaxa cuenta
con una capacidad de 210,967 Kw.
Las líneas de La Compañía de Luz,
como se le llamaba, llevan la energía
de Necaxa a las minas de Pachuca y
Real del Monte en el Estado de Hidal-
go, a las de El Oro en el Estado de
México y Angangueo en Michoacán;
tiempo después se extendieron a las
minas de Sultepec al sur del estado
de México, y a las de Taxco y de Cam-
po Morado en Guerrero.
Una prueba de la importancia por
el uso de la electricidad en México,
durante los primeros años de la nue-
va industria en el mundo, es sin duda
el mensaje del señor general Porfirio
Díaz, presidente de la República Mexi-
cana, del 15 de agosto de 1909, en
respuesta a una carta del señor
Thomas A. Edison del 8 de julio del
mismo año. A continuación se repro-
duce el fonograma Edison, grabación
original de la época en tubo de cera.
Al final se incluye el texto de la co-
mu ni cac i ó n.
En el Estado de Chihuahua, en
1915, a pesar de las dificultades a que
dio lugar la Revolución, se termina la
Presa Toronto en el Río Conchos; en
aquel tiempo el embalse de mayor ca-
pacidad en el mundo para generación
de energía eléctrica, y con ella las
5
6. plantas de La Boquilla y La Colina
para atender los servicios de las mi-
nas en Parral y sus alrededores y en
la Ciudad de Chihuahua. 5
En los años de 1926 a 1928, en el
centro de la Ciudad de México, La
Compañía de Luz instaló los primeros
circuitos de la red automática de dis-
tribución de energía eléctrica, que
garantizó durante muchos años una
buena calidad de servicio en esta
zona; fue la segunda red automática
en el mundo, la primera se instaló en
la ciudad de Chicago en los Estados
Unidos.
Los sistemas eléctricos inter-
conectados y locales establecidos en
los primeros años del siglo XX confi-
guraron la geografía de la industria
eléctrica en México, que se mantuvo,
con pocos cambios, hasta el año de
1960, en el que su nacionalización dio
el impulso necesario para la total elec-
trificación del país. Ciertamente la
potencia instalada y la generación au-
mentaron en este período; sin
embargo, estos aumentos cubrieron
principalmente necesidades de creci-
miento de los sistemas desarrollados
en los primeros años de la industria.
Durante las primeras tres décadas
del siglo XX surgieron las que serían
durante muchos años las grandes em-
presas eléctricas destinadas al
servicio público, las que desarrollaron
nuevos aprovechamientos para gene-
ración de energía eléctrica, además
absorbieron paulatinamente a peque-
ñas empresas para consolidar sus
zonas servidas, en algunos casos re-
sulto atractivo el traspaso de
Ernesto Galarza, La Industria Eléctrica en
México, Ed. Fondo de Cultura Económica,
México, 1941 p. 41.
concesiones. Las empresas más im-
portantes eran: The Mexican Light and
Power Company, Limited, y sus Com-
pañías Subsidiarias; el grupo de
empresas propiedad de la American
and Foreign Power Company, Inc., re-
presentadas en México por la
Compañía Impulsora de Empresas
Eléctricas, S.A. y la Compañía Eléc-
trica Chapala, S.A.
Las condiciones inestables, como
consecuencia de la Revolución, cau-
saron muy pocas pérdidas directas en
las instalaciones de las empresas, de
hecho, en el norte del país fue una
época en la que se ampliaron las
instalaciones de las compañías eléc-
tricas y durante esta, que coincide con
el auge petrolero, se construyó la
planta de Andonegui en Tampico,
Tamaulipas. Sin embargo, se generan
problemas a las compañías que con
el paso del tiempo algunos serían en-
démicos en la industria eléctrica,
entre ellos: el de la inestabilidad de
la moneda y la inflación; la fuerte caí-
da y muy lenta recuperación de la
minería; la morosidad en el pago de
adeudos por servicios eléctricos al
gobierno en sus tres niveles (se tuvie-
ron adeudos que nunca fueron
pagados) y el robo de la energía por
un gran número de consumidores,
pérdidas que eran doblemente
impactantes por el hecho de que las
compañías tenían que pagar por ellas
la parte correspondiente del impues-
to sobre producción de energía
eléctrica. Por otro lado se tenía el de
la escasez de materiales y equipos
como consecuencia de la Primera
Guerra Mundial. Estos problemas
crearon además dificultades financie-
ras que limitaron el desarrollo de la
industria, en una época en la que tam-
poco el Estado tenía medios para
enfrentar esta grave situación.
el
7. La secretaría de Industria y Comer-
cio, creada en 1917, inició, con serias
limitaciones, una política de vigilan-
cia sobre el funcionamiento de
algunas empresas eléctricas para ser-
vicio público, establecidas al amparo
de concesiones de aguas nacionales;
sin embargo, la acción reglamenta-
dora sobre las empresas de energía
fue débil y, sobre todo, incierta.
En 1920 se organiza en San Luis
Potosí la primera liga de consumido-
res, con el objeto principal de lograr,
por medio de la persuasión, una re-
baja en las tarifas eléctricas;
fracasaron inicialmente estos propó-
sitos y la liga desapareció. Al año
siguiente surgió un movimiento simi-
lar, ahora de los fabricantes de
hilados y tejidos; la Secretaría de In-
dustria se vio obligada a intervenir,
para llegar a un arreglo provisional.
Después fue la Cámara Nacional de
Comercio la que gestionaba ante el
Gobierno Federal un acuerdo en el
mismo sentido. En Saltillo, y en otras
ciudades, se organizan movimientos
similares; la Liga de Resistencia pre-
sentó demanda para solicitar una
reducción en las tarifas del 60%.
Como respuesta a esta situación
nació en 1923 la Comisión Nacional de
Fuerza Motriz, con fines de "fomento
y control de la industria de generación
de fuerzas" y como organismo consul-
tivo de las autoridades administrativas
federales. Así pudieron revisarse en
forma efectiva, por primera vez en
México, algunas tarifas eléctricas con
datos completos y comprobados res-
pecto a las condiciones financieras,
desarrollo y operaciones de las com-
pañías.
Dos de las iniciativas de la Comi-
sión que tuvieron éxito y significación
para la Industria fueron: la Ley del 30
de abril de 1926, y el Código Nacio-
nal Eléctrico del 3 de julio del mismo
año; que tuvieron como objetivo, en-
tre otros, dar al Poder Federal el
control sobre la industria eléctrica. El
Código, similar al Americano, de he-
cho en gran medida fue una
traducción, señalaba un conjunto de
reglas técnicas con algunas disposi-
ciones administrativas adicionales.
La Comisión Nacional de Fuerza
Motriz desaparece por falta de apoyo
de la Secretaría de Industria, Comer-
cio y Trabajo, en su lugar fue creado
el Departamento del Control Electro-
técnico. Su trabajo se limitó única-
mente a la revisión de instalaciones
interiores y a inspeccionar pequeñas
plantas suministradoras de energía.
Por fin el Gobierno Federal se hizo
cargo del problema de las tarifas y el
de las concesiones, mediante el de-
creto del 10 de Enero de 1934
federalizó la industria eléctrica, por la
vía de la reforma al artículo 73 de la
Constitución, aprobada por el H. Con-
greso de la Unión.
Entre las consideraciones se mencio-
na que el Gobierno Federal, dado los
recursos de que dispone, podría soste-
ner un organismo oficial cuya misión
única "consista en regular la industria
de la energía eléctrica en sus múltiples
aspectos". Se habló por primera vez del
carácter de "servicio de utilidad públi-
ca" y se propone una futura legislación
que habría de tomar en cuenta todos
los aspectos que le son propios.
Las razones, consideraciones y sen-
tido de la relaciones entre el Estado y
las empresas de servicios públicos que
se argumentan en México, tienen un no-
table paralelismo con los mismos
7
8. 3
argumentos que en esa época presen-
ta en su programa Frankilin Delano
Roosevelt como candidato a la presi-
dencia de los Estados Unidos,
publicados posteriormente, en marzo de
1933, en el capítulo VIII "The Power
lssue" en su libro Looking Forward. 6
Se propone que aquellas empresas
que proporcionan al público un servi-
cio esencial y que por su índole no
están sujetas a la libre competencia
deban llevar por lo general el nombre
de "Empresas de Servicios Públicos".
Por la clase de actividades a las que
se dedican, están obligadas a propor-
cionar el servicio para el que se han
constituido en igualdad de condicio-
nes a todas las personas que lo
soliciten, debiendo, por su carácter
monopolístico, estar sujetas a ciertos
requisitos prescritos por una Ley.
En las empresas que afectan direc-
tamente al público y que deben estar
reguladas por el Estado, el negocio
deja de ser voluntario y se crea asi-
mismo la obligación de prestar buen
servicio a precios razonables.
Esta clase de negocios son indis-
pensables para la sociedad, y por lo
tanto no sería justo que, valiéndose
de las condiciones especiales en que
operan, extorsionarán al público con
un servicio defectuoso y con precios
exagerados, menos aún que sean ob-
jeto de la caprichosa especulación
financiera en perjuicio de los usuarios.
De estas circunstancias se deriva la
necesidad de que dicha actividad in-
dustrial sea regulada por el Estado.
Debe de advertirse que el carácter
de monopolios de las empresas de ser-
vicios públicos no es perjudicial al
6
Franklin D. Roosevelt, Looking Forward,
Ed. The John Day Company, New York 1933.
interés de los usuarios siempre que el
Estado regule adecuadamente su fun-
cionamiento para garantizar los
intereses de la sociedad (monopolios
regulados). Debe tomarse en conside-
ración que las empresas de servicio
público deben tener como fin principal
obtener una recompensa justa del ser-
vicio que prestan, que los consumidores
por medio de las tarifas paguen única-
mente un rendimiento razonable sobre
el capital realmente necesario para el
servicio.
En el mismo año de 1934 La Secre-
taría de Economía Nacional, creada
como resultado de la reestructuración
de la Administración Pública Federal,
a través del Departamento de Control
de la Industria Eléctrica (en substitu-
ción del llamado Departamento del
Control Electrotécnico), elaboró una
de las primeras: Relación de las Plan-
tas Generadoras de Energía Eléctrica
Existentes en los Estados Unidos
Mexicanos, con información vigente al
31de diciembre de 1933.
De las cifras y comentarios relevan-
tes se tiene que: la capacidad instalada
total en la República Mexicana era de
542,954 Kw de los cuales el 77% co-
rrespondía a empresas dedicadas al
servicio público con una capacidad de
418,611 Kw.
Reporta información técnica funda-
mental para el conocimiento del
estado que guardaba la industria; así
se tiene:
- Existían diferentes frecuencias
eléctricas: 60 Hz, 50Hz, 25Hz (en las
plantas de la Compañía Industrial de
Orizaba), 42Hz (en alguna planta tex-
til) y un número importante de
Relación a cargo del señor ingeniero
Hector Martínez D'Meza.
EJO-
9. generadores pequeños que operaban
en corriente directa.
- Las diferentes tensiones de los
sistemas de generación. En sistemas
independientes generalmente se tenía
también para distribución.
- La gran dispersión de las plantas
generadoras pequeñas en el territorio
nacional.
Como iniciativa del propio Departa-
mento se impulsa la formación de las
llamadas Cooperativas de Consumido-
res de Energía Eléctrica para
promover la electrificación rural, pro-
grama retomado años después por
la Comisión Federal de Electrici-
dad; en 1952 se transformó en las
Juntas Estatales de Electrificación,
en coordinación con los gobiernos
estatales, las que desempeñaron
eficientemente una actividad que exi-
gía la sociedad para el desarrollo
nacional.
La Comisión Federal de Electricidad
se organizó por acuerdo deI 2 de mar-
zo de 1937 a partir del Decreto
correspondiente del 29 de Diciembre
de 1933. El 14 de Agosto de 1937 el
Presidente de la República, general
Lázaro Cárdenas del Río, promulgó la
Ley que creó la Comisión Federal de
Electricidad como dependencia oficial,
en la que se establecían: objeto, fa-
cultades y patrimonio del nuevo
organismo.
Después de 60 años del inicio de
las primeras plantas generadoras de
energía eléctrica, el 11 de febrero de
1939 se publica en el Diario Oficial de
la Federación la Ley de la Industria
Eléctrica para regular la industria y
promover su desarrollo., El Reglamen-
to de la Ley de la Industria Eléctrica
fue publicado el 16 de Agosto de
1940, en cuyo capitulo XVI establece
la Comisión de Tarifas Eléctricas or-
ganismo autónomo de regulación de
la industria eléctrica; actúo como au-
toridad entre los intereses de la
sociedad, de las empresas eléctricas
y del gobierno. Su función fue la de
valuar el activo realmente necesario
de cada una de las empresas eléctri-
cas de servicio publico y mantenerlo
actualizado, en el llamado "Capital
Base de Tarifas", y con estos fijar ta-
rifas justas, adecuadas a cada
situación en particular (empresas y
sitios diferentes) de acuerdo con el
rendimiento previamente acordado.
Tomaba en cuenta las depreciaciones
en el equipo e instalaciones y evitaba
en todo caso considerar los valores
llamados de reproducción para au-
mentar el valor del activo de las
empresas. A partir del seis de enero
1949 fue ampliada en sus funciones
como la Comisión de Tarifas de Elec-
tricidad y Gas.
En la práctica, durante los prime-
ros años de la industria las empresas
establecieron sus tarifas, muchas de
ellas promocionales; en 1920, como
ya fue mencionado, fueron revisadas
con muy pocos y mínimos cambios.
En 1934 fueron revisadas, y en la gran
mayoría reducidas; como ejemplo, en
un 25% en San Luis Potosí, las de la
Compañía de Luz en promedio dismi-
nuyeron en un 15%. En los Estados
Unidos en el período de 1914 a 1934
el precio de la energía eléctrica para
servicios domésticos tuvo una reduc-
ción de aproximadamente un 30%.
Estas tarifas se mantuvieron vigen-
tes hasta 1942; en el caso particular
de la Compañía de Luz en noviembre
de 1944 recuperaron los niveles an-
teriores a la reducción de 1934.
119
10. Después, se tuvieron aumentos con-
siderados provisionales hasta 1949,
año en el que se fijan las primeras
tarifas definitivas. Sucesivamente se
hicieron ajustes en 1951 y años pos-
teriores. Durante todos los años a
partir de 1934 las empresas reclama-
ron mayores aumentos por considerar
que no se obtenía un rendimiento ade-
cuado sobre la inversión.
Existían además tarifas sumamen-
te bajas para otros servicios públicos.
En el caso del Distrito Federal, en el
año de 1951, la energía eléctrica para
el bombeo de agua potable, alumbra-
do público y transportes eléctricos se
suministraba a un precio inferior al
costo de producción; tres centavos por
Kwh para bombeo y 3.5 centavos para
el servicio de transportes eléctricos,
el de alumbrado también era muy bajo
y consideraba además el manteni-
miento de las instalaciones y la
reposición de lámparas. 8
El hecho de congelar las tarifas di-
ficultó la obtención de recursos para
financiar el desarrollo del sector a tra-
vés de las empresas; finalmente fue el
instrumento que violentó la venta de las
empresas de la American and Foreign
Power Company y de la baja importante
en el valor de las acciones de The
Mexican Light and Power Company,
Limited, que facilitó la adquisición de la
mayoría por parte del gobierno, para pa-
trimonio del Estado Mexicano.
Una consecuencia de la nacionali-
zación de la Industria Eléctrica de
Servicio Público fue la reestructura-
ción de las tarifas para regir el
suministro de energía. Las nuevas
8
Gustavo Maryssael, Importancia Económi-
ca y Problemas de la Industria Electrógena de
Capital Privado, conferencia del 1 2 de agos-
to de 1952, Ed. E.D.I.A.P.S.A., México, 1953.
tarifas entraron en vigor el 19 de ene-
ro de 1962 (casi un año y medio
después de la nacionalización). La Co-
misión de Tarifas de Electricidad y
Gas fijó un aumento para la Comisión
Federal de Electricidad deI 20.58%,
para la Compañía de Luz del 19.93%
y para las Empresas Eléctricas - Nafin
(antes American and Foreign Power
Company) del 7.48%. Sin embargo, se
continua y aumenta en forma impor-
tante la política de subsidiar a través
de las tarifas eléctricas a diferentes
usuarios del servicio, en el Distrito
Federal continuó vigente el subsidio
que desde 1953 se tenía para los pro-
ductores de artículos básicos de la
alimentación popular, también se
mantuvieron subsidiados los servicios
para alumbrado público, tranvías,
bombeo para agua potable y otros.
En las nuevas tarifas residenciales el
48% de los consumidores de todas las
zonas del país no se afectaron o tu-
vieron apreciables reducciones.
Después de analizar las tarifas vi-
gentes en México durante el periodo
de 1934 a 1962, se llega a la conclu-
sión de que éstas en su mayoría
siempre fueron menores a la media
mundial; o menores que aquéllas con
las que podrían compararse en cir-
cunstancias similares de otros países.
En 1962, después del aumento auto-
rizado en ese año, de un total de 22
países, México se encontraba en el
quinto lugar a partir del que tenía la
tarifa más baja que era Suecia, Esta-
dos Unidos ocupaba el octavo lugar. 9
CEPAL, Citado por: Panorama Económico,
Boletín Mensual. No. 153 VOL. XIII, Ed. Sis-
temas Bancos de Comercio, enero 1962.
Señala Cifras expresadas en milésimos de
dólar, como ejemplo: Suecia 6.3; México,
16.3; Estados Unidos 16.9; Reino Unido
17.1; Italia 17.3; Alemania (RFA) 23.1; Gua-
temala 44.6; Honduras 81.1.
10
11. Por razones evidentemente ajenas
al interés del sector eléctrico, duran-
te doce años, hasta 1974, no se
revisaron las tarifas eléctricas en
México, salvó en algunos casos par-
ticulares en los que fueron reducidas
(subsidios). En la Ciudad de México y
en las principales ciudades y regiones
del país se mantuvo, de 1953 a 1974,
la tarifa residencial de 40 centavos por
kwh (Tarifa 1-Media, en 1962). 10
En repetidas ocasiones las empre-
sas eléctricas por su cuenta, o por
conducto de la Cámara Nacional de
Electricidad, fundada en 1948, seña-
laban el hecho de obtener utilidades
netas sumamente bajas, tal es el caso
de la Compañía de Luz que publicó en
1952 las siguientes utilidades netas
como porcentaje del Capital Base de
Tarifas, como sigue: 1943, 3.3%;
1944, 2.3%; 1945, 3.4%; 1946, 4.0%
y 1947, 4.3% con un promedio anual
del 34% 11
El Boletín Mensual Panorama Eco-
nómico No. 153 de enero de1962, del
Sistema Bancos de Comercio 12 seña-
la que la Compañía Mexicana de Luz
y Fuerza Motríz (The Mexican Light
and Power Company, Limited) obtenía,
antes de la compra de las acciones
° Fuente: Salvador Vélez García, miembro
en 1974 del grupo de trabajo de la Comisión
Intersecretarial para revisar las tarifas eléc-
tricas, presidida por el señor licenciado
Arsenio ForelI Cabillas, director de la Co-
misión Federal de Electricidad.
11
Carlos López de Llergo, Feliciano
Espriella Miranda y Agustín Lanuza, The
Mexican Light and Power Company, Limited
y Compañías Subsidiarias, como Empresas
de Servicio Público, Publicado como apén-
dice en Generación y Distribución de Ener-
gía Eléctrica (1939-1949), Emilio Rodríguez
Mata, Ed. Investigaciones industriales, Ban-
co de México, S.A., México., 1952 p. 274.
12
Panorama económico, Ob. Cit.
por el gobierno, un rendimiento neto
menor del 5% sobre el capital inverti-
do y el grupo de la Electric Bond and
Share (American and Foreign Power,
Co.) ni siquiera obtenía el 2%.
Para la Comisión Federal de Elec-
tricidad (CFE), durante sus primeros
años hasta la nacionalización de las
empresas privadas, la situación fue
diferente, forma su capital a partir fun-
damentalmente de los siguientes
conceptos:
- 10 % de impuesto sobre la factu-
ración a los consumidores de energía
eléctrica como aportación para la
electrificación del País.
- Impuesto del 2%. Conocido como
"Del entero anual del dos por ciento
sobre el valor de las inversiones" de
las empresas eléctricas. Supuesta-
mente para redimir su valor en 50
años, terminó establecido para las
concesiones en la Ley. En muchos
casos tuvo que disminuirse o elimi-
narse a empresas que hubieran
declarado pérdidas. En la Compa-
ñía de Luz se redujo durante
algunos años al 1%.
- Aportación del Gobierno Federal.
En la practica fue casi siempre por un
monto equivalente o mayor a la suma
de los dos conceptos anteriores.
Debe considerarse que el gobierno
federal percibía de las empresas eléc-
tricas adicionalmente el pago de los
impuestos siguientes: Impuesto sobre
la renta, Impuesto sobre producción
de energía eléctrica, Impuesto sobre
utilización de aguas federales, Im-
puesto del timbre e Impuesto federal
sobre ingresos mercantiles; las suma
de todos estos conceptos era mayor
que el 10% del impuesto sobre la fac-
turación a los consumidores.
11
12. - Aportaciones de los gobiernos es-
tatales y de particulares en los
convenios de electrificación rural.
1,650 millones de pesos; además de
las inversiones de otras compañías.
CO M EN TA RIO S:
- Aportaciones de particulares para
extensiones de líneas urbanas y ru-
rales.
- La parte correspondiente en el co-
bro por la energía vendida a las
empresas, y a particulares en sus zo-
nas de distribución.
La CFE disfrutó una situación pri-
vilegiada, sin mayores problemas de
cobro, operaba con una liquidez razo-
nable que le permitió fácilmente,
durante muchos años, allegarse
financiamientos de la comunidad fi-
nanciera internacional y de los
fabricantes de equipos y materiales
que requiere el sector.
Durante los años de 1937 a 1960
las relaciones entre la CEE y las em-
presas privadas fue de un buen
entendimiento y buena voluntad, que
tuvo como resultado acuerdos que
permitieron el desarrollo del sector.
En esta forma, al nivel más alto del
Gobierno Federal, de la CFE y de las
empresas, fue posible llevar a cabo:
los programas de emergencia surgi-
dos como consecuencia de la
Segunda Guerra Mundial, el programa
extraordinario por la falta de agua en
las presas(1946 a 1950), y después el
programa de inversiones para las am-
pliaciones de 1948 a 1952; la
ampliación para el desarrollo hasta
1955 y después hasta 1958. El últi-
mo programa quedó de hecho
suspendido por la nacionalización.
Durante el período de 1953 a 1958 la
inversión de la CFE fue de 1,773 mi-
llones de pesos, y el de la Compañía
de Luz y la American and Foreign
Power Company en conjunto fue de
Hasta prácticamente 1960 el cre-
cimiento de la Geografía Eléctrica del
País se modificó muy poco en cuanto
a las poblaciones servidas, que se te-
nían desde la tercera década del siglo
XX. Los crecimientos atendían casi
exclusivamente las necesidades ur-
gentes para cubrir la falta de
capacidad en los sistemas existentes.
Así por ejemplo, en 1946 era imposi-
ble, en la gran mayoría de los
sistemas eléctricos, contratar nuevos
servicios por falta de capacidad.
En 1945, de la población total del
país (22.23 millones de habitantes) el
88% carecía de servicio de energía
eléctrica (19.57 millones); en 1950,
de la población total (25.77 millones
de habitantes) el 81.15% carecía de
servicio de energía eléctrica (20.91
millones). En 1960 de 34.9 millones
de habitantes el 60%, esto es, aproxi-
madamente 15 millones de habitantes
no disponía del servicio eléctrico, aun-
que una parte no disponía de él por
falta de recursos.
En el año 2000 prácticamente se
había extendido el servicio de ener-
gía eléctrica a todo el territorio
nacional, con la posibilidad técni-
ca para un 94.7% de la población
total del país de disponer del ser-
vicio; sin embargo, de acuerdo con
las estadísticas del INEGI cerca
de 18 millones de mexicanos esta-
ban en pobreza extrema con pocas
posibilidades de disponer del ser-
vicio eléctrico (18%).
A partir de la compra del Gobierno
Federal de los bienes y derechos de la
12
13. Compañía Eléctrica Chapala, S.A. en
1940, así como de los que pertenecie-
ron a la American and Foreign Power
Company, Inc. en 1960; de la mayoría
de las acciones de The Mexican Light
and Power Company, Limited, y Subsi-
diarias, también en 1960; y de otras
empresas de menor importancia, se al-
canzó uno de los objetivos para la
industrialización de México en ese mo-
mento: la nacionalización de la industria
eléctrica. El Estado, en 1964, era pro-
pietario del 98% de los bienes e
instalaciones afectas al servicio públi-
co de energía eléctrica.
Durante los 120 años de historia
de la industria eléctrica en México se
han tenido problemas, algunos se han
resuelto con éxito después de la na-
cionalización hace 41 años, como: la
electrificación rural; la normalización
a nivel nacional de las tensiones de
distribución y de transmisión; norma-
lización en los criterios de diseño y
construcción de líneas y redes para
distribución; la unificación de la fre-
cuencia eléctrica a 60 hertz; en buena
medida el desarrollo de la red nacio-
nal de transmisión, y el control
centralizado de energía. Adicional-
mente la construcción de grandes
plantas de energía eléctrica, que se
refleja en el crecimiento en la capaci-
dad instalada para alcanzar en el año
2000 los 36,000 Mw; en 1960 escasa-
mente se tenían 3,000 en total (2321
Mw para el servicio público). En los
últimos 40 años se triplicó la pobla-
ción del país, para alcanzar cerca de
los 100 millones de habitantes, en
cambio la potencia en los sistemas
eléctricos creció 12 veces más.
Quedan aún problemas estructu-
rales importantes relacionados entre
sí, que deben ser resueltos para al-
canzar altos niveles de eficacia y
eficiencia, con un mejoramiento sus-
tancial en la calidad de servicio del
suministro de energía eléctrica. Se
tienen los problemas endémicos de
las tarifas eléctricas y el de los bajos
consumos para un número importan-
te de servicios; estos se relacionan
directamente con el del financiamiento
para el desarrollo del sector.
Adicionalmente se tiene el problema
de las restricciones presupuestales
impuestas por la Secretaría de Ha-
cienda y Crédito Público, aún para la
disponibilidad de fondos de la propia
CFE.
Las tarifas deben ser dinámicas
y ajustarse en forma casi permanen-
te, aunque ciertamente una gran
limitación es la de los bajos ingresos
de muchos consumidores residencia-
les del servicio eléctrico; sin embargo,
son muchos los bienes y servicios de
uso generalizado que permanente-
mente ajustan sus niveles de precio.
Los consumos de energía eléc-
trica en servicios residenciales en
promedio son sumamente bajos; un
gran número de ellos por debajo de
100 kwh mensuales, circunstancia que
eleva considerablemente los costos en
la prestación de estos servicios y ma-
nifiesta además niveles de calidad de
vida de los usuarios también bajos;
serían deseable en un futuro superar
esta grave situación.
En muchos casos se ha sustitui-
do el uso de la energía eléctrica por
el de hidrocarburos refinados, entre
otros en el hogar y en el transporte
colectivo, en estos casos sería desea-
ble reconsiderar los costos
involucrados y las circunstancias a
favor de la alternativa más eficiente,
a fin de evitar la duplicidad de siste-
mas de distribución y los problemas
13
14. de contaminación. "La electricidad
constituye en nuestros días la forma
ideal de energía para los usos indus-
triales, urbanos y del hogar y sin ella
no hay progreso posible". 13
CONCLUSIONES Y PROPOSICIONES
1 .Debe mantenerse el criterio de
que por su naturaleza el suministro de
energía eléctrica para el consumo ge-
neral es un "servicio público"; por
consiguiente sujeto a control y regu-
lación para asegurar buen servicio y
tarifas justas. En las circunstancias
presentes el servicio público de ener-
gía eléctrica es el más importante para
la vida y desarrollo de la sociedad.
En México se inició el uso de la
energía eléctrica desde los primeros
años de la industria en el mundo, con
un rápido crecimiento; sin embargo, a
partir de 1911 y prácticamente hasta
1946 su desarrollo fue muy lento.
De 1946 en adelante, hasta la fecha,
el crecimiento del sector ha sido im-
presionante en términos absolutos,
aunque casi siempre para atender ne-
cesidades apremiantes en las sistemas
existentes, así como para cubrir la de-
manda insatisfecha en las zonas que
paulatinamente se iban electrificando.
La distribución de la energía
eléctrica en México se ha visto rele-
gada dentro de las grandes áreas de
actividades del sector; circunstancia
a todas luces entendible en los tiem-
pos en que ha sido necesario
aumentar en forma significativa la ca-
pacidad de generación instalada y la
integración del sistema nacional de
transmisión para lograr un mejor apro-
vechamiento de los recursos.
13
Gustavo Maryssael, Ob. Oit.
En las actuales circunstancias, en
las que el uso de microprocesadores
y equipos e instrumentos de precisión
cada día más sofisticados exigen una
elevada calidad de servicio, se propo-
ne: alcanzar altos niveles de calidad
en el suministro de energía eléctrica,
lo que implica la total modernización
de los sistemas de distribución, que
considere: evitar fallas (cortes), man-
tener variaciones mínimas razonables
en las tensiones y en la frecuencia de
suministro, así como evitar también la
circulación de corrientes armónicas.
El problema de la calidad en el
servicio público de la energía eléctri-
ca se considera prioritario y debe ser
atendido para garantizar: la continui-
dad en el suministro con variaciones
de tensión que se reduzcan a valores
dentro de un rango, en condiciones
extraordinarias, de más-menos 5%, y
en condiciones normales, menores al
2.5%, en la forma establecida en las
Normas de los Estados Unidos y Cana-
dá, socios de México en el Tratado de
Libre Comercio, así como por las nor-
mas europeas y las de otros países.
Se propone que las "tensiones de
servicio", entendidas como las tensio-
nes en el punto de conexión de la
alimentación a los usuarios, así como
los límites máximos y mínimos en los
que normalmente deba prestarse di-
cho suministro, queden expresamente
establecidas en el "Capitulo V Del su-
ministro de Energía Eléctrica" en la
Ley del Servicio Público de Energía
Eléctrica o en la parte correspondien-
te en el Reglamento de la Ley. 14
Promover el uso eficiente del ser-
vicio de energía eléctrica como un
14
En el Anexo 1: Norma para tensiones de
distribución en baja tensión en la República
Mexicana, Propuesta por el autor.
14
15. medio para disminuir los costos
involucrados en la prestación del ser-
vicio, y con ello mejorar además la
calidad de vida de una parte muy im-
portante de la población.
El desarrollo de cualquier empre-
sa eléctrica, ya sea ésta organismo
oficial o privada, requiere cantidades
siempre crecientes de capital. La ob-
tención de nuevos capitales depende
en gran medida del nivel de tarifas
autorizado. Debe hacerse caso omi-
so de los capitales que provienen de
un régimen impositivo especial. Las
tarifas aprobadas a una compañía
eléctrica deberán ser de un monto tal
que permitan recabar de los consumi-
dores cantidades suficientes para
cubrir los gastos de explotación, cons-
tituir reservas y que el remanente sea
suficientemente atractivo (utilidades)
para que se tenga una afluencia cons-
tante de capitales hacia la industria.
El desarrollo creciente de la in-
dustria eléctrica en México requiere
eliminar en forma definitiva y perma-
nente los subsidios a otros sectores
a través de tarifas preferenciales. En
la misma forma deberá eliminarse la
morosidad en el pago y el robo de la
energía (también llamados usos
ilícitos), en particular cuando se trata
de grandes consumidores como son:
municipios y entidades gubernamen-
tales. Si estas prácticas irregulares
e ilícitas no se llevan a cabo, el sec-
tor tendría capacidad, con tarifas
justas, para operar por sí mismo, cre-
cer y desarrollarse para atender las
necesidades del país.
Durante muchos años mientras
que la CFE obtenía por un lado
financiamientos, de la comunidad fi-
nanciera internacional y de fabri-
cantes de equipo, en condiciones muy
ventajosas en cuanto a plazos y tasas
de interés; por otro lado, en buena
medida esas condiciones ayudaron a
subsidiar con tarifas muy bajas a
grupos que se buscaba promover
como el industrial, el agrícola, los
servicios públicos, y a residenciales
considerados económicamente débi-
les, muchas veces sin discriminar a
los beneficiarios finales de dichos
subsidios.
De la misma manera el mecanis-
mo de los financiamientos inhibió el
desarrollo de la industria de bienes de
capital en México, ya que privilegia-
ban su compra en el exterior; con muy
pocas posibilidades de competir para
la naciente industria nacional; 15 ade-
más, se orientaban principalmente
para las nuevas obras en los campos
de generación y transmisión de la
energía, en cambio la distribución se
tenía que atender con limitados recur-
sos de que disponía el sector.
La necesidad de recursos para
el desarrollo del sector exigen que las
empresas, u organismos, responsa-
bles del servicio operen con una
deseable autonomía de gestión que
les permita reinvertir sus utilidades y
al mismo tiempo abrir el camino para
el financiamiento externo, tanto nacio-
nal como internacional, con la
seguridad de que el mejor medio para
garantizar la viabilidad de los proyec-
tos de inversión sea en cada caso su
rentabilidad, a través de la venta de
la energía con tarifas adecuadas en
los plazos convenidos. Por su renta-
bilidad la CFE ha sido capaz de
subsistir a pesar de que ha proporcio-
15
Fuente: Salvador Vélez García a cargo en
1974 deI Programa de Bienes de Capital
NAFINSA-ONUDI. Información proporciona-
da por la Asesoría Técnica de la CFE.
15
16. nado subsidios con fines diferentes al
propósito del organismo.
La industria eléctrica, a diferen-
cia de otras, ha experimentado en
todo el mundo un crecimiento rápido
y permanente desde sus primeros
años hace más de un siglo; las ten-
dencias permiten asegurar que dicho
crecimiento se mantendrá por mucho
tiempo. Las características propias de
la industria la hacen diferente a otras
en cuanto a que su producto no se
puede almacenar, se trata de un bien
indispensable e insubstituible para la
vida actual, lo que hace que su de-
manda sea prácticamente insensible
a variaciones o cambios en el precio
de la energía eléctrica, es decir su
demanda es inelástica. Determina-
ciones que hacen necesario su
control y regulación por parte del Es-
tado, en aspectos tan importantes
como son: tarifas, calidad de servi-
cio y disponibilidad a corto, mediano
y largo plazo previsible.
En la forma tradicional en el
mundo, la CFE incluido el organismo
Luz y Fuerza del Centro, se encuen-
tra integrada verticalmente: la
generación, la transmisión, la distri-
bución y la comercialización de la
energía eléctrica. Actualmente se
acepta en México la autogeneración
de energía eléctrica, incluida la
cogeneración, y por otro el suminis-
tro de energía a la CFE por parte de
generadores de electricidad indepen-
dientes, en la forma aceptada en otros
países; son dos opciones aceptables,
en cierta manera son dos formas de
ayudar al el financiamiento para el
desarrollo del sector eléctrico.
Recientemente se ha menciona-
do la posibilidad de "desregular" el
sector eléctrico en México, lo que im-
plica romper la integración vertical de
la CFE, abrir el mercado y dejarlo li-
bre a generadores independientes, y
promover la venta directa a los con-
sumidores; con el pago de peaje por
el uso del sistema de transmisión y el
de los de distribución, e incluso con-
siderar la venta a los consumidores
finales con la intervención de reven-
dedores que podrían hacerse cargo de
la comercialización. Se ha conside-
rado adicionalmente la venta de parte
de los activos de la CFE para su ex-
plotación por empresas privadas.
Estas opciones que afortunadamen-
te no han sido aprobadas tendrían
como finalidad ayudar, de alguna ma-
nera, a resolver problemas ajenos a
la industria eléctrica, como la falta de
recursos para atender necesidades
urgentes en otros sectores, que reci-
ben el beneficio del subsidio a través
de bajas tarifas en el suministro de
energía eléctrica, e incluso el abuso
por la vía del robo directo, o por la ya
tradicional costumbre de no pagar la
energía, en particular cuando se tra-
ta de otros servicios públicos.
Las nuevas opciones procuraran
alternativas para obtener financia-
miento para el sector eléctrico de
acuerdo con las modalidades presen-
tes que hablan de mecanismos de
financiamiento privado, como: CAT
(construir - arrendar- transferir), y los
proyectos de inversión financiada.
En condiciones y propósitos dife-
rentes, en otros países, se ha
señalado la posibilidad de desregular
la industria eléctrica, en algunos ca-
sos supuestamente para buscar una
opción diferente en el procedimiento
de fijar las tarifas y proporcionar es-
tímulos para aumentar la eficiencia, y
evitar una posible sobreinversión.
16
17. El resultado práctico que se tuvo
con la desregulación eléctrica en el
Estado de California en los Estados
Unidos fue un completo fracaso. La
demanda eléctrica aumento sin capa-
cidad de respaldo suficiente, y los
precios también aumentaron al aplicar
el precio fijado por el mercado; pasa-
ron de 2.7 centavos de dólar por kwh
hasta 52 centavos. Finalmente inter-
vino la Legislatura del estado para
imponer precios tope; la facturación
mensual de un consumidor residencial
promedio pasó de 50.60 dólares a un
promedio de 120 dólares. A partir de
esta experiencia se han desalentado
las tendencias a favor de la
desregulación a ultranza. 16
14. En el caso de México la CFE
debe operar como organismo integra-
do, con las adecuaciones necesarias
para su mejor funcionamiento
(divisional y/o regional), con el libre
ejercicio de sus recursos en forma in-
dependiente, autonomía presupuestal
y de gestión, al margen de subsidios
a otros sectores y coyunturas ajenas
político-económicas, de tal forma que
sea congruente con los principios del
Estado moderno, en el que se compor-
te como patrimonio de la sociedad y
no del gobierno, y se juzgue por sus
resultados, en forma semejante a la
que se tiene exitosamente en la indus-
tria eléctrica de otros países como
Electricité de France en Francia. 17
Amable auditorio:
México vive en materia eléctrica el
recuerdo de haber sido uno de los pri-
meros países en el que se utilizó
este maravilloso adelanto, que tiene
como finalidad esencial proporcionar
al hombre la mejor satisfacción de sus
necesidades.
En las actuales circunstancias el
fortalecimiento del sector eléctrico,
con adecuados niveles de calidad, es
indispensable dentro del contexto eco-
nómico-social para alcanzar las
grandes metas nacionales que exige
el progreso de México.
Muchas Gracias.
Salvador Vélez García
Agosto del 2001.
16
Jacinto Viqueira Landa, El Fracaso de la
Regulación Eléctrica en California, en Pro-
blemas del Desarrollo, Revista Latinoame-
ricana de Economía número 124,
Publicaciones periódicas, UNAM. Instituto
de Investigaciones Económicas, Enero/Mar-
zo, 2001.
17
Luis Felipe Bazúa, y otros, Reestrucura-
chin del sector eléctrico en México, Una pro-
puesta institucional, Ed. UNAM-Miguel Angel
Porrúa, México, enero del año 2001.
17
19. Contestación del señor general Porfirio Díaz presidente
de la República Mexicana, da a una carta del señor
Thomas A. Edison.
Chapultepec, agosto 15 de 1909.
Sr. Thomas A. Edison.
Estimado y buen amigo:
Me refiero a su grata ocho de julio, yo también como usted, recuerdo con
placer el tiempo aquel en que tuve la satisfacción de conocerle, y conocer sus
atrevidos experimentos, haciéndome participe de su fe inquebrantable en el
grandioso porvenir de las ciencias físicas.
Fue allá, en su patria, en los primeros días de la luz eléctrica en Nueva York,
y desde entonces presentí en usted al héroe del talento, al triunfador del traba-
jo, al que más tarde habría de acometer la disciplina en forma arrebatada por
Franklin a los cielos, para perpetuar acá en la tierra, en sus maravillosos apa-
ratos fonográficos, la maravillosa voz de los seres amados reproduciendo todos
los ritmos, todos los acentos, y todas las modulaciones del lenguaje humano.
Me es grato complacerle, porque tengo en muy alta estimación a los grandes
benefactores de la humanidad, y usted es uno de ellos, porque usted ha creado
nuevas fuentes de felicidad, de bienestar y de riqueza para el género humano,
utilizando las más poderosas fuerzas productivas: luz, electricidad, trabajo y
dinero.
Su amigo, que con orgullo estrecha su mano,
Porfirio Díaz.
19
21. ANEXO1
NORMA PARA TENSIONES DE DISTRIBUCIÓN EN BAJA
TENSIÓN EN LA REPÚBLICA MEXICANA
En 1964 la Secretaría de Industria
y Comercio, a través de la Dirección
General de Electricidad (SIC-DGE)
designó al Comité de estudio que ela-
boró la Proposición de Norma Oficial
para Tensiones de Distribución, mis-
ma que fue adoptada ese mismo año
con la aprobación de todo el sector
eléctrico, como un instrumento indis-
pensable para el desarrollo ordenado
y económicamente conveniente de los
sistema eléctricos del país. 1
Durante poco más de 35 años la
Norma se ha mantenido vigente, y
puede decirse que en el futuro previ-
sible mantendrá su vigencia, por
cumplir técnica y económicamente con
las necesidades de la distribución de
energía eléctrica en México.
Sin embargo, sin cambiar la Norma
adoptada, se propone revisarla por
cuanto hace a la "Tolerancia en las
Tensiones de Suministro" para esta-
blecer límites que garanticen una
buena calidad de servicio; en los mis-
mos términos que se hizo a partir de
1989 en la Norma de los Estados Uni-
dos, socio comercial de México;
acorde además con las recomendacio-
nes sobre el mismo propósito del
Comité Electrotécnico Internacional, y
las normas adoptadas por la gran ma-
yoría de países en el mundo.
1
Salvador Vélez García, La Normalización
de las Tensiones (Voltajes) de Distribución
en la República Mexicana, México, 1995.
Adicionalmente en los contratos de
suministro deberían quedar estableci-
dos los límites correspondientes. En
los Estados Unidos y en otros países
existen sanciones para las compañías
de suministro de energía eléctrica que
no cumplen con los limites establecidos.
TOLERANCIA EN LAS
TENSIONES DE SUMINISTRO
La Ley de la Industria Eléctrica del
31 de diciembre de 1938, en vigor
hasta el 22 de diciembre de 1975, es-
tablecía en su Reglamento: "que las
tolerancias en el voltaje de alta, me-
dia o baja tensión no excedan del diez
por ciento en más o en menos y tien-
dan a reducirse progresivamente".
Hasta la fecha se ha conservado el
mismo texto en la última revisión del
Reglamento de la Ley de Servicio Pú-
blico de energía Eléctrica, en el
"Capitulo V del Suministro y la Venta
de Energía Eléctrica", "Artículo 18, in-
ciso II". 2
Estos límites extremos de variación
en las tensiones de suministro, +10%,
coinciden con los límites extremos pro-
puestos por el Comité Electrotécnico
Internacional (CEI) en 1954, con la reco-
mendación adicional del CEI de que
dichos límites sean reducidos a, ± 5%
2
Reglamento de la Ley del Servicio Público
de Energía Eléctrica, Publicado en "Diario
Oficial" del 31 de mayo de 1993, México,
1993.
21
22. El Comité designado por la SIC-
DGE, en 1964, consideró que los
límites establecidos son muy amplios,
y que desafortunadamente tendrían
que mantenerse durante algún tiem-
po no determinado, ya que tratar de
mejorar la calidad de servicio dentro
de límites de variación menores impli-
caba inversiones importantes que no
era posible, en ese momento, realizar
por parte del sector eléctrico.
Durante las reuniones de trabajo
del Comité, el tema de la variación
máxima y mínima de la tensión fue
objeto de reflexión y consideración. El
señor ingeniero Jorge Luque Loyola,
quien presidió dicho Comité, expresó
la necesidad de operar con porcen-
tajes límite de variación menores
hacia el futuro, mencionó además que
ya, en esa época, eran muchas las
compañías dedicadas al servicio pú-
blico de energía eléctrica en los
Estados Unidos, las que en los térmi-
nos y condiciones de sus contratos de
suministro indicaban límites de varia-
ción de ± 2.5%.
No se consideró necesario indicar
en la Proposición de Norma Oficial,
los límites mencionados, ya que en
todo caso serían objeto de aplicación
de la Ley correspondiente en vigor. Al
respecto se agrega en la Proposición
del Comité SIC-DGE lo siguiente: "Las
tensiones de utilización estarán re-
lacionadas con las anteriores
mediante las disposiciones legales
respectivas".
En la Norma propuesta por el Co-
mité designado por la SIC-DGE se
adoptó el criterio de proponer tensio-
nes secundarias en las terminales de
baja tensión de los transformadores
de distribución; lo que significó en la
práctica un aumento en las tensiones
en la mayoría de los sistemas, en el
caso de la Compañía de Luz de 216.5
Y/125 volts, de 3.5 volts para las ten-
siones entre fases, y de dos volts para
la tensión entre fase y neutro, con re-
lación a la tensión adoptada de 220
Y/127 volts. Criterio que tuvo como
propósito mejorar la calidad del ser-
vicio (Véase tabla No. 1).
La Proposición de Norma Oficial,
en baja tensión, tuvo la visión de
considerar implícitamente condi-
ciones de s e r v i c i o q u e se
adelantaron conceptualmente a cri-
terios que fueron incorporados
años después en los Estados Uni-
dos por la Norma ANSI.
El autor recomienda que sean revi-
sados los términos y condiciones de
la prestación de servicio público de
energía eléctrica en México, para es-
tablecer "Tensiones de Servicio", esto
es, establecer las tensiones en el pun-
to de suministro a los consumidores
(prácticamente en los mediadores).
Sería factible respetar la norma acep-
tada para las tensiones en baja
tensión en las terminales del secun-
dario de los transformadores de
distribución en 127, 127/254 y 220 Y!
127 volts respectivamente, y estable-
cer "Tensiones de Servicio" base para
la contratación de los servicios pro-
piamente dichos, homologadas con
las que se tienen en los Estados Uni-
dos, en: 120, 120/240 y 208 Y/120
volts respectivamente. Adicionalme-n
te fijar los límites de variación en las
tensiones de servicio, especificarlos
en ± 5%, con ello prácticamente se
quedaría dentro de los límites que fija
la Norma ANSI-C84.1-1989, como se
aprecia en la tabla No. 2.
La "Tensión de Utilización", que co-
rresponde a la que se tiene en el punto
22
23. de conexión de los equipos, aparatos,
enseres, lámparas y otros para su ser-
vicio; tensión considerada en el diseño
y condiciones de operación de los mis-
mos; quedaría dentro de los límites
prácticos de operación al considerar
adicionalmente la caída de tensión en-
tre el punto de la acometida y la de
conexión al interior de la instalación.
Adicionalmente debería, en un
plazo razonable, establecerse límites
de variación, para fines de contrata-
ción de los servicios en ± 2.5%
y solo en condiciones excepciona-
les de ± 5%.
Salvador Vélez García
Agosto del 2001.
4.14
[is
23
24. Tabla No, 1
TENSIONES NOMINALES PARA SISTEMAS Y RANGOS
DE VOLTAJE PARA BAJA TENSIÓN
y O L T 5
ALIMENTACIÓN: MONOFÁSICA TRIFÁSICA
TENSIÓN NOMINAL PROPUESTA PARA LA REPÚBLICA
MEXICANA, COMITÉ SIC-DGE -1964, EN EL SECUNDARIO
DE LOS TRANSFORMADORES DE DISTRIBUCIÓN. 127 127/254 220 Y1127
RESUMEN: NORMA ANSI C84.14989
TENSIÓN NOMINAL DEL SISTEMA DE ACUERDO CON ANSI 120 1201240 208Y/120
TENSIÓN NOMINAL DE UTILIZACIÓN 115 115/230 200
TENSIONES LÍMITE:
RANGO A- PREFERENTE: /
MÁXIMA DE UTILIZACIÓN Y SERVICIO 126 126/252 21 8Y/126
MÍNIMA DE SERVICIO 114 114/228 197Y/114
MÍNIMA DE UTILIZACIÓN 110 110/220 191Y!110
RANGO B - LÍMITES EXTREMOS PERMISIBLES: W
MÁXIMA DE UTILIZACIÓN Y SERVICIO 127 127/254 220Y1127
MÍNIMADESERVICIO 110 110/220 191Y/110
MÍNIMA DE UTILIZACIÓN 106 1061212 184Y1106
NOTAS:
/ Rango A "Tensión de Servicio": Los sistemas de alimentación deberán diseñarse y operarse de manera
tal, que la mayoría de las tensiones de servicio queden comprendidas dentro de los límites especificados.
La operación fuera de estos límites se considera como ocasional.
j/ Rango B "Tensiones de Servicio y Utilización": El Rango B considera límites arriba y abajo de los
considerados en el Rango A, límites a los que pueden llegarse por condiciones fuera del diseño original
y/o por condiciones de operación anormales, ya sean del suministrador yio del usuario del servicio.
Así pues, tales condiciones son una consecuencia de prácticas de operación que deben limitarse en
frecuencia y duración; cuando ellas ocurran deberán tomarse medidas correctivas dentro de un tiempo
razonable, a fin de que las tensiones se ajusten dentro de los límites del Rango A.
24
25. Tabla No. 2
SERVICIO PÚBLICO DE ENERGÍA ELÉCTRICA EN LA REPÚBLICA MEXICANA
PROPUESTA PARA ESTABLECER "TENSIONES DE SERVICIO" EN 1994
Y O L T S
ALIMENTACIÓN: MONOFÁSICA TRIFÁSICA
TENSIONES PROPUESTAS EN 1964 POR EL
COMITÉ SIC-DGE. EN LAS TERMiNALES DE
LOS TRANSFORMADORES DE DISTRIBUCIÓN. 127 127/254 220 Y/1 27
TENSIONES DE SERVICIO QUE SE PROPONEN
EN 1994. TENSIÓN PARA CONTRATACIÓN EN
EL PUNTO DE CONEXiÓN DE LOS SERVICIOS. 120 120/240 208 Y/120
TENSIÓN NOMINAL DEL SISTEMA DE
ACUERDO CON ANSI. 120 120/240 208 Y/120
TENSIONES LÍMITE DE SERVICIO EN EL
PUNTO DE CONEXIÓN DE LOS SERVICIOS:
RANGO RECOMENDADO:
TENSIÓN DE SERVICIO ± 5 %
- MÁXIMA 126 126/252 218.4Y/126
- MÍNIMA 114 114/228 197.6Y/114
NOTAS:
/ Propuesta del Autor, Ing. Salvador Vélez García
/ Tensiones Límite de Servicio que corresponden a las especificadas por la Norma ANSI C84.1-1989
para el "Rango A - Preferente", Tabla 1, P. B-13.
25
27. Fecha de actualización: 13 de septiembre 2001.
RESUMEN:
CONSIDERACIONES ACERCA DEL DESARROLLO DEL SERVICIO PUBLICO DE
ENERGÍA ELÉCTRICA EN MÉXICO
Presentado por: Salvador Vélez García
Ingeniero Mecánico Electricista
Académico de Número de la Comisión de
Especialidad de Ingeniería Eléctrica
Academia Mexicana de Ingeniería.
[J1
28. CONSIDERACIONES ACERCA DEL DESARROLLO DEL
SERVICIO PÚBLICO DE ENERGÍA ELÉCTRICA EN MÉXICO
Reseña sucinta de acontecimientos relevantes en la historia de la industria
eléctrica de México. Los primeros servicios de alumbrado público en 1881; las
primera plantas generadoras de energía eléctrica y sus sistemas de distribución
para servicio público y mixto durante las últimas dos décadas del Siglo XIX. Al
inicio del Siglo XX se consolidan las empresas dedicadas al servicio público,
adicionalmente atienden el servicio de alumbrado público y en varias ciudades el
de transportes eléctricos (tranvías).
Durante las primeras tres décadas del Siglo XX surgieron, las que serían durante
muchos años hasta 1960, las grandes empresas eléctricas para el servicio
público, absorbieron paulatinamente a pequeñas compañías para consolidar sus
zonas servidas. Las empresas más importantes eran: The Mexican Light and
Power Company, Limited y sus Compañías Subsidiarias; el grupo de empresas
propiedad de la American and Foreign Power Company, Inc., representadas en
México por la Compañía Impulsora de Empresas Eléctricas, S.A. y la Compañía
Eléctrica Chapala, S.A.
En 1937 el Presidente de la República promulgó la ley que creó la Comisión
Federal de Electricidad (CFE), para organizar y dirigir un sistema nacional de
generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.
A partir de la compra del gobierno federal: de los bienes y derechos de la
Compañía Eléctrica Chapala, S.A. en 1940, así como de los que pertenecieron a
la American and Foreign Power Company, Inc. en 1960; de la mayoría de las
acciones de The Mexican Light and Power Company, Limited, y sus Compañías
Subsidiarias, también en 1960; y de otras empresas de menor importancia, se
alcanzó uno de los objetivos para la industrialización de México en ese mómento:
la nacionalización de la industria eléctrica.
El Estado, en 1964, era propietario deI 98% de los bienes e instalaciones afectas
al servicio público de energía eléctrica.
Durante los 120 años de historia de la industria eléctrica en México se han tenido
problemas, algunos se han resuelto con éxito, como: la electrificación rural; la
normalización de las tensiones de distribución y de transmisión; normalización
en los criterios de diseño y construcción de líneas y redes para distribución; la
unificación de la frecuencia eléctrica a 60 hertz; en buena medida el desarrollo
de la red nacional de transmisión y el control centralizado de energía.
Adicionalmente la construcción de grandes centrales generadoras de energía
eléctrica, que se refleja en el crecimiento en la capacidad instalada para alcanzar
en el año 2000 los 36,000 Mw, en 1960 escasamente se tenían 3,000. En los
últimos 41 años se triplicó la población del país, para alcanzar prácticamente los
29. e
C
100 millones de habitantes; en cambio la potencia en los sistemas eléctricos
e creció 12 veces más.
e
Quedan aún problemas estructurales importantes relacionados entre sí, que
e deben ser resueltos para alcanzar altos niveles de eficacia y eficiencia, con un
e mejoramiento sustancial en la calidad de servicio de suministro de energía
eléctrica. Se tienen los problemas endémicos de las tarifas eléctricas y el de los
e bajos consumos para un número importante de servicios; estos se relacionan
directamente con el del financiamiento para el desarrollo del sector. Las tarifas
deben ser dinámicas y ajustarse en forma casi permanente, aunque ciertamente
c una gran limitación es el de los bajos ingresos de muchos consumidores
residenciales del servicio eléctrico; sin embargo, son muchos los bienes y
e servicios de uso generalizado que permanentemente ajustan sus niveles de
precio.
e
En muchos casos se ha sustituido el uso de la energía eléctrica por el de
hidrocarburos refinados, entre otros en el hogar y en el transporte colectivo, en
C
estos casos sería deseable reconsiderar los costos involucrados y las
circunstancias en favor de la alternativa más eficiente, a fin de evitar la duplicidad
e de sistemas de distribución y los problemas de contaminación.
CONCLUSIONES Y PROPOSICIONES
e
40 - Debe mantenerse el criterio de que por su naturaleza el suministro de energía
e eléctrica para el consumo general es un "servicio público"; por consiguiente
sujeto a control y regulación para asegurar buen servicio y tarifas justas. En
e las circunstancias presentes el servicio público de energía eléctrica es el más
lo
importante para la vida y desarrollo de la sociedad.
• - La distribución de la energía eléctrica en México se ha visto relegada dentro
e de las grandes áreas de actividades del sector; circunstancia a todas luces
entendible en los tiempos en que ha sido necesario aumentar en forma
e significativa la capacidad de generación instalada y la integración del sistema
nacional de transmisión para lograr un mejor aprovechamiento de los
e recursos.
e
• En las actuales circunstancias, en las que el uso de microprocesadores y
equipos e instrumentos de precisión cada día más sofisticados exigen una
• elevada calidad de servicio, se propone: alcanzar altos niveles de calidad en
el suministro de energía eléctrica, lo que implica la total modernización de los
sistemas de distribución, que considere evitar fallas (cortes), mantener
C
variaciones mínimas razonables en las tensiones y en la frecuencia de
suministro, así como evitar también la circulación de corrientes armónicas.
e
El
9
30. 3
El problema de la calidad en el servicio público de la energía eléctrica se
considera prioritario y debe ser atendido para garantizar: la continuidad en el
suministro con variaciones de tensión que se reduzcan a valores dentro de un
rango, en condiciones extraordinarias, de más-menos 5%, y en condiciones
normales, menores al 2.5%; en la forma establecida en las Normas de los
Estados Unidos y Canadá, socios de México en el Tratado de Libre Comercio,
así como por las normas europeas y las de otros países.
Se presenta la propuesta del autor: "Norma para tensiones de distribución en
baja tensión", para integrarla a la Norma Oficial adoptada en 1964. Serían
ajustes y cambios mínimos en la designación, sin que impliquen cambios
substanciales en los sistemas.
El desarrollo de cualquier empresa eléctrica, ya sea ésta organismo oficial o
privada, requiere cantidades siempre crecientes de capital. La obtención de
nuevos capitales depende en gran medida del nivel de tarifas autorizado.
Debe hacerse caso omiso de los capitales que provienen de un régimen
impositivo especial. Las tarifas aprobadas a una compañía eléctrica deberán
ser de un monto tal que permitan recabar de los consumidores cantidades
suficientes para cubrir los gastos de explotación, constituir reservas y que el
remanente sea suficientemente atractivo (utilidades) para que se tenga una
afluencia constante de capital hacia la industria.
El desarrollo creciente de la industria eléctrica en México requiere eliminar en
forma definitiva y permanente los subsidios a otros sectores a través de tarifas
preferenciales. En la misma forma deberá eliminarse la morosidad en el pago
y el robo de la energía (también llamados usos ilícitos), en particular cuando
se trata de grandes consumidores, como son: municipios y entidades
gubernamentales. Si estas prácticas no se llevan a cabo, el sector tendría
capacidad, con tarifas justas, para operar por sí mismo, crecer y desarrollarse
para atender las necesidades del país.
La necesidad de recursos para el desarrollo del sector exigen que las
empresas, u organismos, responsables del servicio operen con una deseable
autonomía de gestión que les permita reinvertir sus utilidades y al mismo
tiempo abrir el camino para el financiamiento externo, tanto nacional como
internacional, con la seguridad de que el mejor medio para garantizar la
viabilidad de los proyectos de inversión sea en cada caso su rentabilidad a
través de la venta de la energía con tarifas adecuadas en los plazos
convenidos.
a
31. 4
Recientemente se ha mencionado la posibilidad de "desregular" el sector
eléctrico en México, lo que implica romper la integración vertical de la CFE,
abrir el mercado y dejarlo libre a generadores independientes, y promover la
venta directa a los consumidores; con el pago de peaje por el uso del sistema
de transmisión y el de los de distribución, e incluso considerar la venta a los
consumidores finales con la intervención de revendedores que podrían
hacerse cargo de la comercialización. Se ha considerado adicionalmente la
venta de parte de los activos de la CEE para su explotación por empresas
privadas.
Estas opciones que afortunadamente no han sido aprobadas tendrían como
finalidad ayudar, de alguna manera, a resolver problemas ajenos a la industria
eléctrica, como la falta de recursos para atender necesidades urgentes en
otros sectores que reciben el beneficio del subsidio a través de bajas tarifas
en el suministro de energía eléctrica, e incluso el abuso por la vía del robo
directo, o por la ya tradicional costumbre de no pagar la energía, en particular
cuando se trata del suministro para otros servicios públicos.
En el caso de México la CEE debe operar como organismo integrado, con las
adecuaciones necesarias para su mejor funcionamiento (divisional yio
regional), con el libre ejercicio de sus recursos en forma independiente,
autonomía presupuestal y de gestión, al margen de subsidios a otros sectores
y coyunturas ajenas político-económicas, de tal forma que sea congruente
con los principios del Estado moderno, en el que se comporte como
patrimonio de la sociedad y no del gobierno, y se juzgue por sus resultados,
en forma semejante a la que se tiene exitosamente en la industria eléctrica de
otros países como Electricité de France en Francia.
En las actuales circunstancias el fortalecimiento del sector eléctrico, con
adecuados niveles de calidad, es indispensable dentro del contexto económico-
social para alcanzar las grandes metas nacionales que exige el progreso de
México.
Salvador Vélez García
Septiembre del 2001