11. 21/11/2015 n51rev1
http://www.cocmed.sld.cu/no51/n51rev1.htm 11/13
Todos los medicamentos y líquidos que se infunden por vena periférica pueden administrarse por vía
intraósea, recomendándose que las soluciones hipertónicas sean diluidas previamente (1) (2) (3) (4) (6)
(7) (10) (11) (12) (14) (15). Como ejemplos de medicamentos usados se citan:
Adrenalina Dopamina Nitropulsiato
Ampicillin Efedrina Noradrenalina
Antitoxina Fenitoina Pancuronio
Atracorio Fenobarbital Penicilina
Atropina Fentanil Plasma
Bicarbonato de sodio Furosemida Propanolol
Cefotaxima Gentamicina Ringer
Ceftriaxona Globulos Ringer Lactato
Cloranfenicol Gluconato de calcio Sangre Total
Cloruro de calcio Heparina Seroalbúmina
Dexametazona Insulina Solución salina
Dextranos Isoprenalina Solución salina
Dextrosa Lidocaina Succinilcolina
Diazepan Lorazepan Tiopental
Diazóxido Manitol Tobramicina
Digoxina Morfina Vancomicina
Dobutamina Nalorfina Vencuronio
Esta vía puede emplearse indistintamente para la infusión continua o para bolos (1) (7), aunque en este
ultimo caso el pico máximo es menor que el conseguido por vía endovenosa, si bien los niveles son
similares a los pocos minutos y se prolongan algo más, las diferencias son mínimas. Por lo que se
aconseja emplear las mismas dosis que para la vía endovenosa (1) (2) (3) (6) (8).
Con algunos medicamentos administrados por esta vía en la misma dosis que para la vía endovenosa,
sólo se logran niveles subterapéuticos entre estos se citan: Cloranfenicol, vancomicina, tobramicina y
ceftriaxona, en el caso de este ultimo específicamente, se recomiendan dosis mayores (14).
VELOCIDAD DE INFUSIÓN.
La vía intraósea permite una velocidad de infusión menor que la endovenosa. Por esta razón, cuando se
necesita infundir con rapidez y máxime si son sustancias de alta viscosidad como los coloides se debe
usar bomba de infusión, en su defecto, puede usarse una llave de tres pasos y realizar la infusión con
jeringuilla o colocar a una mayor altura el frasco o bolsa de venoclísis
Debemos destacar que para estas situaciones existen en el mercado internacional bolsas de soluciones
cristaloides y coloides que contienen un manguito para insuflar aire, generando una presión en su interior
que aumenta la velocidad de goteo. (1) (2) (7) (12) (14).
TIEMPO DE MANTENIMIENTO:
Esta es una técnica para un tiempo limitado, de 24 horas como máximo (2), aunque algunos
12. 21/11/2015 n51rev1
http://www.cocmed.sld.cu/no51/n51rev1.htm 12/13
recomiendan que no permanezca más de 12 horas la aguja en el mismo sitio (1) (7) (12) (14) (15). Los
autores raras veces hemos mantenido una aguja intraósea más de 12 horas y siempre intentamos una vía
venosa de buen calibre en cuanto es posible.
COMPLICACIONES MÁS FRECUENTES:
En general las complicaciones son raras (1) (2) (3) (4) (6) (7) (8) (9) (12) (13) (14) (15) (16) (17). La
más frecuentes son:
1. Extravasación de líquidos. Generalmente esta complicación es el resultado de:
Penetración incompleta de la corteza ósea con la aguja.
Perforación de la corteza posterior.
Punción cercana a una fractura.
Múltiples intentos de inserción.
Extravasación a través del agujero para los vasos nutricios.
El riesgo se incrementa con la infusión prolongada o a presión, y la posibilidad de necrosis
es mayor con la infusión de catecolaminas.
La extravasación puede ceder espontáneamente al retirar la aguja, aunque en raras ocasiones
puede llevar al síndrome compartimental que es una muy seria complicación a tener en
cuenta, casi siempre relacionada con infusión prolongada (1) (2) (3) (4) (6) (7) (12) (14)
(15).
2. Infección. La frecuencia de infección es menor que en la canalización de vena
periférica (1) (2) (3) (7), celulitis y abscesos son más frecuentes que la osteomielítis.
El riesgo de infección aumenta cuando se usa esta vía en pacientes bacteriémicos, si se
infunden soluciones hipertónicas y si la aguja se mantiene mucho tiempo en el mismo
sitio (4) (8) (12) (13) (14) (15) (17).
3. Cambios transitorios en sangre periférica. Puede encontrarse disminución de la
celularidad con un incremento en el número de basófilos y polimorfos nucleares, burr
cells, schistocitos y policromatofilía, también pueden aparecer blastos en la periféria
(12).
4. El tromboembolismo pulmonar por grasa o médula ósea es otra potencial
complicación, frecuente en la experimentación animal, y como hallazgo
microscópico postmortem, pero sin importancia clínica al parecer (2) (4) (8) (12)
(15) (16).
5. Las fracturas óseas, por presión excesiva durante el proceder y relacionadas con el
lugar de colocación de la aguja, también han sido descritas, sobre todo antes del
surgimiento de las agujas con reborde helicoidal (16).
Se debe subrayar que la punción intraósea no produce complicaciones en los grandes quemados, a
condición de que la zona elegida sea cuidadosamente limpiada y desinfectada (2) (12) (15).
Las Figuras 1, 7, 7.1 y 7.2 fueron tomadas de la referencia número 14. Las Figuras 2, 3,4 y 5 fueron
tomadas de la referencia número 7. En ambos casos con permiso de los autores.
BIBLIOGRAFÍA
13. 21/11/2015 n51rev1
http://www.cocmed.sld.cu/no51/n51rev1.htm 13/13
BIBLIOGRAFÍA
1. Seidel J, Henderson DP, Browstein D. Intraosseous Infusion Videotape. 1994.
2. Monleón Luque M. Alternativas a la vía intravenosa En: Casado Flores J, Serrano A (eds). Niño
Críticamente Enfermo. Madrid. Díaz de Santos. 1996;221225.
3. Emerman CL. Routes of Drug Administration En: Paradis NA, Halpering HR (eds). Cardiac
Arrest. Baltimore. Williams & Wilkins. 1996;10111032.
4. Kruse JA, Vyskocil JJ, Haupt MT. Intraosseous infusions: A flexible option for the adult or child
with delayed, diffiìcult, or impossible conventional vascular access. Crit Care Med.
1994;22(5):728729.
5. Rosetty VA, Thompson BM, Miller J, et al. Intraosseous infusion: An alternative route of pediatric
intravascular access. Ann Emerg Med. 1985;14:885888.
6. American Heart Association. Reanimación de lactantes y niños. Manual de Reanimación
Cardiopulmonar Avanzada: Versión española de la segunda edición en inglés. Barcelona. Grafos.
1996;243256.
7. National Emergency Medical Services for children Resources Alliance. Intraosseous Line
Placement and Infusion. Manual. 1995.
8. Emergency Cardiac Care Committee and Subcommittees, American Heart Association. Guidelines
for Cardiopulmonar Resuscitation and Emergency Cardiac Care. Pediatric Advanced Life Support.
JAMA. 1992;268(16)22622275.
9. A Statement by Paediatric Life Support. Working Party of the European Resuscitation Council.
Guidelines for Paediatric Life Support. Resuscitation. 1994;27:91105.
10. Grupo español de RCP pediátrica. Soporte Vital en Pediatría En: Ruano M, Perales N (eds).
Manual de Soporte Vital Avanzado. Barcelona.Masson. 1996;111134.
11. Calvo C, Delgado MA, García L, LopezHerce J, Loscertales M, Rodriguez A, Tormo C. Normas
de reanimación cardiopulmonar básica y avanzada en pediatría (2ª parte). Ann Esp Ped. 1995;
43:323334.
12. Mc Donald MJ, Wiebe RA. Intraosseous Infusions En: Levin DL, Morris FC (eds) Essentials of
pediatric intensive care.New York. Churchill – Livingstone. 1997;124953.
13. Goetting MG. Progress in Pediatric Cardiopulmonary Resuscitation. Emerg Med Clin North Am.
1995;13(2)291315.
14. Fiser DH. Intraosseous infusion En Dieckman RA, Fiser DH, Selbst SM (eds) Illustrated textbook
of pediatric emergengy & critical care procedures. St Louis. Mosby. 1997; 220224.
15. Strauss RH.. Pediatric vascular access En: Fuhrman BP, Zimmerman JJ (eds) Pediatric Critical
Care. St Louis. Mosby. 1998; 12639.
16. Melker RJ, Miller G, Gearen P, Molliter L. Complications of Intraosseous infusion. Ann Emerg
Med. 1990;19(6):186187.
17. Valdés MM. Intraosseous fluid Administration in emergencies. Lancet. 1977;11:12351236.
Dr. Miguel Antonio Álvarez Peña. Servicio de Terapia Intensiva. Hospital Pediátrico "Octavio de la
Concepción" . Avenida de los Libertadores 80400. Holguín, Cuba. Teléfono: 424455.
E_mail: miguel@pedia.hlg.sld.cu
Indice Anterior Siguiente