El fracking es una técnica para extraer gas natural de rocas mediante la inyección de agua y químicos tóxicos a alta presión. Se usa para explotar gas atrapado en rocas de grano fino en amplias áreas requiriendo cientos de pozos separados por 0.6 a 2 km. Las empresas obtienen permisos del gobierno para realizar prospecciones fracking en diferentes regiones de acuerdo a un mapa oficial, aunque no revelan las ubicaciones exactas hasta perforar los pozos.