1. CONFERENCIA:
MARIANO
BARBACID
XI ENCUENTROS CON LA CIENCIA
DE LA ONCOLOGÍA MOLECULAR A LAS TERAPIAS
PERSONALIZADAS: IMPACTO EN LA PRÁCTICA CLÍNICA.
Ana Guijarro Hernández
CUÁNDO
21 de octubre 2013
19:30-21:30
DÓNDE
Ámbito Cultural ECI
C/Hilera (Málaga)
TRAYECTORIA
PROFESIONAL
Los grandes avances de la Biología Molecular del cáncer, y muy en particular, el
descubrimiento y caracterización de proteínas con función oncogénica o supresora
de tumores está permitiendo el desarrollo de estrategias terapéuticas selectivas para
alteraciones moleculares concretas. Estas alteraciones son identificadas de manera
específica en cada paciente con el objetivo final de administrar tratamientos más
efectivos y con menos efectos secundarios.
“Cáncer” es un término excesivamente genérico. Debemos hablar de cánceres, puesto que son más
de 200 enfermedades completamente distintas. Cerca de un 50% de los mismos ya tienen remedio.
Actualmente, el CNIO y la mayoría de centros de investigación en este ámbito pretenden avanzar en
las terapias de cánceres mortales.
Desde el 98, la mayor parte de los fármacos aprobados ya no son agentes citotóxicos no selectivos,
sino inhibidores selectivos. Sin embargo, con estos inhibidores aparecen resistencias específicas
relativamente pronto. Sobre ello se han publicado numerosos trabajos.
El tercero de los hitos se corresponde con el ámbito tecnológico. Se tardó cerca de 10 años en
secuenciar el primer Genoma Humano, mientras que actualmente podemos secuenciar en menos de
48 horas y por el precio de un PET.
El problema fundamental que se plantea actualmente es la diversidad en los cánceres. Hay más
mutaciones de las previstas, cerca de 3000 por tumor. Ante dicha diversidad, se realizan patrones
que permiten agrupar funcionalmente las alteraciones, estableciendo de 12 a 14 rutas funcionales
distintas. Además, en cada paciente, cada una de las rutas mutadas tiene un gen distinto. Tan sólo
podemos combatir 30 de 500 genes y es necesaria la combinación de fármacos en el tratamiento,
pero hay falta de fármacos selectivos y además, éstos acumulan toxicidad.
El problema intenta resolverse a través de terapias personalizadas, muchas de ellas bien estudiadas
en el CNIO (páncreas y pulmón), según patrones funcionales. Para evitar la toxicidad, se trabaja con
modelos en vivo genéticamente modificados. Así, se introducen mutaciones aparecidas en cáncer
humano en ratones, que desarrollan tumores casi idénticos a los humanos.
Las expectativas son muy positivas y los avances tecnológicos favorecen las investigaciones.
Probablemente, los estudios acerca del cáncer progresarán favorablemente en los próximos años.
Estudió Ciencias Químicas
(especialidad en Bioquímica) en
la Universidad Complutense de
Madrid.
Doctorado en 1974 tras realizar
su tesis doctoral en el Instituto
Nacional de Biología Celular del
Consejo Superior de
Investigaciones Científicas.
Formación postdoctoral en el
Instituto Nacional de Cáncer de
los Estados Unidos (1974-78).
Formación de su propio grupo
de investigación, que en 1982
aisló por primera vez un
oncogén.
Trabajo en la industria
farmacéutica llegando a ser
Vicepresidente de Oncología
Preclínica de Bristol-Myers
Squibb.
Creador del Centro Nacional de
Investigaciones Oncológicas
(CNIO), que bajo su liderazgo,
se convirtió, en una década, en
uno de los diez mejores centros
de investigación biomédica del
mundo.
Miembro Extranjero de la
Academia de las Ciencias de los
EE.UU (quinto español que
consigue dicho reconocimiento)
Recibe la Gran Cruz del 2 de
mayo, la más alta distinción de
la Comunidad de Madrid.
Actualmente, es autor de 265
publicaciones científicas de las
que 193 corresponden a trabajos
de investigación originales.
El índice de impacto de sus
publicaciones (índice h) es de
96, el más alto de España y uno
de los mayores en el mundo.