1. Pueblos prehispánicos Chilenos
A la llegada del hombre español a los territorios del norte de chile, ellos se encontraron con
una gran diversidad cultural, y una cultura predominante (los Incas) que influenciaba en su
quehacer cotidiano a las culturas sometidas al imperio incaico. También se encontraron con
una gran diversidad de ecosistemas.
Los pueblos prehispánicos chilenos lograron en el aspecto de su desarrollo cultural 2
niveles: los que habitaban en la cordillera de los andes y en las costas alcanzaron el estadio
Arcaico, mientras que los que se situaban en la depresión intermedia llegaron al nivel
formativo.
La característica de los pueblos de nivel arcaico: Se organizaron en bandas nómadas de
cazadores recolectores especializados, se localizaron cerca de las cuencas1 de agua dulce, y
sus movimientos migratorios iban en función de los desplazamientos de las fuentes de
alimento, animales. Estos eran la base de su alimentación.
La característica de los pueblos de nivel formativo: Fueron aquellos que desarrollaron la
agricultura y la ganadería, se localizaron en las depresiones intermedias. En el norte los
pueblos pertenecientes a este grupo desarrollaron un sistema social del tipo señorío (en el
norte), con instituciones políticas previsionales (en el sur). Algunos también desarrollaron
una importante diferenciación social que se baso en la especialización de sus funciones
(soldados, campesinos y curanderos).
Glosario recordatorio:
BANDA: Corresponde al primer nivel de desarrollo cultural. Son agrupaciones de no más de 20 a 30
personas. Se dedicaban a la caza, la pesca, y a la recolección de frutos silvestres. Su existencia era nómade
(circulan de un lugar a otro). Existía un jefe que organizaba la caza, que era igual a los demás integrantes de la
banda, pero recibía un diferente trato. En un ámbito religioso adoraban a espíritus bienhechores.
TRIBU: Surgió cuando el hombre descubrió la agricultura, este descubrimiento significo el paso de una
economía cazadora - recolectora a otra basada en la agricultura. Eran aldeas agrícolas que no superaban las
10.000 personas. Las labores agrícolas y las tierras se distribuyeron en torno a un jefe. El jefe era igual a los
demás, pero se diferenciaba por utilizar ciertos símbolos de prestigio.
SEÑORÍO: Surgió como consecuencia de una agricultura extensiva e intensiva, aquí una familia
monopolizaba el acceso a cargo de un jefe. Un elemento característico de un señorío es que el jefe concentra
en si las funciones religiosas, militares y políticas, por los que el jefe se convierte en sacerdote, lo que
aumenta considerablemente su poder. El aumento de la riqueza del señor, le permite contar con una gran
mano de obra y así también poder construir centros ceremoniales y diferentes obras públicas.
TAWANTINSUYU: las 4 partes (en lengua quechua)
1
Cuenca: (llanura sedimentaria, depresión o concavidad), accidente geográfico, superficie rodeada de alturas,
o Cuenca fluvial, territorio drenado por un sistema de drenaje natural.
2. Los habitantes de Chile Prehispánico
No sabemos cómo sus habitantes prehispánicos habrían llamado a estas tierras, pero los
Incas le llamaron Chili (que en lengua quechua significa confín), y de allí tomaron el
nombre los españoles. Estos pueblos de Chili eran distintos a los de las Altas Culturas
americanas, no construyeron grandes ciudades ni tuvieron reyes poderosos, no acumulaban
grandes riquezas minerales ni construían grandes templos.
Los pueblos de Chile antes
de Chile
El panorama etnológico se
conforma con los pueblos
prehispánicos conocidos
hacia 1536, con la llegada
de los primeros españoles al
territorio. Ellos poseyeron
diferencias culturales y de
adaptación muy distintas
entre los distintos espacios
eco-geográficos del
territorio, desde Arica y el
desierto Tarapaqueño hasta
la Isla de Tierra del Fuego.
En algunos casos había
grupos étnicos diversos
unos de otros, como
Aymarás y Atacameños, en
otros casos correspondían a
pueblos de una sola unidad
étnica con importantes
diferencias regionales-
culturales. Entre los más
destacados encontramos:
Los habitante del Norte Grande
En el norte desértico se desarrollaron varios pueblos, aprovechando los valles con agua
dulce, los oasis y la costa, como lugares donde asentarse. Gran parte de este territorio fue
sometido por Tupac Inca Yupanqui, y se incorporó al Tawantinsuyu -Collasuyo o
territorios del surandino- hacia 1470 d. C.
Los pueblos de Arica
3. En la costa y valles nortinos habitaban grupos aldeanos que desarrollaron una agricultura
basada en el cultivo de maíz, que complementaban con la pesca y con la crianza de ganado
de llamas. A pesar de que estos pueblos pertenecían a una profunda y antigua tradición
local, habían recibido una fuerte influencia de los grupos aymaras altiplánicos, por lo que
es posible que hablaran aymara.
La gente de los pueblos de Arica se organizaban en torno a un jefe o señor, al que
reconocían como su representante, y que dominaba por su prestigio más que por el poder
real que podía ejercer sobre su comunidad. Era quien se vinculaba con los señores de los
pueblos altiplánicos, para intercambiar o tributar sus productos agrícolas (maíz, coca y
pescado seco) por papas, lana y animales.
Hacia el año 1470 d. de C., el imperio inca conquistó a estos pueblos, enseñándoles en
quechua y técnicas para intensificar su producción agrícola.
Los changos
En la costa nortina habitaban otros grupos, organizados eso sí, de otra manera. Eran
cazadores-recolectores costeros que dependían de los productos que extraían del mar a
través de la pesca, la recolección de mariscos y la caza de algunos mamíferos marinos. De
ellos aprovechaban su carne para alimentarse, sus huesos para hacer herramientas, y sus
cueros, para construir balsas, que les permitían adentrarse en el mar y viajar por la costa,
intercambiando algas y pescado seco con los pueblos agrícolas asentados en esas regiones.
Al parecer, los changos formaban bandas, es decir, grupos familiares extensos, como de 20
a 50 personas, y llevaban una vida más bien nómade.
Los aymaras
Los aymaras ocuparon toda la región que hoy constituye Tarapacá, desde la costa hasta
el altiplano, especialmente en los valles y oasis de Camarones, Lluta, Pica y Azapa.
Desarrollaron cultivo de zapallos, papas, maíz y frijoles, también tuvieron ganados de
llamas y alpacas (en el altiplano) y fueron pescadores y mariscadores costeros.
Elaboraron alfarería y productos textiles, basados en la lana de animales.
Desarrollaron caravanas de llamas para la distribución de sus productos en las distintas
zonas, a través de un intercambio de trueque.
Los atacameños, habitantes de oasis y quebradas:
4. Vivían en los oasis del salar de Atacama, cuyas fuentes de agua aprovechaban para
cultivar maíz y papas, y darle agua a sus ganados de llamas y alpacas. Estaban organizados
en ayllus (concepto inca: familia nuclear), donde su jefe contaba con un gran prestigio que
traspasaba las fronteras de sus oasis. Como sus territorios no permitían mantener a una gran
población, el intercambio con otros pueblos, e incluso la migración a otras regiones,
desarrollar actividades agrícolas o pastoriles era bastante común. Si bien los atacameños
conocían el aymara y el quechua, por la conquista de los incas, su idioma era el kunza.
Habitantes del Norte Verde:
Los Diaguitas
Los diaguitas, habitantes del norte chico o desierto semiárido, eran agricultores y
pastores, Practicaban el comercio, la agricultura y la ganadería con changos y
picunches.
Vivían en sociedades organizadas en torno a dos señores: uno que controlaban la parte alta
del valle y el otro el sector de la desembocadura. Con la invasión incaica, la sociedad
Diaguita fue reorganizada en sistemas duales, donde cada valle tenía una autoridad que
gobernaba la parte alta y otra que gobernaba la parte baja, con esta última subordinada a
la primera, se constituyó el ayllu como organización social básica y se le inculcó el culto al
dios inca Inti. No sabemos a ciencia cierta cuál era el idioma que hablaban, pero los
relatos de los primeros españoles que atravesaron los territorios habitados por los diaguitas
cuentan que era un idioma propio, que no se parecía ni al quechua ni al aymara. A ese
idioma los historiadores le llamaron ka-kán.
A pesar de los cientos de kilómetros que separan al Cuzco de los valles transversales, la
presencia incaica se hizo sentir con fuerza entre los diaguitas, incorporando el sistema de
cultivo en terrazas y posiblemente parte de la religión de los incas, puesto que incluso
alteraron su forma de hacer y decorar sus vasijas de greda.
Los diaguitas resultaron ser tan buenos artesanos que se cuenta que algunos de ellos
fueron llevados al Cuzco para que trabajaron junto a otros especialistas confeccionando la
vasijas del imperio, y otros fueron llevados más al sur, para apoyar la labor de conquista de
los incas. Los diaguitas destacan por ser hábiles artesanos. Su artesanía más distintiva fue
un jarro modelado en forma de ave, que sería un pato, decorado distintas de y grecas
escalonadas de colones negro y rojo.
Las étnias Mapuches habitantes de la zona centro-sur de Chile
Muchos grupos o pequeñas tribus habitaban la zona central y sur de Chile. Todos hablaban
el mapudungun, por lo que se los ha considerado un solo y gran pueblo, pero de hecho no
es así. Podemos distinguir al menos tres grupos, que si bien no presentan grandes
diferencias en sus modos de vida, sí las tuvieron en su relación con los pueblos de más al
norte y ciertamente con los españoles. Estos grupos, de norte a sur, fueron:
5. Los Picunches (gente del norte)
Fueron agricultores y en sus chacras cultivaron zapallo, poroto y maíz, aunque dedicaban
parte de su tiempo a la recolección de frutos y semillas silvestres, utilizaban el palo
plantador o el coa.
Recibieron una influencia incaica, pues establecían fuertes (pucarás) y obras públicas como
puentes y desarrollo aldeano, también practicaban el quechua a la par con el mapudungun.
No poseían una cultura guerrera. Habitaban el territorio central de Chile, entre los ríos
Aconcagua e Itata. Enterraban a sus difuntos junto a alimentos y vasijas, en tumbas sobre
las cuales acumulaban tierra en forma de un túmulo, conocidos como ancuviñas. Se
presume que sus viviendas eran ligeras, a modo de un ramal o rancho, en torno al cual se
ubicaba el metate o piedra para moler semillas. Se movilizaban a lo ancho de todo su
territorio, pudiendo recolectar en el litoral y cazar guanacos en la cordillera.
Algunos nombres de caciques picunches han perdurados como topónimos a través del
tiempo. Es así como hoy conocemos los lugares de Vitacura, Quilicura, Apoquindo y
Macul.
Los Araucanos
(mapu significa tierra, y che,.gente), hablaban mapudungún, tal como hoy sus
descendientes. A la llegada de los españoles, la sociedad mapuche se extendía desde el sur
del río Itata hasta el río Toltén. Después del siglo XVI, los mapuches se movilizaron desde
el río Biobío hacia el sur, incluyendo Chiloé. Su economía fue muy diversa, ocuparon
desde densos bosques que debieron talar y quemar para cultivar, técnica llamada cultivo de
roza, aprovechaban las aguas de lluvia (secano2), y habitaron también riberas de lagos y el
litoral donde utilizaron los recursos del mar. Habitaban en casas llamadas rucas, hechas por
una estructura de madera y una cubierta de paja. Sus cultivos fueron el maíz, la papa,
zapallo, ají y porotos. También cazaban fauna menor como aves, roedores y mamíferos
como el guanaco. Las actividades agrícolas eran desempeñadas por las mujeres.
La sociedad mapuche nunca estuvo unida bajo un Estado, ya que se dividió en grupos de
familias o linajes, por lo que se le considera una sociedad segmentada. Su carácter era
guerrero, ya que el hombre recibía una educación para la guerra; mientras la mujer era
quién sostenía la economía, realizando las tareas agrícolas, recolectando frutos y semillas
silvestres, administrando la casa, tejiendo, elaborando los alimentos y cuidando de los
niños. No obstante, la sociedad mapuche se integraba por “hombres iguales”, que en
tiempos de guerra elegían a un toki o jefe militar; y en los tiempos de paz elegían al ulmen
(cacique, jefe de paz).
Su organización básica era el clan o lov: familia extendida polígama, cuyo jefe era el lonco.
La unión de los lovs formaba tribus o levos: organizaciones territoriales que unían a los
parientes consanguíneos.
2
Agricultura de Secano: es aquella en la que el ser humano no contribuye con agua, sino que utiliza
únicamente la que proviene de la lluvia.
6. La reunión de los levos daba lugar a los ayllarehues organizaciones provisionales
destinadas a la solución de problemas en conjunto o a la organización militar en caso de
guerras tribales o por la invasión de un enemigo en común. En caso de guerra, el ayllarehue
era dirigido por un toqui, que concentraba el mando militar.
Su territorio desde el mar hasta la precordillera (butalmapus) recibía tres nombres: el
territorio ubicado en la costa se llamaba Lavquen – Mapu, en la llanura central o depresión
intermedia este territorio era llamado Lelvun – Mapu, y la precordillera era llamada
Inapire – Mapu.
La magia y los ritos de curación
Los mapuches eran conocedores de una gran variedad de plantas medicinales, las que eran
utilizadas por la machi o curandera, que sanaba mediante la ceremonia del machitun. El
árbol sagrado es el canelo, y se utilizaba en importantes ceremonias. Una de las más
significativas es el guillatún, dirigida por el lonco3, esta era una ceremonia rogativa que
una comunidad mapuche celebra para pedir algún beneficio como lluvias, el fin de una
plaga, o solicitar buenas cosechas. La machi utilizaba en sus ceremonias un tronco de arbol
(canelo) tallado llamado rehue, como representación del árbol sagrado que simbolizaba una
escalera que conducía a los espiritus.
Desarrollaron una cosmovisión fundada en un universo dividido en dos fuerzas opuestas.
Los mapuches creían, y creen, en Ngenechen, un dios cósmico del bien y padre divino
(sostenedor de la vida), y en el Huekube, un espíritu maligno. Ambos son opositores, pero
también se complementaban, formando para los mapuches un mundo de bien y mal en el
que debían recurrir a fuerzas mágicas para alejar los males. .
Huilliches (Gente del sur)
Habitaban desde el río Toltén al Seno de Reloncaví, y poseían una tradición guerrera
compartida por los mapuches. También hablaban mapudungún, y su organización social era
más bien tribal, osea, de familias extensas o grupos de familias unidas por un ancestro al
consideraban común.
También eran agricultores, aunque su habitación en las proximidades de los lagos del sur
les permitió desarrollar una tradición de pescadores ribereños. Practicaban la agricultura de
maíz, papa y calabaza, y recolectaba semillas silvestres. Cazaban guanaco, pudú, roedores y
aves silvestres. El grupo de los Pehuenches (gente del piñón) comparte gran parte de estos
rasgos, aunque habitaban, como hoy, en las alturas cordilleranas de la Araucanía. Su
economía se adaptó a la explotación de la semilla piñón, del árbolde la araucaria,
utilizándola para la elaboración de harina y chicha.
Los puelches (gente del Este)
3
Lonco: jefe de una comunidad mapuche. El cargo tiene aspectos religiosos y administrativos.
7. Fueron cazadores recolectores cordilleranos, que habitaron entre Los Ángeles y Osorno.
Practicaron el culto a fuerzas positivas y negativas, al igual que los araucanos, pero sin su
nivel de especialización ritual.
Chile sur austral: habitantes de las costas y la pampa
Los Chonos
Fueron los habitantes del mar interior de Chileó, entre las Islas Guaitecas y ña Península de
Taitao, Golfo de Penas e Isla Guayanecos. Habitaron fiordos y canales, y no habrías
ascendido a la llegada de los españoles a más de 1.000. se desplazaban en sus canoas,
llamada dalca, pescando, recolectando mariscos y cazando lobos. Su vivinda era su canoa,
aunque en contadas oportunidades acampaban en islas y en el litoral, donde construían
chozas para protegerse. Sus mujeres pescaban y recolectaban moluscos mediante el buceo,
y los hombres se dedicaban al cuidado de la embarcación.
Alacalufes (Kaweshkar)
Conformaban pequeños grupos familiares, de modo de vida nómade, cazadores y
recolectores del mar. Habitaban desde el Golfo de Penas hasta el Estrecho de Magallanes,
movilizándose entre canales e islotes. En la época invernal, cuando las tormentas arrecian,
habitaban en tierra, en chozas que llamaban wigam. Los hombres pescaban y las mujeres
manibraban las canoas. Entre sus herramientas de caza se cuentan los utensilios de pesca, el
arpón y los dardos, muchas veces hechos de hueso de ballena. Los Kawewshkar creían en
un dios bueno llamado Arka-ker-cís, y en uno malo llamado Ayayema, habitante de los
pantanos. Uno de sus aspectos más importantes era el aprecio a su comunidad y a la vida
familiar.
Yaganes o yámanas
Son conocidos como los “nómades del mar”, ya que habitaban sus embarcaciones más
tiempo que en la tierra firme. Ellos se denominaban “hombres”, y fueron los habitantes de
las islas del sur de Tierra del Fuego, por lo que fueron los habitantes más australes del
mundo. Vivían de la caza y pesca en un territorio marino habitado por grandes animales
como las ballenas, delfines, focas, lobos y elefantes marinos, además de aves. Eran diestros
cazadores adaptados a uno de los ambientes más rigurosos del mundo, por la furia del mar
y los intensos frios y vientos. Entre sus herramientas se cuentan arpones, lanzas, dardos y
hondas. La sociedad yámana se organizaba en torno a la familia, y creían en un dios
bueno llamado Wataiunewa, y en un espíritu del mal denominado Cuspi.
Cada uno de estos pueblos de tradición marítima desarrolló un complejo sistema de ritos y
creencias, y poseían ricos dialectos. Su estilo de vida es más bien marino, ya que rara vez
construían casa en tierra firme, por lo que la familia pasaba la mayor parte de su vida en
una canoa, con fogones permanentemente encendidos en su interior. Después de la llegada
de los españoles, y en el transcurso de los siglos coloniales, sus contactos con las
8. embarcaciones de diversas naciones que cruzaban por las tierras australes, también dejó en
sus comunidades enfermedades que afectaron sus poblaciones.
Onas o selknam
Habitaban Tierra del Fuego, en las proximidades del Estrecho de Magallanes. No
poseían embarcaciones, y su estilo de vida es nómade, pero terrestre. Vivían de la caza de
guanacos, zorros, aves, y otros animales pequeños; confeccionaron herramientas de caza
como arcos y flechas, lanzas y redes. Construían sus viviendas en forma cónica de tres
palos sobre las que colocaban pieles de guanacos. Cubrían sus pies con pieles y usaban
capas de piel para protegerse del frío. Mantenían sus fogatas encendidas por los fríos
australes. El centro de su sociedad era la familia, donde el padre podía tener más de
una mujer si es que podía alimentarla a ella y a sus futuros hijos. Poseían una autoridad
que daba soluciones justas frente a problemas que surgieran dentro de la comunidad, al que
llamaban kémal. Creían en un dios único, creador del mundo, al que llamaban Timaukel,
además de espíritus malignos como el Kaspei.
Los Selknam tenían complejos rituales en los que recreaban a sus dioses en sus andanzas
por el mundo. No solo se disfrazaban de ellos con complejos atuendos, también pintaban su
piel de diversos y bellos motivos, especialmente en la ceremonia del kloketen o iniciación
de los jóvenes en hombres. En esas ceremonias, los hombres de disfrazaban de temibles
dioses para asustar a sus mujeres.
Estos pueblos habitaban el sur de Chile pero los españoles no los encontraron, fueron
reconocidos por viajeros europeos y más tarde por los chilenos que recorrían las tierras
australes.
En 1520, en el primer intento de circunnavegar el mundo, Hernando de Magallanes
observó en su paso por el estrecho varias fogatas, por lo que llamó al territorio Tierra del
Fuego. Lo que Magallanes había visto eran las fogatas de los Selknam o Onas, habitantes
de la gran isla.