1. No es a favor de FEDEGÁN
Por José Félix Lafaurie Rivera*
No hay nada más destructivo que la mentira, la desinformación o la información
malintencionada –aquella que esconde bajo la manga la intención real; aquella
que no se para en mientes y arrasa de un plumazo las esperanzas de un mejor
bienestar para la población. Por eso el Presidente de FEDEGÁN no apoya opiniones
infundadas. Su disposición siempre ha sido abierta al debate –al debate franco y
argumentado–. Quisiera entender que el anuncio publicado en el periódico El
Tiempo de junio 12 de los corrientes, y auspiciado por Fedecoleche, Asoleche y la
Andi, en el que se incita a la desobediencia civil bajo la consigna: “No al nuevo
tributo parafiscal de $25 a favor de FEDEGÁN”, es producto del desconocimiento
de las normas legales, las directrices gubernamentales y los acuerdos entre
privados, con el auspicio y aval de la institucionalidad pública.
Quiero llamar la atención sobre una mentira que trae el aviso publicitario –que no
es una aclaración–, mientras se ejercen los derechos que como agremiación, nos
asiste al amparo de la Constitución y las Leyes que rigen a los colombianos. Los
$25 por cada litro de leche vendido a la industria, son un aporte que todos los
productores de leche deberán hacer a manera de cesión, para capitalizar el Fondo
de Estabilización de Precios, FEP. Con estos recursos se canalizarán los excedentes
de oferta –que actualmente inundan el mercado– hacia la exportación o a
mercados asistenciales dirigidos a población vulnerable, que hoy no es
abastecida por los canales formales. En ningún caso son para FEDEGÁN.
Con este aporte –que tendrá una duración limitada por un período de cuatro
meses (120 días)–, se recaudará un monto aproximado de $27.000 millones, los
cuales podrá utilizar la industria para apalancar la comercialización de un
volumen cercano a las 10.000 toneladas de leche en polvo en los mercados de
exportación o en mercados asistenciales, siempre y cuando se cumpla la
condición de evacuar excedentes, que es el origen para la reducción de precios al
2.
productor. No se debe olvidar que la propuesta de los industriales era la de
bajarle el precio al productor en $65 por litro. Disminución de precio que es
mucho mayor a la cesión de los $25.
Con los $25 se va a comprar leche a la industria para llevarla a la población
vulnerable de compatriotas –que sólo puede tomar un vasito de leche cada tres
días (consumo de leche procesada en estratos bajos) o que para muchos es su
única oportunidad para consumirla–. Este volumen es equivalente a unos 80
millones de litros o 10 días de acopio formal de leche.
Sólo así la cadena dispondrá de un mecanismo capaz de resolver, de forma
estructural, la comercialización de excedentes de leche en el país y, de esta
manera, evitar que sea el ganadero quien siempre termine pagando los platos
rotos y sufriendo las disminuciones indiscriminadas de precio o lo que es peor, la
suspensión de la recolección de su leche, como está ocurriendo en varias
regiones del país.
Tampoco es un nuevo tributo, como intenta presentarlo el anuncio. Sólo el
legislativo puede imponer tributos. El objetivo de gremialidad no se puede
desvirtuar, y menos prohijar la desobediencia civil. ¿Qué tal que todos los
empleados del país le enviaran una carta a sus empleadores notificándoles que
“no autorizan el descuento de la retención en la fuente”?
Es evidente que hay que introducir correctivos en las relaciones entre los
productores y la industria, porque los productores no podemos trabajar para una
industria que persigue y debilita a sus proveedores para imponer,
posteriormente, el precio de la leche al antojo o la conveniencia de su P&G. No
nos digamos mentiras tampoco sobre el futuro. La evolución histórica de los
precios de la leche al productor, lo ha demostrado con creses en repetidas
oportunidades
*Presidente Ejecutivo de FEDEGÁN
Publicado el 15 de junio de 2009