El documento habla sobre la violencia escolar, definida como el hostigamiento o maltrato verbal reiterado de un sujeto acosador hacia una víctima. Explica que los sobrenombres hirientes y la intimidación del más débil son formas comunes de violencia escolar. Aconseja a los estudiantes contar los problemas a profesores o padres en lugar de quedarse callados, y no reírse ni apoyar la agresión física. Finalmente, promueve aceptar las diferencias, comportarse de forma respetuosa y cooperativa, y jugar con