2. valorar una situación concreta y,
por tanto, influyen en el modo en
el que se percibe dicha situación.
Durante mucho tiempo las
emociones han estado
consideradas poco importantes y
siempre se le ha dado más
relevancia a la parte más racional
del ser humano. Pero las
emociones, al ser estados
afectivos, indican estados
internos personales,
motivaciones, deseos,
necesidades e incluso objetivos.
De todas formas, es difícil saber a
partir de la emoción cual será la
conducta futura del individuo,
aunque nos puede ayudar a
intuirla.
Una emoción es un estado
afectivo que experimentamos,
una reacción subjetiva al
ambiente que viene acompañada
de cambios orgánicos (fisiológicos
y endocrinos) de origen innato,
influidos por la experiencia. Las
emociones tienen una función
adaptativa de nuestro organismo
a lo que nos rodea. Es un estado
que sobreviene súbita y
bruscamente, en forma de crisis
más o menos violentas y más o
menos pasajeras.
En el ser humano la
experiencia de una emoción
generalmente involucra un
conjunto de cogniciones,
actitudes y creencias sobre el
mundo, que utilizamos para
3.
4. Todos sabemos lo que es la
ira y todos la hemos sentido
alguna vez, tanto si se trata
de un ligero enfado como una
rabia en toda regla.
La ira es una emoción
totalmente normal y
generalmente sana. Pero
cuando está fuera de control y
se vuelve destructiva, puede
conducir a diversos
problemas, como problemas
en el trabajo, en las relaciones
personales y en la calidad
general de la vida de una
persona. Y puede dar la
sensación de que se está a la
merced de una emoción
imprevisible y poderosa.
La ira es una emoción básica y
universal. Básica porque está al
servicio de nuestra
supervivencia a partir de tres
funciones; la facilitación del
desarrollo rápido de conductas
de defensa-ataque, la
vigorización de nuestra
conducta y la regulación de la
interacción social. Universal
porque cualquier miembro de la
especie sano experimenta ira.
Por lo tanto, enfadarse no sólo
es normal sino también
necesario. Sin embargo,
cuando la ira es demasiado
frecuente en nuestras vidas o
desproporcional, aparecen los
problemas. Por eso, además de
experimentarla, debemos
aprender a controlar la ira y
saber cómo expresarla.
Existen diversas formas no
violentas de canalizar un
sentimiento negativo;
actividades tan sanas como la
práctica de algún deporte o el
estudio de música y la
ejecución de un instrumento
son algunas de las decisiones
adecuadas para convertir al
ira en algo positivo.
5.
6. La ansiedad es una emoción
esencialmente útil, puede
permitirle estar más alerta o
ser más cuidadoso. Suele
terminar poco tiempo
después de que salga de la
situación que la provocó.
Pero, para millones de
personas en los Estados
Unidos, la ansiedad no
desaparece y empeora con el
tiempo. Pueden sentir dolores
en el pecho y tener
pesadillas. Hasta pueden
tener miedo de salir de sus
casas. Estas personas tienen
trastornos de ansiedad.
-Trastorno de pánico
-Trastorno obsesivo-
compulsivo
-Trastorno de estrés
postraumático
Fobias
-Trastorno de ansiedad
generalizada
La función de la ansiedad es
La función de la ansiedad es
advertir y activar al organismo,
movilizarlo, frente a
situaciones de riesgo cierto o
probable, quimérico o real, de
forma que pueda salir
airoso de ellas.
Se trata pues de un
mecanismo facilitador de
nuestra relación con el medio, y
destinado a preservar los
intereses del individuo y de la
especie. Muchas de las cosas
que nos van bien son debidas,
en parte, al correcto
funcionamiento de este sistema