El experimento de Tuskegee violó numerosos principios éticos al realizar un estudio sobre la sífilis en hombres afroamericanos sin su consentimiento. Los investigadores no les informaron que tenían sífilis y se negaron a tratarlos aun cuando existía un tratamiento efectivo, con el objetivo de observar la evolución natural de la enfermedad. Como resultado, decenas de hombres murieron y muchos otros se infectaron, incluidos sus hijos. Este experimento cruel e inhumano aprovechó la vulnerabilidad de la población y causó un