Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
La expresión y apreciación artística en preescolar
1. De aquí la conclusión pedagógica sobre la necesidad
de ampliar la experiencia del niño si queremos
propiciarle base suficientemente sólida para su
actividad creadora.
Cuanto más vea, oiga y experimente, cuanto más
aprenda y asimile, cuantos más elementos reales
disponga en su experiencia, tanto más considerable y
productiva será, a igualdad de las restantes
circunstancias, la actividad de su imaginación. Tonucci
Existe una alternativa para usar didácticamente las
paredes de la escuela: colocar reproducciones de
pintores consagrados. De esta forma, el maestro libera
el tiempo dedicado a preparar decorados (para hacer
otras cosas mucho más relevantes) y los niños conviven
con auténticos espacios didácticos que propician
realmente el conocimiento, el aprendizaje y el goce
estético. Así, los muros escolares hablan de los grandes
creadores, de los autores plásticos que constituyen hitos
de la pintura universal. No es difícil ni complejo lograr
que los muros de la escuela se conviertan en espacios
donde el arte como tal se exprese en su mayor y mejor
nivel. Myriam Nemirovsky
Para desarrollar la apreciación musical es
importante contar con un acervo de música de
diversos géneros (clásica, infantil, ritmos de
diversas regiones del país y del mundo) que
puedan escuchar los niños en momentos
específicos o como acompañamiento de otras
tareas. También es importante aprovechar las
audiciones que se organizan en la localidad o
región para apreciar la música en vivo y la
interpretación con diversos instrumentos.
Una concepción distinta, novedosa, del trabajo
con el arte en la escuela infantil, implica
reconocer, en el plano didáctico, la
importancia de realizar actividades específicas
e intencionadas dentro del campo formativo; sin
embargo, ello no significa que pierda su función
como un medio para fortalecer competencias
incluidas en otros campos formativos. Si las
actividades que se planea hacer demandan
que los niños imaginen, expresen sus ideas y
emociones y creen sus propias producciones, el
arte será un recurso útil para favorecer estas y
otras capacidades.
Todas las danzas convocan a un aspecto que
les es común: el cuerpo en movimiento y la
persona ejecutándola, sin necesidad de
ninguna intermediación.
Estas premisas son compartidas por la expresión
corporal: lenguaje artístico que establece una
manera de comunicar, a través del movimiento,
estados de ánimo, sensaciones, ideas y
emociones; desarrollando, al mismo tiempo que
se construye el mensaje, capacidades estéticas
y habilidades perceptivas con sensibilidad y
creatividad en su emisión.
El niño del nivel inicial, a diferencia de los
adultos, puede expresarse y jugar con el
movimiento de su cuerpo. Desde temprana
edad se mueve con soltura, expresa con su
cuerpo, traslada al movimiento situaciones que
no puede comunicar a través de la palabra, se
conecta con goce y disfrute con este lenguaje,
a la vez que lo necesita como aspecto vital en
su etapa de crecimiento. Esto significa que
representa a través de este lenguaje aspectos
que tienen que ver con su mundo interno, su
mundo sensible y emocional.
Expresión y
apreciación
artistica
Educación Preescolar
PEP 2011
asesoraelymardep@outlook.com
Este campo formativo está orientado a potenciar en
las niñas y los niños la sensibilidad, la iniciativa, la
curiosidad, la espontaneidad, la imaginación, el
gusto estético y la creatividad mediante
experiencias que propicien la expresión personal a
partir de distintos lenguajes, así como el desarrollo de
las capacidades necesarias para la interpretación y
apreciación de producciones artísticas.
El trabajo pedagógico con la expresión y la
apreciación artísticas no es atribución exclusiva del
personal especializado que pueda existir como
apoyo en un jardín de niños. Toda educadora está
en posibilidades de trabajar los lenguajes artísticos,
ya sea a partir de una competencia específica del
campo formativo, o bien al trabajar con
competencias de otros campos, sin que las
actividades resulten forzadas o en una relación
artificial.
Espacio para pintar
¿Por qué no pensar en otras alternativas que le permitan
al niño buscar un lugar cómodo?
Muchas veces puede ser el piso de la sala o de un pasillo.
Otra podría ser la oferta de trabajar sobre hojas pegadas
en la pared, lo cual brinda resoluciones espaciales
diferentes. O buscar alternativas particulares a cada
institución, como habitar espacios que muchas veces
están desaprovechados y nadie transita.
¿Dónde y cómo trabajar en tridimensión?
Las ideas que tiene el chico en el momento de
fascinarse por tener entre sus manos un pedazo de
material modelable son mucho más ricas e imaginativas
que, en general, lo que puede producir con la bolita de
plastilina que le brindamos.
2. La dramatización y sus recursos: expresión
lingüística, corporal, plástica y rítmico-musical
La singularidad e importancia educativa de la
dramatización reside en que agrupa todos los
recursos expresivos del ser humano. La
dramatización o juego dramático agrupa un
conjunto de prácticas diversas: imitaciones,
improvisaciones, juego de roles, dramatizaciones de
cuentos, historias inventadas por el grupo,
propuestas de animador, adaptaciones de textos
de autor, etcétera. Las acciones representadas,
habitualmente por todo el grupo, son juegos con
una dinámica interna que no remite a nada exterior
y se combinan en el mismo tiempo y espacio
educativos con múltiples actividades creativas de
expresión lingüística, corporal, plástica y rítmico-
musical: elaboración de historias, composición de
canciones y ritmos, confección de disfraces,
construcción de máscaras, objetos escenográficos,
pintura de decorados, etcétera.
Los niños pueden jugar para sí mismos o actuar ante
los propios compañeros en ocasionales puestas en
escena que no pierdan su carácter de
experimentación y lo hacen, bien al descubierto,
bien ocultos total o parcialmente tras las máscaras,
el teatrillo de guiñol o la pantalla de sombras. Es
posible representar animales, objetos, lugares o
personas y también sentimientos, emociones,
actitudes, situaciones, etcétera. Hay juegos que
inciden en un determinado componente: emoción,
reacción, movimiento, etcétera, o que parten de un
elemento del lenguaje teatral: personaje, conflicto,
disfraz, etcétera, y otros en los que se elabora
previamente el esquema dramático completo.
Isabel Tejerina, “Tradición y cambio en las prácticas
teatrales infantiles”.
Canto
Cada cultura tiene sus propias canciones
tradicionales. Al enseñarlas a los niños, los maestros
no sólo muestran que respetan y valoran la cultura
de los demás, sino que también demuestran a los
niños que todas la culturas están unidas por el canto
y la música (Kendall, 1996).
La música y las habilidades de aprestamiento para
la lectura
Aprender a leer a través de las artes (O’Brien, 1999)
demuestra que la música fomenta muchas de las
habilidades necesarias para aprender a leer,
incluyendo las siguientes:
• Discriminación auditiva –escuchar las diferencias
en sonidos, ritmos y palabras.
• Memoria auditiva –recordar melodías y canciones.
• Desarrollo del vocabulario –introducir nuevas
palabras de la música y otras del vocabulario.
• Comprensión de la sintaxis y la gramática –las
canciones pueden empezar en un tiempo verbal y
terminar en otro.
• Secuencia de la historia –las historias, canciones,
óperas y sinfonías tienen un inicio, una parte
intermedia y un final.
• Conciencia fonética –reconocimiento de los
sonidos iniciales y finales y las palabras que riman.
• Segmentación de palabras –aprender que las
palabras están segmentadas de las oraciones y que
éstas pueden segmentarse para lograr un efecto.
Movimiento
El movimiento parece formar parte del ser de
los niños de cuatro y cinco años.
Empiece siguiendo los movimientos naturales
de los niños de cuatro años.
Hable acerca de cómo se mueven los niños.
Introduzca la música de manera gradual,
empiece usando las propias ideas de los niños
y déjelos establecer su propio ritmo.
Conecte las experiencias representativas de
los niños con las simbólicas, pidiéndoles que se
dibujen mientras se mueven con diferentes
sonidos.
Los accesorios resultarán útiles.
Los niños de cinco años disfrutan con el juego
de movimientos de sombras.
El movimiento simbólico surge de las
experiencias icónicas y representativas de los
niños de moverse con los sonidos o el redoble
de un instrumento.
Los maestros pueden sugerir ideas para
apoyar el avance de los niños de lo
representativo a lo simbólico.
Cómo plantear las consignas
Las propuestas que el docente quiere que el chico
resuelva, ¿se muestran?, ¿se dicen?, ¿se hacen?
Analicemos algunas y las maneras de
representarlas.
1. Hay consignas que sólo se verbalizan.
El docente, de acuerdo con el propósito que quiere
lograr, debe emitir la consigna de forma clara,
sintética, de manera que en sí misma sea una
invitación a la acción. A la vez, en la propia emisión
de la consigna, confluyen varios aspectos a tener en
cuenta:
a) Si es necesario resolverla con un tipo de
movimiento. Por ejemplo, si para su resolución el
docente quiere que aparezca el salto, es conveniente
mencionarlo.
b) Debe mencionar las características de ese
movimiento. Por ejemplo, que este salto será rápido,
vivaz, alegre.
Escuchar
El escuchar, una parte de toda experiencia musical,
está lejos de ser una experiencia pasiva.
Escuchar la música significa ser capaz de atender,
percibir, pensar y razonar. La investigación sugiere que
la mayoría de los niños de cuatro y cinco años están
listos para escuchar la música. A esa edad son
capaces de:
• Prestar atención a la música, pero no a más de un
elemento a la vez.
• Aprender a hacer y etiquetar discriminaciones
simples, a ser receptivos al aprendizaje y a usar el
lenguaje para describir la música.
• Hacer discriminaciones con base en su propio
desempeño antes de ser capaces de hacer
discriminaciones en situaciones de audición (Sims,
1986).
Durante todas las experiencias de los niños con la
audición de la música, debería usarse el vocabulario
de la música. Hable acerca de los sonidos producidos
usando el vocabulario apropiado. Desde el principio
los niños entenderán el concepto de volumen y
distinguirán los sonidos fuertes de los suaves. Luego
podrán distinguir la duración de la altura. Sin
embargo, incluso los niños de cinco años seguirán
confundiendo los términos “alto”, fuerte” y “rápido”; y
“bajo”, “suave” y “lento”.