El documento clasifica las formas tradicionales de prosa en cinco categorías: narración, descripción, exposición, argumentación y diálogo. Explica que la narración detalla conocimientos reales o ficticios en un tiempo y espacio, la descripción se dirige a la imaginación, y la exposición y argumentación al intelecto. Añade que la narración y descripción son más características de la literatura, mientras que la exposición y argumentación lo son de las ciencias y humanidades.