La escultura helenística se caracterizó por (1) una mayor expresión de emociones y movimiento, (2) una multiplicación de temas más allá de lo religioso e incluyendo escenas cotidianas, y (3) el surgimiento de escuelas en ciudades como Pérgamo, Rodas y Alejandría que no seguían estilos específicos sino que reflejaban su localización. Algunas obras representativas fueron la Venus de Milo, el Niño de la Espina, el Galo Moribundo y el grupo de Laoconte.
1. Ficha de Historia del Arte: Escultura Helenística 5° Artístico
Prof. Fernando de los Ángeles
1
Venus de Milo
Niño de la Espina
HomeroSéneca
La Escultura Helenística
A finales del siglo IV la escultura abandona ya definitivamente el equilibrio clásico y adopta otras
características: tendencia hacia la orientalización, favorecida por las conquistas en el Próximo Oriente de
Alejandro Magno, acentuando el movimiento, del patetismo y de la tensión, predilección por los temas
fantásticos por un lado y la vida cotidiana o escenas anecdóticas por otro, desarrollo de los retratos realistas,
sin idealización y que se recaen en los defectos físicos, en lo feo, en la vejez, etc.
Sus principales características son:
Acentuación de las formas, que nos lleva a un barroquismo que se deja ver en la manifestación de los
sentimientos, mayor movimiento y gran variedad de actitudes.
Multiplicación de temas, el religioso cada vez se abandona más mientras abundan las representaciones de
ancianos, niños, Venus y mitología.
Surgen escuelas y hay una expansión hacia Asia Menor y el área oriental del Mediterráneo. Las escuelas
más importantes son la de Pérgamo, Rodas y Alejandría. No es que tengan características específicas ni
se conocen exactamente los autores, es sólo porque son obras realizadas en relación a una ciudad.
No siempre se conocen los autores y muchas obras se conservan por copias romanas.
Escopas y Lisipo influirán enormemente durante todo el helenismo.
La Venus de Milo es quizás la última obra de carácter
clásico que se da en plena época helenística. Vemos en la
curvatura de su torso reminiscencias1
y en ella aparece la
idealización inexpresiva que buscaba la belleza ideal.
En el Niño de la Espina, atribuido a Boetas vemos esas
escenas de la vida diaria y anecdótica que tanto se alejan de
los prototipos ideales. Posturas consideradas hasta entonces
irreverentes2
, ausencias de elegancia formal pero hay un
aporte naturalismo, de sinceridad y de calidad muy notable.
En cuanto a los retratos vemos un retrato de Séneca esos
rostros realistas que se recrean en los defectos físicos, o en el retrato de Homero
donde el autor (anónimo) se recrea en la representación de la vejez, o en el retrato del
tirano Lisímaco de Tracia donde el autor se
recrea en la fealdad, acentuando su prominencia
nasal al esculpir el busto para ser visto de perfil.
Son rostros realistas, sinceros y con una buena
carga de introspección3
, retratos psicológicos
que intentan definir el carácter de los retratos.
1
Reminiscencia: art. y lit. Lo que es idéntico o muy semejante a lo compuesto anteriormente por otro autor o en otro estilo
2
Irreverente: Contrario a la reverencia o al respeto debido: postura irreverente.
3
Introspección: Observación interna de los pensamientos, sentimientos o actos.
2. 2
Galo Moribundo, donde vemos
una figura sometida, dolorida,
con una anatomía ultrarealista y
de gran expresividad.
Victoria de
Samotracia
Laoconte y sus hijos
Hay tres escuelas escultóricas en este período:
1- La Escuela de Pérgamo
La escultura helenística asociada con la ciudad de Pérgamo, en Asia
Menor, cuyo período más importante coincide con la dinastía de los
Atálidas (241133 a. C.). Las obras que se asocian con la Escuela de
Pérgamo se caracterizan por una exageración de la tendencia general de
la escultura helenística hacia la exhibición emocional y al virtuosismo en
el detalle naturalista. Entre ellas están la serie de Galos moribundos (el
más famoso está en el Mus. Capitolino, Roma) que han sido identificados
como copias de las estatuas dedicadas por Atalo I a la celebración de la
victoria sobre los galos, y el Gran Altar de Zeus (h. 180-150 a. C.,
Staatliche Mus. Berlín), cuyos relieves representan el combate entre
dioses y gigantes descrito con un extraordinario sentido del movimiento
y de la tensión dramática. Es quizá la «Sede de Satán» de la que se habla
en la Biblia (Apocalipsis, 2, 13). Otras obras helenísticas de lugares fuera
de Pérgamo (sobre todo el famoso Laocoonte) son claramente similares
por su turbulenta energía, y algunos estudiosos rechazan que haya
suficientes razones para suponer que existiera una Escuela de Pérgamo
independiente
2- La Escuela de Rodas
Tenía en su haber el famoso y gigantesco Coloso de
Rodas, el dios Helios o el dios del sol, realizado en el siglo
III por Cares de Lindos, discípulo de Lisipo. Pero en la
obra cumbre de esta escuela es la Victoria de
Samotracia, atribuida a Pitócritos de Rodas y se data en
el siglo II a.C. En realidad era la proa de un barco y de
ahí que sus ropas vayan hacia atrás como azotadas por el
viento. El dinamismo y la fuerza expresiva de esta
escultura la convierten en una obra maestra. Otra obra
maestra de esta escuela es el grupo de Laoconte y sus
hijos atados por las serpientes que van a matarlo, según
el paisaje de la mitología griega. Es obra de varios
autores: Agesandro, Atenodoro y Plidoro. Es un grupo de
gran vigor, dinamismo, hiperrealismo y fuerza expresiva.
Él sintetiza por sí mismo toda la inquietud de este
período. De la isla de Rodas proviene también el grupo escultórico del Toro
Farnesio realizado en el siglo II por taurisco y Apolonio de Tralles. En él vemos
a un grupo de figuras intentando capturar y dominar al animal mitológico. Como
el anterior, este grupo de gran vigor, con escorzos4
y posturas forzadas y
violentas. Si en el anterior veíamos una composición más o menos simétrica, en este último la composición tiende
a ser piramidal pero en espiral para acentuar el dinamismo.
4
Escorzos: Perspectiva que se utiliza en pintura para representar figuras perpendicularmente al lienzo o al papel: dibujó un caballo
en escorzo.
3. 3
Alegoría del Nilo. Copia romana en mármol.
Museos vaticanos. SIII a.C.
3- La Escuela de Alejandría
Era la más alejada del Imperio alejandrino.
Situada en la desembocadura del Nilo, va a ser
una escuela muy en contacto con el arte
oriental y con la propia tradición artística
egipcia. La obra cumbre de esta escuela es El
Nilo, donde se representa a un río
antropomórfico y con un dios griego (ya
sabemos que en la tradición religiosa egipcia se
divinizaba al Nilo). El Dios aparece como una
figura poderosa pero en reposo, como un dios
clásico y rodeado de niños que representan sus
afluencias y contribuyen a darle grandiosidad.
BIBLIOGRAFÍA:
Haber, Alicia; Historia del arte, tomo II, Cap. IV “Arte Helenístico: Escultura: El Arte se
independiza de los Cánones Clásicos”, pp. 131-148, MEC, 1981
Valdearcos, Enrique; “El Arte griego”, Clio 33, http://clio.rediris.es
Varios; Historia del Arte, tomo II, Cap. VI “Arte Helenístico”, pp. 157-196, Ed. Salvat
S.A., Barcelona, 1986