El periódico Diálogos es una publicación bimestral de distribución gratuita, realizada por los alumnos de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con la coordinación del Departamento Editorial de la institución.
1. Atropello
Alejandra Ayluardo Gómez
1 / 3
Ensangrentado y con la conciencia casi perdida, yacía a la mitad del
carril del Metrobús entre las estaciones de Ayuntamiento y Fuentes
Brotantes, al sur de la Avenida Insurgentes que atraviesa la Ciudad de
México.
Continúa en la Pág. 7
Periódico-taller de los alumnos de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García
Año 15, No. 75, octubre - novIEMBRE 2017
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ESPECTÁCULOS
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El presidente de México, Enrique Peña Nieto, se comprometió a defender y fortalecer hasta el último día de su
mandato las condiciones para que cualquier joven que lo decida pueda ejercer un periodismo profesional, riguroso y
valiente, sin temor a sufrir represalias por su contribución al desarrollo de nuestro país.
“El trabajo de un periodista es fundamental para el desarrollo democrático de cualquier país. En sus manos está
la misión de investigar e informar a los ciudadanos sobre los principales asuntos de interés nacional. Es gracias a su
trabajo que se consolida la libertad de expresión y se mantiene la pluralidad en la vida pública.
“Estos últimos años han sido tiempos difíciles para el periodismo; la amenaza del crimen organizado y su infil-
tración en instancias gubernamentales han costado la vida a quienes, con trabajo decidido y una gran ética de res-
ponsabilidad, han denunciado públicamente diversos hechos. Debemos reconocer su labor y trabajar para que estos
lamentables hechos no se repitan”, expresó Peña Nieto.
En entrevista vía electrónica para el periódico Diálogos, el Presidente de la República dio este mensaje a estudian-
tes de periodismo, además de abordar temas de interés periodístico, política nacional, tecnología y sustentabilidad.
¿Qué medidas reforzará el gobierno para garantizar la protección de los periodistas y la libre expresión?
“Recientemente anuncié diversas acciones para fortalecer las capacidades institucionales y brindar mayor seguri-
dad al trabajo periodístico, a fin de asegurar la libertad de expresión que, considero, es uno de los principales pilares
de nuestra democracia.
“Primero, continuaremos fortaleciendo la estructura y los recursos asignados al Mecanismo de Protección para
Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas para mejorar la respuesta a las solicitudes de adhesión de
estos últimos, a fin de salvaguardar su seguridad. Segundo, estamos trabajando para consolidar las capacidades de
la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión. Y, tercero, en conjunto con la Confe-
rencia Nacional de Gobernadores, estamos desarrollando un Esquema Nacional de Coordinación con las Entidades
Federativas y un Protocolo de Operación para acordar acciones y reducir el riesgo que enfrentan los periodistas.
Estoy convencido de la necesidad de mantener un vínculo estrecho con las entidades federativas para garantizar el
acceso a la justicia y combatir la impunidad. Igualmente, el contacto y el diálogo constante con el gremio periodístico
será fundamental para garantizar su trabajo y continuar colaborando en beneficio de su seguridad.”
Continúa en la Pág. 2
Redes Sociales, fundamentales en 2018, señala
Lucharé para que
cualquier joven
que decida ejercer
periodismo lo
haga sin temor a
represalias:
Enrique Peña Nieto*
"Selfies reflejan el trabajo realizado en cinco años"
Héctor Antonio Meza
2. Directorio
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
• 2
Diálogos es un periódico-taller de distribución gratuita realizado por
los alumnos de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
El contenido es responsabilidad de sus autores y no refleja,
necesariamente, el criterio de los editores.
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DISEÑO: Rosario Ugalde, editorialseptien@gmail.com
Edición octubre - noviembre 2017
COORDINADORA
EDITORIAL: CORRECCIÓN:
Adriana Téllez Enrique Mandujano
Lucharé...
viene de la portada
¿Qué papel cree que van a
jugar las redes sociales para las
elecciones en 2018, conside-
rando la nueva forma de hacer
política, tomando el ejemplo
de Donald Trump en Twitter?
“Uno de los grandes retos del
Estado es adaptar su forma de
hacer gobierno a partir de una
sociedad cada vez más informa-
da y exigente, que observa el ac-
tuar de sus gobernantes a través
las redes sociales. Esto se aplica a
los partidos políticos y a la com-
petencia para renovar los cargos
públicos. En 2018, las redes so-
ciales tendrán un papel funda-
mental en el proceso electoral,
pues serán uno de los principales
instrumentos con los cuales la
población –sobre todo los jóve-
nes– se acercará a las propues-
tas de los diferentes candidatos
y partidos.
“Sin duda, los políticos que
aspiren a entrar en contacto con
las nuevas generaciones deberán
conocer y dominar el uso de estas
herramientas tecnológicas.”
¿Cuál ha sido su experiencia
personal con el uso de las re-
des sociales, tomando en cuen-
ta su gusto por las selfies?
“Estamos en una época de
cambios tecnológicos en la que
cada vez más personas se infor-
man, debaten y forman opinión
a través de los medios digitales y
las redes sociales. En mi caso, son
un medio que me permite estar en
contacto directo con los ciudada-
nos, informando sobre mis activi-
dades y logros de gobierno.
“No obstante, más allá de los
indudables beneficios, también
hay que reconocer que las mismas
tecnologías de la información y la
comunicación plantean nuevos re-
tos a los gobiernos alrededor del
mundo. Los medios digitales y las
redes sociales son una buena pla-
taforma para manifestar y denun-
ciar lo que no funciona.
“En el caso específico de las sel-
fies, es una de las actividades que
más disfruto durante mis recorridos
por las entidades, tomarme foto-
grafías con las personas que saludo
y conozco. Son momentos que me
recuerdan el compromiso que ten-
go con mi país, con los mexicanos.
Todas las selfies que nos hemos to-
mado reflejan el trabajo realizado
en estos cinco años, muestran la
transformación de México.”
¿Cómo le ha funcionado la
Estrategia Digital Nacional al
Gobierno Federal, haciendo un
balance de cinco años?
“Este plan de acción está trans-
formando profundamente la ma-
nera de brindar servicios públicos y
está ayudando a desarrollar las ha-
bilidades digitales en la población.
Estamos fomentando la adopción
y el desarrollo de las Tecnologías
de la Información y la Comunica-
ción para que las personas apro-
vechen su potencial y para lograr
que México se inserte al cien por
ciento en la sociedad de la infor-
mación y el conocimiento.
“Para darte algunos ejemplos:
hemos impulsado el uso de la
Ventanilla Única Nacional para
los trámites e información guber-
namentales. Desde 2012, el por-
centaje de usuarios de Internet
que interactúan con el gobierno
ha aumentado más de 17 veces.
También hemos promovido la sa-
lud universal y efectiva mediante
la estrategia IMSS Digital, que
cuenta con casi 50 servicios que
se pueden llevar a cabo de ma-
nera no presencial. Y con el pro-
grama México Conectado hemos
facilitado el acceso a Internet en
más de cien mil sitios públicos,
con lo que 50% más mexicanos
tienen acceso a la red.
“Uno de los intereses del gobier-
no federal es avanzar en temas de
sustentabilidad, renovando cons-
tantemente, por ello las respuestas
a las siguientes preguntas fueron
contestadas el 16 de agosto, y ya
han dado un cambio notable.
“Ante un panorama de degra-
dación ambiental con situaciones
como: escasez de agua, pérdida
de la biodiversidad de bosques,
selvas, mares…, aunado a la con-
taminación, entre muchos otros
problemas, se hace evidente la
necesidad de lograr que la ciuda-
danía adquiera conocimientos en
temas ambientales.”
¿Qué es lo que está hacien-
do su gobierno respecto de la
protección de los recursos na-
turales y la concientización e
interés de la sociedad en este
ámbito?
“México es un país privilegiado
en materia de recursos naturales y
en diversidad biológica; por ello,
es nuestra prioridad preservar
esta riqueza fomentando prácti-
cas que incidan en el cuidado del
medio ambiente y el uso racional
de nuestros recursos. La imple-
mentación de políticas públicas y
tratados internacionales ha sido
nuestra hoja de ruta.
“El año pasado, en el marco de
la COP13, adoptamos la Declara-
ción de Cancún, donde nos com-
prometimos a integrar el cuidado
de la biodiversidad y anunciamos
que hemos logrado proteger 16%
del territorio terrestre y 23% del
marino a través de 181 Áreas Na-
turales Protegidas.
“En materia energética, crea-
mos estrategias para construir in-
fraestructura que genere energía
limpia e impulsamos el uso de
combustibles de bajo costo y más
amigables con el medio ambiente.
Sobre el calentamiento global, en
noviembre de 2015 firmamos el
Acuerdo de París y nos comprome-
timos a reducir en 22% las emisio-
nes de gases de efecto invernade-
ro y 51% las de carbono negro.
“Y para generar conciencia y
motivar el interés de la sociedad
sobre estos temas, a través del
Nuevo Modelo Educativo hemos
impulsado que el perfil de egreso
de los estudiantes sea de conocer
y practicar hábitos para el cuida-
do del medio ambiente: desde
recoger y separar la basura, hasta
comprometerse con la aplicación
de acciones sustentables en sus
comunidades.
“México es un país comprome-
tido con la Agenda 2030 y ha lo-
grado alcanzar metas a nivel país
muy importantes, pero ¿cómo
cumplen estos objetivos de desa-
rrollo sostenible a nivel local?
En la Agenda 2030 para el De-
sarrollo Sostenible, las autoridades
tienen una gran responsabilidad
como generadoras de políticas
3. Política •
3 •
Política
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LAS NUEVAS GENERACIONES DE PERIODISTAS
ESTÁN AL AIRE
El asesinato
de Mara Castilla
Se trata del feminicido 59 en Puebla en lo que va del año
Miguel Osorio
Mara Fernanda Castilla Miranda,
de 19 años, estudiante de tercer
semestre de Ciencias Políticas en la
Universidad Popular Autónoma de
Puebla. Otro nombre a la lista. Otra
vez esta rabia, esta impotencia.
Mara Fernanda abordó un taxi a
las 05:06 horas del 8 de septiem-
bre. Ésa fue la última vez que su
familia y amigos supieron de ella.
La tarde del 15 de septiembre
se dió a conocer una noticia que
cambió a la nación, que devuelve
el llanto al rostro de esa mujer que
son todas las mujeres de nuestro
país; que llena de miedo a madres,
hermanas e hijas. La noticia que,
como mexicanos, nos duele en lo
más profundo y nos hace cuestio-
nar nuestro nacionalismo ni más ni
menos que en esta fecha.
El cuerpo sin vida de la joven
fue encontrado en el municipio
de Santa María Xonacatepec. El
discurso de género resulta incon-
tenible en estos escenarios. Muy
en el fondo sé que, como varón,
no puedo comprender la totalidad
del miedo y frustración que una
mujer siente al enterarse de estos
hechos. No por eso hay que care-
cer de empatía.
Paulina tiene 21 años y es estu-
diante en la Facultad de Filosofía
y Letras de la UNAM, entre otras
actividades, forma parte del con-
tingente feminista Pan y Rosas. La
noticia de la desaparición de Mara
la hizo, una vez más, aborrecer al
sistema de justicia insolente. Ente-
rarse que se encontraba sin vida y
precisamente en esta fecha, la hi-
raba y jamás volvió a verla, pienso
en el terror y en su cabeza maqui-
nando planes que al final fallaron y
en los que terminó dejando la vida.
Pienso también en este estado co-
rrupto hasta los cimientos, en sus
estúpidas respuestas de robar más
y matar más.”
Hay elementos de prueba sufi-
cientes para condenar al asesino;
videos, localización de los teléfo-
nos móviles de víctima y agresor,
declaraciones... pero uno pone
los pies en la tierra y es inevitable
pensar en el último informe del
gobierno implementen acciones
que no se queden en el discurso
popular para ganar votos, también
es necesario que las mujeres rom-
pan con la inacción con la que se
las ha querido caracterizar.
Según la hipótesis dada a cono-
cer por la Fiscalía General de Pue-
bla el viernes 15 de septiembre,
tras matarla, el probable feminici-
da tiró el cuerpo de Mara en una
barranca entre los límites de Pue-
bla y Tlaxcala.
“Sólo puedo pensar en ella,
pienso en su hermana que la espe-
zo derrumbarse…
“Hace exactamente 12 años fui
víctima de violencia sexual —y no
por primera vez— durante una
noche mexicana, sobra decir que
desde ese momento los 15 de
septiembre, más que cientos de
banderitas y accesorios tricolor, los
recuerdo por las noches de pesa-
dillas que le anteceden”, comenta
Paulina, mientras su voz se vuelve
cada vez más baja.
El fiscal general de Puebla infor-
mó que las indagatorias revelan
que el conductor de Cabify, señala-
do como Ricardo “N”, no permitió
que Mara abandonara la unidad al
llegar a su domicilio, la transportó
a su casa y posteriormente a un
motel de la capital del estado. El
modo en que operó el asesino lle-
na de escalofríos a Paulina y tam-
bién de pésimos recuerdos.
“Hace poco más de un año te-
mí por mi vida dentro de un taxi,
armé cientos de planes distintos
para salvarme: peleé, arañé, y al
final pude zafarme, pero el terror
no lo olvido.”
Cuenta que a partir de esta ex-
periencia, decidió tomar al menos
el sentido de justicia en sus manos
y adquirió un cuchillo. “Cuando la
gente lo ve, abre los ojos enormes,
pero no lo suelto: me hace sentir
segura, aunque sea consciente
de que con o sin él, en un país en
donde siete mujeres son asesina-
das a diario, el riesgo que mi vida
corre sigue siendo el mismo.”
Para ella, aunque la prioridad
deba ser que las instituciones y el
Índice Global de Impunidad, en el
que nuestro país figura como la
nación más impune del continen-
te y cuarta a nivel mundial, con
69.21 puntos. Uno piensa en el
caso de Karen, la joven del Estado
de México que fue secuestrada
y asesinada y en cómo, al día de
hoy, la sentencia del feminicida
sigue aplazada, en los cientos de
casos registrados y los miles que
no se cuentan.
“¿Cómo seguir caminando tran-
quilas sobre este maldito cemente-
rio?”, piensa Paulina •
aquellas acciones que contribuyen
a dos o más ODS.
“El Gobierno de la República
se suma a ese esfuerzo y acom-
paña el trabajo para promover
que el diagnóstico, la planeación,
instrumentación y evaluación de
las políticas públicas locales ocu-
rran en el marco del Desarrollo
Sostenible y la Agenda 2030, ba-
jo el lema de “No dejar a nadie
atrás”. En la medida en que los
planes de desarrollo puedan in-
corporar la perspectiva y cumpli-
miento de los 17 ODS, podremos
fortalecer el compromiso de los
gobiernos, pero también la coo-
peración con las organizaciones
de la sociedad civil, la academia
y la iniciativa privada” •
*Entrevista electrónica realizada al presidente de México,
Enrique Peña Nieto.
públicas. En México, las entidades
federativas y los municipios están
haciendo suyos los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) y, pa-
ra dar el debido seguimiento, la
Conferencia Nacional de Gober-
nadores ha creado una comisión
ejecutiva.
“La participación local genera
acciones más visibles, efectivas,
coherentes y menos costosas.
Además, por su proximidad con
los ciudadanos, los gobiernos lo-
cales son los que mejor pueden
captar las demandas y necesida-
des de la gente, y los que tienen
el conocimiento necesario para
definir prioridades e identificar
los aceleradores del desarrollo es-
pecíficos para su región –es decir,
4. No fue secuestro,
a Lucas lo mataron
Begoña García Iturribarría
Consuelo lavaba los platos cuan-
do recibió una llamada a su telé-
fono celular. Era su hermana Celia
que, con voz nerviosa y sollozos,
le dio la noticia que dejaría a Con-
suelo sin aliento.
A partir de esa llamada el frío
recorrió su cuerpo y la incertidum-
bre comenzó a sugestionarla. Pen-
só en su padre, quien padece dia-
betes y que seguramente estaría
muy mal con la noticia. Llamó a su
familia y contestó su mamá, quien
lo confirmó: su tío había sido se-
cuestrado ese mismo día.
***
El papá de Consuelo tuvo con-
sulta con el doctor, como cada
semana, cuando recibió la llamada
de su hermano Lucas. Ambos ha-
bían quedado de almorzar en una
fonda del centro de la comunidad
de Hueytlalpan, en la ciudad de
Chilpancingo, Guerrero.
• 4
La Suprema Corte dio visto bueno
al proyecto y ahora se busca expandir
por todo el país
María Paula Gen
La Suprema Corte de Justicia de
la Nación dio su visto bueno el pa-
sado 28 de agosto a la ley aproba-
da por el Congreso de Jalisco el 1
de junio; la llamada “ley Kumamo-
to” o #SinVotoNohayDinero. Con
esta decisión, la entidad jaliscien-
se se convertirá en la primera que
reduzca los recursos entregados a
los partidos políticos y entrará en
vigor en 2019.
Esta ley busca que el financia-
miento otorgado a los partidos
políticos en los años electorales
dependa de la cantidad de votan-
tes conseguidos y que en los no
electorales se le aplique una dis-
minución de 20% de la Unidad de
Medida de Actualización (que en
2017 equivale a $75.49).
Ahora, Pedro Kumamoto, di-
putado local independiente y
promotor de la ley, busca que al
menos 27 estados más aprueben
la iniciativa.
“Sin voto no hay dinero es cons-
titucional. Los estados de la Repú-
blica tienen la facultad de plantear
cómo quieren darles los recursos
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
a los partidos”, señaló el indepen-
diente. La decisión de la Suprema
Corte da una esperanza para que
el proyecto siga avanzando. Ya se
cuenta con el apoyo de 127 aso-
ciaciones civiles en 27 estados pa-
ra seguir impulsándolo.
“Es un día histórico. Son cuatro
estados donde se ha presentado
la iniciativa, así como aquí en Ja-
lisco. Una de las principales excu-
sas es que la iniciativa aún no se
resolvía en la Suprema Corte, hoy
les decimos que aquí estamos, la
red está en todo el país, somos 27
que vamos a impulsar la iniciativa”,
declaró la coordinadora de Red de
Alianzas Sin Voto No Hay Dinero,
Paola Flores.
La iniciativa, en estos mismos
términos, fue presentada ante el
Congreso de la Unión por el di-
putado independiente Manuel
Clouthier, por lo que, ya contando
con el visto bueno de la Suprema
Corte, se abre el debate a nivel
nacional y abona a contrarrestar
la falta de credibilidad que impera
para con la clase política •
Opción social
Durante ese momento en el que
los padres de Consuelo pedían
de comer al mesero, notaron que
Lucas se veía nervioso. Volteaba
varias veces a los lados como si al-
guien lo vigilara.
Al terminar de comer, mencionó
que iría a su casa por unos papeles
que le habían pedido del Sindicato
de Materialistas de Chilpancingo,
donde él trabajaba. Se despidieron
con un abrazo cálido y terminaron
el encuentro como cualquier per-
sona que cree que con un “nos
vemos al rato” se mantendrá la es-
peranza de un encuentro a futuro.
No esta vez. Después de ese día no
lo vieron más.
***
Los días de aquel marzo lluvioso
y ventoso acompañaron la atmós-
fera de tensión, miedo y desaso-
siego. La luz y la comunicación se
veían obstaculizadas por el tiempo
que azotaba a todo el país. Con-
suelo —en la Ciudad de México—
se sentía aún más impotente al no
poder comunicarse con su familia
en esos momentos difíciles.
***
Los hermanos de Lucas, al en-
terarse del posible secuestro, se
desplazaron a Tixtla a esperar la
llamada de los raptores, debido al
problema de interferencia en las
vías telefónicas en la comunidad.
La esposa de Lucas, Lizbeth, fue
a casa de un hombre del pueblo
—quien había sido secuestrado
años atrás— para obtener cual-
quier tipo de información que le
fuera de ayuda. La tía de Consuelo
se encontró en la entrada de aque-
lla casa. Una mujer, la esposa de
aquel hombre, la recibió y la pasó
a la cocina. La mujer hervía frijo-
les en una olla. En ese momento
Lizbeth, que había tomado asien-
to en una de las banquitas de la
cocina, fisgoneaba los objetos que
se encontraba ahí hasta toparse
con un periódico. Su curiosidad se
posó unos minutos en una imagen
de la primera plana que llamó su
atención: “Encuentran a hombre
en la Laguna El Resumidero.” Lo
tomó con ambas manos y comen-
zó a hojearlo. Al ver la fotografía
su sorpresa fue aún mayor. Era Lu-
cas con heridas graves. La imagen
resultaba estremecedora.
Lizbeth, con el nudo en la gar-
ganta, afónica y alterada, tomó
el teléfono para comunicarse con
Antonio, el tío de Consuelo, para
darle la noticia de que Lucas esta-
ba muerto.
—¡Toño, Lucas está muerto!
—¡No! ¡Es imposible! ¡Estás
inventando!
—Apareció en el periódico, ese
día que lo vi por última vez usa-
ba unos pantalones y unos tenis
con los que salió de casa. No es
coincidencia —Lizbeth le platicó
a Consuelo la situación en la que
aquellos días de incertidumbre
habían acabado en una completa
tragedia.
Consuelo contaba, entre un
llanto contenido, tristeza y amar-
gura el recuerdo de aquel momen-
to que la había tenido preocupa-
da por su tío y por la salud de su
padre.
Los rasgos de Consuelo se cris-
paban y de pronto suspiros delata-
ban la tristeza que acompañaría a
su familia durante toda la vida, ya
que como ella lo mencionaba, ese
había sido el primer caso trágico
en la familia.
***
Tras la noticia, los hermanos de
Lucas llegaron al Semefo de Chil-
pancingo en donde se encontraba
el cuerpo de Lucas. Antonio, su
hermano, pasó para reconocerlo y
tiempo después Lizbeth llegó. Era
un hecho, Lucas estaba muerto y
había sido torturado, dadas las he-
ridas hechas con navaja que tenía
en el rostro.
De inmediato trataron de co-
municarse con la familia, sin em-
bargo, debido a la falta de señal
por la tempestad se dificultaba la
comunicación por teléfono.
Después de varios intentos lo-
graron comunicarse con Faustino,
hermano de Consuelo, notificán-
dole lo ocurrido y advirtiéndole
una espera larga que les tomaría
llevarlo a casa debido a la infini-
dad de trámites para trasladarlo al
pueblo.
Consuelo platica la sensación
que tuvo al escuchar la dura noti-
cia que la petrificó por un instante
y la afligió al pensar en la salud de
su padre.
***
En ese momento y con lágrimas
en los ojos sabía que tenía que ir
para Guerrero. Dinero, un suéter,
una maleta con comida, cepillo
dental, fueron objetos que tomó
y guardó en una mochila, además
de su celular que llevaba en la ma-
no para comunicarse con Celia.
Ambas se encaminaron a la
estación de autobuses. Entre lá-
grimas, un viento duro y fatigoso,
las acompañó hasta la central en
donde esperaron media hora para
partir a su pueblo.
Al llegar, Daniel, su vecino, pa-
só por ellas. Su piel morena lucía
pálida y estaba anonadado por la
terrible situación que nubló al pue-
blo de Hueytlalpan.
Celia y Consuelo, con el cabello
y ropa mojados, con los ojos hin-
chados, miedo y ansia de abrazar
a su padre que había perdido a su
hermano, llegaron a casa de su
abuela. Ella, una mujer adulta, lle-
vaba puesto un reboso color azul
en la cabeza y lloraba mientras un
rosario curveaba su muñeca:
—No es posible que mi hijo
menor haya muerto y yo siga con
vida.
El papá estaba en el patio trase-
ro. Mientras la mamá de Consuelo
y su hermana se desahogaban con
la abuela, ella salió a abrazar a su
padre. El encuentro de Consuelo y
su padre no tuvo palabras. El abra-
zo más esperado liberó en ella una
sensación de tristeza y al mismo
tiempo calma. Trató de contenerse
para dar ánimo a su padre. Él no
lloraba, estaba bien de salud, pero
la tristeza era evidente.
***
Le habló del último almuerzo
juntos donde, sin saberlo, se dije-
ron adiós:
—Tu tío dijo que me iba a cui-
dar, pero quizá se estaba despi-
diendo. Quizá no me cuidará en
vida, pero me cuidaría desde don-
de estuviera.
El cuerpo llegó a las 12 de la no-
che a la casa de su abuela, donde
lo velaron y días después hicieron
la misa y el entierro en el pueblo.
Consuelo, después de un largo
suspiro que la mantuvo entristeci-
da cada vez que recordaba aque-
llas imágenes, soltó unas palabras
esperanzadoras que le devolvían el
aliento.
“No quisieron hacer la investi-
gación. A todos nos da miedo que
se vayan ahora contra alguien más
de la familia, sobre todo por mis
primos. Sería el cuento de nunca
acabar. Y quién sabe, pudieron ser
los sicarios o incluso del mismo
Sindicato de Materialistas; en don-
de mi tío trabajaba. Ahora sí que
ojalá algún día tenga su merecido
aquel que mató o mandó matar a
mi tío. Ahora sí que como me dijo
mi papá, sólo Dios sabe por que
hace las cosas” •
Aprueban
ley
5. El puto macho
mexicano
Belén Guízar
Tuits para Jimena Sánche,z de Fox
Sports:
“Maldita prostituta.”
“Cállate puta. Mejor saka tu
Chikito para que conozca a mi mo-
coso hija de tu puta madre jajaja.”
“Quiero violarte hasta que te
sangre el culo, perra.”
Para Lady Marion Reimers pe-
riodista en Fox Sports:
“Lo único culero del partido fue
@LaReimers sintiéndose experta
en fútbol. Regresa a la cocina pe-
rra tus opiniones son estúpidas.”
“@LaReimers debería de ser
autocrítica y dejar de creerse pe-
riodista y mejor dedicarse a lavar
baños y cocinas. Eso o la prostitu-
ción también.”
Éstos son algunos de los tuits
con los que despiertan las conduc-
toras de Fox Sports. Para muchos
pueden ser simples fantasías se-
xuales que gente descarada escri-
be, para otros pueden ser la raíz
de las 81 denuncias por violencia
sexual que se registran al día en
nuestro país.
Hablando como mujer, no creo
que exista algo peor —dentro de
esa enorme categoría— que la
violación y ¿con qué se perpetra
comúnmente este delito? Con el
pene.
En México pareciera que el falo
tiene un termómetro que puede
Opción social •
5 •
medir la “hombría” de un buen
macho. Se pueden pavonear con
sus amigos dependiendo de cuán-
tas veces logren tener sexo. Inclu-
so llegan a frases como: “El que
escoge, no coge.”
Por eso es lógico que el peor in-
sulto que le enseñan a un hombre
para humillar a otro de su mismo
género sea la palabra “puto”, pero
¿por homofóbicos o por misógi-
nos? Los grandes articulistas alre-
dedor del mundo la han clasifica-
do como una grosería que afecta
directamente a los homosexuales
y claro que es verdad. Sin embar-
go, sería interesante reflexionar
cómo se emplea realmente con
respecto de las mujeres.
Todos podemos visualizar una
bola de jóvenes —o adultos—
gritándole “aaay pinche puto” al
adolescente que sigue siendo vir-
gen, al hombre enamorado, al se-
ñor que respeta a una mujer.
En pocas palabras, cuando in-
sultan con la grosería “puto” no
es que realmente piensen que
tienen una preferencia sexual por
los hombres, sino que les quieren
decir que son menos machos. Por
el simple hecho de no meter su pe-
ne en la “cavidad correcta” de la
“anatomía indicada”.
Los diccionarios de la Real Aca-
demia Española y de Modismos
Mexicanos también le atribuyen
varios significados, como un sinó-
nimo de cobarde, o de pinche pa-
ra describir algo despreciable. En
pocas palabras, para el mexicano
gritar puto en un estadio significa
decirles miedosos.
Con toda la polémica que se ha
desatado en los estadios por el gri-
to de “eeeh puto” ha salido gran
parte de la sociedad a manifes-
tarse. A decir que “la palabra no
ofende a nadie”, “que usan
esa grosería con millones
de significados”, “que
no se tomen todo tan a
pecho”.
¿Es normal gritar eso
a los cuatro vientos en
un estadio o lo normaliza-
mos para no tener que ir a lavar
nuestras culpas cada domingo a
la Catedral?
A veces podemos ser autoindul-
gentes y creer que las palabras con
las que nos expresamos no son
realmente como pensamos, pero
es posible que nuestra manera de
pensar nos tenga tan aprisionados
que no podamos dejar de refle-
jarla dentro de la forma en la que
hablamos.
¡Qué puto calor! ¡Qué puto
oso! ¡Qué puta vieja! ¡Qué puto
gato! ¡Qué puto indio! ¡Qué puto
naco! ¡La puta que te parió!
Los mexica-
nos nos sentimos muy
chuscos por cómo empleamos las
groserías y, al parecer, denotan
todo nuestro inconsciente. Somos
misóginos y misóginas, porque
también las mujeres les decimos
“pinches pirujas” a las que envi-
diamos o queremos lastimar. So-
mos racistas, usamos la palabra
“indio” como insulto cuando son
nuestras raíces. Somos clasistas,
porque todos los que no tienen
el estatus económico que vemos
como “aprobable” los clasificamos
como nacos.
Me reconozco como una per-
sona machista, clasista y racista.
Lucho todos los días contra estos
conceptos, pero en el lenguaje
me siguen atrapando. He llamado
“zorra” a la mujer que trató de li-
garse a mi novio. He llamado naco
al que se pasó el alto. Le he dicho
“gata” a una mujer muy provoca-
tiva con la que no tengo los mis-
mos gustos de ropa.
Culturalmente es lo que hemos
aprendido, pero esa no es excusa
para rehabilitar nuestras cabezas
cerradas y opresoras. Es nuestra
responsabilidad cambiarnos para
modificar esta sociedad que no
conoce la palabra “equidad”.
Ser “puto” es el peor atentado
contra lo que debe ser un hombre
tradicional-
mente. Ser “puta”
también te margina socialmente,
sin embargo, a las prostitutas las
ven como “un mal necesario”. De
otro modo, ¿con quién llevarían
los papás retrogradas a desvirgar
a sus hijos de 14 años para ins-
cribirlos en el club de los machos
empedernidos?
Prohibir el grito de “puto” en los
estadios es una medida completa-
mente prudente ante la violencia
que se vive en el mundo contra los
homosexuales y contra las muje-
res. Nosotros como público pode-
mos decir que es una exageración,
pero si es algo tan sencillo ¿por
qué nos cuesta tal trabajo eliminar
estas palabras de nuestros voca-
bularios? Además, tomando en
cuenta, que muchas vienen desde
la época de la Colonia.
Desde el entendido de que puto
quiere decir miedoso, me gustaría,
por última vez para que no me ta-
chen de hipócrita, decirles putos a
todos esos machos mexicanos que
no se atreven a llorar, que no se
atreven a sentir, que no se atreven
a mostrarse frágiles, que no se
atreven a romper lo que sus padres
les enseñaron, que no se atreven a
contradecir a sus amigos, que no
se atreven a sentirse ofendidos y
contestar: ¿sí, soy puto y qué? •
• Licenciatura en Periodismo
RVOE SEP Acuerdo 8166 del 2 de julio de 1976
• Turnos matutino y vespertino
• Beca parcial en el vespertino
• Prensa, Radio, televisión:
–Sala de cómputo (Mac)
–Fotografía digital –Estudios de radio y tv
–Radio Septién por internet –Periódicos impreso y en línea
68 años de
experiencia
Escuela de Periodismo Carlos Septién García
6. • 6
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
Ser hombre
Arath Sereno Ponce
¿Cuántas veces hemos escu-
chado la típica frase “respeto a los
gays pero sino se meten conmigo
no tengo problema”?, además de
ésta, hay algunas más ofensivas
que otras. En lo personal, la frase
más ofensiva viene con un tono
de pregunta y de juicio, quizá es
parte de la cultura mexicana o só-
lo curiosidad, pero la primera vez
que me preguntaron: ¿Y quién es
el hombre y quién es la mujer? No
sólo me sentí apenado, también
enojado e impotente; es decir
¿por qué mi preferencia sexual
o mis gustos en la cama definían
mi género?, recuerdo que aquella
primera vez sólo me quede frío y
confundido, de la confusión pasé
a la rabia y al enojo, a los hetero-
sexuales nunca se les cuestionan
sus prácticas íntimas o la forma en
la que interactúan con su pareja,
¿por qué a nosotros sí?
El proceso de salir del clóset es
distinto para cada persona, en al-
gunas ocasiones es más fácil que
en otras, pues la familia y la gen-
te que te rodea (llámese amigos,
compañeros de trabajo, comu-
nidad escolar) son factores que
influyen en tomar la decisión; no
es lo mismo nacer en la Ciudad de
México que en una ciudad o pue-
blo pequeño de provincia.
Cuando tomé la decisión de salir
del armario no sabía qué me es-
peraba, sobre todo cuando ciertas
partes de mi familia tienen algu-
nos juicios o ideas erróneas acerca
de la homosexualidad. Afortuna-
damente mi madre tomó bien la
noticia de que tiene un hijo gay,
pero eso no me libró de una expli-
cación de media hora de que no
quería travestirme, que mi actitud
y personalidad no iban a cambiar
por estar fuera del closet y que no
estaba en un proceso para conver-
tirme en mujer. Pero me llama la
atención ¿por qué decir que eres
gay automáticamente te encasilla
como un hombre con deseos de
ser mujer?
Los medios de comunicación
tienen cierta culpa en esto, pues
si bien desde la segunda mitad
del siglo pasado los hombres ho-
mosexuales ya eran representados
de una forma afeminada e incluso
con intenciones de ser del sexo
opuesto. La televisión en los úl-
timos años se ha distinguido por
romper barreras y por romper
tabúes, temas cada vez más sen-
sibles o que antes no eran bien
vistos, ahora son normales en
todo tipo de transmisiones. Sin
embargo, la homosexualidad si-
gue siendo un estereotipo, como
lo menciona cine3, un blog de
lo último en televisión y cine, la
comunidad LGBT sigue sin tener
una representación adecuada, lo
vemos con la programación de la
década pasada, la barra cómica
de la televisora de San Ángel es-
taba llena —y sigue— de progra-
mas humorísticos que dentro de
su tono cómico manejan chistes
homofóbicos utilizando recursos
como que el personaje gay siem-
pre está vestido de forma extra-
vagante. Es el personaje que está
haciendo referencia al sexo con
frases en doble sentido o que
incluso carece de conocimientos
generales tachándolo de ignoran-
te y lo mismo pasa en el mundo
de las telenovelas o en el cine,
pues el año pasado se estrenó la
película Pink, que no sólo refuer-
za estereotipos también estigma-
tiza a una comunidad con el VIH
y dando ejemplos negativos sobre
el matrimonio entre personas del
mismo sexo.
Durante los últimos tres años
que he vivido como una persona
abiertamente homosexual han pa-
sado muchas cosas, socialmente,
culturalmente e incluso política-
mente. Sin embargo queda claro
que hay personas —que como yo,
lo admito— gozan de privilegios
ya sean económicos, culturales o
sociales para desarrollarse libre-
mente en cualquier ámbito que
decidan o estén involucrados.
¿Pero qué pasa con aquellos que
no? Una nota publicada en el por-
tal de Aristegui Noticias menciona
que México es el segundo país con
mayor cantidad de violencia por
homofobia, pues desde 1996 has-
ta 2015 se habían registrado más
de mil homicidios por homofobia,
además de que diversos estudios
realizados por varias Organizacio-
nes No Gubernamentales (ONG’s)
han mencionado que en nuestro
país por cada crimen por homo-
fobia quedan tres sin denunciarse,
irónicamente la Ciudad de México
que es uno de los pocos lugares
donde es legal el matrimonio en-
tre personas del mismo sexo es
donde se registran gran parte de
estos delitos.
A decir verdad no me sorpren-
de, sobre todo pensando el con-
texto en el que se vive en México
una cultura de machismo impre-
sionante donde las niñas usan ro-
sa y los niños nunca deben llorar,
donde a los jotos se les tiene que
convertir en “hombres” y a los que
no cumplan con esta norma se les
relega, claro que si eres pobre o
de una comunidad de provincia
una madriza es lo que te toca, si
eres de clase alta “te vas a estudiar
seis meses a Europa”, hasta para
ser puto hay clases.
Hablando de clases sociales, no
hay cosa más importante para la
clase alta o más bien, para la clase
alta conservadora que los buenos
valores o lo que ellos mismos han
llamado los buenos valores.
Ser gay es algo de lo que estoy
seguro, pero eso no me convierte
en una persona que esté en contra
de la iglesia o que quiera destruir
todas las estructuras sociales. El
periódico La Jornada habló de es-
to en un artículo sobre la marcha
de la familia, misma a la que asis-
tieron personas que nunca verías
pararse en un plantón por los 43
o en un movimiento recordando el
68, algo que el diario destacó fue
la contradicción de la gente que
participaba, pues muchos de ellos
no sabían a qué se refería la ideo-
logía de género, tampoco estaban
de acuerdo con entablar diálogo
con las personas que no estaban
de acuerdo sobre sus ideales, mis-
Maestrías:
•Periodismo Político
RVOE SEP Acuerdo 2007128 del 19 de febrero de 2007
•Periodismo Económico
RVOE SEP Acuerdo 2007127 del 19 de febrero de 2007
Con duración de seis trimestres (18 meses efectivos) en
clases presenciales los sábados en horario de 9 a 15 horas
Escuela de Periodismo Carlos Septién García
Iniciamos clases en marzo y octubre de cada año
mos que son reforzados por quien
convocó a la marcha.
En un estado laico no se debería
interponer la opinión de la iglesia
al momento de tomar decisiones,
dicha opinión basada absoluta-
mente en nada, en una nota que
se publicó en El Economista, se
abordó la opinión de los curas ca-
tólicos acerca de las relaciones ho-
mosexuales, mismas que tachaban
de anormales y dañinas, llegando
a considerarse un problema de
salud pública, de hecho, la arqui-
diócesis publicó un texto titulado:
“¿Por qué la iglesia se opone al
matrimonio gay?”, es indignante
que se quieran negar derechos co-
mo querer formar familias, por un
grupo que se supone no deber y
no puede influir en las decisiones
políticas de la nación.
Pero la realidad es distinta, el
matrimonio gay es algo que se en-
cuentra limitado y la adopción por
este tipo de parejas está aún más
limitada, porque según la lógica
católica es preferible tener niños
sin hogar y sin una familia que los
procure, a que sean adoptados
por una pareja de dos hombres o
de dos mujeres.
Sé que cuando camino por la
calle de la mano con mi novio to-
davía hay gente que nos observa
y seguramente nos está juzgando,
pero como lo mencioné anterior-
mente soy privilegiado de estar
en la posición en la que estoy; sin
embargo, si estuviera en una co-
munidad rural o en un pueblito las
cosas serían distintas, ni siquiera
podríamos salir a la luz del sol y
no seriamos llamados jotos, ahí
prefieren decirnos putos, como
lo menciona un texto de la revis-
ta online Homosensual, vivimos
un problema cultural, donde sí
es difícil ser gay en la capital, en
provincia eso no existe, al menos
no abiertamente, imaginen la can-
tidad de hombres y mujeres que se
casaron para cumplir una norma
social, una que dice que los hom-
bres son machos y viriles y que las
mujeres deben casarse jóvenes pa-
ra no quedarse a vestir santos.
Ser hombre es ser macho que
nunca se raja y que tiene los pan-
talones bien puestos, pues para
mí, ser gay en México es una de las
cosas para las que más se necesita
ser hombre •
7. Ciudades •
7 •
Sin que nadie se acercara a auxi-
liarlo, los grandes ballenatos rojos
lo esquivaban a toda velocidad,
provocando caos en los carriles
de automóviles. Los mirones en la
banqueta se empezaron a juntar,
los conductores bajaban la veloci-
dad cuando pasaban por el lugar
del siniestro para observar con
morbo la fractura expuesta de la
espinilla derecha de Carlos.
13:57 pm
El Metrobús llegó a la estación de
Ayuntamiento, abrió sus puertas,
el molesto pitido que anuncia el
cierre de puertas aturdió mis oí-
dos. El chofer aceleró como si hu-
biera una jauría de perros rabiosos
persiguiéndolo. Pasábamos la cur-
va más peligrosa de Avenida Insur-
gentes, equivalente a la famosa
“pera” de la Autopista del Sol.
Un motociclista pasó cerca del
camión endiablado. Frenó violen-
tamente, se sintió un golpe, se es-
cuchó el descontrolado rechinado
de las dos llantas del vehículo ne-
gro, una Bajaj Pulsar 200NS, una
de las motos de moda entre los
jóvenes. Las personas dentro del
Metrobús se acercaron a las venta-
nas para ver lo que había pasado,
mientras un tétrico silencio reinó
en el lugar.
Una robusta señora fumando
un cigarrillo; montada en una ca-
mioneta Lincoln negra comenzó a
gritar:
—¡Hagan algo carajo! ¡Qué
barbaridad! —tiró el tabaco a la
mitad y se abalanzó con el gran
fierro negro atravesando el carril
del Metrobús mientras la gente
muda se acumulaba en la banque-
ta con cara de sorpresa.
—¡Me vale, me voy a bajar! Na-
die hace nada!
14:00 pm
Me quedé impresionada por lo
que acababa de presenciar y la ne-
cesidad de ayudar recorrió todo mi
cuerpo. El Metrobús se escabulló
rápidamente y llegó a la siguiente
estación, Fuentes Brotantes. Me
bajé sin pensarlo dos veces, corrí
a la curva en donde se encuentra
el monumental Instituto Nacional
de Neurología y Neurocirugía. La
gente estorbaba mi paso. Mirones
con sus batas blancas, con ropas
viejas, niños... Nadie movía un so-
lo dedo.
Crucé la calle aprovechando
que los autos frenaban para ver lo
que pasaba y continuar su camino.
Tirado en el piso, agonizando por
el dolor y el agobiante calor, se
encontraba él con no más de 18
años. La señora de la camioneta
le hablaba desesperada a una am-
bulancia mientras decía con voz
molesta y caminando de un lado
a otro:
—No contestan, el número es-
tá ocupado... ¡Carajo! ¿En dón-
Ciudades
de quedó mi país? ¡Mi México
chingao!”
Me acerqué a él de manera en
la que mi cuerpo le tapaba el sol y
le pregunté:
—¿Cómo te llamas? —se que-
dó callado sollozando.
—¿Cuál es tu nombre? —insistí.
—Carlos, me llamo Carlos.
—Bien Carlos, ¿en dónde vives?
—A diez minutos, por la caseta
a Cuernavaca.
—¿De dónde vienes?
—De la Facultad, estudio dere-
cho en CU.
—¿Tienes a alguien a quien le
podamos hablar, Carlos? ¿Algún
familiar o amigo?
—Sí, mis papás —abrió los
ojos y buscó en la bolsa de su
chamarra.
2 / 3
—¿Puedes marcar tú?
—Sí, creo que sí.
14:25 pm
Un policía que tenía la pinta de te-
ner no más de 30 años, llegó pre-
guntando si todo estaba bien. La
señora que seguía con su teléfono
en la oreja volteó a verlo y le dijo:
—Sí oficial, todo está bien. Sólo
estamos aquí, asoleándonos. ¡Qué
barbaridad! ¡Cuánto se tardan!
Los cuatro Metrobuses que han
pasado casi nos atropellan, por-
que agarran el vuelo de la curva...
¡Por eso está aquí tirado el mucha-
cho! ¡Todos son unas bestias!
—Señora, vengo a apoyar. No
se altere.
La señora se volteó con un ges-
to despectivo y él se alejó hacia
dónde comienza la curva para
desviar a los camiones y agilizar el
tránsito.
14:15 pm
—Hola, papá... me acaba de aven-
tar un Metrobús… Sí, estoy bien...
Me duele todo… Aquí en la curva
del hospital de Neurología... Ok, sí
papá... Te amo...
14:36 pm
Una pareja de jóvenes se acerca-
ron gritando que una ambulancia
ya venía en camino, que estaban
del otro lado de la calle y vieron lo
que pasó. Comentaron que acaba-
ban de salir de trabajar de un su-
permercado que está a una cuadra
y que lo primero que hicieron fue
marcar el número de emergencia.
Una patrulla llegó para auxiliar
al oficial que agilizaba el tránsito.
La señora volteó a ver a Carlos
diciéndole que todo iba a estar
bien. Se arrodilló a un lado del
cuerpo herido y comenzó a rom-
perle cuidadosamente el panta-
lón para que respirara un poco
la herida.
—Como es pantalón entubado,
necesita respirar tu pierna —dijo la
señora con tono de preocupación.
La pareja joven se alejó y pidió
un taxi.
El sonido de una ambulancia
nos taladró el oído y nos tranquili-
zó. Se escuchó a un hombre gritar
que la ambulancia estaba llegan-
do. Al pasar la curva, el letrero de
la PGJ hizo que se intensificara la
desesperación de no poder hacer
más.
14:45 pm
Una mirada perdida se acercaba a
la escena. Un señor alto, robusto,
con los ojos llorosos, la respiración
acelerada, jadeando, la quijada
desencajada… Atrás, una señora
llorando desenfrenada casi arras-
trando a un niño que tomaba de
la mano. El pequeño, con la mira-
da ausente, asustado, casi incons-
ciente y al mismo tiempo captan-
do todo su entorno.
Despavorida, se aventó al piso y
abrazó a su hijo sin soltar al otro.
El padre se quedó anonadado,
perplejo, observando el hueso ex-
puesto de su hijo.
15:15 pm
El sonido del rescate abrió la es-
peranza, todos volteamos. Era
una ambulancia privada. Se esta-
cionaron enfrente de la camioneta
atravesada de la señora rechon-
cha que seguía despotricando en
contra del gobierno y de la gente
inútil.
Un hombre con ropa blanca,
delgado, ojeroso, con ojos medio
rojos y con la piel amarillenta bajó
de la carroza de rescate.
—Buenas —le tomó el pulso al
muchacho postrado en el piso.
—Venimos a dar primeros auxi-
lios, el costo de traslado tiene un
cargo extra —dijo el chofer.
3 / 3
Todos nos quedamos callados. El
padre reaccionó diciendo que ya
estaba en camino la Cruz Roja.
El paramédico siguió haciendo su
trabajo.
15:03 pm
El niñito empieza a llorar. La ma-
dre llora más desesperada que
hace unos minutos. Volteó y agra-
deció a cada una de las personas
que estábamos ahí. La señora de
la Lincoln la abrazó y le dijo:
—Yo también tengo hijos y en-
tiendo por lo que estás pasando.
El riesgo en la motocicleta está
presente todos los días, pero todo
va a estar bien, ya lo verás.
La madre siguió en llanto. Carlos conservó la calma y trataba de decirle a
su mamá que todo iba a estar bien.
14:56 pm
Me acerqué al señor y le comenté que yo viajaba en el Metrobús que atro-
pelló a su hijo, que checara las cámaras de seguridad en la delegación para
captar el número de Metrobús. Me pidió mi teléfono junto con el de la
señora de la camioneta.
15:35
El camión blanco con cruces rojas llegó derrapando sus llantas en el negro
pavimento. Se bajaron los paramédicos mientras los de la ambulancia priva-
da desaparecían de la escena. La señora de la camioneta se despidió de los
padres de Carlos deseándoles una pronta recuperación y se fue con prisa.
Pasó una hora y media en donde Carlos comenzó a perder sangre y es-
taba ya muy débil.
La inconsciencia y falta de humanidad de la gente fue algo que en ese
momento se notó, las personas nunca se movieron, con ojos de plato y bra-
zos cruzados contemplaban los movimientos, las palabras, los sonidos… •
Atropello
viene de la portada
Se abre socavón
a media cuadra
de Paseo de la
Reforma
Daniela Cervantes Montemayor
Entre las calles de Cristobal Colón y Humboldt en la colonia Tabacalera se
abrió un socavón, a media cuadra de Paseo de la Reforma. Alrededor de las
07:50 horas del pasado jueves 31 de agosto, policías acordonaron la zona y
prohibieron el paso a los automóviles que circulaban por estas calles, debido
a que un socavón fue reportado a las autoridades correspondientes.
A pesar de no haber personas afectadas, en un principio la oquedad era
de aproximadamente dos metros y medio de profundidad. Sin embargo,
cerca de las 09:45 horas, el socavón se hizo más grande, hasta llegar a los
20 metros de diámetro y 13 de profundidad. En tanto, el jefe delegacional
de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, supervisó el área.
El Centro de Información Vial de la Secretaría de Seguridad Pública de la
Ciudad de México explicó que servicios de emergencia comenzarán a pla-
near la reparación, mientras que una alternativa vial es Paseo de la Reforma.
El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre
Díaz, estimó que la reparación del socavón cerca de Paseo de la Reforma
podría tardar hasta dos meses y representará un costo de cerca de 3 millo-
nes de pesos.
Según las autoridades, fue causado por el rompimiento de un canal co-
lector de drenaje que tenía alrededor de 50 años de uso. Elementos de la
Secretaría de Obras de la Ciudad de México trabajaron para contener el
crecimiento de este socavón que se abrió a una calle del Metro Hidalgo •
8. • 8
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
Desde la digitalización de los medios se buscan formas de atraer lec-
tores a las páginas de éstos, adaptándose al lenguaje web y al nuevo
público que cada día busca información, concisa, fiable, que no consuma
mucho tiempo para leer. Dentro de esta transformación también hay
que recordar que las páginas requieren visitantes y que no siempre se
van por la vía de los textos que valen realmente la pena leer.
Se valen títulos llamativos
para información irrelevante
• Clickbait para viralizar notas
• El tráfico de la página sobre la calidad de la información
Sofía Muñoz
Medios
El clickbait es una estrategia
de marketing digital, usada pre-
cisamente para atraer lectores,
basada en el impacto que éstos
puedan causar, utilizando titu-
lares como “alguien hizo esto,
lo que pasó después te dejará
impactado” o “tal cosa le pasó
a alguien por hacer algo que es-
tamos seguros de que también
haces en casa” pretenden crear
más tráfico en las páginas para
así ganar popularidad, además
de basarse en la premisa de que
el público compartirá el conteni-
do aún sin haberlo leído.
Hay varios tipos de clickbait y
no todos sirven para guiar a con-
tenidos basura, algunas páginas
que ya están bien posicionadas y
son populares entre sus usuarios
siguen usándolos, aunque me-
nos sensacionalistas, por ejem-
plo, Buzzfeed utiliza el curiosity
gap en el que omite datos para
saber que vamos a encontrar,
las listas y los títulos que nos re-
cuerdan el lenguaje popular que
usamos día a día para atraer las
miradas hacia su página.
Así, lo viral se hace más impor-
tante para los medios que el con-
tenido que realmente vale la pe-
na leer. Prima el conseguir clicks,
likes, visitas y ser compartidos en
redes, que son su principal motor
de viralización, sin embargo hay
quienes luchan contra este tipo
de contenidos irrelevantes. Face-
book es un buen ejemplo del es-
fuerzo por reducir lo más posible
la propagación de este tipo de
páginas cambiando su algoritmo,
privilegiando el tiempo que pasa
desde que el usuario da click a la
publicación hasta que regresa a
la red social.
Asimismo, lanzó una lista
de lineamientos a seguir para
editores para ayudar a que los
contenidos del News Feed sean
relevantes, da calidad y que inte-
resen de verdad al usuario, entre
los que se incluyen: Crear histo-
rias significativas e informativas,
contenido auténtico y preciso,
titulares claros, evitar el spam y
dar información precisa. Básica-
mente lo que todo periodista que
se precie de serlo debería tomar
en cuenta para poder generar un
producto que interese al público,
crear contenido de calidad.
Aunque esto último sea total-
mente subjetivo dado que mien-
tras que haya contenidos que no-
sotros denominamos “basura”,
otro tipo de público puede con-
siderarlo interesante o divertido
de leer. Un ejemplo de esta sub-
jetividad pueden ser las páginas
de memes o de revistas digitales
como Escándala, una publicación
dirigida al público homosexual,
cuyo contenido va desde espec-
táculos hasta notas más serias sin
dejar de lado el lenguaje estereo-
tipado que le caracteriza.
Javier Pastor, experto en tecno-
logía, explica que este fenómeno
se ha vuelto el pilar de los medios
para “lograr la mayor exposición
posible”, entonces el futuro de
los medios depende de lo que
comparten y no de la calidad de
la información. Nadie está exento
del clickbait pero podemos usarlo
en formas menos sensacionalistas
y más serias para así lograr que la
gente se interese en el contenido
y no en que el título contenga ad-
vertencias o se basen en la emo-
ción para hacer que el público en-
tre a los portales digitales •
9. Cultura •
9 •
En ausencia, Sergio Loo
Alejandro Nájera
I
El 2014 fue un año trágico para la
literatura. Entre los escritores que
se fueron están José Emilio Pache-
co, Federico Campbell y Vicente
Leñero, entre los mexicanos. Juan
Gelman, Leopoldo María Panero y
Gabriel García Márquez, entre los
extranjeros. Sin embargo, entre
los fallecidos nacionales también
hay dos nombres que para casi to-
do el mundo pasaron desapercibi-
dos. El primero: Marco Fonz, poe-
ta que se suicidó en Chile mientras
estaba en un viaje como invitado a
una feria del libro.
El otro: Sergio Loo, poeta que
falleció por un cáncer en la pierna,
a la edad de 31 años: esto nos im-
pidió a todos sus lectores ver el de-
sarrollo del “Ramón López Velarde
de nuestra generación”, como lo
calificó un amigo luego de leerlo.
Así que, al igual que el autor de
La suave patria, Sergio terminará
siendo un descubrimiento para to-
da la generación que le sigue.
Lo magnifico de Sergio es que
tenía múltiples facetas. No vivía en
la incertidumbre de tener un “yo
verdadero”, sabía que eso era una
farsa de las personas. Entre sus fa-
cetas: la que siempre lo caracterizó
fue la de viajero. “Siempre andaba
de pata de perro”, me contó la se-
ñora Reyna, su madre.
La defensa del débil fue algo en
lo que siempre creyó y ejerció: si
no podía enmendar un problema
en persona, lo hacía a través de su
literatura: una especie de justicia
poética caracterizada por lo corro-
sivo del humor que manejaba.
II
Mucha gente acude a los libros es-
perando a que la lectura les deje
algo. Que se resuelva los misterios
de su vida. Esto lleva a muchos a
preguntarse: ¿Cuál fue el men-
saje que me dejó esta obra? Por
mi parte, tengo la certeza de que
un lector experimentado, inclusive
curioso y deductivo, tendrá como
respuesta una carencia de mensa-
je, que tal vez lo único que le sirvió
pasarse horas, tal vez días; es des-
cubrir un nuboso y enigmático ha-
lo de incertidumbre cuando vuelva
a su vida real.
De igual manera, he visto un
desprecio por la autoayuda: “Por
lo fácil que es y el mensaje tan
cursi y moral que busca dejar”,
llegué a escuchar en una tertulia.
A diferencia de las grandes obras,
tragedias en donde el protago-
nista se enfrenta a un tormento
provocado por la evolución de su
mundo. No porque un libro hable
de desgracias significa que deje
lo cursi a un lado. Las cursilerías
son vistas como una hipérbole de
la ternura. En lo personal, he lle-
gado a concluir que esto viene de
una formación colectiva gracias a
ciertos estereotipos: las grandes
narraciones tienen que ser una
larga serie de lamentaciones. Si
llega a haber algo de amor, incluso
una compasión sublimada, queda
totalmente denigrada.
Un punto de lo anterior se ve
con la lectura de Operación al
cuerpo enfermo (Ediciones Aca-
pulco, 2015). El primer libro póstu-
mo de Sergio, el cual es un confe-
sionario sobre la enfermedad que
lo acogió. Aquí es donde lo cursi
se ve: no intenta chantajear al lec-
tor queriendo provocar lástima.
Tampoco busca incomodarlo. Sólo
procura que se le lea en una iróni-
ca ternura entre “el lector que vive
y el escritor que muere” como es-
cribió su amiga Xitlalitl Rodríguez.
Un claro ejemplo es con uno de los
fragmentos que lo integran:
Tarso
Le pregunto al doctor si la tumora-
ción que tengo es grave (no respon-
de), si es cáncer o un tumor y qué
Cultura
diferencia hay entre un tumor
y el cáncer (mira fijamente
los estudios), le pregunto
si me van a operar (no dice
nada), qué debo darle de
comer o si debo sacarlo a
pasear por las tardes, si me
lo puedo llevar a casa cuando
me lo extirpen, si le puedo po-
ner un nombre lindo. O, si es lo su-
ficientemente grande, casarme con
él o copularlo.
No se trata de que se aleccio-
ne al lector. Se trata de vivir el
problema como si nosotros es-
tuviéramos en el papel protagó-
nico. Se desea que la amargura
sea tolerable, aunque ésta vaya a
perder su, aparente, significado.
Consiste en que apaguemos por
un momento a la vida real y todas
las desgracias que acontecen. Lo-
grar que una lectura amenace la
estabilidad emocional de nuestra
vida, como lo tendría que hacer el
buen arte.
III
Lamentablemente no tuve el gusto de conocer a Sergio. Luego de la lectu-
ra de sus versos he llegado a quererlo mucho. A extrañarlo.
Afortunadamente, para los que fueron sus amigos y sus próximos lec-
tores nos queda su madre Reyna y su hermana Jetzabel. Cabe destacar
que el título de este texto es un homenaje al homenaje que hace la señora
Reyna: ella dedica los libros de Sergio con un sello de su firma original y
agregando “en ausencia”.
“Entre las cosas más preciadas que nos dejó fueron ustedes, sus amigos
heredados”, me confesó en una parte de la larga y tendida platica que
tuvimos, “espero que nos sigamos viendo, ya que ahora también formas
parte de mi vida”, terminó por decir •
El año mágico de
García Márquez
Alfredo Narváez
Se celebra en la Biblioteca Nacio-
nal de Buenos Aires un homenaje
a una de las obras más represen-
tativas del Boom Latinoamericano,
escrita por el Premio Nobel de Li-
teratura de 1982, Gabriel García
Márquez. Cien años de soledad,
cumple 50 años desde su publica-
ción y en Argentina resaltan que la
primera edición de la novela saliera
de una editorial local llamada Edi-
torial Sudamericana en 1967.
El motivo fundamental, además
de celebrar la obra, es la conmemo-
ración de la primera y única vez que
el autor colombiano pisó tierras
argentinas, en ese año. La presen-
tación celebrará todos los eventos
ocurridos en 1967 alrededor de
García Márquez en la capital ar-
gentina. A lo largo de su visita ofre-
ció dos entrevistas, una sesión de
fotos tomadas por Sara Facio y se
dice que escribió una carta dirigida
a Mario Vargas Llosa. En el even-
to, se expondrán diversos artículos
representativos del escritor, tales
como grabaciones exclusivas de él
leyendo su obra y su medalla recibi-
da por parte de la Academia Sueca.
Como parte de las celebraciones
se juntará una serie de fragmentos
de críticas emitidas por escritores
de distintas corrientes y nacionali-
dades como: Carlos Fuentes, Milan
Kundera, Jorge Luis Borges y Julio
Cortázar, con el fin de exponer la in-
fluencia del colombiano en la litera-
tura universal contemporánea. A su
vez, se le ofrecerá al público la posi-
bilidad de leer distintas ediciones del
libro, así como podrán apreciar un
collage con todas las portadas he-
chas de Cien años de soledad desde
su primera publicación.
La Biblioteca Nacional de Co-
lombia también colaborará con
materiales cedidos por la familia
del escritor en una exposición lla-
mada Un espejo del mundo, nom-
brada así debido a la superstición
del también periodista de no sen-
tarse frente a los espejos por temor
a la mala suerte. Todo el material,
incluyendo a las colaboraciones del
museo colombiano, se encuentran
expuestas desde inicios del mes de
septiembre.
A la festividad se le nombró El
año mágico de García Márquez,
pues los medios argentinos consi-
deran que fue en su país, en 1967,
donde pasaría a la historia de la
literatura sin saberlo realmente,
pues construiría los primeros pasos
rumbo al movimiento literario del
Boom Latinoamericano. Argentina
será el único país de Latinoaméri-
ca que llevará a cabo este home-
naje sin precedentes a Cien años
de soledad, esperando que más
naciones del continente le den su
justo valor a la obra cumbre de la
literatura latinoamericana.
México podría ser uno de los
próximos albergadores de una
exhibición referente al cuentista
del realismo mágico, ya que fue
en este país donde escribió la ma-
yoría de sus obras. Por lo pronto,
Buenos Aires tendrá su exposición
abierta al público hasta el mes de
diciembre •
10. • 10
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
Del café, el poder
de la gente y Patti Smith
Marcia Chi Barrales
“Where the pure air recognized and my senses newly opened,
I awakened to the cry that the people have the power.”
Sí, ahí donde el conocido aire puro abre los sentidos nuevamente, una voz
nos despertó al grito de que la gente tiene el poder. En su séptima edición,
el proyecto de arte público Sonora 128, en la Ciudad de México, presentó
a la poeta, artista visual y cantante Patti Smith, como parte de Sesiones del
Café La Habana, una serie de obras y performances organizados entre el 1
de septiembre y el 31 de noviembre de 2017.
Desde 1954, el Café La Habana se posicionó como el favorito de grandes
personajes como poetas y periodistas; en Morelos 62, esquina con Bucareli,
cerca de dos periódicos —El Universal y Excélsior— era de esperarse. Sus
mesas fueron testigo de las pláticas entre escritores y revolucionarios, desde
Roberto Bolaño y Octavio Paz hasta Fidel Castro y el Che Guevara.
Patti Smith, ícono del punk, con su inconfundible cabellera canosa y
desaliñada, no quiso irse de México sin tomarse un café en La Habana. De
paso firmó su foto que ya cuelga de una de las paredes. “Me siento más
orgullosa de tener mi foto aquí que en el MOMA”, le contó Patti a José Kuri,
director de la galería Kurimanzuto, responsable de la visita de la artista al país.
El pasado sábado 2 de septiembre Smith acompañada de Lenny Kaye y
su guitarra, se presentó en la Casa del Lago. El motivo principal era hacer
una lectura en voz alta de su poema Hecatombe, dedicado e inspirado en el
escritor chileno Roberto Bolaño y su obra 2666 pero, para fortuna de todos
los presentes, Smith hizo mucho más que eso.
Su visita fue anunciada apenas un par de días antes por medio de las
redes sociales; ahí se informó que el acceso comenzaría a las 12:30, que
media hora después comenzaría el evento y que sería de entrada libre. Al
leer esto, supe que me esperaban un par de horas formada para ser parte
del acontecimiento.
Llegué a las 11:15 al Bosque de Chapultepec y no tuve que preguntar
nada, supe que mi lugar en la fila era ese: a la altura de los baños en la
entrada de acuario. Los libros y los discos parecían parte del vestuario de
los asistentes, que en su mayoría no pertenecían a la época de auge de
la artista. La fila fue creciendo con rapidez, torcida para seguir el camino.
Con puntualidad se permitió
el acceso; el camino era lento, la
fila parecía no terminar: estaba al
frente, a un lado, atrás… Al llegar
a las rejas se hacía una división en-
tre hombres y mujeres para la es-
cueta revisión. Sin lugares asigna-
dos la gente se amontonaba frente
al escenario.
Desde la izquierda vi a lo lejos,
del otro lado una cara conocida:
Juan Villoro, algunos medios y per-
sonas se acercaban a él. La noche
anterior se había publicado una fo-
to del escritor junto con la artista.
A las 13 horas con dos minu-
tos, el eterno dúo apareció en el
escenario frente a un espacio re-
pleto de sus seguidores. Inició su
presentación recitando parte de
la canción People have The Power
para luego entablar una con-
versación con los asistentes, se
refirió al espectacular que acaba-
ba de inaugurar en Sonora 128,
parte de un proyecto de la galería
Kurimanzutto.
¡De pronto sostuvo su libro Just
Kids y leyó un fragmento en el que
ella y Robert Mapplethorpe —ex-
pareja sentimental— van a ver el
espectacular de John Lennon y
Yoko Ono que predicaba War is
over! If you want it. Así, la
tercera sorpresa fue escu-
charla cantar la primera can-
ción: Wing, seguida de un
cover a capella de Mothers
of the Disappeared, de U2, que dedicó a los padres de los 43 normalistas
desaparecidos.
El diálogo se mantuvo entre canciones, ahí reveló haber visitado la Se-
cretaría de Educación Pública (SEP), donde observó los murales de Diego
Rivera y resultado de ello rompió la tradición de vestir blusa blanca en sus
presentaciones, sustituyéndola con una del color que más la marcó: el rojo.
Pero esto no fue todo, escribió, y recitó para nosotros, un poema titulado
Red Song.
De esta forma, los más de 2 mil asistentes se rindieron ante La Bruja Ma-
yor, y él, su Merlín, su guitarrista y cómplice, mientras cantaba una canción
llamada Noguchi’s Butterflies que escribió hace tres años cuando visitó la
Casa Azul, y donde, a causa de esa venganza que mantiene frente a los
extranjeros el que fue rey de los tlatoanis, se recostó en la cama.
La lectura de Hecatombe en voz de ella nunca llegó, fue Juan Villoro
quién, después de hablar sobre Roberto Bolaño, leyó a solas en el escenario
la versión en español del poema.
Al finalizar la lectura, Patti Smith y Lenny Kaye volvieron para interpretar
algunas canciones más; incluyendo Beneath the Southern Cross que dedicó
al recién fallecido Sam Shepard, Because The Night que cantó en honor a
su esposo Fred Sonic Smith (que falleció en 1994) y un cover a Can’t Help
Falling In Love de Elvis Presley.
Para despedirse, Patti regresó a interpretar People Have The Power, esta
vez cantando a todo pulmón y dedicando la canción a todas las personas
en México. Reveló que el 14 de septiembre repetirá esta acción durante un
concierto en Central Park como respuesta a Donald Trump. Después de ese
momento culminante, y entre gritos y aplausos por parte del público, Patti
Smith se fue con un último recordatorio: “No lo olviden, siempre han sido
libres. Los amamos”´ •
Cuando el género opaca el
mensaje: Cannibal Holocaust
Yaotlalli A. Salazar González
Cuando se habla sobre la película Cannibal Holocaust se piensa en la polémica que generó en su época y las censuras que
obtuvo, no sólo por el tema tabú del canibalismo, sino por la manera en la que fue rodada: hubo demandas justificadas
por maltrato animal y esto es lo que llevó a la fama a su director Ruggero Deodato.
La cinta tiene un planteamiento interesante sobre el sensacionalismo y hasta dónde puede llegar la crueldad humana, y
aunque tiene un objetivo, éste se pierde y se ve opacado por el género al que pertenece.
Como película de género cumple como tal, logra rechazo y malestar a quien la vea; es en extremo gráfica y cruel, algo
que con el tiempo se ha perdido en el cine gore, convirtiéndolo en cine de explotación y recurso de la comedia.
Además, Cannibal Holocaust es pionera en el género found footage (36 años antes de The Blair Witch Projec) ya que
los espectadores —al encontrarse con los efectos especiales tan bien logrado de las muertes— llegaron a pensar que eran
reales y salían de las salas de cine aterrorizados pensando que era un documental (lo mismo que La guerra de los mundos
de Welles), razón que la hace más valiosa cinematográficamente.
Los invito a ver este filme y sean ustedes quienes juzguen si Cannibal Holocaust se merece el lugar que tiene en la his-
toria; claro con la idea en mente de que la vean desde una perspectiva distinta a lo que el morbo del cine gore genera •
@yaosagy
Cine
Título original: Cannibal Holocaust
Nacionalidad: Italia
Año: 1980
Director: Ruggero Deodato
Guión: Gianfranco Clerici,
Giorgio Stegani
Intérpretes: Robert Kerman,
Francesca Ciardi, Perry Pirkanen
11. 11 •
Mar abierto
Jaqueline García Tello
Anthea
Esteffan Martínez
Cuando mi cabeza se llenaba de
nubes negras era como todo el
miedo que tu presencia me traía.
No era un miedo de aquellos que
no puedes controlar, ni del tipo
que te atemoriza y ni siquiera pue-
des dar un paso por temor a que
te dañe. Era del tipo que me hacía
sentir náuseas: insegura, más que
cualquier persona en su primer
día de trabajo, o en una clase de
matemáticas impartida por el pro-
fesor más viejo de la escuela, o en
un examen de admisión.
Más insegura que cuando vas a
la playa y no vez realmente dónde
pisas, porque sabes que cada vez
está más hondo de lo que tu cuer-
po aguanta.
Sólo sientes que los problemas
chocan contra ti a una velocidad
rápida y brusca. Sí, más bien eso
era. Eras como el mar. Me ahoga-
bas. Chocabas contra mí y yo tra-
taba de pararte, te perdía la pista.
Y la obsesión que sentía por ti cre-
cía cada vez más.
No sabía realmente qué quería.
Pretendía que me llevaras entre las
olas o quería quedarme en una
esquina para contemplarte: sólo
verte y no cruzarme contigo.
A veces la inseguridad me trai-
cionaba y no te miento llegue a
derramar algunas lágrimas —a lo
mucho tres—, pues me dolía pen-
sar que tal vez todas aquellas his-
torias que me confiaste, las men-
8:25pm. Volvió a despertar no sólo él, parece que volvió a la vida un
señuelo del abismo, un mal augurio.
No dejes de mirarme; susúrrame, cálcame, atrápame.
–Le agradece tenerla como rehén, amordazarla con sus besos, atarla con
humo que forma poesía en las madrugadas azul marino.
Se terminó la conexión de miradas, la realidad los descobija, un día más
para fingir… Ella se va, él mira irse drogas tiradas al retrete, se prepara para
un día pálido y artificialmente oscurecido por cortinas, maldice la sobriedad,
la euforia.
Anthea no sueña, no observa las estrellas con ojos de cristal. Creció en
el lado olvidado de la Luna, aquel que roza con el Sol, pero es golpeada
por cometas. No puede dejar de temblar, sus manos probaron la tentación
siendo vulnerables, fabricaron adicción: lo probaron a él.
La sutileza arde, la moral se moldea, el placer se desmorona para conver-
tirse en finas virutas cual tabaco, el placer es fumado en la misma habita-
ción donde ella es rehén y él carnada.
¿Sientes el viento gritar desesperado?
Ambos temen a la oscuridad, pero, todas sus vidas han preferido sentir,
erizarse la piel, ser amantes del miedo; temer y amarse, pólvora y gatillo.
Pasan horas y jeringas, pestañeos y música, remolinos debajo de la cama,
odio a la realidad que jamás estará invitada a dormir.
–Suéñame desnuda, ebria por ti.
Él mira el susurro, siente callarse al viento, su piel se derrite, ella bebe
aquel elixir tóxico, para entonces estar segura de que, si cae al cielo o sube
al infierno, él estará ahí.
Sobredosis de oscuridad se apodera de un muerto en vida, lo encadena
y ofrece a la realidad noctámbula e inútil.
Es cierto que te digo que no
tengo sentimientos porque de esa
manera te acostumbras a que no
me puedes hacer sentir como los
demás. Pero te equivocas, tu amis-
tad me hace sentir todas las sensa-
ciones posibles que puedan existir.
A veces tanto odio, felicidad, náu-
seas, rabia, dolor, que cuando to-
do se mezcla no sé si agradecer el
que tú estés aquí u odiar el porqué
nuestros caminos llegaron al mis-
mo lugar.
Todo tu pasado, presente, fu-
turo, incluso, me dan problemas
porque nunca sé sí estoy haciendo
un buen trabajo, o si soy parte de
tus venganzas o si tu furia se mani-
festará algún día contra mí o si de
Volvió a despertar, pero ahora
solo, por primera vez deja de ser
señuelo del abismo para conver-
tirse en dueño de él, deja de ser
un mal augurio para ser el gato
negro.
Ellos prometieron viajar no en
este mundo, fumar en la entrada
al limbo.
¿Por qué no cumpliste? ¿Por
qué no me esperaste? ¿Por qué te
fuiste sin mí?
Intrusas luces rojas y azules
penetran las cortinas. Anthea se
inmuta ante el flash de la Luna,
atrapa estrellas con lágrimas imi-
tando perlas, abraza al sol y aca-
ricia cometas.
Las cadenas siguen, el escape
ensordecedor enfría su sangre,
compra boletos al limbo; está la
tremulante esperanza, el prefacio
de su viaje se lo lleva el viento.
No te sientas solo, voy en cami-
no, estaremos juntos…siempre •
De hombre y lobo
De hombre y lobo •
tiras que dijiste para consolar a
otros, aquellas humillaciones que
les hiciste podrías también hacér-
melas a mí. Por eso es que nunca
sabía si lo que me mostrabas era
sincero. Si realmente estaba con-
fiando en alguien o como siempre
seguía estando sola.
Pero tampoco te emociones.
Aquellas pequeñas gotas que
caían en las noches no era de tris-
teza, sino de rabia porque todo mi
mundo se relacionaba contigo y
eso no estaba bien, eso sólo me
hundía. Jamás me había apegado
tanto a alguien, ese era mi miedo.
No me gusta apegarme a la gen-
te porque luego se van sin dejar
huella.
verdad me alabas tanto como dices y no quieres perderme.
Tu historia me obsesiona, pero tonta yo por dejar que
eso pasara. En un intento de controlar todo lo que se hacía
parte de ti se me salió de las manos. No... Como ya dije
no es amor ni enamoramiento ni siquiera atracción. Es una
amistad demasiado fuerte, una que me puede como nun-
ca lo habían hecho. Pero es normal, ¿no? Así funcionas.
La mayoría de personas que están cerca de ti quedan
idiotizadas por tus ojos, tu bondad; por tu gracia, sin saber
que lo que haces es forzoso y toda aquella persona que se
deja de ti la tomas y manipulas.
Lo que me queda claro es que yo no soy toda esa gente.
Pero entonces. Si se supone que conozco las partes peores
de ti. ¿Por qué te sigo tan obsesionadamente?
No obsesionada como tus amigas anteriores, sino de
otra forma, quizá como una búsqueda incongruente por
entenderte. Eso me agobia. Pero es capaz una amistad de
causar tantos conflictos en la mente.
Si sólo es amistad se supondría que debería estar disfru-
tando de ella, pero no puedo, me corrompe, las nubes regresan y llueven
los pensamientos sobre ti. O tal vez sólo se trate de una conexión máxima
entre tú y yo.
Aquel día que me confesaste tu problema en el cerebro, no sé por qué
no me fui asustada en el vagón que seguía; no sé porque no llamé a mi
madre aterrada para que me recogiera, tampoco porque no rompí en llan-
to atemorizada; no supe cómo es que seguí ahí, intacta, escuchándote,
riéndome, nerviosa, intentando percibir tus facciones al decirlo; queriendo
encontrar alguna pequeña mentira que derramara la gota del vaso, sólo
seguí ahí, tratando de entenderte, de ver tu universo.
Me conecté a ti de una manera igual de loca que las palabras que salían
de tu boca. Recuerdo perfectamente que parecías más aterrado tú al decír-
melo que yo al escucharlo; también que nos quedamos tiempo abrazados,
no quería soltarte, intentaba casi leerte el pensamiento como en esas nove-
las de ficción, y sí, tal vez suene muy loco pero por cómo lo estoy viviendo.
Así como el amor también la amistad puede consumir a una persona. No
he perdido la opción de que también yo tenga problemas mentales, pero
eso sólo es una justificación más que mi mente crea para entendernos a
los dos •
12. • 12
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
Un “amos” incierto
Marcia Chi Barrales
Mi amor no
es hambre
Gisella Chavarría
Mudanza
(Y de la nada, se hace la luz)
Daniel Lara Hernández
Me dicen que se te fueron las ganas de vivir, que no te levantas de la cama y no quieres comer. Eso dicen, que
después de más de 94 años ya no le encuentras sentido a la vida. Ése que sí lograste ver cuándo, entrando a tus 20,
tenías que arrancarte del pecho a esa cría para ir a coser botones.
Que se te fueron las ganas de vivir.
¿Será que se te fueron o que te las quitamos? Me da miedo la respuesta, porque tal vez, muy posiblemente, no sea
apropiado el “amos”. Pero puede ser que sí, que las veces contadas que te vi hasta ahora, que entro a mis 20 —sin
cría que arrancarme del pecho—, fueran suficientes para formar parte del mundo que ya no quieres.
El pretexto de la distancia, ése
que usa toda tu descendencia,
siempre me ha dado rabia; porque
cualquiera es capaz de recorrer es-
ta mancha urbana dos veces al día
por la necesidad de un salario, que
no lo hicieran por dar un abrazo…
Si de verdad se te fueron las ga-
nas, y no figuro dentro de la tris-
teza del adiós, te pido perdón, si
se te fueron, y te duele despedirte
pero aún así te vas, te pido mil
veces perdón mientras te despido
en paz.
Cierra los ojos, respira tranquila,
recuerda aquellos días en que no
paraban las ganas. Recuerda las
caras, evoca los aromas; piensa en
los lugares de los días felices y en
la compañía de los tristes. Si des-
pués de todo, no te quedan ganas,
vete y no te despidas de nada •
Has movido fibras sensibles en mí, lo digo porque nunca había sido tan
entregada a alguien, al punto de no querer mirar a ningún otro hombre
porque tú eres todo lo que quiero.
Tú eres algo que es un todo, promesas que se guardan en la parte del
dedo meñique, apapuchi por la playa, palabras que viven después de tanto
tiempo.
Mis ojos se cruzan en tu alma mientras te fundes en mí.
Mi corazón ruge de amor por ti
Y mi estómago late por todos los besos que había contenido esos días
que no te vi.
Nunca he entendido cómo le haces. Cómo encuentras mis puntos más
débiles que oprimes los botoncitos latentes que me hacen quererte más de
lo que debería.
Sé que mi amor no es hambre, es algo que va más allá de cualquier
etiqueta •
Él abre sus ojos. La blanca luminosidad lo deslumbra. Él, tratando pesada-
mente de incorporarse, voltea hacia cualquier parte, intentando encontrar
sentido a lo que estaba viviendo. Pero no hay nada. Sólo mar. Sólo mar y
arena. Y nada.
Hincado, apoya sus manos en la suave arena y ve cómo se hunden lenta
y delicadamente entre los diminutos granitos. Siente cómo se deslizan sigi-
losamente por entre sus dedos y en el canal que hay entre carne y uña. Le
gusta esa sensación, como a todos.
Mientras se encuentra en esa posición procura recobrar sus fuerzas, pues
siente como si hubiese dormido por mucho
tiempo y tuviera que recordar cómo mover su
cuerpo.
Se levanta poco a poco, aún con la cabeza
gacha, y al meter sus pies dentro de la imagen
que sus ojos estaban captando nota que trae
puestos sus zapatos favoritos, ésos que siem-
pre ha procurado mantener boleados. Son
negros. Es en ese momento y ya con un mo-
vimiento más firme, que logra levantarse por
completo y, sorprendido, observa que está vis-
tiendo su mejor traje. Una camisa inmaculada
con un planchado impecable, una corbata
que, cual cascada, desciende imperturbable
hacia su cintura, unos pantalones lisos, del-
gados, de ésos que acompañan muy bien a
las piernas en días de calor y un saco, de tiro
amable, abrazando su cuerpo como guardián
de su alma. Y a un costado, una pequeña mo-
chila, un portafolio quizás. No pesa mucho,
pero algo en su interior le dice que no lo abra. No lo hace. Lo toma.
Él observa. Mar. Mar y arena.
Se dispone a caminar a lo largo de la interminable playa, unión de dos
antiguos espíritus. Mientras camina lo acaricia una suave brisa, él podría
casi jurar que se trataba de la mano de algún antiguo amor. El contacto es
suave, casi imperceptible, lo siente más en el corazón que en la piel.
Camina y camina y lo único que puede ver es el mismo escenario repetir-
se una y otra vez, infinito. Irremediablemente comienza a sentirse ansioso,
asustado, pero es plenamente consciente de que no debe dejarse ir por los
susurros de la desesperación y, por tanto, se serena y se detiene.
No hay nada, no se escucha nada. Sólo hay mar. Mar y arena. Y silencio. Algo en él cambia. Un escalofrío recorre
su cuerpo de extremo a extremo. Se sacude, pero la sensación se hace cada vez más intensa. No siente miedo y ya no
siente ansia, ahora un peculiar instinto se apodera de él, como si en un instante ya no se sintiera perdido. Y camina
de nuevo, mas ya no hacia los costados, no, ahora camina hacia el frente. Hacia el mar.
Con cada paso que da la brisa se torna cada vez más fuerte. Y el mar camina también y se dirige hacia él. Dos
cuerpos a punto de colisionar. Él no siente miedo. Su respiración es suave, sus ojos inertes y su determinación, inque-
brantable. La brisa lo azota, lo que antes eran cariños ahora son golpes. Pero él sigue. Él no se detiene. La arena se
acaba, se despide. El viento ruge, furioso. El mar abre su boca…
Y ahí está él. Entero. Con su traje y su portafolio, cuyo interior desconoce. Ahí está. Parado. Pero no hay arena bajo
sus pies, hay agua, hay mar.
Ya no siente desconcierto. Y, tal vez sea
mejor así, sin dudar, sin preguntar. Después
de todo, ¿quién le daría la respuesta?
Él camina. Derecho, sereno y con su suave
respiración, quien es su única acompañante.
A lo lejos alcanza a divisar algo. No pue-
de distinguir qué es lo que podrá ser, pero
dentro de él, debajo del manto de tranqui-
lidad, una tenue luz de alegría se enciende.
Apresura su paso, entregándose de nuevo a
la incertidumbre, pero esta vez, con un be-
so de esperanza en sus labios que, por más
que tratan, no pueden impedir que una ligera
sonrisa tome forma.
Conforme se acerca, aquello que no podía
distinguir se vuelve más claro. Pero no. No
puede ser.
Es imposible –pensaba. Aquello se volvía
cada vez más cercano, pero no para su men-
te. Sus ojos lo acercaban y su cabeza se lo llevaba. No. No podía creerlo. ¿Por qué?, se preguntaba. ¿Por qué sus
deseos lo habían traicionado de esa manera? Él se detiene. Él observa. Dos escaleras. Una apuntando al lejano y
superior horizonte, y otra, cuyo final se ocultaba en las profundidades del mar.
Él observa. Hay mar. Hay mar. Y hay dos escaleras.
No siente miedo. No siente esperanza. Y aquella tenue luz de alegría se esfuma por completo.
Pero es ahí, en medio de todo, en el centro del mar y frente a la decisión que debe tomar, que ese instinto, frío y
cálido a la vez, ese instinto que lo empujó y lo hizo caminar de frente, ese instinto que le dio las respuestas a unas
preguntas imposibles, ese instinto lo toma de la mano otra vez. Él lo siente. Él levanta la mirada. Él camina. De frente.
Con su impecable traje, con su cascada ondulando cual bandera en popa de algún navío. Con su portafolio en la
mano. Sereno. De frente. Él camina •
13. 13 •
Frenesí
Paloma Takahashi
Llegas a un lugar desconocido,
sin saber que este lugar existe. No
hay dirección ni coordenadas; no
sabes si es real, si está en tu men-
te, si tiene sentido siquiera.
Llegas con calma, te detienes a
observar, pues sientes una vibra
especial. El lugar te atrapa, capta
tu atención. Comienzas a sentir la
adrenalina que recorre lentamente
tu cuerpo; empieza en tu estóma-
go y de ahí se propaga hacia tus
manos y piernas.
Tu temperatura cambia, tu tem-
peramento también. De pronto
sientes la calidez. Te tocas la ca-
ra y estás caliente. Tu corazón se
acelera, las pupilas se dilatan. Es
inconsciente, involuntario, repen-
tino, inesperado, es único.
Sigues sin reconocer el lugar. Es
moldeable, cambiante. Por alguna
razón te sientes seguro.
De hombre y lobo •
Caída
Ángel Gregorio Antúnez Zarza
Mi centro está roto
aunque por dentro
aún quedo cauto.
Soy gobernado
algo me ha atrapado
casi destruido.
En mi ser queda algo
aunque ya nada me cambia
sé que me ama.
Si no espero durar
sólo un poco
hasta no suspirar.
Decir adiós sin más
estoy en caída y ya no
importan los demás.
Tal vez pequé
pero tú sabes
que sí te amé.
Se aproxima una persona. A lo
lejos, tu visión de ella es una ima-
gen borrosa. No alcanzas a perci-
bir su forma, su cara, ni sabes su
nombre. Se va aproximando, lo
sientes cercano. Llega al mismo
lugar en donde tú te encuentras.
No viene buscando algo, ni viene
buscándote, simplemente llegó,
sin saber en dónde se encuentran.
Ambos están curiosos, confun-
didos también, pues no planearon
llegar aquí. Siguen sin mirarse, sin
reconocerse, sin explorarse.
Una mirada lo inicia todo, cu-
riosidad por lo desconocido; una
mirada inquieta, que desata un
diálogo, empieza la conversación.
Una palabra inicia un sinfín de
futuras pláticas; un mar de pensa-
mientos y sentimientos, inicia una
interacción.
Se puede sentir la conexión in-
mediata, un momento espontá-
neo, jamás se sintió tan adecuado.
Es un instante aislado de todos los
que has tenido. Es especial, fami-
liar, por poco lo puedes tocar. Es
inexplicable, no lo tienes que razo-
nar, te vuelves a sentir único.
De manera inconsciente se co-
mienzan a buscar. Siempre se vuel-
ven a encontrar en el mismo lugar.
La conversación no se detiene, no
existen las pausas, no existe el si-
lencio ni la incomodidad. Se sien-
ten cercanos, humanos. Mientras,
el universo cumple su movimien
to, el movimiento que realizas
es acercarte cada vez más a esa
persona. Te sientes parte de algo
ahora. Empiezas a creer que per-
teneces a este lugar desconocido,
que algo te pertenece, que eres
parte de algo nuevo que se ha he-
cho parte de ti, alguien comparte
tu sentir.
Y de pronto lo que sucedió
tiempo atrás desaparece. Comien-
zas a ver cómo se va desvanecien-
do frente a tus ojos. Bajas la mira-
da hacia tus manos y los recuerdos
se deslizan de ellas. Tu mente em-
pieza a olvidar nombres, rostros,
palabras, conversaciones, lugares,
sensaciones, sentimientos, colo-
res, olores.
Es como si tus sentidos comen-
zaran a fallarte. Ya no recuerdas
y no deseas hacerlo. Lo dejas ir,
disfrutas cómo se desvanecen tus
momentos, cómo pierden forma.
Dejan de tener sentido, dejas de
retenerlos, hasta que terminas
por olvidar todo y el todo se ol-
vida de ti.
No planeaste llegar aquí, cono-
cer a esta persona, sentirte de esta
manera; no planeaste olvidar.
Te sientes de manera distinta,
con un aire fresco. Las nuevas sen-
saciones te invaden, se apoderan
de ti, te convierten en alguien dife-
rente. Miras tu reflejo y no te reco-
noces. Esta personalidad no había
emergido de ti.
Habías conocido bastantes ver-
siones de ti, con distintas perso-
nas, pero jamás algo similar, y esta
personalidad te gusta, se ajusta a
lo que siempre quisiste sentir, a lo
que esperaste que existiera para
ti y existe. Lo puedes tocar, dis-
frutar. Te dejas llevar, inundar del
sentimiento, de la persona, del
momento. No lo quieres dejar ir,
ya no puedes.
La necesidad se mete en tus
entrañas, quieres encontrarte con
esta persona, platicar, compartir,
crear momentos para reproducir-
los en tu mente; sentir a la per-
sona. De pronto las teorías que
profesabas de no necesitar, de ser
independiente, terminan por aver-
gonzarte. Tus teorías te traicionan.
Necesitas de esa persona y ella ne-
cesita de ti. Es personal, es íntimo,
es afortunado, son afortunados.
El lugar se tornó cálido, aho-
ra tiene nombre; la persona tie-
ne rostro, lo reconoces, añoras,
esperas, estimas, atesoras y lo
haces tuyo. Su rostro se plasma
en tu mente, tus manos buscan
su esencia, tus ojos su mirada, se
entrelazan. Son parte de algo no
creado por el hombre, de algo más
grande, de algo infinito.
Se convierten en inexpertos.
Eso lo convierte en perfecto. El en-
cuentro de dos seres imperfectos,
con la piel descubierta, con el al-
ma expuesta. Ahora todo está en
calma. Sus demonios escapan por-
que no encuentran lugar en un es-
pacio tan consolidado. Huyen los
miedos. Sus momentos se vuelven
eternos.
El lugar ahora es un mundo lle-
no de sus recuerdos, está invadi-
do por sus caricias, adornado de
sus pensamientos, impregnado
por sus olores, los que desprende
la piel en un arrebato de pasión,
decorado por sus sentimientos
desbordados, rodeado de ríos de
lágrimas derramadas por ambos,
repleto de edificios llenos de dis-
cusiones, montañas que se forma-
ron por la confianza. Sólo viven los
dos en el lugar. Nada ni nadie los
puede alejar de ahí, es donde per-
tenecen, ahora es su hogar.
Un lugar se convierte en tu ho-
gar, un desconocido se convierte
en tu reflejo, un vacío se transfor-
ma en una fuente de constante
sentir. Entras en un estado mental
del cual no quieres escapar jamás.
De pronto vuelven tus sentidos
y ahora sientes más, se desarrolla
tu sensibilidad, te enterneces, cre-
ces; ahora todo importa, duele, se
queda tatuado en ti. Contemplas
amando cada parte. Guardas to-
do, lo haces tuyo, lo entierras en
lo más profundo de tu mente. Se
siente, ¡sí!, lo sientes, quizás es lo
mejor que vas a sentir.
***
Ahora detente y deja que el efí-
mero frenesí se apodere de ti •
14. • 14
Diálogos • Octubre - noviembre 2017
El hastío vacío
Antonio Rosales Morales
Quiero un amor
con independencia
Gisella Chavarría
Imposible
Ángel Gregorio Antúnez Zarza
Guardo en un rincón tu recuerdo,
en un rincón, sensual anhelo;
en mi cuerpo placer y dolor, al tiempo
que inmortalizaba tus silencios.
Pinté0 de deseo castas hojas,
las horas muertas y lloronas,
para romper con canto de palomas
suspiros que ya no adoras.
Pero quemamos tardes delirantes
entre cursis riñas interminables,
entre agridulces regresos constantes
y cuando nos sorprendió el hastío
(cansado, mustio, colorido)
no supimos disfrazar el vacío.
No necesito un alma en pena
que sufre la larga condena
de un amor incomprendido.
No quiero regalos ni cursilerías.
Busco emociones, quiero sentirlas.
Quiero un corazón como el mío.
Un corazón completo, uno sanado.
Anhelo un alma sin recelos.
No busco curar a nadie.
No deseo compartir la locura de la venganza.
No quiero la mentira,
ni el fingir un amor de tarjeta postal.
Estoy sana.
Estoy completa.
Quiero eso, un amor con independencia.
Eres lo que no quiero que seas
pero me gusta tu despertar
por las mañanas al levantar.
Ambos sabemos lo que nuestro corazón dice
pero hacemos caso mejor a la razón
y por más que no queremos la obedecemos.
Aunque ese día que te vi
te fuiste y no sabía si volverías
si de mi te acordarías.
Y ahora que por fin estamos juntos
negamos con creces este amor
que nos mata cuando nos vemos.
En lugar de engrandecer esta vida
me pongo a acontecer como se va
nuestro amor, nuestra cabida.
15. 15 •
Espectáculos
Espectáculos •
Foo Fighters y Green Day
regresan a México
Alan Carmona
La Ciudad de México será testigo de uno de los festivales más esperados del año, el Corona Capital, que llevará a cabo su
octava edición el 18 y 19 de noviembre en la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez. Pero adentrémonos un poco a
algunas bandas que encabezan el cartel:
La banda originaria de Seattle Foo Fighters, tras cuatro años de ausencia en tierras aztecas (la última vez que se presentó
en el Foro sol fue en 2013) por fin estarán de regresó el sábado 18 en el festival. Todo indica que podrán estar presentando
su nuevo material titulado Concrete and Gold, que está a la venta desde el 15 de septiembre.
Green Day con dos visitas a México (1998 y 2004) se estarán presentando por tercera ocasión el domingo, trayendo
nostalgia de muchos fans de antaño con canciones como Basket Case o Wake Me Up.
Además The XX el trio inglés regresa a la capital a tan solo siete meses de haberse presentado en el Pabellón Cuervo,
en el cual dejaron un muy buen sabor de boca y esta vez no será la excepción con temas que los identifican tales como
Intro, Angels.
Y en el caso de Cage the Elephant estará debutando en México, se presentara el sábado. Fue una grata sorpresa incluir
al grupo estadounidense de indie rock, ya que sus fans mexicanos los aclamaban desde hace un buen tiempo.
Otro de los géneros presentes será el indie pop con los neoyorkinos de The Drums, que vienen sacando del horno su
nuevo material Abysmal Thoughts, y aseguran a su público que la experiencia tanto visual como auditiva será todo un
deleite.
Recordemos que aparte de brindarnos la parte musical, el encuentro contará con zonas de food trucks, una exposición
de carteles de conciertos presentada por el American Poster Institute y con los espacios de arte visual ya característico y
esencial para el espectáculo.
En días anteriores hubo un cambio en donde se informó por parte de la página oficial de Corona Capital que las bandas
Sampha, Jain y The Japanese House no conformarán parte del lineup del festival por causas ajenas a la organización.
Se encontró a las bandas sustitutas, las cuales son Washed Out, Dua Lipa, Sheppard y Spencer Ludwig, caracterizados
por su experiencia y buen nivel en el concepto musical. Con estos últimos cambios se confirman 50 actos de la escena
internacional del momento •
El show y el placer
Lo que Televisa ignora se llama Se busca comediante
Miguel Jiménez
El humor en la televisión mexi-
cana siempre ha sido una cosa
extraña, al carecer tanto de co-
mediantes como de programas
de comedia, y cuando se han
presentado éstos, el resultado es
la repetición de las mismas series
que combinan “chistes” de abier-
ta misoginia y homofobia, produ-
cidas en su mayoría por Televisa,
aunque por fortuna o desgracia
ha llegado un canal estadouni-
dense especializado en el género
como Comedy Central para in-
tentar cambiar esto a través de Se
busca comediante, su reality show
mexicano.
Con la reciente inclusión de
Noche de buenas, barra progra-
mática de Televisa
transmitida por
su canal principal
Las Estrellas, no sólo
se desafía a los es-
pectadores para
creer que lo presentado hace reír,
obvio acompañado de risas graba-
das prescindibles en este momen-
to de la televisión —a menos de
ser una sitcom al uso con pocos
escenarios, constantes chistes y
mucho éxito, como The Big Bang
Theory, sino que además ningu-
na serie aporta algo al género
para capturar a los televidentes y
engancharlos, incluso con futuras
temporadas.
De las cinco series que confor-
man la barra de comedia, sólo dos
son nuevas producciones (Mita y
mita y Renta congelada), mien-
tras que las tres restantes estrenan
temporada (Vecinos, 40 y 20 y No-
sotros los guapos). El caso más lla-
mativo es el de Vecinos, al presen-
tar estos nuevos capítulos
d e s p u é s
de 10 años
de su últi-
ma tempo-
rada.
En un aire de Arrested Deve-
lopment —valgan las distancias
de la producción disparatada que
Netflix regresó el año pasado—, al
saberse una de las mejores sitcoms
hechas en el país, por tropicalizar
el género con personajes estereo-
tipados con gracia, intentó en este
regreso adaptarse a los cambios
tecnológicos que han ocurrido,
con algunas fallas en su verosimi-
litud pero sin perder su estilo de
comedia y el ritmo de sus chistes,
pese a contar con ausencias en su
elenco principal.
Lo más preocupante es que en
los 10 años no apareciera ningu-
na otra comedia que igualara lo
hecho, además de que Vecinos se
basa en la serie española Aquí no
hay quien viva.
Por su parte, Mita y mita, pro-
tagonizada por Martín Altomaro y
Magali Boysselle, narra la historia
de una pareja de esposos que se
odian y se divorciarán cuando de
pronto él se gana la lotería, pero
tendrá, por ley, que compartir la
fortuna con su aún esposa, co-
mo él no quiere eso, tendrá que
reconquistar a su esposa para
evitar que el divorcio lo obli-
gue a compartir su fortuna.
Desconozco si esta ley exis-
ta y se aplique en México,
pero en su primer capítu-
lo, nunca supe en dónde
radicaba lo gracioso, con acciones tan predecibles que producen cualquier
cosa menos continuar con la historia.
Las otras tres series poseen una increíble violencia verbal y hasta física
que no puede ser tomada como algo chistoso, porque sus ofensas nunca
tienen algo ocurrente que desnude o demuestre la ineptitud o desgracia
de los personajes, sino es el ataque por ser diferente al otro, seas nerd o
vegano (Renta congelada), si eres sirviente o la madre que se divorció (40 y
20), o si eres naco, moreno y tu vida se ambienta en los sectores populares
de la sociedad (Nosotros los guapos).
Ver cualquiera de estas ficciones televisivas es plantearse si existe la co-
media en la televisión mexicana o en qué momento los creadores de estas
obras creyeron que escribían algo con lo que no dejaban de reír y provo-
carían lo mismo en los demás. El mundo cambia cuando se ve algo como
Se busca comediante, reality show de Comedy Central y radiografía social
del humor mexicano a bordo de una camioneta con Mauricio Barrientos El
Diablito, las standuperas Manunna y Alexis de Anda, así como el youtuber
Berth Oh, quienes visitan sectores clave del país, como Monterrey, Gua-
dalajara, Ciudad de México, Veracruz y Mérida para saber de qué se ríen.
Así, recorren las ciudades para invitar a la gente a los castings, donde
aparecen múltiples estilos de hacer comedia, desde el tradicional cuenta
chistes, el creciente stand-up, hasta el humor mudo, absurdo y la comedia
musical, para seleccionar a los participantes según qué tanto representa el
lugar, así como sostener una variedad temática.
No se puede dejar de lado que en este viaje también se manifiesta el
machismo y homofobia imperante en casi todas las ciudades, aunque prin-
cipalmente en Monterrey, donde Alexis de Anda y Manunna se oponen y
muestran su rechazo desde la crítica, compartida por Mauricio Barrientos
El Diablito y Berth Oh, aunque posteriormente terminan con una extraña
aceptación, al argumentar que si eso representa al lugar, lo deben elegir.
El programa aprovecha su formato de reality show para dar una lección
de comedia desde sus propios protagonistas, a través de la creación de
situaciones y la exageración de sus personajes, quienes ofrecen escenas úni-
cas e hilarantes en cada uno de sus 11 capítulos de la primera temporada.
Se busca comediante concluye con un show donde los finalistas de cada
ciudad muestran sus presentaciones ante público en vivo y los conductores-
jurados, quienes eligen a los ganadores y dejan abierta una segunda tem-
porada, la cual sin saber en qué se traducirá, debería reflejarse en cualquier
formato televisivo del género, ya que si se hacen cosas como las de Televisa
sin verdaderos comediantes, se pierde una oportunidad de retratar la socie-
dad desde una perspectiva original y graciosa con lo que sí lo son.
Nadie pide comedias ingeniosas de observación social como Curb your
enthusiasm de Larry David o Master of None de Aziz Ansari, pero si se han
hecho cosas como La familia Peluche —cómica antes de hartar como ahora
producto de sus repeticiones—, el humor blanco e involuntario de Papá
soltero y el experimento insólito de humor absurdo y nunca repetido de
Canal Once titulado Fonda Susilla, demuestran que, en algún momento fue
posible hacer series mexicanas de humor ¿por qué con todas las situaciones
sociales y apertura de plataformas de contenido ahora no se podría hacer ni
una sola? Comediantes mexicanos, hay. Productores valientes que apuesten
por reírse como modelo de negocio, quién sabe •