1. 1. Buenos días, soy Anna Pardo, residente de primer año del Hospital
Universitari Sagrat Cor de Barcelona, y hoy voy a presentarles nuestro trabajo
sobre “Niveles de Dímero D y pronóstico en pacientes con embolia pulmonar
estable”
2. Como todos conocen, existen diferentes marcadores para la estratificación
del riesgo en la embolia pulmonar, tanto clínicos, como escalas pronosticas,
biomarcadores, ecocardiograma, angioTAC, etc.
Asimismo, sabemos que un Dímero D negativo excluye la embolia pulmonar en
pacientes con baja probabilidad clínica, y que parece haber cierta relación entre la
concentración de Dímero D y las complicaciones. En nuestro grupo de trabajo, nos
planteamos entonces si el Dímero D tenía también un valor pronóstico.
3. Así pues, nuestro objetivo en este trabajo fue valorar el pronóstico en cuanto
a mortalidad global hospitalaria de los pacientes con embolia pulmonar
basándonos en los diferentes valores de DD, para lo cual, dividimos los valores de
DD en cuartiles, y comparamos la mortalidad
2. 4. Para ello, a través de un estudio retrospectivo (de junio de este mismo año a
diciembre de 2004), partimos de una población inicial formada por los pacientes
que acudieron a Urgencias, con sospecha de embolia pulmonar de los cuales,
incluimos como muestra inicial a aquellos con embolia pulmonar confirmada por
gammagrafía pulmonar o angioTAC. Nos encontramos entonces con una muestra
final de 190 pacientes, con embolia pulmonar confirmada y Dímero D
determinado por el método ELISA Rápido-VIDAS (con un punto de corte menor de
500ng/mL), a los cuales agrupamos de forma arbitraria en cuartiles, tal y como se
puede apreciar en la diapositiva, para determinar nuestro end point: mortalidad
hospitalaria por todas las causas en cada cuartil.
5. En nuestro estudio, tuvimos en consideración tanto variables
sociodemográficas, como comorbilidades, factores de riesgo para enfermedad
tromboembólica, datos clínicos y de laboratorio.
A partir de una curva ROC, determinamos nuestros parámetros de validez interna
(sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo), ayudándonos de
la estadística descriptiva y una prueba de Chi cuadrado, que nos determina si
existe asociación entre valores altos de DD y mortalidad, considerando
significativa un valor alfa de 0.05.
6. Pasando ya a los resultados, podemos ver que en nuestra población la edad
media fue de 74 años, y la mayoría de ellos eran mujeres.
Como antecedentes clínicos importantes, cabe destacar que el 31.2% presentaba
hipertensión arterial como comorbilidad más frecuentemente asociada.
Asimismo, centrándonos en los factores de riesgo para enfermedad
tromboembólica, el más frecuente en nuestra población fue el antecedente de
trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar, con una presentación
del 29.4%.
3. 7. Los éxitus por todas las causas en nuestros pacientes, ascendieron a un 7.9%,
englobando todos los cuartiles a estudio.
8. En esta diapositiva, podemos ver rápidamente un resumen de los datos
clínicos y de laboratorio determinados en el trabajo, de donde se concluye que,
en término medio, nuestros pacientes estaban hemodinámicamente estables y,
en cuanto a gasometría, sin insuficiencia respiratoria y con cifras de creatinina y
hemoglobina estables.
9. Si vemos ahora la mortalidad en cada cuartil, y la media de Dímero D en
nuestros pacientes (4099ng/mL), podemos observar una tendencia creciente, a
excepción del cuartil 3, donde la mortalidad es menor, cosa que podría explicarse
con diferentes hechos, como que en nuestro trabajo no tuvimos en cuenta la
localización o tamaño del trombo, la presencia de comorbilidades en cada cuartil,
el tiempo de evolución de la enfermedad, etc., factores a considerar de cara a
próximos estudios.
4. 10. Mediante la curva ROC, determinamos el punto de máxima sensibilidad y
especificidad de la prueba pronóstica: cantidad de DD que se asocia a mayor
mortalidad. Tomando un área bajo la curva de 0.55 (asociación no
estadísticamente significativa: lo que quiere decir, que una mayor cantidad de DD
no se asoció a una mayor mortalidad en nuestro grupo de pacientes).
En la siguiente gráfica explicamos el valor predictivo positivo y negativo del DD
por cuartiles. Para el cuartil 1 (<1500, que incluiría valor normal de DD),
esperaríamos encontrar una supervivencia del 100%, es decir VPN del 100%, y
sólo tenemos un VPN del 93.6%, lo que quiere decir, que de cada 100 pacientes
con DD <1500, sobreviven 93. Si nos fijamos en los que tienen mayor cantidad de
DD (>5000), esperaríamos encontrar una mortalidad del 100%, es decir VPP del
100%, y tenemos un VPP del 11%, es decir, que de cada 100 pacientes con DD
>5000 sólo predecimos 11 de muertes.
11. Para terminar, a modo de conclusión, repetimos que según este estudio,
niveles elevados de Dímero D no se relacionan con mayor mortalidad global en
nuestros pacientes hospitalizados con embolia pulmonar, por lo tanto, los niveles
de Dímero D no nos ayudan a estratificar el pronóstico en nuestros pacientes con
embolia pulmonar.
Así pues, y sobre todo como apreciación a nivel personal, lo que me ha permitido
aprender este trabajo es que la utilidad del Dímero D sigue residiendo en su
determinación en el paciente con baja probabilidad clínica, dado que su alto valor
predictivo negativo nos permite excluir la embolia pulmonar en este grupo de
pacientes y, para determinar el pronóstico en pacientes con EP, debemos
considerar otras pruebas complementarias.
Gracias.