Los principales factores que contribuyen al estreñimiento en las personas mayores incluyen cambios fisiológicos asociados con la edad, sexo, medicamentos, falta de movilidad, y hábitos alimenticios deficientes en fibra. Se recomienda adoptar una dieta rica en fibra, beber suficientes líquidos, realizar ejercicio regularmente, y establecer una rutina para defecar diariamente para prevenir y aliviar el estreñimiento.
Factores que contribuyen al estreñimiento en adultos mayores
1.
2. Factores que colaboran en el estreñimiento en las personas
mayores Los factores que pueden causar el estreñimiento en
las personas mayores son diversos:
EDAD: Los cambios fisiológicos asociados a una edad avanzada pueden afectar a los
movimientos intestinales que favorecen la defecación. El tránsito intestinal puede hacerse más
lento y los mecanismos que detectan la presencia de heces en el recto y favorecen el reflejo de
la defecación pueden verse limitados.
SEXO: El estreñimiento tiene una prevalencia mayor entre las mujeres, en una relación de 3 a
1. El seguimiento habitual de ciertas dietas pobres en fibra puede colaborar en la presencia de
estreñimiento.
CAMBIOS DE ENTORNO HABITUAL: Algunas personas pueden ver alterados sus hábitos
evacuatorios si se ven obligados a defecar en lugares distintos a aquellos en los que lo hacen
habitualmente como puede ser en el transcurso de viajes o por traslados de domicilio o si el
inodoro no está en condiciones de limpieza adecuadas.
FALTA DE MOVILIDAD: La falta de movilidad contribuye también a la disminución de los
movimientos peristálticos necesarios para la evacuación. La necesidad de depender de la
ayuda de otra persona para acudir al baño o la dificultad para acceder a él pueden generar en
la persona mayor un reflejo de evitar la defecación o tratar de retrasarla, con la consiguiente
acumulación y endurecimiento de las heces en el recto y el colon. El uso de bacinillas en
situaciones de inmovilidad puede favorecer también el estreñimiento, puesto que se generan
olores y ruidos que pueden ser embarazosos para la persona mayor.
3. MEDICACIÓN: Es común que las personas mayores consuman medicamentos, que en determinados
casos pueden favorecer la aparición del estreñimiento por si mismos, como ocurre con los analgésicos de
tipo opioide, o por la combinación de medicamentos diversos. La presencia de estreñimiento crónico
puede conducir a un uso continuado de laxantes para remediarla, y ello puede agravar el problema. El
intestino “se acostumbra” a no trabajar y cada vez resulta más difícil la defecación. El uso de diuréticos,
asimismo, provoca la sequedad y el endurecimiento de las heces en el intestino.
HÁBITOS ALIMENTARIOS: Una alimentación escasa, deficiente en fibra, o la toma de poca cantidad de
líquidos son factores que aumentan las posibilidades de que las personas mayores sufran estreñimiento.
La ingesta frecuente de alimentos con fibra –verdura, fruta, cereales y legumbres– favorece los
movimientos del intestino; una hidratación abundante, por su parte, colabora además en que la
consistencia de las heces sea menos dura.
ALTERACIONES EN LAS FACULTADES COGNITIVAS: La disminución en las facultades cognitivas
puede conducir a que la persona mayor no responda a los reflejos evacuatorios, o que modifique sus
hábitos defecatorios, ignorando la necesidad de evacuar o retrasando el acudir al baño.
PRESENCIA DE PATOLOGÍAS: Las enfermedades anorrectales, como pueden ser las hemorroides o la
fisura anal, pueden generar estreñimiento al reprimir la persona mayor el reflejo defecatorio, puesto que
éste le causa dolor.
ENFERMEDADES NEUROLÓGICAS: como la enfermedad de Parkinson, enfermedades de la médula
espinal, cuadros de ansiedad o depresión, el síndrome del colon irritable, alteraciones metabólicas como
el hipotiroidismo o la presencia de tumores en el colon o el recto pueden explicar la presencia
de estreñimiento.
4.
5. CONSEJOS PARA EVITAR EL ESTREÑIMIENTO
Una vez descartada mediante valoración médica la presencia de signos de alarma que pudieran
ser indicativos de patologías, existen una serie de hábitos que pueden ayudar a evitar o a disminuir
el estreñimiento:
• Adoptar rutinas de ejercicio físico y movilidad.
• Adoptar una dieta rica en fibra, presente en las verduras, la fruta, los cereales y las legumbres.
• Beber líquidos con frecuencia y evitar la deshidratación.
• Evitar el uso sistemático de laxantes. Los supositorios de glicerina tienen un efecto similar y su
uso esporádico no debilita el intestino.
• Obtener una valoración médica sobre el uso de medicamentos que produzcan estreñimiento,
como opiáceos, antihistamínicos, antidepresivos, antiinflamatorios no esteroideos, suplementos
de hierro o carbonato cálcico.
• Favorecer hábitos regulares de defecación, fomentando que la persona mayor vaya al baño
diariamente hacia la misma hora, preferentemente un rato después del desayuno o la comida, y
que permanezca en él un tiempo suficiente aunque al principio no presente ganas de evacuar.
• Favorecer que las personas mayores con problemas de movilidad puedan acudir al baño
cuando lo deseen y que dispongan de la ayuda y la intimidad necesarias.
6.
7. En caso de que
un adulto mayor
sufra de
estreñimiento se
puede considerar:
8.
9. Postura correcta de una persona adulta
mayor y en general para la
defecación correcta
10. Tipos de
heces y como
saber que un
adulto mayor
tiene
estreñimiento
11. CASO CLINICO
Paciente O. CH. M., adulto mayor, de 62 años de edad, de sexo femenino, con antecedente de
hipertensión arterial y osteoporosis, se encuentra en su domicilio del distrito de S. J. L., a quien
hace 5 años le detectaron osteoporosis y hace 3 años padece de diabetes e hipertensión arterial.
Acudió a Emergencia de EsSalud de su distrito, a las 11:00 horas, por motivo de dolor de cabeza,
dolor abdominal, sudoración en la nuca y mareos, con fecha 20/02/2022, con diagnóstico médico
de diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión arterial. Fue dada de alta el 20/02/2022 a las 19:00
horas con indicaciones de tratamiento ambulatorio, orientación y educación para su salud. La
paciente refiere: «tengo dolor en mi cadera», «mi boca de mi estómago me arde y me duele»,
«suda mucho mi cabeza», «no puedo dormir por las noches y hace un año tomaba alprazolam 1/2
tableta por 6 meses» y «estoy estreñida y a veces sale sangre en mi caca». A la observación, la
paciente obesa se encuentra sentada en la silla de emergencia, lúcida, ansiosa, somnolienta y
cansada, requirió tratamiento de insulina, consiguiendo su mejoría en pocas horas. El médico
orienta y educa a la paciente con relación a la diabetes mellitus, dieta y la importancia de tener un
peso adecuado para mantener su estado de salud controlada. Se observa que la paciente está muy
atenta, demostrando interés. Asimismo, prometió seguir su dieta y bajar de peso de acuerdo a la
indicación médica (alimentación baja en sal, azúcar y carbohidratos).
12. A la toma de las funciones vitales, se
obtuvo los siguientes datos: temperatura
de 37,2 °C, presión arterial 130/80
mmhg, saturación de 97 %, frecuencia
respiratoria de 18 por minuto y
frecuencia cardiaca de 66 por minuto. Al
realizar la auscultación pulmonar
presenta sonidos bilateral normales, el
abdomen blando y depresible a la
palpación, peso de 65 kg, talla de 1,45
cm, con un índice de masa corporal de
30,9, correspondiente a la obesidad. Con
presencia de dolor en la cadera en la
escala de EVA 8/10; en ambos miembros
inferiores se observan los pies agrietados
y resecos. Además, el dedo pulgar
derecho presenta onicomicosis.