La evolución futura de petróleos mexicanos PEMEX

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L!...J ACADEMIA DE INGENIERIA
México
Evolución Futura de PEMEX
TRABAJO QUE PRESENTA EL
ING. RAUL MUÑOZ LEOS
En su Ceremonia de Ingreso como ACADEMICO
TITULAR DE LA ACADEMIA DE INGENIERIA, A.C.
Palacio de Minería, 23 de agosto de 2001
Tacuba 5, Centro Histórico, 06000 México, D.F. Telefax 5521 4404, 5521 6790, 5518 4918
E-mail: aingenieria@prodigy.net.mx

Agosto 23, 2001
Evolución futura de PEMEX
1. Introducción. Pág. 1
El punto de partida. 2
El escenario del colapso. 5
W. El escenario optimista. u
Otros factores que pueden influir
en la trayectoria de PEMEX. 17
Conclusión. 19

na
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E
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E
E
E
1
1
Agosto 23, 2001
Dr. Héctor O. Nava Jaimes, Presidente de la Academia Mexicana de
Ingeniería,
Integrantes de la Academia,
Amigas y amigos:
Introducción.
Igual que las palabras porvenir o mañana, la palabra futuro es equívoca y
mágica. Evoca por igual la esperanza o el temor. Puede significar tanto la
confianza cotidiana y la seguridad de lo regular, como la incertidumbre.
Puede señalar la pretensión de la permanencia o la aspiración al cambio.
Por la condición existencial del hombre, que es el ser donde la naturaleza
cobra conciencia de sí misma, el futuro implica la apertura de
posibilidades: lo real, actual, es lo posible que se ha concretado, mientras
que lo posible del mañana es siempre lo incierto. Pero la mirada del
hombre inquiere permanentemente sobre ese horizonte, sobre lo posible
no concretado, sobre el futuro.
De lo que menos podemos estar seguros es de atinar al pretender prever
los rasgos del futuro. El tiempo es un enigma que permanece indescifrado.
Y entonces hemos inventado el recurso de hablar del futuro imaginando
escenarios. Reconocemos, así, nuestra falta de control sobre lo incierto.
El tema de la conferencia que he decidido presentar para solicitar mi
ingreso a la Academia Mexicana de Ingeniería es el futuro de Petróleos
Mexicanos.
A

Al referirme al futuro de PEMEX, los escenarios de los que hablaré son los
extremos posibles: el colapso o el mejor desempeño exitoso. Lo
1 importante es que el futuro se habrá de precisar entre esos dos extremos,
tomando en cuenta que hay fuerzas reales que empujan en una y otra
dirección. Después de delinear los escenarios, intentaré describir esas
fuerzas, porque al identificarlas ciertamente mejorará nuestra capacidad
de hacerlas operar en provecho de Petróleos Mexicanos y, por tanto, de
1 nuestro país.
1 Las estimaciones cuantitativas que voy a utilizar resultan de ejercicios
realizados por geólogos, ingenieros y economistas. No pretenden ser
predicciones precisas, sino señalar las tendencias y órdenes de magnitud
que caracterizan cada escenario. Usadas con prudencia, las cifras son
importantes porque permiten apreciar el peso relativo de los riesgos y las
I
oportunidades que Petróleos Mexicanos enfrentará en los próximos años.
Antes, como punto de partida, voy a tratar de mostrar la importancia que
1 actualmente tiene PEMEX, tanto en el ámbito nacional como en el
internacional.
1
H. El punto de partida.
Casi el 90 por ciento de la producción primaria de energía en nuestro país
esta basada en los hidrocarburos. El resto, en orden de importancia, es
electricidad sin la fuente de hidrocarburos (hidroenergía, nucleoenergía,
1 geoenergía y energía eólica), biomasa (leña y bagazo de caña de azúcar)
I y carbón. En total, la producción primaria de energía en México es del
orden de 9.3 por 1018 joules.
1
2

Alrededor del 80 por ciento del consumo nacional de energía primaria, que
se estima en el orden de 5.7 por 10 18 joules, se abastece con derivados de
los hidrocarburos. La diferencia se obtiene con las demás fuentes de
energía antes citadas.
En la atención de esos requerimientos energéticos del país y como
resultado de sus operaciones en el exterior, PEMEX obtiene excelentes
utilidades de operación en exploración y producción de hidrocarburos, que
en el año 2000 superaron los 25 mil millones de dólares.
Sin embargo, en cuanto a inversiones en exploración y producción de
petróleo y gas natural, la Empresa se ubica por debajo de Exxon/Mobil,
BPlAmoco y Royal Dutch/She//, las tres corporaciones más grandes del
mundo, con un monto superior a cinco mil millones de dólares en el año
2000.
u En materia de reservas probadas de crudo y condensados, PEMEX ocupa
el séptimo sitio en el mundo, con 26.9 miles de millones de barriles,
después de Saudí Aramco, Iraq National Oil Company, Kuwait Petroleum
Company, National Iran Oil Company, Petróleos de Venezuela y Abu
Dhabi National Oil Company.
En contraste, en reservas probadas de gas natural seco, la posición de la
Empresa cae al lugar 19 en el ámbito petrolero internacional, con 30
millones de millones (tcf's) de pies cúbicos.
En producción de crudo, PEMEX es la tercera empresa más importante
del mundo, con 3 millones de barriles diarios, sólo debajo de Saudi
Aramco y National Iran Oil Company.
3

En tanto, PEMEX ocupa la novena posición por lo que corresponde a
producción de gas natural, con 4.7 miles de millones de pies cúbicos
diarios.
La principal ventaja estructural que tiene PEMEX es que opera con costos
relativamente bajos. Su costo promedio de producción por barril de
petróleo crudo equivalente es de 4.63 dólares. Royal Dutch/Shell reporta
6.49, BPIAmoco 7.62, y Exxon/Mobil 8.65 dólares.
En capacidad de refinación, PEMEX ocupa el décimo sitio, con 1.56
millones de barriles diarios, entre las empresas petroleras más
importantes del mundo.
Para concluir con el dimensionamiento actual de PEMEX, cabe destacar
que con activos totales por casi 50 mil millones de dólares y alrededor de
130 mil empleados reportó ventas por 46 mii millones de dólares en el año
2000.
En activos en libros, PEMEX está colocado en noveno lugar, con casi la
tercera parte de los que dispone Exxon/Mobil, la compañía más grande
del mundo, de acuerdo con este indicador.
Por su parte, las ventas de PEMEX representan un poco más de la quinta
parte de las que reporta Exxon/Mobil, el grupo petrolero líder también en
este renglón.
La utilidad de operación del grupo PEMEX, por alrededor de 30 mil
millones de dólares reportados en el año 2000, se diluyó en su totalidad
por concepto de impuestos y derechos, cuyo monto en el mismo año
4

significó el 37 por ciento de los ingresos presupuestales del gobierno
federal.
Las exportaciones de PEMEX representaron en el año 2000 el 10 por
ciento del total nacional.
Como se puede apreciar, PEMEX ha hecho un importante esfuerzo para
mantenerse entre las corporaciones petroleras más grandes del mundo y
para seguir contribuyendo al desarrollo del país.
Sin embargo, actualmente la Empresa se enfrenta a un dilema: crecer o
iniciar un proceso de reducción de su participación en el mercado
internacional y dejar de ser un ingrediente importante para el desarrollo de
México.
En este contexto, pasaré a describir los dos extremos posibles que
visualizamos para PEMEXen los próximos años.
III. El escenario del colapso.
El primer escenario es el del colapso. El organismo público que es
F'EMEX pierde importancia, reduce su tamaño y se va deteriorando. El
supuesto inicial de este escenario es que se mantiene el ritmo actual de
declinación anual de reservas y no hacemos nada inteligente para evitarlo.
Es el escenario en que somos redundantes en errores y no alcanzamos a
tener ningún acierto que resulte decisivo.
De hecho, PEMEX comenzó a caminar hace algunos años en esa
dirección, aunque todavía estamos en posibilidades de cambiarla.

1
Actualmente, la Empresa enfrenta numerosas dificultades financieras y
operativas.
Aun cuando la producción total de crudo no ha empezado a disminuir, la
de algunas regiones y campos ya está en franca declinación. Tales son
I
los casos de la Región Marina Suroeste y la Región Sur, cuyas
producciones están disminuyendo desde 1997.
En el primer semestre de este año, la producción de crudo sumó tres
millones 92 mil barriles diarios, 2.7 por ciento por encima de la registrada
en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, de continuar bajando
la producción en algunos campos y de extenderse, por ejemplo, a
1 Cantareil, el complejo de yacimientos más importante que tenemos, el
u cual aporta más de la mitad de la producción nacional de petróleo,
estaríamos ante una inminente reducción de la oferta total de crudo.
Adicionalmente, la calidad del crudo extraído se ha venido deteriorando en
los últimos años. La producción de crudo ligero disminuyó de 1.5 millones
de barriles diarios en 1997, a 1.2 millones en el primer semestre de este
año. Esta reducción representa casi la mitad del aumento en la producción
de crudo pesado en Cantareil para el mismo periodo.
Este deterioro de la calidad en la producción también ha influido en la
composición de la mezcla mexicana de exportación. El crudo Maya
aumentó su proporción de 65 por ciento en el primer semestre del año
2000, a 74 por ciento en el mismo periodo del presente año.
11

Como el crudo pesado se cotiza por debajo del crudo ligero en los
mercados internacionales, la modificación de la proporción antes citada ha
afectado negativamente el valor de las exportaciones de PEMEX.
Otro elemento que está empezando a afectar la economía de la Empresa
es el costo de producción por barril de petróleo crudo equivalente, el cual
ha aumentado de niveles cercanos a tres dólares, en los últimos años, a
4.63 dólares el año pasado. Esto es resultado tanto de crecientes
dificultades técnicas, como de perforaciones más profundas en la
explotación de los yacimientos.
Por otra parte, la caída en la producción de crudo ligero ha implicado la
disminución en la del gas natural asociado, cuyo impacto se estima en 400
millones de pies cúbicos diarios, entre 1997 y el presente año. Esta
reducción es del mismo orden que el aumento reportado en la producción
de gas no asociado de la cuenca de Burgos, para el mismo periodo.
Globalmente, la producción total de gas natural ha disminuido cinco por
ciento a lo largo de todo el periodo 1998-2001.
1 Para este año se estima que las importaciones de gas natural ascenderán
a 335 millones de pies cúbicos diarios, lo cual significa el 8.4 por ciento de
1 la demanda interna prevista.
En materia de refinación, la situación también se ha tornado más difícil,
por falta de capacidad de producción suficiente, tanto en cantidad como
en calidad, para atender los requerimientos del mercado interno. Las
importaciones de productos petrolíferos, básicamente constituidas por
gasolina, combustóleo y diesel, han aumentado del 10 al 18 por ciento del
consumo nacional entre 1996 y el presente año.
7

E
En petroquímica la problemática no ha sido diferente. La elaboración de
productos petroquímicos en PEMEX ha caído en un bache profundo, de
más de 18 mii toneladas en 1996, a poco más de 11 mii el año pasado.
En el escenario del colapso que estoy describiendo, se mantienen estas
tendencias.
Si para el año 2006 prevalecen los niveles y los mecanismos de
autorización en materia de inversión que han estado vigentes durante los
últimos diez años, la producción de crudo habrá caído en
aproximadamente una tercera parte y la de gas en un poco menos, debido
a la explotación de gas no asociado, independiente de la producción de
crudo.
Luego se habrá de presentar un momento importante en el mediano plazo
—dentro de los próximos diez años—, porque entonces la composición de
la mezcla de crudos se deteriora aún más y hace necesario que PEMEX
no sólo se vuelva importador creciente, sino que pierda capacidad de
competencia en el mercado internacional.
L
El costo promedio de producción por barril se va elevando paulatinamente,
pero no al grado, todavía entonces, de que éste sea el factor que pueda
sacarnos del mercado internacional. Lo que sucede es que la calidad de la
oferta de PEMEX es lo que va afectando su posición comercial. De igual
manera, se dificulta la utilización nacional rentable de la producción
primaria.
En este escenario tampoco haríamos el esfuerzo requerido en refinación,
E
en gas y en petroquímicos, por lo que continuaríamos importando
r 8

volúmenes crecientes de esos productos. En consecuencia, de ser un
exportador petrolero prominente pasaríamos a ser un importador neto
importante en casi todos los conceptos.
De resultar así, las exportaciones pueden caer hasta representar, hacia el
2006, sólo el veinte por ciento de las del año pasado, un año de precios
altos, en tanto que las importaciones tenderían a casi duplicarse. En ese
extremo, podríamos pasar de una balanza comercial favorable de más de
once mil millones de dólares en el 2000, a otra desfavorable que
probablemente superaría los quinientos millones tan sólo seis años
después.
Con el tiempo, de mantenerse estas tendencias, se empezaría a
considerar, necesariamente, la propuesta de dar acceso a la inversión
privada nacional y extranjera, para la explotación de nuestras reservas y
para las actividades de refinación.
¿Cuáles son los factores que nos empujan en la dirección que conduce a
la destrucción de la capacidad productiva de PEMEX? ¿Qué fuerzas
pueden aniquilar el propósito nacional que ha sido Petróleos Mexicanos?
Mencionaré sólo dos de los factores más importantes: La inoportunidad y
la desconfianza.
La inoportunidad se presenta como consecuencia de que los tiempos de
los programas óptimos de exploración y desarrollo no coinciden con los
tiempos de la economía y de la administración pública. Durante los últimos
veinte años, ello ha determinado que el nivel de inversiones haya sido
sustancialmente menor del que hubiese sido aconsejable para un

1 aprovechamiento pleno de las potencialidades productivas y para
aumentar las reservas, tanto en magnitud como en calidad.
PEMEX, en este periodo, se ha convertido en el principal instrumento para
el ajuste macroeconómico y fiscal, puesto que el Organismo es un
importante generador de divisas y el mayor contribuyente del país. Pero al
ser utilizado como mecanismo estabilizador de corto plazo se le ha
vulnerado su capacidad de generación de riqueza en el mediano plazo.
Durante años hemos destruido valor y desaprovechado oportunidades,
debido no sólo a la limitación de recursos, sino al carácter irregular de la
aplicación de esos recursos a lo largo del tiempo. Para una entidad
paraestatal como es PEMEX, esa falta de oportunidad en ambos aspectos
puede obedecer tanto a lo que hace o deja de hacer el gobierno, como
resultar de los procedimientos de administración interna. Un acierto en la
industria no meramente es un golpe de suerte, requiere que las decisiones
se adopten en la dirección correcta y en el momento apropiado. No sólo
eso: se necesita también que todo lo demás se logre alinear con ello, que
todo se haga con ese mismo propósito.
Como veremos más adelante al examinar el escenario optimista, no sólo
es importante contar con la magnitud requerida de recursos. Se necesita
asegurar que su composición sea la adecuada y, como ya lo señalé, que
dichos recursos estén disponibles en el momento oportuno.
Me referiré ahora al otro factor limitativo. Desde el boom petrolero de fines
de los años setenta se apoderó de la industria un fantasma, imaginario en
ocasiones y en ocasiones real: la corrupción y, como su consecuencia
primera, la desconfianza. La reacción natural fue vigilar y regular, prevenir
10

y perseguir. Como resultado de todo ello, una de ¡as entidades públicas
cuyo desempeño es ahora más lento e ineficiente es PEMEX.
El 18 de marzo pasado lo señalé ante el Presidente de la República: hoy
requerimos trato justo, confianza y tiempo. Ello nos permitirá volver a tener
un desempeño ágil, una actuación que supere la suspicacia, el exceso de
controles y el inmovilismo.
No obstante que existe el riesgo de que PEMEX se encamine por el
escenario adverso que acabo de describir, soy básicamente optimista y no
creo en la fatalidad. Por el contrario, confío en que podemos concentrar
nuestros esfuerzos en alterar el rumbo.
Fortalecer la industria petrolera significa hacer lo necesario para elevar el
valor de la producción y de los activos de PEMEX. La posibilidad de
hacerlo está más allá de una voluntad aislada, requiere la comprensión y
el compromiso de muchos mexicanos dentro y fuera de la Empresa.
Debido a que el reto es muy grande, sólo juntos podemos hacerle frente.
IV. El escenario optimista.
Pasemos ahora a revisar el escenario optimista.
En el entorno, este escenario supone que el proceso de creciente
competencia a que se ha ido sometiendo PEMEX se acompañe con un
mayor margen de actuación del que el Organismo aún no disfruta.
Para que PEMEX se encamine por la senda del desarrollo exitoso se
requieren además dos condiciones: un nivel adecuado de nuevas
inversiones y una administración eficiente. Estas condiciones —que, como
11

veremos más adelante, suponen más elementos de los que se advierten a
primera vista—son ambas necesarias, pero ninguna es suficiente por sí
misma.
Si las inversiones en exploración, desarrollo y mantenimiento no alcanzan
un determinado nivel crítico, una administración eficiente sólo podría
manejar el proceso de deterioro que describimos en el escenario del
colapso, procurando alargar la vida útil de los activos de la Empresa y
maximizar, dentro de ciertos rangos, el valor de la producción que va
declinando a lo largo del tiempo.
Los aciertos y los errores administrativos solamente se vuelven relevantes
cuando la magnitud de las inversiones supera el nivel crítico y el
Organismo recupera el crecimiento. En dichas circunstancias es
fundamental saber elegir atinadamente la ruta del desarrollo que conviene
a toda la industria. Por ello, una administración eficiente supone no sólo
eficiencia económica en el corto plazo, sino una acertada visión
estratégica de largo alcance.
Debido al rezago acumulado en los últimos años, dicha visión estratégica
debe partir de reconocer que las inversiones tienen que concentrarse
1 inicialmente en la producción primaria. En exploración y producción el
nivel crítico requerido en los próximos diez años estaría en niveles de
1 entre seis y ocho mil millones de dólares anuales, considerando tanto
I recursos presupuestales como endeudamiento. A partir de ese nivel se
aseguran tanto el crecimiento de las reservas en magnitud y calidad, como
la expansión de la oferta de crudo y gas.
12

Al realizar a partir del año próximo y hasta el 2006 —es decir, en los
próximos cinco años— una inversión física anual en exploración y
producción mayor al doble de la ejercida en promedio en los últimos años
—esto es, de cerca de 33 mii millones de dólares en todo el periodo— se
alcanzaría el nivel crítico antes señalado y se conseguiría un aumento en
el flujo de efectivo sobre el que se obtendría si se mantuviera el ritmo
actual de inversiones. Al término de ese plazo, la producción de crudo se
podría elevar hasta cerca de los 3.8 millones de barriles diarios y la de gas
un poco más de 6 mil millones de pies cúbicos por día.
En refinación, las inversiones en todos los conceptos, incluyendo la
ampliación de la capacidad, el mejoramiento de la calidad de los
productos, la ampliación de la red de ductos y la modernización de las
terminales, todas ellas inversiones rentables, requieren de cerca de veinte
mil millones de dólares entre este año y el 2010. Esas inversiones
tendrían como efecto principal detener el deterioro de nuestro balance
externo.
En gas, tanto con producción nacional como con importaciones,
lograríamos satisfacer ¡a demanda interna que se espera aumente a
ritmos muy elevados durante la presente década, tanto por los nuevos
proyectos de generación eléctrica, como por el propio ritmo del
crecimiento industrial. Se requiere ampliar la red de ductos y las
estaciones de compresión. Se espera inversión privada en plantas de
regasificación que suministren gas natural a precios competitivos.
Debido a que las ventajas estructurales que PEMEX tiene en producción y
refinación inducen a concentrar las inversiones y las mejoras operativas
1
0 13

en esas actividades, en petroquímica se requiere emprender desarrollos
puntuales en algunas cadenas cuando el ciclo y los precios de los
insumos así lo permitan. La industria estatal, en este caso, avanzaría
gradualmente hacia una mayor especialización.
Femex-Petroquímjca puede modernizar y ampliar sus plantas productoras
E de etileno para utilizar gasolinas naturales como materia prima.
El El monto de las inversiones requeridas, estimado en mil millones de
dólares, incrementaría la oferta de petroquímicos en dos millones de
toneladas y reduciría el déficit comercial de esta rama en alrededor de mil
250 millones de dólares anuales.
1
Como consecuencia de la utilización de gasolinas naturales, otras
1 cadenas petroquímicas se beneficiarían al generarse nuevos productos.
E En los derivados del propileno existiría oportunidad para la construcción
de una planta de polipropileno de escala mundial. En la cadena de
E butadieno se cambiarían, en su totalidad, los reauerimientos d
importación destinados a la producción de hules, con lo cual se generaría
adicionalmente benceno para una planta de estireno de escala mundial.
Estos son los rasgos principales de la industria en el escenario optimista
de crecimiento y buen desempeño.
Al describir el escenario opuesto señalé la importancia de contar con la
[ magnitud y la composición de recursos requerida en el momento oportuno,
porque no todos los proyectos pueden desarrollarse con cualquier clase
( de financiamiento Por ello, si queremos vencer esta restricción y hacer los
esfuerzos de crecimiento hasta los límites de la capacidad física, tenemos
14

É Evolución futura de PEMEX
[ que encontrar la forma para acudir al financiamiento privado en desarrollo
y expansión y hacerlo dentro de la Ley. Contando con un nivel adecuado
[ de financiamiento público y la posibilidad de contratar servicios
suministrados por particulares, podríamos darle a PEMEX una nueva
posición en todos los mercados en los que participa.
En síntesis, en una trayectoria para otorgar a PEMEX un nuevo sitio entre
E las grandes empresas petroleras mundiales, una primera etapa tiene que
poner el énfasis en mantener la capacidad productiva y luego en modificar
la escala. Consiguiendo una nueva escala, el mayor cuidado tiene que
hacerse en la eficiencia operativa y comercial. Con estos elementos el
valor de los activos petroleros propiedad de la nación aumentaría
sensiblemente
- En estas condiciones PEMEX también llegaría a ser un jugador importante
[ en el mercado petrolero internacional. Si bien el valor de las exportaciones
seguiría dependiendo de los precios, se podría alcanzar una importante
reducción de importaciones de petrolíferos y petroquímicos y, con ello un
balance externo mejor a los obtenidos recientemente.
15

Garantizada la seguridad energética del país, habría muchos más grados
de libertad para promover alianzas con otras compañías y apuntalar la
suficiencia y la seguridad regionales en el mediano plazo. Nuevas
inversiones en almacenamiento y transporte, en aumentar la capacidad de
refinación y mejorar la calidad de los petrolíferos y en algunas cadenas de
la petroquímica cambiarían sustancialmente la fisonomía de la industria
petrolera mexicana. Estaríamos frente a un PEMEX distinto, frente a un
nuevo PEMEX.
Para avanzar en la ruta del escenario positivo, alcanzar una
administración eficiente es el otro gran desafío.
Durante mucho tiempo los resortes que han movido a la Empresa han
operado para alejarla de los estándares internacionales de desempeño,
para evitar que se maneje de acuerdo a las mejores prácticas.
Por razones históricas, se cargó al Organismo de significados y de
compromisos. Se le hizo símbolo y baluarte. Se pretendió resolver la
problemática del desarrollo del país a partir de sus actividades. Se le
asignaron no sólo fines económicos, sino sociales y aún políticos.
En los hechos, PEMEX ha sido la instancia que ha cargado buena parte
del peso de los ajustes económicos de las últimas dos décadas. El
sistema fiscal que se le impuso no sólo ha sido altamente gravoso, sino
que está desvinculado de la operación y por ello no motiva la eficiencia.
En esta materia no podemos contraponernos a los intereses del gobierno,
sino atinar a construir nuevas fórmulas que le continúen ofreciendo el
16

importante aporte fiscal de la Empresa, pero con impuestos que incentiven
su crecimiento y su generación de valor y riqueza.
Finalmente, está el problema del control externo. Prácticamente no hay
decisión de importancia que se pueda adoptar de manera integral al
interior de la Empresa, ni asunto que no se supervise desde afuera. El
exceso de trámites e instancias vuelve lenta la toma de decisiones. No es
extraño, en estas circunstancias, que una actividad cuyo desarrollo está
altamente vinculado al tiempo como es la petrolera, tropiece con múltiples
obstáculos que limitan los buenos resultados que la Empresa puede
ofrecer a la sociedad.
Es necesario comprender la vinculación que debe haber entre
participación en mercados cada vez más abiertos y competitivos y
flexibilidad operativa y de administración. Una empresa sujeta no puede
tener un desempeño ágil ni aprovechar bien las oportunidades que se le
presentan. El control limita la capacidad de competir.
Para terminar, debo referirme a algunos factores que están, en lo
fundamental, fuera de nuestro control.
V. Otros factores que pueden influir en la trayectoria de PEMEX.
Entiendo, desde luego, que el futuro no se definirá en línea recta. Hay
circunstancias y eventos de orden cualitativo que se pueden producir sin
la participación activa de la Empresa y que pueden transformar
radicalmente los escenarios que hemos contemplado. Destaco solamente
algunos de los que considero más importantes:
17

. En el orden internacional, un cambio dramático en los mercados
petroleros que modificara la situación de precios de nivel medio y
relativa estabilidad.
. En el orden interno, una evolución distinta podría resultar de al
menos tres elementos relevantes:
que se produjeran cambios sustanciales en el marco jurídico,
que se promoviera una transformación de fondo del sistema
fiscal, o bien
que se adoptara la decisión de sacar a Petróleos Mexicanos
16 del presupuesto del gobierno federal.
Estos eventos —igual que muchos otros de distinta naturaleza— pueden
trastocar para bien o para mal el entorno en que opera el Organismo.
Alterarian las condiciones financieras y operativas de un modo tal que
tendría que ubicar sus opciones estratégicas en un plano distinto.
Desde luego, no cambiarían ni la línea estratégica de crecer y modificar la
[ escala de las operaciones, ni la de aumentar la eficiencia. Pero, de darse
alguno de estos cambios cualitativos, las líneas estratégicas tendrían que
[ comenzar con un distinto punto de partida.
1
1
r 18

VI. Conclusión.
Señores integrantes de la Academia Mexicana de Ingeniería,
Señoras y señores:
Antes de concluir esta presentación, permítanme decirlo una vez más: la
posibilidad del colapso en la industria petrolera nacional es real. Si
seguimos haciendo las cosas como hasta ahora, llegaremos a ese
escenario.
Hoy estamos en una nueva época en que es posible discutir abiertamente
los problemas, sin pretender minimizarlos. Señalarlos con honestidad y
E
buena fe es una condición necesaria para evitar suspicacias y lograr
convocar a quienes pueden colaborar en resolverlos.
( Al solicitar mi ingreso a la Academia he tenido en mente, no sólo una
antigua aspiración personal, sino también un propósito de contribución y
E de servicio que mi función actual vuelve apremiante: colaborar con los
r más distinguidos ingenieros de México para servir mejor a nuestro país.
La ingeniería es nuestro instrumento, pero el hombre —los hombres y
E mujeres de México— tienen que ser nuestra mira.
( La empresa pública —PEMEX en particular— tiene al final una función
social. Pero yo he sostenido que la puede cumplir con mejores resultados
( si se comporta como empresa y deja de lado muchos de los objetivos
contrapuestos que se le han asignado á lo largo del tiempo.
II.
b.
19

Una mejor empresa pública es mejor contribuyente, mejor generador de
divisas, mejor empleador y mejor contratante. La función de promoción
económica que en general se atribuye a las empresas públicas se cumple
mejor si uno se olvida de ella y se impone sólo la tarea de hacer bien las
cosas que le tocan en sus actividades propias día con día.
PEMEX ha acompañado al desarrollo del país por más de 60 años. Hoy
por hoy no está en su plenitud, pero puede estarlo. Puede volver a
- 4
suscitar el sentimiento de orgullo que los mexicanos han asociado a su
IM nombre en otros tiempos. Puede volver a crecer y, al hacerlo, contribuir a
la pujanza de México.
Para eso tenemos que vencer mitos y falacias, apreciaciones incorrectas,
visiones cortas. Pero no podemos hacerlo de golpe, de la noche a la
mañana. En materia de petróleo las concepciones vigentes sólo habrán de
evolucionar con la contundencia de los hechos y con la fuerza de las
razones.
Mi propósito, al presentar estos escenarios en este foro tan distinguido, ha
sido ofrecer hechos y razones. Ahora estoy en posibilidad de solicitar el
apoyo de todos Ustedes.
Todo lo que podamos hacer por el bien de PEMEX, el Organismo lo
compensará noblemente a nuestro país.
Muchas gracias.
20

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