El documento analiza la escultura griega helenística conocida como El Suplicio de Dirce o El Toro Farnesio. La escultura representa el castigo de Dirce, quien fue atada a un toro salvaje como venganza por sus maltratos a Antíope. La escultura destaca por su dinamismo y tridimensionalidad, características propias del arte helenístico. Representa de forma realista el momento en que los hijos de Antíope ejecutan el castigo contra Dirce.
El Suplicio de Dirce - Análisis de la obra escultórica griega
1. UNLP – Facultad de Bellas Artes
Historia del Arte I - Prehistoria y Antigüedad Clásica
Cátedra de Daniel Sánchez
Trabajo Práctico
GRECIA HELENÍSTICA
Obra analizada: El Suplicio de Dirce
Alumnos:
Bagnis, Alejandra
Pedroni, Juan Cruz
Vernieri, Julieta
2. UNLP, Facultad de Bellas Artes, Alumnos: Alejandra Bagnis
Historia del Arte I - Prehistoria y Antigüedad Clásica, Juan Cruz Pedroni
Cátedra de Daniel Sánchez Julieta Vernieri
El Suplicio de Dirce (Copia romana llamada Toro Farnesio) Museo: Museo Arqueológico de Nápoles
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3. UNLP, Facultad de Bellas Artes, Alumnos: Alejandra Bagnis
Historia del Arte I - Prehistoria y Antigüedad Clásica, Juan Cruz Pedroni
Cátedra de Daniel Sánchez Julieta Vernieri
1. Nombre por el que se conoce a la obra.
El Suplicio de Dirce (a la copia romana se la conoce como El Toro Farnesio, por pertenecer a la
colección de arte de la familia Farnesio en el Palacio Farnesio de Parma.
2. Técnica/materiales.
Mármol de 370 cm de altura por x 295 cm de base (la copia conocida). El original, según indican
los escritos de Plinio el Viejo, fue esculpido de un solo bloque de mármol.
3. Fecha aproximada.
El Original es del 130 a.C. (El Toro Farnesio copia del siglo II d.C.)
4. Autor a quien se adjudica la obra.
Apolonio y Taurisco de Tralles, dos escultores formados por Menécrates de Rodas, autores del
original.
5. Lugar de procedencia.
El original según indican los escritos de Plinio el Viejo, fue encargado al final del siglo II a. C. y
esculpido de un solo bloque de mármol. El Toro Farnesio (copia romana) fue importado desde
Rodas como parte de la colección de arte y esculturas propiedad de Asinio Polión, un político
romano que vivió durante los años entre la República y el Principado. Se encontró en el año 1546
en las Termas de Caracalla en Roma durante las excavaciones encargadas por el papa Pablo III
con la esperanza de encontrar esculturas antiguas que adornaran su residencia romana.
Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
6. Valor cromático.
Acromático, con tonos marmóreos, no se encontraron referencias de que haya estado pintado.
7. Forma / Postura / Contraposto / Escorzo.
La obra en su conjunto tiene un clara estructura de una pirámide visual con las figuras dispuestas
de tal modo que el eje vertical de gravedad se apoya sobre la gran masa que conforma.
Dirce yace reclinada, con una pierna llevada hacia atrás y otra sutilmente hacia adelante. Los
brazos están alzados, con leves flexiones, hacia el hijo de Antíope que sostiene la cabeza del toro
y hacia este animal. Se observa una compleja torsión en espiral de Dirce (técnica del escorzo). La
figura masculina que inmoviliza la cabeza del toro también presenta un acentuado escorzo. El
mismo personaje presenta la pierna derecha adelantada respecto de la izquierda, lo que ofrece
sinuosidad y sugiere una cierta “S” en la figura. La cadera del lado opuesto a la pierna adelantada
–izquierda- está por encima de la otra, tal como sucede en el contrapposto. Los brazos extendidos
con vigor, denotan la tensión que implica la acción que está siendo llevada a cabo. Los pies están
apoyados con firmeza en la superficie y una suerte de pliegue en el torso marca cuán pronunciado
es el escorzo de la figura. El otro hijo de Antíope, presenta al igual que la figura de su hermano,
una pierna adelantada respecto a la otra, pero su cuerpo sugiere un menor serpenteo. Uno de sus
brazos se encuentra elevado respecto al otro, y en mayor compromiso con la acción. El escorzo
que presenta no es tan acentuado como en las otras figuras. El cuarto personaje, Antíope, que se
encuentra expectante por detrás está representado de forma más frontal, asiendo una lanza con
una de sus manos.
8. Gestos / expresiones.
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Dirce y los hijos de Antíope están mirando hacia arriba. Dirce tiene una actitud de súplica y
clemencia, que no conseguirá. Este estilo es característico del arte helenístico que busca a través
del gesto y las expresiones poder dar inflexiones a la comunicación. Es decir tal como en la
escultura helenística ya no será la forma o la técnica, sino el gesto y los atributos los que
comuniquen el sentido de la alegoría. Las actitudes rígidas de los jóvenes, junto a la compleja
torsión en espiral de Dirce, es decir los intensos movimientos así como la tensión sirven como
verdadera síntesis del drama. Esta es una de las características del arte helenístico el cual tiende
a sintetizar toda una narrativa alegórica a través de expresiones y gestos, así como acciones y
objetos. El vigor en la musculatura de los hijos de Antíope reflejan decisión y ponen de relieve su
actitud triunfante, que contrastan con la figura abatida y lánguida de Dirce. La cuarta figura
mantiene una actitud expectante, contemplativa. Los personajes son retratados con una
descarnada sinceridad, que mediante los dispositivos que comunican tensión y desasosiego, se
traducen en una impresión de intenso movimiento en el total del grupo escultórico.
9. Proporciones.
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10.Tema.
En la mitología griega Dirce era una ninfa, esposa de Lico y sacerdotisa del dios Dioniso. Los
diversos autores no se ponen de acuerdo sobre quién era su padre. Así, Dirce figura como hija de
los dioses-río Aqueloo, Ismeno o Asopo, o de los dioses Apolo o Helios.
Estando casada con Lico, usurpador del trono de Tebas, hizo la vida imposible a la sobrina de su
marido, Antíope, que vivía con ellos desde que fue repudiada por su esposo, y a la que trataba
como una esclava por envidia a su belleza y los rumores que afirmaban que Lico estaba
enamorado de ella. La acusó de haberse acostado con su marido, y disfrutaba dándole salvajes
tirones de sus trenzas y arañando su cara. Su odio visceral la llevó a encerrar a la desafortunada
a oscuras, privándole incluso de agua para beber. Pero Antíope logró escaparse y huyó hasta el
monte Citerón, donde vivían sus hijos. Éstos, vengando a su madre, atacaron Tebas, destronaron
a Lico y ataron a Dirce a un toro que la arrastró hasta matarla. Después arrojaron su cuerpo a un
manantial que desde entonces lleva el nombre de la malograda ninfa, bien porque fue allí donde la
arrojaron sus asesinos o bien porque el mismo manantial brotó del cuerpo de Dirce a instancias de
Dioniso.
La obra representa no sólo los preparativos para la venganza sino la ejecución misma del castigo,
en la fase en que más información sobre el mismo ofrece: se muestra a quienes intervienen, y
queda explícita la pena elegida en forma de represalia. El sentido alegórico está en el merecido
castigo a quien había obrado mal y tiene relación con la idea del dolor como respuesta a la
sumisión a las pasiones, idea rectora de los filósofos estoicos. Siguiendo a estos, el padecimiento
de Dirce se debe entonces a un defecto moral debidamente castigado.
11.Observaciones finales
Conocemos el grupo a través de la versión tardía romana y terriblemente restaurada que es el
Toro Farnesio del Museo de Nápoles. Pese a sus infidelidades y añadidos, podemos sentir a
través de esta obra la aportación básica del original: se trata de un grupo dinámico, perfectamente
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tridimensional, y asentado en una base paisajística. Tal como lo hiciera Lisipo por primera vez,
este es un grupo que requiere ser “recorrido” en su tridimensionalidad para poder ser interpretado.
Hay un poco de representación del paisaje en la parte inferior (ésta es una aportación de la
escuela alejandrina, el llamado fondo helenístico o alejandrino frente al fondo ático o neoático). En
la disposición de masas y volúmenes observamos un cierto contraste entre el tamaño de las
figuras, estando en función del valor que tienen estas en la composición, así el perro y el pastor
son concebidos a escala menor, pues forman parte del paisaje. El toro es muy realista, y este es
otro de los aportes de la escuela alejandrina, la inclusión de animales en los grupos escultóricos.
Esta obra es un claro ejemplo de escultura helenística en la se puede apreciar el abandono de la
ley de la frontalidad y del punto de vista único, al haberse alcanzado ya la tridimensionalidad, por
lo que el artista modela con la misma minuciosidad los distintos planos visuales, atendiendo con el
mismo detallismo tanto las formas esenciales como las secundarias, buscando por todos los
medios producir un impacto en el espectador.
Respecto del tema, el castigo divino para con Dirce, como ya dijimos, no es sólo los preparativos
de la venganza sino el castigo mismo, por lo que encontramos un desplazamiento del significado
del sufrimiento y el dolor hacia una cuestión moral, tal es el sentido alegórico.
Detalle. Aquí se observa el gesto de súplica y de clemencia de Dirce.
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Otra vista, desde otro ángulo, del grupo escultórico. Hacia la izquierda de la imagen y en un plano
de fondo se observa a Antíope portando la lanza.
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Detalle, aquí se observa el naturalismo y realismo del toro. También se observa el escorzo de la
figura masculina.
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