TRIPTICO ELABORADO POR EL CLUB DE LIDERES EN HOMENAJE AL HEROE CIVIL NACIONAL FERNANDO TERRONES, QUIEN FUERA FUSILADO POR LOS CHILENOS EN JUNIO DE 1882, POR DEFENDER LA DIGNIDAD Y HONOR DE LA MUJER SANJOSEFANA Y PERUANA
1. Frente a estos hechos, el ejército chilenos al mando
del sagaz y drástico Jefe Provincial Arellano, basándose en
la drástica y nefasta “Ley Marcial”; ordenó, la captura de los
principales sospechosos, logrando detener alrededor de 25
sanjosefanos, entre los que se encontraba el viril y valiente
ciudadano don Pedro Ríos Yépez, que era patrón y muy
amigo de Fernando Terrones.
También en forma implacable se dio la orden que
“…El pueblo de San José fuera quemado y que el
sargento Álvarez, con la tropa procediera a hacer las
investigaciones del caso, a fin de hallar al culpable o
culpables del criminal suceso”.
Esta orden, se cumplió ante la impotencia de los
sanjosefanos; la iglesia, las casas y propiedades fueron
consumidas por las llamas; mientras que los niños mujeres y
ancianos huían para salvarse de la venganza de los chilenos,
quienes se apoderaban del más valioso (joyas, dinero, etc.).
Ante el incendio de San José, la captura de campesinos e
incluso señores y hacendados de esta jurisdicción; quienes
después de juicios fueron sentenciados a morir fusilados.
Fernando que se encontraba escondido en los cañaverales
de Cultambo y sabiendo que su patrón don Pedro Ríos
Yépez y su hijo se encontraban entre los prisioneros y
también amigos suyos inocentes de toda culpa, con alma
espartana, se presentó ante la jefatura Provincial,
entregándose a los chilenos y confesando la verdad de los
hechos.
En alto mando enemigo, sorprendido todavía por la
valentía de este hombre; inmediatamente ordenó su
fusilamiento y la libertad de los presos.
La sentencia se
cumplió un aciago 25 de
Junio de 1882, Terrones
prefirió; al igual que
Bolognesi y Grau, morir
con la frente en alto antes
que vendado; entregando
su sangre y su vida como
vivo ejemplo de su
innegable valor y dignidad
nacional.
Al cumplirse el primer centenario de su muerte (1982),
el entonces Senador de la República Eduardo Yashimura
Montenegro con apoyo del Comité del I Centenario dirigido
por el notable sanjosefano Luis Paz Núñez, elaboró el
proyecto de Ley.
Este proyecto legislativo fue aprobado en las Cámaras
de Diputados y de Senadores y el Presidente de la República
Fernando Belaunde Terry, promulgó la Ley Nº 23457,
reconociendo y declarando a Fernando Terrones “Héroe
Nacional Civil” y a San José, pueblo heroico.
El profesor de la I.E. “San José” Daniel Dionicio
Gonzáles, especialista en Historia, el año 2004 publicó el
libro “FERNANDO TERRONES, SANJOSEFANO
HEROICO”, en cuyas páginas explica la verdadera historia
de este gran sanjosefano, también afirma que en cada
homenaje a Fernando Terrones, se debe hacer votos para
que su sagrada memoria y la lección de su sacrificio vivan
siempre en la conciencia y el corazón de la niñez y juventud
Pacasmayina, liberteña y peruana. Porque “LA MEJOR
GLORIA DEL PERSONAJE HISTORICO RESIDE
PRECISAMENTE QUE LAS NUEVAS GENERACIONES
CONTINUEN SU OBRA”.
Alegoría de Fernando
Terrones elaborado por el
Comité I Centenario (1982)
CLUB DE LIDERES “FERNANDO TERRONES”
PRESIDENTE : Magdalena Anilú Pasapera Ortiz
SECRETARIA : Lesly Yanela Ramos Quisquiche
TESORERA : Ahsly Nicole Rojas Vargas
VOCALES : Anhtony Chingay Leiva
Gian Marco Cabrera Moreno
Maricielo Vargas Rojas
Wilson Carrera Merlo
DIRECTOR
Lic. Franklin Reyna Baltodano
ASESOR
Dr. Daniel Jhony Dionicio Gonzáles
APOYO
Prof. Elena Guzmán Ríos
“A este hombre cuyas dimensiones personales no
podrán ser alcanzadas fácilmente, rendimos nuestro
entrañable homenaje, invocando a quienes conducen
los destinos de San José y del país, que dejen de
postergarlo fuera de las lindes cívico- patrióticas y le
tributen el verdadero homenaje que se merece.”
(Dr. Daniel J. Dionicio Gonzales,
Asesor del Club de Líderes)
2. ACCION HEROICA DEL HEROE SANJOSEFANO
FERNANDO TERRONES
Es para la I.E. “San José” y en especial para el Club
de Historia y Turismo “Juan José Vega” de gran emoción y
jubilo patriótico, el tener que rendir un justo homenaje al
noble pero enérgico campesino sanjosefano Fernando
Terrones, actualmente Héroe Nacional Civil.
Al empezar esta síntesis histórica, queremos evocar
las palabras del gran historiador peruano Raúl Porras
Barrenechea, quien afirmaba “LA HISTORIA ES LA
FRAGUA ARDIENTE EN QUE SE TIEMPLA EL ALMA DE
LOS PUEBLOS, CON EL EJEMPLO DE SACRIFICIO Y
VALOR DE SUS HEROES”. Palabras que encajan muy bien,
cuándo se trata de analizar, interpretar y reflexionar, sobre el
papel cumplido por el pueblo Sanjosefano y Fernando
Terrones, durante la funesta ocupación chilena allá por el
año de 1882.
Como sabemos, la Guerra con Chile, fue para nuestro
país y en especial para el norte peruano, un acontecimiento
histórico de trágicas consecuencias, pero también de gran
heroísmo y valor de una grupo de peruanos en su mayoría
nacidos del pueblo, tal como lo fue Fernando Terrones.
Declarada la guerra al Perú, por parte de Chile el 5 de
abril de 1879, nuestro país tuvo que enfrentar valientemente la
invasión enemiga, no obstante de saber que sus fuerzas
armadas estaban mal equipadas y regularmente instruidas en
estratégicas y tácticas militares. Después de la Capaña Naval
con la derrota de Miguel Grau y el “Huáscar” y la posterior toma
de Pisagua, San Francisco, El Alto de la Alianza y Arica, los
chilenos se quedaron prácticamente dueños del territorio
peruano.
Desde Tarapacá, el Capitán de
Navío Patricio Linch, en calidad de jefe
político y militar de esta provincia
peruana en poder del enemigo;
propuso al gobierno chileno al mando
de Aníbal Pinto, se le confiara una
misión de franca represión y
sometimiento de los puertos y pueblos
norteños del Perú, que según su
opinión no había sentido todavía los
estragos y efectos de la guerra que
venían ganando.
Además fundamentaban su pedido, en la riqueza y botín que
podía obtener en dichas incursiones.
La finalidad de ésta expedición era tomar posesión
y recabar dinero para el fisco chileno. Según la diversidad
de documentos y las investigaciones históricas, la “triste
célebre expedición Linch”, llego a la provincia de
Pacasmayo, entre el 5 y 13 de octubre de 1880.
Desde su llegada, la expedición demostró ser una
“empresa de robo, hurto, violaciones, asesinatos e
injusticias”; con las indefensas poblaciones norteñas. Por
estas características, la “Expedición Linch” se convirtió en
el terror del norte peruano, ya que fue arrasado con todo lo
que encontraba a su paso: ataque a puertos, asalto a la
propiedad pública y privada, destrucciones de muelles,
ferrocarriles y aduanas, fuertes “cupos” de guerra, incendio
de pueblos y asesinatos a los pobladores que reclamaban
y defendían sus derechos. Por ello, Patricio Linch, es
llamado por los historiadores el “Pirata Rojo” o más
propiamente dicho “EL ATILA DE LA COSTA
PERUANA”.
En estos días nefastos para el Perú, los hijos de la
provincia de Pacasmayo tuvieron una notable participación
de resistencia y lucha contra los invasores, derramando
su sangre y ofreciendo sus fortunas para el pago de
“Cupos” (pagos de dinero obligatorio) a fin de que no se
destruyan los pueblos y sus propiedades. Destacan el
valor y abnegación de sanjosefanos y guadalupanos
Precisamente, en el distrito de San José, se escribió
una de las páginas más significativas de la civilidad. Nos
referimos a la “ACCIÓN HERÓICA DEL CAMPESINO
FERNANDO TERRONES” que defendiera la dignidad y
honor de la mujer Sanjosefana en particular y de la mujer
peruana en general en 1882.
Para comprender la figura histórica y la acción que
realizó es necesario precisar las siguientes
interrogantes de juicio : ¿QUIÉN FUE FERNANDO
TERRONES ? ¿QUÉ HECHOS SUCEDIERON EN SAN
JOSÉ EN JUNIO DE 1882 ¿CUÁLES FUERON LAS
CONSECUENCIAS DE ESTOS HECHOS
HISTÓRICOS?
Al responder estas interrogantes, debemos expresar
que la bibliografía y documentación sobre este hecho
histórico son escasos; pero como obligación moral y
patriótica las hemos analizado e interpretado crítica y
reflexivamente; así mismo se ha recogido información oral
de los vecinos más antiguos de éste noble y valiente
pueblo.
Por ello, concluimos que hace aproximadamente 128 años,
las tropas invasoras chilenas dejadas por el vandálico Patricio
Linch; que en una proporción importante, eran delincuentes que
habían cambiado su libertad por la guerra; tenían como centro
de operaciones la ciudad de San Pedro de Lloc.
Desde la Capital provincial
salían compañías y pelotones a
cumplir misiones militares pero
también a cometer sus fechorías.
El hecho histórico fue que en
una triste tarde del mes de Junio
de 1882, cuatro soldados chilenos
amparados por la “ley Marcial”
impuesta por sus superiores y que
se encontraban pastando su
caballería; llegaron a una de las
casas del pueblo campesino de
San José.
Después de una fingida amistad, hipócrita y vil, decidieron
mancillar el honor a dos mujeres (madre e hija); quienes se
encontraba solas en su humilde casa, ellas al no poder
defenderse, lanzaron gritos desgarradores de auxilio.
Estos gritos fueron escuchados por los campesinos entre
los cuales se encontraba Fernando que a esa hora se
encontraban labrando la tierra.
De inmediato acudieron en ayuda de estas mujeres sin
ningún temor; la escena que hallaron en la humilde casa, fue la
indignación y de heridas profundas, pues se trataba de la madre
y hermana (Luisa Terrones) de Fernando quien después de
increpar a los cobardes chilenos se prestó a dar combate tan
solo con un machete en la mano derecha y un poncho de lana
envuelto en la otra mano; frente a los groseros y ventajosos
soldados chilenos, bien armados y protegidos con bayonetas,
sables y botas militares.
Los chilenos ante la presencia del valiente campesino
respondieron con palabras de grueso calibre al impetuoso
sanjosefano. La lucha no fue de bravos sino de fieras.
Fernando Terrones no bajaba la guardia y al contrario atacaba
tenazmente; logrando progresivamente aniquilar a 3 de ellos y
dejando gravemente herido al cuarto, quien al verse perdido,
huyo despavoridamente, llegando moribundo a su cuartel y
después de informar a sus superiores de manera deformada y
exagerada; los hechos acaecidos en San José, murió
desangrado.
Pedro Ríos Yepez, líder de la
resistencia antichilena en el
pueblo de San José
Tropas chilenas miembros
de la “Expedición de
Patricio Linch”