Escrito 104 realidades del evangelio del reino de jesús.
Escrito 88 bienaventuranzas (dos)
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DE: JAIME DÍAZ PAGE –MÉXICO-
SEPTIEMBRE 2012
ESCRITO 88
CUATRO REACCIONES SUPREMAS DE AMOR PATERNAL
BIENVENTURANZAS
Cuando Jesús instruyó y exhortó a los apóstoles y a sus seguidores para que
lograran el propósito principal de la lucha humana: la perfección, el logro divino,
instruyó también a los hombres de todos los tiempos, a que fueran perfectos así
como el Padre en el cielo es perfecto. Jesús los exhortó y nos exhorta también a
nosotros: a amar a los hombres así como él los amó y ama, con afecto paternal, y
también con afecto fraternal. Jesús ilustró esta enseñanza, señalando cuatro
reacciones supremas de amor paternal. Nuestro Maestro dijo que estas palabras
eran de promesa y consuelo espiritual: 1574:8; 1570:8.
1. “Bienaventurados son los que se afligen, porque ellos serán consolados”.
Jesús no se refirió a las aflicciones físicas o exteriores; él aludió a la ternura
de corazón, a una actitud sensible, compasiva, amorosa y amable para con el
prójimo. Los niños varones, jóvenes y hombres adultos no deben temer mostrar
ternura, mostrar ternura al prójimo no hace menos varoniles a los hombres. No se
necesita ser insensible o rudo para ser varonil. La compasión amorosa es un atributo
valioso en el hombre y en la mujer. Los grandes hombres del mundo nunca temieron
exteriorizar su aflicción por el prójimo. Ser sensible y atender las necesidades de los
seres humanos genera una felicidad genuina y duradera. Las actitudes bondadosas
de los hombres salvan a sus almas de las influencias destructoras de la ira, el odio y la
sospecha. 1575:1.
2. “Bienaventurados son los misericordiosos, porque ellos obtendrán
misericordia”.
La misericordia denota aquí la excelencia, amplitud y profundidad de una
amistad genuina: la bondad amorosa, la misericordia activa y dinámica del
supremo amor paternal. Un padre amoroso experimenta poca dificultad en
perdonar a su hijo, aun muchas veces. 1575:2.
3. “Bienaventurados son los pacificadores, porque ellos serán llamados los
hijos de Dios”.
No aludía Jesús a una paz estática y negativa; ante las dificultades y las
persecuciones dijo: “Mi paz os dejo con vosotros” “Que vuestro corazón no se
perturbe, ni tenga miedo”. Esta paz personal impide los conflictos ruinosos,
integrando la personalidad humana. La ‘personalidad integrada’ del hombre,
brinda la paz social y la paz política, impidiendo la ira, el temor, la codicia, la guerra
y los antagonismos raciales. El esfuerzo de los seres humanos por establecer la paz,
es el remedio para la desconfianza y la sospecha humana. 1575:3.
Cierta vez dijo Jesús: “Quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien
quiera perderla la hallará”. 1575:4.