2. Cualquier sustancia o mezcla de sustancias
que se destina a controlar cualquier plaga,
incluidos
los vectores de enfermedades humanas y
de animales, así como las especies no
deseadas que causen perjuicio o que
interfieran con la producción agropecuaria
y forestal. (SEMARNAP, 1999).
3. Los plaguicidas pueden clasificarse de acuerdo con los
siguientes criterios:
Concentración: Ingrediente activo, Plaguicida técnico,
plaguicida formulado.
Organismos que controlan: Insecticidas, Acaricidas,
Bactericidas, Rodenticidas, Avicidas, etc.
Modos de acción: De contacto, Repelentes, De ingestión,
Defoliantes, Fumigantes.
Composición química: Organoclorados, Triazinas,
Organofosforados, Compuestos de cobre, Piretroides,
Organoazufrados, etc.
Presentación de formulaciones: Sólidos, Líquidos y Gases.
Uso al que se destinan: Agrícola, Urbano, Pecuario,
Industrial, Forestal, Doméstico.
4.
5.
6. En México se usa el 60% de los 22 plaguicidas
como perjudiciales para la salud y el medio
ambiente. De ellos el 42% se fabrican en el
país. De 90 plaguicidas que han sido
cancelados o restringido en los Estados Unidos,
30 se usan en México (INEGI, 1992).
El Catálogo Oficial de Plaguicidas publicado
por la Comisión Intersecretarial para
el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas,
Fertilizantes y Sustancias Tóxicas (Cicoplafest),
contiene la lista y las especificaciones de uso
de los plaguicidas autorizados y su categoria
toxicológica (SEMARNAP, 1999).
7. Hay muchos tipos de plaguicidas que
actúan de manera diferente sobre las
plagas. Algunos son más peligrosos que
otros para el hombre.
En el rótulo de cada envase de plaguicida
se facilita información valiosa y deben
seguirse las recomendaciones y
precauciones. Al buscar asistencia médica
por una intoxicación con plaguicida, no se
olvide de llevar el envase o rótulo al centro
médico.
8. La manera de trabajar de las personas
puede determinar que el riesgo de la
intoxicación por plaguicidas sea grande
o pequeña. Los trabajadores cuidadosos
que siguen las normas de uso de
plaguicidas adecuadas reducen el
riesgo de intoxicación.
9. Inspeccionar los envases de plaguicidas
antes de su manipulación. Si hay alguna
fuga, se usará ropa protectora para
trasladar y vaciar los envases y para
limpiar el plaguicida que se haya
vertido.
Se evitará dañar los envases durante su
manipulación.
10. Lavar con agua y jabón todas las
superficies y el equipo que hayan
entrado en contacto con plaguicidas.
Se lavarán los envases vacíos de
plaguicidas varias veces y luego se
inutilizarán para que no puedan ser
utilizados por ninguna otra persona.
(Existen normas detalladas para los
procedimientos de destrucción de
envases).
11. Los plaguicidas son productos químicos que se utilizan para proteger los
cultivos de los insectos (insecticidas), de las malas hierbas y los hongos
(herbicidas y fungicidas) y de los roedores (rodenticidas).
Los problemas de plagas y su solución varían mucho dentro de Europa
y dependen del clima, los tipos de suelo y muchas otras condiciones. El
uso de plaguicidas ha permitido que se puedan producir suficientes
productos agrícolas y materias primas de una calidad adecuada y a un
precio razonable. De este modo, la lucha química contra las plagas
tiene un papel básico en la agricultura moderna, contribuyendo al
enorme incremento de la producción que se ha obtenido durante las
últimas décadas en la mayoría de los cultivos de cereales, frutas y
hortalizas. El agricultor se beneficia de una producción más eficaz, las
empresas que elaboran productos alimenticios de una calidad más
equilibrada de la materia prima y el consumidor de productos con
buena calidad y menor precio. La utilización de plaguicidas también
ha permitido a los agricultores cultivar en lugares, que de lo contrario
hubieran sido poco apropiados, ampliar los periodos de crecimiento,
mantener la calidad de los productos y extender su vida de
almacenamiento.
12. Pero la mayoría de los productos químicos
que se utilizan como plaguicidas son
tóxicos y el principal argumento contra su
uso es el riesgo que suponen para la salud
y el peligro de que se contamine el medio
ambiente. Estas preocupaciones, entre
ellas los posibles efectos crónicos,
constituyen la base de todas las
regulaciones que controlan el uso de
plaguicidas, establecen las normas de
seguridad y vigilan los residuos en los
alimentos.
13. La autorización y utilización de los
plaguicidas se rige por la Directiva
91/414/CEE del Consejo de la UE, relativa a
la comercialización de productos
fitosanitarios. Los plaguicidas son sometidos
a estrictos procedimientos de pruebas
antes de ser aceptados por las autoridades
europeas o nacionales. Las pruebas que se
realizan con los plaguicidas deben
demostrar que el producto, en lo que
respecta al nivel de utilización previsto:
14. Tiene valor real y funcionará como está previsto;
No tendrá efectos secundarios negativos en los humanos, ya sea durante su
utilización en granjas o por los residuos que puedan quedar en el alimento;
No tendrá efectos negativos sobre el medio ambiente.
Hay otras medidas que protegen a los consumidores de posibles efectos
nocivos, como las tres Directivas Europeas, que establecen los contenidos
máximos de residuos de ciertos plaguicidas en determinados alimentos.
Dichas directivas son:
La Directiva 86/362/CEE del Consejo relativa a la fijación de contenidos
máximos para residuos de plaguicidas en y sobre los cereales
La Directiva 86/363/CEE del Consejo relativa a la fijación de contenidos
máximos para residuos de plaguicidas en y sobre los productos alimenticios
de origen animal (concretamente la carne y la leche y sus productos
derivados)
La Directiva 90/642/CEE del Consejo, relativa a la fijación de los contenidos
máximos para residuos de plaguicidas en o sobre determinados productos
de origen vegetal, incluidas las frutas y hortalizas. En cuanto a las frutas y
hortalizas, la Directiva 79/700/CEE de la Comisión establece además los
métodos de toma de muestras para el control oficial de residuos de
plaguicidas.
15. Estas normativas se aplican en los Estados Miembros
de la UE, y se revisa periódicamente la situación para
mejorar la coordinación y la calidad del control de
residuos de plaguicidas en los alimentos. También se
establecen los contenidos máximos de residuos de
plaguicidas en alimentos para lactantes y alimentos
infantiles (es decir, preparados para lactantes y
preparados de continuación).
Al igual que en el caso de la utilización de sustancias
químicas potencialmente perjudiciales, la utilización
de plaguicidas debe tener en cuenta el equilibrio
entre las ventajas y los posibles riesgos para la salud
humana o la degradación de la calidad del medio
ambiente.
16. Por intoxicación por plaguicidas cada
año mueren 200 000---
personas y un número absolutamente
incalculable de insectos
benéficos, peces, aves, mamíferos y en
general. El empleo de-
sustancias vegetales para controlar
plagas de insectos en los--
principales cultivos, ya es una realidad.
17. En la actualidad, en el sur de Sonora se
tienen problemas fuertes de
contaminación del aire, suelo, agua y
alimentos, como consecuencia del uso
irracional de insecticidas sintéticos. El uso
de plantas para el control de plagas de
insectos puede clasificarse en tres etapas:
La tradicional, la de búsqueda y el agro
ecológico contemporáneo, aunque no
hay una rígida distinción en el tiempo pues
de hecho se traslapan.
18. Se han determinado problemas de
degradación de la calidad de los suelos
como cambios en su estructura debido al
uso de maquinaria agrícola, salinización
por el uso excesivo de fertilizantes y
pérdida de materia orgánica en los suelos,
problema relacionado con su
sobreexplotación.
Estos problemas afectan directamente a la
actividad agrícola; por otra parte, el uso
inadecuado de plaguicidas ha ocasionado
serios problemas de contaminación
ambiental.
19. La principal fuente de abastecimiento de agua, tanto para las
actividades agropecuarias como las domésticas e industriales, es la
Presa Avaro Obregón, que recibe el escurrimiento del Río Yaqui;
además de abastecer de agua, es generadora de energía eléctrica y
se desarrolla pesca comercial y deportiva.
En concreto, la contaminación por plaguicidas en el Valle del Yaqui ha
sido bien documentada desde hace más de 10 años; se han
encontrado molécula tóxica al ser humano en todos los componentes
del ecosistema. “Su presencia en el aire ambiente, en el agua, en el
suelo, en la flora, en la fauna y en los pobladores de esta zona, nos
indica el serio problema que han provocado las prácticas inadecuadas
de producción agrícola”, consideró el investigador de la región Ramón
Morales Valenzuela.
Actualmente, las autoridades de salud y medio ambiente, así como las
instituciones de investigación, enfrentan el reto de buscar soluciones
sustentables que permitan el desarrollo de actividades económicas y el
incremento de la calidad de vida de sus habitantes.