1. Alguna vez nos hemos preguntado o quizás hemos analizado si las teorías
económicas siempre se relacionan con la práctica económica, aunque no siempre
de una manera directa.
Cada vez existen estudios de las relaciones entre las condiciones de vida y la
producción teórica del ser humano, quizás ese fue el motor por el cual
decidí estudiar economía con la finalidad de poder entender como nos
relacionamos en este mundo.
Empecemos desde el inicio:
En el principio toda la actividad económica como la agricultura, la
ganadería y la pesca eran parte de la economía. No existía el dinero y todos
los intercambios económicos se hacían mediante trueques. Si bien lo
recuerdo de manera anecdótica en alguna clase me dieron el momento clave
del inicio de la Economía:
Génesis 3:19: "Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la
misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres y al polvo volverás"
Nuestro primeros padres Adan y Eva vivían felices en el paraíso sin
ninguna "necesidad" pues todo lo tenían a su alcance. Sin embargo tras el
fatídico pecado de soberbia. Dios los expulsa del paraíso, dando así el
origen de la economía. Quizás para muchos les parecerá absurdo pero todo
tiene sentido siendo críticos.
Con las culturas del medio oriente como la griega y la
romana, constituyeron la base de la economía. La principal riqueza
provenía del "trabajo" de los esclavos en la agricultura. No olvidemos que
para los griegos la guerra también se consideraba, una fuente de riqueza,
por la mano de obra barata que se obtenía tras las conquistas.
Tras la caída del imperio romano se produjo una gran cambio en la
actividad económica. El concepto de imperio protector con fronteras bien
definidas se vino abajo y los campesinos, principales generadores de
riqueza, se mudaron al castillo más cercano para protegerse de las hordas de
invasores y saqueadores, dando así al origen del Señor Feudal. Aquí demos
una repasada de nuestras clases de historia en el colegio en donde nos
enseñaron que el Señor feudal protegía a un número de vasallos que
trabajaban las tierras a cambio de la protección que les otorgaba, ellos les
entregaban una cantidad anual de su cosecha al señor y a la iglesia. Esto era
2. lo que se conocía como diezmo, por equivaler a la décima parte de la
cosecha.
Conforme los tiempos avanzaron las ciudades comenzaron a crecer fuera de
las murallas, y comenzó la difusión de la moneda, la letra de cambio y los
pagarés. Con ello, el ser rico no estaba mal visto ya que si el trabajo
dignifica, la riqueza, como producto del trabajo, era igualmente
digna. Bueno hasta ahí, ya la economía había sufrido cambios bastantes
circunstanciales que se fueron adaptando al tiempo y estilo de vida de los
hombres, conforme a las necesidades aparecían puesto que estas siempre
existieron.
Las fábricas, sindicatos, producción en cadenas, partes intercambiables,
dando origen al capitalismo, la riqueza dejó de ser un medio para acercarse
a Dios y se convirtió en un fin en sí mismo. Enriquecerse era la meta los
más listos era los que se enriquecían. El capitalismo se basó, en sus inicios,
en la falsa creencia de que las materias primas eran ilimitadas. La falsedad
de esta premisa se puso de manifiesto con la crisis del petróleo de 1973.
Esto lleva a que la Economía se ocupe del estudio sistemático de las
actitudes del hombre orientadas a administrar los recursos que son escasos.
Hoy en día se imparte en las aulas dicho principio y claro lógicamente, las
materias primas parecían ilimitadas cuando la Tierra tenía 100 millones de
habitantes, pero con más de 6.000 millones la cosa cambiaba. Al ritmo que
vamos cada vez somos más con lo cual la consecuencia obvia es la
necesidad de la elección. Entonces el origen de la Economía es el estudio
de como toman las decisiones los hombre y cómo estas
decisiones determinan la asignación de los recursos escasos en una
sociedad.
Durante mi redacción he respetado, los enfoques, estilos, que durante
muchos años se han mantenido, lo que busco es dar una diferente mirada a
un mundo complejo como es la Economía.
Eco. Dany Hoyos Pascual