2. Pesca excesiva.
La explotación de la pesca está
poniendo en compromiso la
supervivencia de especies que son
altamente vulnerables a la presión de la
pesca y de las que en muchas ocasiones
no hay evidencia del estado de
conversación de sus poblaciones.
La pesca excesiva no es un problema
reciente. Fue reconocida
internacionalmente a comienzos del
decenio de 1890 en el Atlántico
Norte y el Pacífico, y fue objeto de la
Conferencia de Londres sobre la
pesca excesiva de 1946.
3. La eliminación de la pesca industrial supondría un
gasto importante, porque habría que tener en cuenta
varios factores.
1- Apoyo a la pesca artesanal y sostenible.
2- Eliminación progresiva de las artes destructivas.
3- Ampliación de la red de reservas marinas.
4- Conversión de la pesca de altura en sostenible.
5- Limitación de las explotaciones de acuicultura.
6- Informar y concienciar a los consumidores.
7- Cumplimiento de los óptimos biológicos.
8- Control de la contaminación del litoral.
La pesca y la piscicultura contribuyen a la seguridad
alimentaria en tres formas principalmente. Incrementan
directamente el suministro de alimentos de las personas
4. Para esto hay una solución. Esta solución
es que se construyan refugios para los
peces, y que no se pesque abusivamente y
que haya pocas empresas de pesca.
Hay que parar la sobreexplotación.
Mantener unas cuotas bajas de piezas,
cambiar las técnicas y los métodos y
abogar, sobre todo, por el uso de la
acuicultura para criar especies, aumentar
sus poblaciones y reducir el impacto
ambiental.
La pesca sostenible es la principal
consecuencia de este cambio tan necesario.
5. CONCLUSIONES Y OPINIÓN
PERSONAL.
Conclusión:
La demanda supera a la oferta, debido a la explotación de las aguas, es un
problema que hemos de intentar superar PENSANDO GLOBALMENTE
ACTUANDO LOCALMENTE.
Opinión personal:
Si seguimos así los mares podrían acabar destruidos sin vida alguna, pero si
intentamos remediarlo poco a poco parará.