Este documento discute los desafíos que enfrentan las economías latinoamericanas para ser competitivas en el contexto de la globalización. Explica que la competitividad requiere calidad, productividad, rentabilidad y oportunidad en los procesos productivos. Sin embargo, las economías latinoamericanas carecen de estas características debido a factores como la dependencia de mercados externos, bajos niveles de comercio intrarregional, exportación de materias primas en lugar de productos con valor agregado, concentración empresarial, gestión tradic
1. LA GLOBALIZACIÓN EXIGE COMPETITIVIDAD
Elkin D Dávila G
Un proceso acelerado de exigencia para las economías latinoamericanas se
plantea en la aldea global: convertirlas en competitivas. Este concepto
ampliamente manido por teóricos e intelectuales tiene poco efecto práctico y
real en nuestras sociedades. Para comenzar a abordarlo es requerido
plantearnos la inquietud: ¿Qué se entiende por competitividad? La
competitividad está asociada en nuestra opinión con cuatro elementos básicos:
la calidad, u opción del productor de interpretar las demandas, necesidades y
expectativas del cliente. La productividad ó requerimiento de los productores
de obtener el máximo de unidades de producto por unidad de materia prima
utilizada. La rentabilidad del negocio determinada por la diferencia entre el
total de gastos y costos del período respecto a la utilidad generada durante el
mismo período. Por último, la oportunidad, ó sea la entrega del producto
elaborado al cliente acorde con sus especificaciones en el sito y momento
requerido. Estos elementos deben considerarse íntimamente relacionados,
interdependientes, asociados a un proceso productivo con objetivos y
propósitos claramente definidos por las organizaciones.
La economía latinoamericana se encuentra bien distante del planteamiento
sugerido en el párrafo anterior. Si consideramos el período comprendido entre
1990 y el 2014 la economía de la región ha venido creciendo, incluso en
porcentajes mucho más elevados que el PIB promedio mundial, sin embargo,
ese mayor crecimiento, esas mayores ventas, no posiciona en mejor condición la
economía latinoamericana sino que por el contrario le hace perder cada vez
más prevalencia. La paradójica situación puede explicarse en parte, con las
siguientes razones:
1. El mercado destino de los productos de exportación en su gran mayoría
son EE UU y el mercado Europeo. Esa condición, coloca en alto riesgo la
economía regional y se niega las oportunidades generadas en la
diversificación de mercados.
2. El mercado entre los miembros de la región es francamente escaso,
equivale a solo el 12% del total de las transacciones.
3. En la composición de la canasta de exportación de la región aún tienen
un peso muy importante las materias primas y los alimentos. Estos
productos no tienen incorporado valor agregado, lo que significa una
2. interacción frágil, débil, entre el sector educativo y el sector real de la
economía. Este punto explica en gran parte la paradoja mencionada en
párrafos anteriores acera del incremento de los ingresos en dólares de la
región por concepto de sus exportaciones durante el período y la perdida
de preponderancia en la participación en el PIB mundial.
4. La concentración en pocas empresas e individuos de las exportaciones de
la región, integrados de manera vertical y no en redes de producción y
comercialización, se encuentra en contravía de las tendencias de actuales
de la globalización. Se evidencia por este concepto perdida de eficiencia
en los procesos logísticos y de comercialización.
5. Las empresas, en su mayoría, en Latinoamérica se gestionan basadas en
la tradición y el empirismo. Su estructura organizativa es jerárquica,
vertical lo que impide que respondan de manera oportuna y adecuada a
las exigencias de cambio de la sociedad actual. Esta estructura, responde
a una gestión administrativa por funciones y no por procesos que es la
exigencia actual de la globalización.
6. Las economías latinoamericanas mantienen un bajo nivel de
conocimiento del mercado exterior y como incorporarse al mismo. La
actividad de exportación no se asume como propósito misional sino como
oportunidad de coyuntura para mejorar los ingresos de la empresa en
ese período.
7. Los niveles de corrupción en la administración de los recursos públicos
es significativo. En Colombía por ejemplo representa el 4% del PIB del
país al año. Contrariamente, los recursos que se destinan a investigación
y desarrollo, ciencia y tecnología, son insignificantes: En Colombia el
0.17% del PIB y en el resto de la región se colocan por debajo del 2% de
cada país. Mientras los tigres asiáticos destinan en promedio
aproximadamente durante el período el 3% de su PIB.
8. Es reconocida la inmensa riqueza en recursos naturales de la región lo
que supuestamente significaría una fortaleza estratégica comparada con
las demás regiones de nuestro planeta. Desafortunadamente su
administración no es la adecuada, por lo que también se reconocen altos
índices de destrucción de la misma.
Los déficits fiscales comerciales en la región, en donde las importaciones
superan de manera significativa las exportaciones registrados en el año 2014,
invitan a emprender un proceso amplio de modernización de las actividades del
estado y las empresas para enfrentar de manera adecuada. Una lectura sencilla
de esos indicadores plantean una profundización en los términos de
intercambio desigual si se comparan con las economías de más alto desarrollo.
3. En otros términos, al mantenerse las condiciones actuales de administración de
nuestras economías, tendremos que destinar cada vez más recursos, bién
escasos en la actualidad, para mantener los niveles actuales de venta de
nuestros productos en el mercado mundial. La competitividad se convierte en
una aspiración académica y no en elemento diferenciador del intercambio
comercial.
ElkinDDávilaG/consultor