1. "DESEO DEL ANALISTA": DECIR DE - SER ANALISTA
Trabajo presentado en el Congreso Lacan americano realizado en Argentina en 1995 por
la Lic. Cristina Nahabedian
"Un vuelo de decir sería que así como sin asociación libre no hay interpretación, sin
escritura no hay posibilidad de transmisión. La transmisión del psicoanálisis es un acto
inherente a la propia producción del inconsciente."
(Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero)
Demanda del analizante, deseo del analista, deseo como analista puesto en el psicoanálisis,
Cártel, Escuela Freudiana. Significantes éstos, que marcan el comienzo de mi escrito que
intentan ser la transmisión de una experiencia.
Dos años ya han transcurrido desde que el deseo surgido en el sueño de una paciente y luego
la interrupción de su análisis me movieron a la convocatoria de un cártel. Sueño en el cual una
cuenta se terminaba, cuenta que quedaba saldada, en 0, respecto a su madre, y una nueva
cuenta se abría, respecto a su padre, constituyéndose una deuda impagable. Deuda puesta
a trabajar durante un año, deuda simbólica con el padre y deuda real con su analista. Momento
de interrupción:" borrón y cuenta nueva" fueron los significantes que marcaron la terminación
de su análisis. Origen que dice de la constitución del cártel "A cuenta del Padre".
Es en este punto donde me pregunto de la relación entre los significantes del sujeto que habla
y aquellos que despiertan en su analista. Me refiero a los significantes de la teoría. Pienso que
en este sentido lo que dice el paciente no deja de mirarse en el espejo de la comunidad
analítica, porque es a ese espejo donde intencionalmente o no , lo lleva junto a sí el
psicoanalista.
Tal vez, es aquí donde la castración del sí mismo se vuelva decisiva, en tanto que esos
significantes teóricos por donde saca a pasear los significantes del paciente no son mas
que para sostener una escucha que de otro modo no podría ser.
Vacío dejado por un paciente, resto que cae del lado del analista, vacío que en mí suscita una
serie de interrogantes que intentan ser un bordeamiento simbólico, para que en ese lugar, en
ese vacío, pueda surgir otro decir, otra experiencia, distinta a "borrón y cuenta nueva".
Interrogantes por el fundamento ético de una praxis, la psicoanalítica.
Vacío que propicia la producción y la creación:
• Convocatoria a un primer cártel.
• Convocatoria a un segundo cártel.
• Propuesta de la creación de un espacio nuevo a trabajar: "La clínica de los cárteles".
• Por último, este escrito que intenta abrir cuestiones, interrogantes que siguen unos a otros,
produciendo una cadenas de significantes, para poder decir algo sobre:
* el trabajo
* el lugar
* la transferencia
* el deseo
* la resistencia
* el vacío
* la producción
* la creación
en un analista.
Le corresponde a éste un papel importante en la producción de la verdad; si la resistenciaestá
de su lado, deberá sostenerse en una constante interrogación. No puede dejar de preguntarse
frente a lo que siempre le sorprende, la transferencia. Ahí donde la transferencia es la puesta
en acto de la realidad del inconsciente, produce en mi un detenimiento, detenimiento necesario
para que surja un nuevo significante: el fin del análisis. Fin de análisis desde dos
lugares, desde el lugar del analizante, y desde el lugar del analista.
2. ¿ De qué orden es la relación entre estos dos lugares? y ¿ qué diferencia marca, si es que la
hay, un análisis conducido por un analista que ha finalizado su análisis y otro en que el analista
lo está atravesando?
Freud, en "Análisis terminable e interminable" dice.... "Con frecuencia tenemos la impresión
de que con el deseo de un pene y la protesta masculina hemos penetrado a través de todos los
estratos psicológicos y hemos llegado a la roca viva, y que por tanto nuestras actividades han
llegado a su fin. Esto es probablemente verdad, puesto que para el campo psíquico el territorio
biológico desempeña en realidad la parte de la roca viva subyacente".
Recuerdo aquí los dos mitos que Freud produjo, los cuales, cada uno a su manera, sostuvo al
padre o lo que es lo mismo, la realidad psíquica.
En el mito edípico, que Lacan denominó el sueño de Freud, el asesinato del padre es la
condición del goce de la madre, el padre representante de la ley, es el único obstáculo para el
acceso al goce absoluto.
En el mito de Toten y Tabú, el goce es primero y lo encarna el padre de la horda primitiva, que
posee a todas las mujeres, siendo el único que goza de ellas. Con su asesinato nace la ley que
prohibió la satisfacción suprema, regulando las alianzas. Este asesinato no da acceso al goce,
sino que refuerza la prohibición e instaura la ley por obediencia retrospectiva. Así, a través de
la cultura por el acto, se instaura la obediencia por amor al padre. Es la mejor manera de
mantenerlo vivo por amor.
Lacan, en los últimos años de su enseñanza, analiza el deseo de Freud , ese de salvar al
padre, dejándolo intocado e irreductible en el goce. Así podemos leer en el seminario "Le
Sinthome".
" La hipótesis del inconsciente es algo que solo se puede sostener de suponer el nombre del
padre.
Suponer el nombre del padre, en verdad, es Dios. En ésto el psicoanálisis, de triunfar, prueba
que del nombre del padre también se puede prescindir. También se puede prescindir pero con
la condición de servirse de él".
Y más adelante dice: "Conocer su sinthome quiere decir saber hacer con, saber
desembrollarlo, manipularlo... saber hacer allí con su síntoma , ese es el fin del análisis".
Sabemos que el sinthome es lo que responde a lo irreductible en la estructura, lo que
está más allá del análisis, lo que es también resto o marca de lo que del padre en tanto real
queda en la estructuración del sujeto.
Fin del análisis, lo que Freud llamó "Roca viva de la castración".
Fin del análisis cuando Lacan habló de ir más allá del padre, de prescindir del nombre- del-
padre después de haberse servido de él, marcando como límite lo irreductible de la
estructura, el sinthome.
Límite del análisis en Freud, límite del análisis en Lacan.
Desde el lugar del analista:
La primera cuestión que me surge pensando desde este lugar es: ¿qué hace que una persona
elija ¿elija? ofrecerse a ocupar el lugar de sujeto supuesto a saber SsS, semblante de objeto a
o lugar de deseo, de desecho, dejandose caer como resto, soportando el vacío, el real , que
esto conlleva?
Me pregunto por aquello ¿que hace de un sujeto un analista? Y sobre el deseo de ser
analista.
"Deseo de ser analista", donde aparece el verbo ser y función: "deseo del analista", donde se
juega la destitución de su ser.
¿ Puede articularse el concepto de ser, con el concepto de analista?
Podría pensarse que el " deseo de ser analista " tiene que ver con la demanda de formación
dirigida a Otro en el que se busca Otro. Demanda dirigida a un analista al que se le supone
saber, al que se le supone ser.
En el Seminario II, Lacan nos dice: " El psicoanalista debe formarse, modelarse en un dominio
diferente de aquel en que se sedimenta, en que se deposita el saber que poco a poco se va
formando en su experiencia...".
Relación entre el ser y el saber y el hacer.
Pregunta por el saber que no debe ser formulada como ¿quién sabe? sino ¿que sabe? porque
el que sabe es el Otro. El otro que no es ningún ser, es un lugar, es el lenguaje, es el
inconsciente. Pero, y el Otro ¿sabe?, no todo, ¿que es lo que sabe? sabe hacer con la lengua.
3. Se habla sin saber y se dice más de lo que se sabe. "Los efectos de la lengua, como saber, ver
mucho más allá de todo lo que el ser que habla es capaz de enunciar"(Seminario: "AUN".)
Función: "deseo del analista":
Al plantear esta cuestión, otra, la tocante a la contratransferencia, aparece necesaria en su
diferenciación.
La contratransferencia nos remite al narcisismo de cada analista, ya sea a sus efectos
cariñosos y hostiles, relación especular con su paciente, o a sus deseos de curar, de teorizar,
de investigar.
Todo ésto que no se confunde con lo que es la función: deseo del analista. Preguntarse ésto
implica preguntarse por el psicoanálisis, pero no por su técnica sino exactamente por su
función, que va mas allá de la técnica y también más allá de lo fenomenológico.
En el proceso analítico, el analista ocupa para el analizante el lugar de SsS, que es el pivote de
toda experiencia analítica.
El paciente le supone al analista todo el saber que le concierne, estableciéndose un lugar para
la transferencia. El analista cree en el inconsciente, desea saber el deseo del analizante, de ahí
la invitación al paciente que diga todo lo que se le ocurre. Pasaje del sin sentido a la
significación en una fluctuación que va desde el lugar del ideal, al lugar deobjeto a.
Podemos decir entonces que decir del analista en su función específica, tiene que ver
con la destitución de ese SsS.
Este deseo ( deseo del analista en tanto su función) implica no en identificarse al otro, no en
ser modelo, educador, ideal, como decía Freud, sin en lograr que aflore el deseo del
paciente, desnudando la alineación del deseo en la demanda.
Lacan, en el Seminario XI, dice: "...aislar el objeto a y colocarlo a la mayor distancia posible del
objeto ideal que el analista se ve llamando a encarnar".
¿Como se arregla el analista en su función para garantizar la experiencia analítica,
interviniendo en tanto que otro, lugar del inconsciente?. Debería haber algo en el
psicoanalista, "algo capaz de hacer el muerto en ese pequeño otro que hay en el",ese
pequeño otro es el yo, el lugar de las identificaciones.
Es en este punto donde se produce el acto analítico.
Deseo de ser analista donde aparece el verbo ser, función: deseo del analista, donde se
juega la destitución de su ser.
Pienso entonces que el analista es, pero es en su acto, y es allí precisamente, por no
ser, o desde lo que no es, desde su falla en ser; desde lo dice sin saber , desde la
interpretación surgida en transferencia, desde el otro que lo habita, desde su dejarse hablar,
allí donde la transferencia, desde el otro que lo habita, desde su dejar se hablar, allí donde la
transferencia es la puesta en acto de la realidad del inconsciente.
El acto es entonces acto de la expulsión, expulsión del analista, fin del análisis, liquidación de
la transferencia, entendida como liquidación de ese cuerpo que hizo resistencia, ese cuerpo
que el analista puso como pantalla y que hizo posible lainterpretación.
Podemos decir entonces, que la transferencia implica dos dimensiones. El analista fue
llamado a sostener el punto ideal, dimensión dual, imaginario; y fue llamado como analista,
es decir, fue llamado a desaparecer en la dimensión simbólica. Es que desear el deseo no
puede conseguirse, al menos en la práctica del psicoanálisis, desconectado de un recorrido por
los objetos imaginarios que ese deseo anida y deja caer en su recorrido; de ahí las dos
dimensiones.
Sabemos que la necesidad surge del deseo, podríamos pensar también que el deseo del
analista surge la necesidad de poner a trabajar su propio trabajo.
De no ser así, la función deseo del analista ¿ se tornaría imposible?.
Momento en mi, en que otras significante hace cadena.
Pere- versión, versión del analista, real del goce del analista, exceso de goce, que muchas
veces se pone en juego en su practica a pesar del acotamiento que su deseo como analista
constituye.
Goce indefectible del que habla Lacan cuando se refiere a la función del nombre del padre.
"Engendramiento de un posible entre un padre y un hijo que remite a un no saber del goce de
éste, castración cuyo agente es el padre real, que también es el padre de lo real , de lo
imposible.
¿Y qué de ésto en el analista?
4. ¿Se podría estar tan seguro que no hay goce ahí como a la manera de la pere-versión,
dónde el deseo debiera surgir?
La frese de los comienzos de la enseñanza de Lacan adquiere relevancia en este punto:"La
rersistencia es la resistencia del analista"
"Prescindir del nombre del padre después de haberse servido de él". ¿ Se trata de una vez
para siempre o se tratará de servirse una y otra vez, presciendiéndose otras tantas veces?
Nuevamente análisis terminable e interminable, fin del análisis.
Angustia y muerte. Muerte, vacío sin significante. Dice Freud: "A la muerte de mi padre
quedé totalmente desamparado"
¿Qué relación hay entre la muerte del padre real y la muerte del padre imaginario?.
Podemos decir que una vez muerto el padre imaginario, instaurada la función del nombre del
padre y reconocida la deuda simbólica, la muerte real, material del padre no será tan
desestructurante para el sujeto, en la medida que una marca ya había sido producida y el lugar
del padre simbólico ya había sido constituido por el sujeto. A esta marca significante se
agregará otra de otro orden, una herida dolorosa imposible de significar- Una falta en lo real.
Esta experiencia de encuentro con lo real, con el a, es totalmente angustiante para el sujeto, y
quizá cabría la comparación con aquella que debe atravesar un analizante para llegar al fin del
análisis.
Por último solo nombro un significante que me surge al finalizar mi escrito, pase.
Comencé mi trabajo con el significante cártel, lo finalizo con el significante Pase.
Cártel y Pase, dos dispositivos que marcan diferencias entre una Escuela Freudiana y otras
instituciones, significantes que marcan a una Escuela Freudiana.
Pienso el cártel como lugar de "transferencia de trabajo", que debería poder informar sobre el
punto de la transmisión del saber ananlítico y de la formación de los analistas, tal como lo
teorizó Lacan:
órgano de base de trabajo de una escuela de psicoanálisis.
Pase, dejo un interrogante personal y otro que tiene que ver con la dificultad de poner en
marcha este dispositivo que permitiría teorizar sobre el fin de análisis. Menciono aquí un
párrafo del artículo: "La angustia del científico: una cuestión de ética", perteneciente a Luis
Erneta:
".... humanizar la ciencia supone como premisa hacerse cargo del sujeto que está en
juego y éste no es sin la condición que Freud develara para nosotros. Es en la intersección del
vacío del sujeto y los objetos que la ciencia produce para llenarlo que el psicoanálisis
encuentra el horizonte de su ética.
El psicoanálisis puede verificar la forma en que el sujeto vive la pulsión en nuestra época y el
dispositivo del pase, inventado por Jacques Lacan, fundamento de una Escuela orientada por
su enseñanza, es la apuesta para obtener que el psicoanálisis tome su lugar en relación a la
ciencia. Esto exige a su vez que el psicoanalista pueda desprenderse de la ilusión de una
ciencia que pretende reducir al sujeto a la univesalización en nombre de una justicia distributiva
de los bienes que deja fuera de su mira la singularidad del deseo y el goce de cada uno. Si
el psicoanálisis aspira a tomar un estatuto de cientificidad, es en la medida en que admitiendo
que no hay otro sujeto que el de la ciencia, pretende producir una ciencia reintroduciendo en su
cálculo al sujeto. El sujeto del inconsciente es para- todos, pero los hechos del deseo y
las respuestas del goce no pueden tratase mediante la computadora universal. Es una forma
de entender por qué Freud decía que cada caso es un caso nuevo y que el saber acumulado a
partir de otros podía operar como obstáculo al surgimiento de la verdad singular e irrepetible de
cada uno"