Escrito 95 sobre la superconciencia, el ajustador y la mente
Escrito 104 realidades del evangelio del reino de jesús.
1. 1
DE: JAIME DIAZ PAGE -MÉXICO-
MAYO 2014
ESCRITO 104
DISERTACIÓN ESPIRITUAL
REALIDADES DEL EVANGELIO DEL REINO DE JESÚS
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
El propósito de esta presentación es que fijemos nuestra atención
en ciertas verdades espirituales de nuestro Maestro Jesús y los
Reveladores celestiales. Con el propósito de que tomemos una mayor
conciencia espiritual de estas realidades, ampliando el discernimiento
y la comprensión espiritual; abriéndonos paso en el camino de la
ascensión y el progreso espiritual personal, haciendo las cosas que el
Evangelio del reino de Jesús demanda a los creyentes de la Verdad
divina; dando la importancia debida a las palabras vivientes de Jesús.
El Evangelio del Reino es: la realidad de la Paternidad de Dios y
la verdad asociada de la filiación con Dios, la creencia de que los
hombres son hijos de Dios y hermanos entre sí, la fraternidad de los
hombres. Me permito agregar lo siguiente: después de la consagración
de los doce apóstoles, Jesús habló con Juan sobre una realidad esencial
del Evangelio del Reino que consistía en: la fe en la eficacia del deseo
supremo del hombre de hacer la voluntad de Dios, de asemejarse a Él.
De esta manera, por medio de la fe podemos obtener todas las cosas
esenciales para la salvación del alma. 2059:4; 2052:4; 1585:7; 1859:11;
1585:7.
Un jueves por la mañana y cerca del campamento de Jesús y los
apóstoles, Jesús entregó nuevas verdades a los apóstoles y a un grupo
de discípulos elegidos. Verdades que atañen a los creyentes del
Evangelio de Jesús; incluídos nosotros. Entre esas nuevas verdades se
encuentran estas:
El Evangelio del Reino es una verdad viva. Es como la levadura
dentro de la masa o como el grano de la semilla de mostaza; es como la
semilla del ser vivo, que de generación en generación aunque sigue
2. 2
siendo la misma semilla viviente, infaliblemente se desarrolla así
misma en nuevas manifestaciones que crecen aceptablemente en
canales de nueva adaptación a las necesidades y condiciones
particulares de cada generación sucesiva.
Jesús dijo a los apóstoles que la revelación del Evangelio del
Reino que él les había hecho, era y es una revelación viva. “Es mi
deseo que produzca los frutos apropiados en cada individuo y en cada
generación de acuerdo a la ley espiritual del crecimiento en aumento
que se adapta y se desarrolla. De generación en generación el Evangelio
del Reino debe mostrar una vitalidad creciente, exhibiendo a la vez una
mayor profundidad de poder espiritual. No debe permitirse que el
Evangelio del Reino se vuelva simplemente un recuerdo sagrado o una
simple tradición sobre mi persona y los tiempos en que ahora vivimos”.
1931:6.
A) El Maestro Jesús dijo a los apóstoles: “Porque el reino que
predicáis es Dios dentro de Vosotros”. “Vuestro mensaje para el
mundo será: Buscad primero el reino de Dios y su rectitud...” 1569:2.
De acuerdo a estas declaraciones de Jesús, “Dios es el Reino”,
entonces debemos buscar a Dios dentro de nosotros mediante la
constancia de la oración y adoración a Dios Padre; esta actividad es un
deber y privilegio que tenemos como hijos de Dios.
Jesús dijo que muchos hombres aceptan intelectualmente la
teoría de la existencia de Dios, pero que espiritualmente sus mentes
fracasan en darse cuenta de la presencia de Dios. Es debido a este
hecho que varias veces nuestro Maestro enseñó y recomendó que la
mejor manera de sentir y comprender el reino del cielo (Dios) era
adquiriendo la actitud de un niño sincero, la simplicidad espiritual de
un pequeño que cree con facilidad y que confía plenamente. Jesús no
desea que nos quedemos en las teorías y las especulaciones sobre la
existencia de Dios; él siendo nuestro Dios Creador y pleno de
sabiduría divina, conoce el pleno potencial que tenemos los seres
humanos para poder descubrir y sentir a Dios en nuestras propias
almas. Todo hijo de Dios que busque a Dios con la actitud del niño
pequeño que el recomienda, descubrirá a Dios y lo sentirá con tal
3. 3
fuerza y realidad, que jamás lo olvidará. Jesús desea que amemos a
Dios, que busquemos a Dios, y más que nada, que “encontremos a
Dios sintiéndolo en el alma”. Es importante que nos esforcemos por
comprender esta enseñanza de Jesús y no nos quedemos estancados en
el crecimiento espiritual. Mediante la actitud del niño pequeño,
nuestro espíritu interior se alegrará y podrá guiarnos más facilmente
en el sendero de la ascensión espiritual. Este camino es para todas las
criaturas inteligentes de los universos creados. 303:5.
Dijo Jesús: “Habiendo entrado al reino se encuentran los
peldaños progresivos de rectitud que todo creyente debe ascender para
crecer hasta la plena estatura de los vigorosos hijos de Dios”. 1861:9.
Cuando buscamos a Dios dentro de nosotros, estamos haciendo
la voluntad de Dios y el Padre divino nos otorga el Pan y el Agua de la
vida. De esta manera nuestra fe se convierte en una fe viviente y
dinámica que nos provee de la verdad divina y de la conciencia certera
de Dios, experimentamos a Dios realmente. Todo esto nos facilita la
recepción y/o captación de las cualidades divinas, los valores
supremos; manifestando gradualmente la producción de los frutos del
espíritu para la sobrevivencia del alma. La influencia de las fuerzas
espirituales como son el Ajustador del pensamiento, el Espíritu de la
Verdad y el Espíritu Santo, será permanente en nuestra vida
espiritual, fortaleciendo y vivificando nuestra alma e iluminando
nuestra mente. El discernimiento espiritual propio aparecerá y
aumentará progresivamente mediante nuestra constante oración-
adoración a Dios. Nuestra conducta y carácter mejorarán
notablemente. De manera natural y espontánea compartiremos con
nuestro prójimo aquello que estamos recibiendo de las fuerzas
espirituales de Dios. De esta manera nos asemejaremos
progresivamente a Dios, a quien adoramos mediante la fe y la
constancia. Esto es lo que Dios quiere de nosotros, que alcancemos
semejanza con Él. Así, paso a paso, vamos ascendiendo los peldaños de
la rectitud progresiva para la gloria de Dios y bendición de nuestra
alma, de la mano de nuestro espíritu interior, el Ajustador del
Pensamiento que es Dios en nosotros.
Cierta vez Jesús declaró: “En verdad, en verdad os digo que
cuando la voluntad del Padre es vuestra ley, dificilmente estáis en el
4. 4
reino. Pero cuando la voluntad del Padre se convierte realmente en
vuestra voluntad, entonces estáis en verdad en el reino, porque el reino
se ha vuelto así una experiencia establecida dentro de vosotros”.
1588:5.
Jesús enseñó a los apóstoles que el deber total del hombre está
resumido en el Gran Mandamiento: “Ama al Señor tu Dios, con toda
tu mente y toda tu alma y a tu prójimo como a tí mismo”. Jesús dijo a
los apóstoles que enseñaran este Mandamiento y no las 613 reglas de
vida expuestas por los Fariseos. 1805:5.
Cuando por la fe hacemos la voluntad del Padre, nos volvemos
divinamente conscientes de Dios y conocemos la Verdad divina.
Cuando por la fe misma descubrimos que somos hijos de Dios y la
voluntad de Dios se convierte en nuestra voluntad, el reino de esta
manera, se torna una experiencia establecida dentro de nosotros, en el
alma y en la mente. De esta manera somos elevados a la alta posición
de los hijos liberados del reino porque el conocimiento de la verdad
nos ha hecho libres.
Jesús dijo: “Os lo digo otra vez, Pedid y se os dará; buscad y
encontraréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el
que busca encuentra; y al que llama a la puerta de la salvación se le
abrirá”. 1619:1.
Esta es una gran verdad, Jesús nos insta a pedir, buscar y llamar
a la puerta de la salvación ante la presencia de la soberanía de Dios,
siempre mediante nuestra perseverancia ante la presencia del Espíritu
del Señor; sólo mediante la perseverancia devocional interior plena de
amor y fe a Dios Padre, es que conseguiremos para nosotros el Pan de
la Vida (cualidades y valores divinos) de las manos complacientes del
Padre eterno que está en el cielo. Este Pan de la Vida ennoblecerá y
vivificará nuestra alma para la consecución de la vida eterna, en que
nuestra alma vivirá eternamente unida a nuestro espíritu Ajustador
del Pensamiento.
5. 5
Jesús nos alerta y nos dice que: “Al entrar al reino no podéis
eludir sus responsabilidades ni evitar sus obligaciones, pero recordad:
El yugo del evangelio es cómodo y que el peso de la verdad es ligero”.
1766:3.
Es por esto que Jesús nos insta a hacer la voluntad del Padre; a
orar y adorar a Dios; a producir los frutos del espíritu; a crecer
diariamente en la gracia y en el conocimiento de la verdad; a amar y a
servir al prójimo con altruísmo; a adquirir verdadero discernimiento
espiritual y a compartir las bendiciones recibidas con nuestro prójimo.
El Padre divino requiere de nosotros lealtad total o nada.
Jesús enseñó lo siguiente: Habéis oído decir: “Si un ciego guía a
otro ciego, ambos caerán al precipicio” - “Si deseáis conducir a otras
personas hacia el reino, vosotros mismos tenéis que caminar en la
clara luz de la verdad viviente”. “En todos los asuntos del reino, os
exhorto a que mostréis un juicio justo y una sabiduría penetrante”.
1571:5.
Estas declaraciones de Jesús fueron para los apóstoles, los
creyentes, y son para nosotros por igual. Las personas que no viven en
rectitud espiritual y que no están iluminadas interiormente por la
verdad divina, dificilmente podrán conducir a otras personas de la
misma pobreza espiritual hacia el reino de Dios, porque ambos al no
hacer la voluntad del Padre, al no conocer a Dios y al desconocer su
verdad divina, caerán en una situación de gran conflicto y confusión.
Jesús nos insta a buscar y a encontrar a Dios en nuestro interior, a
conocer por la fe la verdad divina y vivirla en nuestra vida diaria; sólo
así el espíritu divino nos preparará, inspirará y habilitará para que
podamos conducir con seguridad, amor y sabiduría a otros hermanos
hacia el Reino de Dios, con poder espiritual, no sólo con palabras,
mostrando juicio recto y sabiduría penetrante en los asuntos del reino,
como nos aconseja nuestro Maestro Jesús. Si en verdad deseamos
guiar a nuestros hermanos hacia el reino de Dios, debemos nosotros
mismos caminar en la “clara luz de la verdad viva”, de la verdad viva
descubierta por nuestra alma en unidad con nuestro espíritu interior.
Este servicio para conducir espiritualmente al prójimo debemos
6. 6
realizarlo con amor, sinceridad y verdadero altruísmo en nombre de
Cristo Jesús.
B) En la ciudad de Tiro, Jesús enseñó lo siguiente: “Aunque el
hombre mortal tiene las raíces de su origen y su ser en el suelo animal
de la naturaleza humana, mediante la fe puede elevar su naturaleza
espiritual hacia la luz solar de la verdad celestial, y producir
realmente los nobles frutos del espíritu”. “Para producir los frutos del
espíritu, tenéis que haber nacido del espíritu. Debéis ser enseñados y
guiados por el espíritu si queréis vivir una vida de plenitud espiritual
entre vuestros semejantes”. 1737:5; 1738:1.
¿A que se refería nuestro Maestro Jesús cuando pronunció las
palabras naturaleza espiritual? El Maestro mismo nos responde con
estas palabras: “Vuestra naturaleza espiritual —el alma creada
conjuntamente-- es un desarrollo viviente, pero la mente y la moral del
individuo son la tierra de la cual deben brotar las más elevadas
manifestaciones del desarrollo humano y destino divino”. 1738:1.
Podemos elevar nuestra alma hacia la luz solar de la verdad celestial
que es nuestro espíritu, si permitimos por la fe, que el espíritu nos
enseñe y guie en el camino de ascensión espiritual, exponiendo nuestra
personalidad total a la conciencia de contacto con nuestro espíritu
residente, mediante el camino interior de la oración y la adoración al
espíritu del Padre que mora en nosotros. En verdad no existe otro
camino para la autorrealización espiritual y la sobrevivencia del alma.
C) Durante un sermón Jesús dijo estas palabras:
“Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios”.
La revelación nos enseña que “ver a Dios por la fe” es adquirir
verdadero discernimiento espiritual. Este discernimiento espiritual
presente en nosotros mejora la guía de nuestro espíritu divino. La
reunión del discernimiento espiritual y la mejora en la guía del
Ajustador, producen un incremento de la conciencia de Dios en
nosotros, en el alma y en la mente. 1574:6,7.
La mente que en verdad discierne a Dios, que escucha al
Ajustador divino, es la mente pura; sin pureza mental ningún hombre
7. 7
puede ver a Dios. Toda comunión interna y espiritual de esta clase se
llama discernimiento espiritual. Nuestra religión personal vivirá y
progresará por nuestra fe y el discernimiento espiritual interior, no
por la vista y los sentimientos. 1104:6; 1105. 1.
D) “Los valores de eternidad e infinidad del Paraíso, la verdad,
la belleza y la bondad, se encuentran ocultos dentro de los hechos de
los fenómenos de los universos del tiempo y del espacio”. 2078:7.
Estos valores espirituales y divinos de la verdad, la belleza y la
bondad, sólo pueden ser descubiertos y discernidos por “el ojo de la
fe” de las personas que han nacido del espíritu. Estos valores del
progreso espiritual, no son proyecciones psicológicas, ni fantasías
glorificadas de nuestra mente humana, son las proyecciones
espirituales de nuestro espíritu interior, el espíritu de Dios que reside
en nuestra mente humana, y que por nuestro amor y fe, él nos entrega
para nuestro crecimiento espiritual. 2078:8.
E) Una tarde en el jardín de Celsus, Jesús declaró enfáticamente
a los apóstoles, lo siguiente: “Tampoco podéis hacer obra espiritual en
ausencia de poder espiritual. Y no podéis hacer ninguna de estas dos
cosas, aunque su potencial esté presente, sin la existencia de ese tercer
factor humano esencial, la experiencia personal de la posesión de la fe
viviente”. 1758:5.
Lo mismo, estas palabras para los apóstoles son también para
nosotros. Pensando en aquellos hermanos nuestros que desean
conducir a otras personas hacia el reino del Padre, recordamos lo
siguiente: es fundamental e indispensable que la presencia del amor
verdadero a Dios Padre y a todos los seres humanos estén presentes en
cada uno de ellos; deben haber nacido del espíritu, haciendo
regularmente la voluntad del Padre que está en el cielo; para que en
comunión con Dios por medio del amor y la fe se vuelvan conocedores
de la verdad divina. Estos hábitos espirituales y sinceros para con Dios
Padre, propician la aparición del Poder espiritual otorgado por Dios
Padre, que unido a la posesión de la fe viviente permite la realización
de la obra espiritual, genuina, amorosa, altruísta y auténtica, de la
mano del Señor. No se puede hacer obra espiritual si Dios no
8. 8
participa. Entonces, tomando en cuenta las enseñanzas de Jesús al
respecto, el ministerio espiritual del potencial servidor o instructor
deberá estar imbuído espiritualmente de:
1.- De un amor comprensivo; 2.- De una intención pura; 3.- De
un móvil divino; 4.- De un ideal espiritual; 5.- De una ambición
altruísta; 6.- De la ausencia de la exaltación del yo. Sirviendo siempre
a los hermanos de acuerdo a la voluntad del Padre divino. Jesús
declaró una vez: “No sólo en palabras, sino también en poder y en el
Espíritu Santo. Esto significa que no bastan las palabras, sino que se
requiere del poder del Espíritu en unidad con el Espíritu de la Verdad
y el Espíritu Santo para que se pueda realizar una auténtica obra
espiritual al prójimo, de la mano de Dios y Cristo Miguel (Jesús).
Todo hijo de Dios, todo ser humano puede alcanzar el poder
espiritual al cumplir con las demandas del Evangelio del Reino de
Jesús. El creyente decide si desea ser instructor o no, es una cuestión
personal. Todo hijo que ama a Dios y es sincero con él, Dios le otorga
poder espiritual para ejercer su ministerio. El potencial instructor
deberá estar muy preparado espiritualmente, conociendo lo más
ampliamente las verdades del Evangelio del Reino de Jesús y luchar
por ayudar a iluminar el sendero espiritual de sus hermanos del
mundo para el logro de la salvación de sus almas.
Un Mensajero Poderoso nos dice que el propósito de la
ministración espiritual y divina para la humanidad es: “Que nosotros
podámos ser fortalecidos con poder en nuestra alma interna a través
de nuestro Espíritu, el Espíritu de la Verdad y el Espíritu Santo”.
381:4.
Dentro nuestro y junto a nosotros, existen fuerzas espirituales y
poderes divinos que luchan para liberarnos de la esclavitud material y
las limitaciones finitas. Tratan de ayudarnos a exponer nuestra
voluntad a la guía del espíritu. Buscan dotarnos de voluntad y poder
espiritual para elevarnos por encima del nivel animal de la existencia
humana, alcanzando la perfección de la fe y el servicio, mediante el
amor divino en la plenitud de Dios. 381:3.
9. 9
LA RELIGIÓN DEL ESPÍRITU: Se denomina Religión del
Espíritu porque esta religión recurre o se dirige principalmente al
Espíritu divino del Padre Universal, en contraste con las religiones
tradicionales que recurren principlamente a la mente, al asentimiento
intelectual. La religión del espíritu nos brinda una verdadera y
superior comunión espiritual. La religión del Espíritu requiere de
nosotros: esfuerzo, lucha, conflicto, fe, determinación, amor, lealtad y
progreso espiritual. 1728:8;1729:6.
La religión del Espíritu nos revela los valores sobrenaturales del
espíritu, permitiéndonos discernir y/o percibir parcialmente las
Realidad Eternas y divinas. Implica la participación activa de nuestra
mente y el alma con el Espíritu del Padre, el espíritu divino interior.
Está religión esta basada en nuestra experiencia espiritual humana
con Dios. La religión del espíritu se construye en nuestra naturaleza
espiritual, el alma evolutiva. La religión del espíritu nos conduce a
encontrar a Dios mediante la fe viva. La religión del espíritu es el reino
del cielo en nuestros corazones humanos.
En la religión del espíritu, Dios es nuestro destino;
experimentamos su divina presencia mediante la técnica de Jesús, y
aumentamos nuestro discernimiento espiritual por el conocimiento de
la verdad. La religión del espíritu se basa en nuestras relaciones
espirituales personales con el Padre Universal. La religión del espíritu
produce en nosotros la fe viviente que capta la realidad de la presencia
de Dios y todo lo que se relaciona con su espíritu divino. Nuestra
vinculación amorosa y de fe viviente con el espíritu divino interior,
trae para nosotros la vida eterna de nuestra alma que se vuelve como
Dios mediante la fusión espiritual con nuestro espíritu interior. 1731:2;
1732:2.
G) Jesús nos dice que sólo hay un Mandamiento, que dice así:
“AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS
CON TODO TU CORAZÓN Y CON TODA TU ALMA,
CON TODA TU MENTE
Y CON TODA TU FUERZA”
10. 10
Este Mandamiento es en verdad un mandato divino para
nosotros y para todas las criaturas de Dios que existen en todos los
universos evolutivos del tiempo y del espacio. A mi modo de ver, este
Mandamiento contiene en sí mismo la estructura espiritual de la
técnica de la oración-adoración, el fundamento esencial para el culto a
Dios, para acercarnos al Señor y para comulgar con su Presencia
Divina. La oración ideal, es una especie de comunión espiritual que
nos lleva directamente a la adoración inteligente. Mediante el acto de
la adoración, los hombres y las mujeres comulgamos real y
personalmente con nuestro Divino Padre Creador y. 1616:10.
Cuando por la fe tomamos conciencia que somos hijos de Dios,
que Dios es nuestro amoroso Padre Creador, debemos, durante la
adoración a su Divina Presencia, amarle con todo nuestro corazón,
valiéndonos de nuestra mente, el alma y la fuerza de nuestra
personalidad.
Al respecto, recordamos que la adoración se realiza en cuatro
niveles de conciencia: 1 la conciencia de la mente; 2 la conciencia del
alma; 3 la conciencia del espíritu y 4 la conciencia de la personalidad
que unifica todos los niveles de conciencia. 66:4.
En cuanto a lo escrito sobre el Mandamiento y la oración-
adoración a Dios, encontramos estas palabras relativas que Jesús dijo
a Gadía en la ciudad de Jope, y son estas: “Amigo mío todos tenemos
una vida que vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. Todas las veces
que tratamos de esquivar el deber de la vida diaria buscando
tentaciones lejanas, nos ponemos de inmediato bajo el control de
influencias que no están dirigidas por los poderes de la verdad y las
fuerzas de la rectitud. Escapar del deber es sacrificar la verdad.
Escapar del servicio de la luz y de la vida, sólo puede llevarnos a
conflictos angustiosos que nos conducen a las tinieblas y la muerte.
Los que han abandonado a Dios y deseen volver su corazón a la
búsqueda de Dios y su bondad, con hambre de verdad y sed de
rectitud, nada habrá que los mantenga en cautiverio, no importa cuan
profundo hayan caído, porque cuando buscan la luz de todo corazón,
el espíritu del Señor Dios del cielo, los libera de su cautiverio,
llevándolos a la tierra firme de nuevas oportunidades para un servicio
11. 11
renovado y una vida mas sabia”. 1428: 2. Estas palabras de Jesús
tienen vigencia eterna. Pues el dijo una vez: “Aunque los cielos y la
tierra desaparezcan, mis palabras de verdad no desaparecerán”. En
verdad que maravillosa y alentadora verdad.
H) SOBRE LA DONACIÓN DEL ESPÍRITU DE LA VERDAD
Primero que nada, debemos saber que todo Hijo Creador como
Cristo Miguel o Jesús de Nazaret tiene UN ESPÍRITU DE
PRESENCIA UNIVERSAL, y este espíritu se denomina EL
ESPÍRITU DE LA VERDAD, que funciona en UNIDAD con el
Espíritu Santo y el Ajustador del Pensamiento. El Espíritu de la
Verdad nos guía hacia Cristo Miguel que personifica la Verdad en este
universo local. 377:9.
El Espíritu de la Verdad que Jesús derramó sobre toda la
humanidad, está suspendido sobre el mundo, junto a cada hombre y
cada mujer, buscando enseñarles la Verdad e iluminar sus mentes
temporales. Este Espíritu no está dentro de nosotros, sino junto a
nosotros. 379:4. Este Espíritu es en realidad el Espíritu del Padre y del
Hijo Creador Miguel; el Espíritu de la Verdad no es el Ajustador del
Pensamiento. El Espíritu de la Verdad descendió para guiar a los
creyentes, a los buscadores de la verdad, hacia toda Verdad. 2061:1;
2062:5. Este Espíritu nos enseña las verdades del amor del Padre y la
misericordia del Hijo Creador. Este Espíritu, si lo aceptamos como
consejero, va creando en nosotros los creyentes una conciencia de
Cristo Miguel mediante la experiencia de una elevada comunión con
él. 2061:2. El Espíritu de la Verdad da testimonio en nuestro interior
espiritual de las enseñanzas de Cristo Jesús. 380:1; 2061:4.
El Espíritu de la Verdad vino también para que todos los
creyentes sinceros con Dios, puedan predicar con mayor eficacia el
Evangelio del Reino. Esto no sucede automáticamente, sino que
debemos propiciar la acción-influencia del Espíritu de la Verdad sobre
nosotros, con amor y fe viviente para que esto se haga realidad en
nuestra vida espiritual. Esta realidad espiritual la logramos mediante
la oración y adoración al Padre celestial y a Jesús (Cristo Miguel). El
Espíritu del Padre y del Hijo es el verdadero Instructor que nos
12. 12
conduce a la vida eterna. Cuando los hombres y las mujeres
producimos los frutos del Espíritu en nuestras vidas, simplemente
mostramos las características o atributos del espíritu, que el Maestro
Jesús manifestó en su propia vida terrenal. 2063:3; 1796:1; 2062:10.
El nuevo ayudante o instructor, es la “convicción de la verdad”,
estas palabras significan que el creyente leal y sincero de fe, logra por
su esfuerzo espiritual, poseer la conciencia y la certeza de los
verdaderos significados de los valores supremos en los niveles
espirituales reales y auténticos, en los especiales niveles donde se
conoce la verdad divina. El Espíritu de la Verdad Viviente, crece, se
expande, se desarrolla y se adapta en todos los buscadores sinceros de
la verdad divina. Jesús dijo: “El que no trabaje, no comerá”;
debemos entender que el que no se esfuerce espiritualmente mediante
el método y los caminos enseñados y establecidos por Jesús, no estará
habilitado para recibir el nutriente espiritual para la construcción del
alma y su sobrevivencia. 1949:3, 1951:1.
I) La Verdad divina es una Realidad Viva que discierne o
descubre nuestra alma en los elevados niveles espirituales de la
comprensión de Dios y la conciencia de la comunión con ÉL. La
Verdad divina es un valor de la realidad espiritual que podemos
experimentar si nos ubicamos en los niveles supramateriales de la
conciencia universal, para comprender o conocer la verdad,
permitiendo nosotros que el espíritu activador de la verdad viva y
reine en nuestras almas. Podemos entrar, valga la expresión, a los
niveles supramateriales de la conciencia universal, únicamente
mediante el ejercicio perseverante de la comunión verdadera con Dios,
por el método y camino que estableció Jesús: la fe y la oración-
adoración a Dios Padre. Podemos experimentar el crecimiento de la
Verdad divina descubierta en nuestra alma. La Verdad divina
descubierta, aumenta en nosotros la conciencia de Dios. Esta Verdad
viviente y dinámica, tiene una “existencia experiencial” en nuestra
mente humana, por eso se dijo y se dice: “el que pide, recibe y el que
busca encuentra”. 1949:4.
Jesús dijo que la salvación del alma se logra mediante la fe y la
enseñanza revolucionaria de lograr la libertad humana mediante el
13. 13
reconocimiento sincero de la verdad: “Conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres”. Entonces, vinculemos esta enseñanza de Jesús
con esta revelación sobre El Espíritu de la Verdad: La misión del
Espíritu consiste en fomentar y personalizar la verdad en los seres
humanos que la buscan; el hecho de la personalización de la verdad
significa que el creyente ha conocido la verdad, que la verdad vive en
él, exhibiendo el logro de la verdad al prójimo en su vida diaria, unido
a las fuerzas espirituales que le asisten. Este logro espiritual constituye
la forma más elevada de libertad humana; así se cumplen las palabras
de Jesús: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. 1593:7;
2060:7.
Así, mediante el camino del Espíritu:
1.- Pasaremos de la esclavitud del yo a la libertad espiritual. 2.-
Mediante la fe y la transformación que el Espíritu realiza en nosotros,
nos convertimos en templos de Dios, porque de esta manera el
“Espíritu vive realmente dentro de nosotros”, liberándonos de la
esclavitud material. Por la gracia del Espíritu nos convertimos en hijos
del Espíritu liberados por la fe. El Espíritu nos libera de deseos
inconvenientes, placeres esclavizantes, tontos temores, malicia, envidia
y odio vengativo. 1609:6.
J) La fe salvadora no proviene de nosotros, sino que es un don de
Dios a nosotros sus hijos humanos. Al ser hijos de la fe viviente,
dejamos de ser esclavos de nuestro yo y nos convertimos en dueños
triunfantes de nuestro yo. Entonces, habiendo nacido del Espíritu,
estaremos liberados para siempre de la esclavitud autoconsciente y de
la vigilancia sobre los deseos de la carne; de esta manera
manifestaremos espontáneamente los “frutos del Espíritu” que son
reveladores del más elevado autocontrol que podemos lograr: el
verdadero autodominio.
K) En la página 381:5 dice “El espíritu nunca impulsa”. La
palabra inglesa drives se tradujo como impulsa. Creo que la traducción
más apropiada es fuerza, que el espíritu nunca nos fuerza u obliga, que
sólo nos guía. Si sinceramente deseamos alcanzar las alturas divinas, el
espíritu nos guiará dulce y amorosamente por el sendero de la filiación
14. 14
y el progreso espiritual. En cada paso que demos, debemos tener
buena voluntad y cooperar con nuestro espíritu de una manera
inteligente y alegre. La guía de nuestro espíritu nunca se manifestará
mediante la presión o el apremio para forzar nuestra voluntad a hacer
la voluntad del Padre. 381:5.
Si aceptamos la guía del espíritu de manera inteligente y sin
ninguna restricción, desarrollaremos en unidad con él, dentro de
nuestra mente la conciencia positiva del contacto divino y la certeza de
la comunión con su espíritu. En cualquier momento el Espíritu
atestiguará con nuestro espíritu Ajustador que somos hijos de Dios.
Nuestra vida guiada por el espíritu producirá manifestaciones de las
características del Espíritu divino. Guiados e iluminados por el
espíritu y a pesar de caminar por los senderos humanos, cumpliendo
con nuestros deberes terrenales, comenzaremos a discernir las luces de
la vida eterna que resplandecen en las orillas lejanas de otro mundo.
Como hijos de Dios nacidos del espíritu estaremos sostenidos por la
esperanza que trasciende todo temor, porque el amor de Dios se
esparce a todos lo corazones mediante la presencia de su Espíritu
divino. 381: 6, 7.
L) En la ciudad de Filadelfia Jesús enseñó a los apóstoles una
norma positiva de rectitud. Les dijo que cualquiera que deseara
seguirlo, ser su discípulo, debería no hacer caso sí mismo y encargarse
diariamente de la totalidad de sus responsabilidades y seguirlo. Estas
palabras de Jesús significan que los seguidores del Maestro de ayer y
de hoy, deberían vivir su vida diaria con energía y entusiasmo,
viviendo la totalidad de sus responsabilidades humanas y sus
privilegios divinos en el reino de Dios; haciendo la voluntad del Padre
y produciendo los frutos del espíritu en sus vidas.1760:2; 1770: 2.
En otra ocasión el Maestro dijo estas palabras a los apóstoles:
“Pero para vosotros hijos míos, y para todos los demás que quieran
seguiros en este reino, una dura prueba se prepara; sólo la fe os
permitirá pasar a través de sus puertas, pero tendréis que producir los
frutos del espíritu de mi Padre si deséais ascender en la vida
progresiva de la hermandad divina”. 1569:1.
15. 15
Esta realidad espiritual sólo se puede lograr mediante la fe
experiencial y dinámica, profesando un gran amor y una gran lealtad
al Padre celestial. Tomemos nota de que el hecho de haber aceptado en
algún momento la filiación en el reino de Dios, no nos salvará, si
rechazamos a sabiendas y persistentemente las verdades que se
relacionan con la producción progresiva de los frutos espirituales
como hijos de Dios en la carne. 1916:3.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
1.- ¿Qué es hacer la voluntad de Dios?
La voluntad de Dios es el camino de Dios, asociarse o aliarse con
Dios Padre ante cualquier alternativa potencial. Hacer la voluntad de
Dios consiste en “asemejarse de manera progresiva a Dios” mediante
la verdadera comunión espiritual. La voluntad de Dios puede hacerse
en cualquier ocupación terrenal. 1431:2; 1732:4.
2.- ¿Cómo puede una persona asemejarse a Dios?
Recibiendo en el alma las cualidades de Dios, los valores
supremos.
3.- ¿Cómo puede una alma recibir las cualidades de Dios?
Mediante la técnica vigoroza y constructiva de Jesús: la oración-
acción de gracias-adoración a Dios; es decir, oramos pidiendo al Padre
divino lo que necesitamos espiritualmente para ascender en el reino;
acto seguido damos gracias al Señor por todo lo que nos ha dado; a
continuación dedicamos un tiempo o rato para adorar al Señor
mediante la “receptividad silenciosa o acallada” enseñada por Jesús.
El Descubrimiento espiritual de la Divinidad, está determinado por el
desarrollo de nuestra capacidad espiritual de receptividad y por el
grado de la dedicación entusiasta de nuestra voluntad, de hacer la
voluntad divina. Las tres fases de esta Técnica, debemos hacerlas
cómodamente sentados y con los ojos cerrados sin presionar los
párpados, hasta finalizar las tres fases para el mayor provecho
espiritual. 1621:3,4; 1641:1,64:1.
16. 16
4.- ¿Qué es la Receptividad silenciosa o acallada?
Jesús enseñó a los apóstoles, a los creyentes y a nosotros, que
después de haber hecho las oraciones al Padre divino, deberíamos
permanecer por un rato en “Receptividad silenciosa o acallada”, para
dar al espíritu interior la mejor oportunidad de hablar a nuestra alma
que escucha atentamente. El espíritu del Padre nos habla mejor
cuando nuestra mente se encuentra en una actitud de “verdadera
adoración”. Adoramos a Dios con la ayuda de nuestro espíritu interior
y la iluminación de la mente mediante el ministerio del Espíritu de la
Verdad. Jesús enseñó que la adoración hace al adorador cada vez más
semejante al ser que está adorando. La adoración es una experiencia
espiritual transformadora, mediante la cual las personas que adoran a
Dios, se acercan gradualmente a la presencia de Dios y finalmente la
alcanzan.
Entonces, de acuerdo a la enseñanza que Jesús nos dejó,
realizamos la meditación espiritual que conlleva la oración, la acción
de gracias y la adoración al Padre Divino. Una vez que finalizamos la
fase de la oración (4 mins) que nos ayuda a calmar la mente,
continuamos con los ojos cerrados y con devoción damos gracias al
Padre divino. Ahora sigue la fase de la adoración, en que vamos a
“escuchar atentamente al Señor”, en que no vamos a hacer mas
peticiones a Dios; adoptamos el estado mental de la receptividad
silenciosa o acallada; dirigimos la atención de nuestra mente al Padre
divino que mora en ella, nos dedicamos con amor y fe a escuchar a
Dios, como si fuéramos a escuchar algo, estamos ahí ante Dios, con
mucha paciencia; la paz mental progresiva vendrá, mantenemos la
atención de nuestra mente en la chispa divina interior (Dios); si surgen
pensamientos no los alimentamos, dejamos que se vayan y
continuamos escuchando al Espíritu del Señor; no nos preocupamos si
no escuchamos nada, el Señor se comunica con nosotros mediante el
silencio que estamos propiciando, algo muy bueno está ocurriendo en
el alma y en la mente. Este proceso de la adoración requiere de tiempo
adecuado para que la mente se eleve al nivel del contacto divino. Es
bueno iniciar con unos 15 minutos diarios, e ir aumentando los
minutos mediante la práctica diaria para que nuestra mente se vaya
disciplinando y logrémos la relajación mental adecuada, plenos de
17. 17
felicidad. Necesitamos mucho amor a Dios, paciencia y fe. La práctica
hace al Maestro. Realmente seremos recompensados por el Padre
divino por nuestra lucha espiritual, es lo mejor que podemos donar a
nuestro Padre Divino que nos ha dado la vida y la oportunidad de
vivir eternamente con Él. Repetimos: El Espíritu del Padre nos habla
mejor cuando nuestra mente se encuentra en una actitud de verdadera
adoración. 1641:1.
5.- ¿Qué beneficios produce la Receptividad silenciosa?
Prepara y calma aún más nuestra mente para que alcance los
niveles supramateriales del contacto divino, la comprensión de la
conciencia de Dios y la comunión con Dios; de esta manera el alma
recibe las cualidades divinas, los valores supremos de la Verdad, la
Belleza y la Bondad. Estos valores adquiridos los vivimos durante
nuestra vida humana haciendo la voluntad de Dios. Sólo en estos
niveles superiores de la Realidad Espiritual y Divina podemos conocer
la Verdad divina y permitir que su espíritu activador viva y reine en
nuestras almas hambrientas de alimento y progreso espiritual. La
verdad divina nos libera de la ignorancia, del temor, de las cadenas del
materialismo y de los placeres de la inmaduréz; viviendo nuestra vida
cada vez más en la conciencia de la rectitud divina, guiados por
nuestro espíritu interior que es Dios. 1459:2; 1949:5.
6.- ¿Algo más sobre la Receptividad silenciosa de la adoración?
Mediante esta actividad espiritual de la adoración, nuestra
mente entra en contacto con nuestro espíritu residente y es iluminada
y purificada por el ESPÍRITU DE LA VERDAD y el ESPIRITU
SANTO, conociendo la verdad. En la fase de la adoración, el Espíritu
de la Verdad incide sobre el alma, fortaleciéndola con la Verdad a la
vez que nuestra mente se renueva gradual y espiritualmente. Así
recibimos el Pan Celestial para la salvación del alma. Jesús dijo: No
todos los hombres escogerán recibir al Espíritu de la Verdad como
guía y consejero del alma, pero los que lo reciban, serán iluminados,
purificados, fortalecidos, bendecidos y confortados; el Espíritu de la
Verdad se transformará en ellos en una fuente de agua viva que estará
brotando durante toda la vida eterna. 1949:3,4,5,6; 1954:1.
18. 18
7.- ¿Entonces, es importante adorar a Dios?
En realidad es más que importante, es indispensable que
adoremos a Dios, porque sin la adoración a Dios Padre difícilmente
produciremos los frutos espirituales, la autorrealización espiritual y el
autodominio de nosotros mismos. La actividad de la adoración provee
la sustancia transformadora para que nuestra conciencia humana se
eleve por encima del nivel material de la existencia y se convierta en
conciencia divina; esto es lo que Dios requiere de nosotros. Mediante
la actividad adoradora a Dios Padre hacemos la voluntad de Dios, nos
asemejamos progresivamente a Dios, obtenemos los valores divinos,
producimos los frutos espirituales requeridos y logramos crecer
diariamente en la gracia divina y en el conocimiento de la verdad.
Mientras más adoramos a Dios más verdad divina descubrimos; el
descubrimiento de la verdad es progresivo. El progreso espiritual
depende de nosotros mismos, nosotros decidimos avanzar
espiritualmente o no. Nadie lo va a hacer por nosotros. Dios nos ha
dado todo lo necesario para ascender hasta él, ahora toca a nosotros
ascender los peldaños de la rectitud mediante la fe, el amor, la
determinación y el valor espiritual para aliarnos con Dios positiva y
realmente, esto es lo mejor que podemos hacer en esta nuestra vida
humana ascendente. No debiéramos partir de este mundo con las
manos vacías; elijamos a nuestro Padre Divino, Señor y Dios Creador,
honrémosle, mostremos nuestra gratitud a Él por cuanto nos ha dado
y enseñado.
8.- ¿Es bueno que nuestra alma reciba valores divinos?
Sí, es muy bueno porque los valores divinos son los que necesita
el alma para no morir de verdad, para lograr la sobrevivencia eterna.
Con estos valores presentes en el alma, el alma se vuelve
indestructible. Producimos en nuestras vidas los frutos espirituales
que requiere el Padre divino. Los valores y frutos espirituales
asemejan nuestra alma a Dios. Sin la semejanza divina, Dios no nos
puede atraer hacia él para la fusión divina y eterna. Recordemos que
lo semejante atrae lo semejante.
19. 19
9.- ¿Todas las almas pueden salvarse?
Sí, Dios ha dado a todas las almas la oportunidad y el potencial
para la salvación. La salvación del alma es una elección de la persona.
Al respecto Jesús hizo la siguiente declaración: “La salvación no es
para los que no están dispuestos a pagar el precio de una dedicación
entusiasta a hacer la Voluntad de mi Padre”. Jesús agregó que no
podrán ser recibidas en el reino todas las personas que no libren el
buen combate de la fe; pero que las personas que deseen sinceramente
encontrar la vida eterna entrando en el reino de Dios, hallarán con
seguridad la salvación eterna, mediante el poder espiritual y los
asaltos constantes de la fe viviente en los ámbitos elevados e
inexplorados de la Verdad. 1829:1,2; 1729:6.
10.- ¿Qué debe entenderse por los asaltos constantes de la fe
viviente?
La salvación de un alma que discierne la verdad y ama la belleza,
queda asegurada por el hambre y el deseo de esa alma de vivir en la
rectitud de Dios, mediante los “contínuos intentos” de hacer la
voluntad del Padre, de buscar y encontrar a Dios, de comulgar con Él
y volverse progresivamente como Él Es, produciendo cada vez más los
frutos del espíritu en su vida. La fe es para el alma lo que las velas son
para una embarcación; la fe es un aumento de poder espiritual para el
logro de lo divino. Debemos luchar contra la duda y la incredulidad;
en verdad Dios vive en nosotros y es alcanzable fácilmente por la fe
sincera y el amor. 1459:4; 1766:4.
11.- ¿Qué debe entenderse por el verdadero estado espiritual?
Es la medida en que mediante nuestra lucha espiritual de fe, nos
hemos aproximado a nuestro espíritu divino; la medida en que nos
hemos sintonizado con nuestro espíritu residente, el Ajustador del
Pensamiento; la medida en que nos hemos aproximado a lo grande, lo
bueno, lo verdadero y noble que es Dios el Padre. Sin esfuerzo o lucha
espiritual nunca podremos ejercer lealtades en favor de nuestro Dios y
Señor. 1096:2; 1097:6.
20. 20
12.- ¿Para que sirve el esfuerzo o lucha espiritual?
Para que encontremos a Dios y su verdad divina; para salvar a
nuestra alma de la obliteración cósmica, es decir la destrucción eterna;
para esclarecer nuestra visión espiritual personal; para mejorar
nuestro discernimiento espiritual sobre Dios y sus realidades divinas y
cósmicas. 1097:6.
13.- ¿Qué significa la Religión del Espíritu?
Significa esforzarnos para vivir de acuerdo a la rectitud de Dios;
luchar para obtener logros espirituales verdaderos; ser leales con Dios,
tener fe para encontrar a Dios y hacer su voluntad divina; amar a Dios
y al prójimo, tener la firme determinación de adorar a Dios
constantemente, creciendo diariamente en la gracia y en el
conocimiento de la verdad, haciendo realidad nuestro progreso
espiritual. Hay personas temerosas y sin entusiasmo espiritual que
huyen del esfuerzo espiritual y de la incertidumbre mental que se
relacionan con los audaces viajes de la fe a los elevados océanos de la
Verdad inexplorada, buscando las realidades espirituales que están
más lejos, pero que pueden ser descubiertas por la mente y
experimentadas por el alma del hombre. 1729:6.
14.- ¿Algunos ejemplos de Realidades espirituales?
El Padre Universal, Cristo Miguel, La Ministra Divina, El
Ajustador divino, el Espíritu de la Verdad, el Espíritu Santo, el Poder
Espiritual, el Amor de Dios, la Verdad, la Belleza y la Bondad.
15.- ¿Qué es la Verdad divina y donde se encuentra?
La Verdad es un “valor vivo” de la realidad espiritual divina que
es Dios. La Verdad no se puede definir con palabras; la Verdad se vive,
se experimenta, se siente. La Verdad es más que los conocimientos que
tratan de las cosas observadas; la Verdad está más allá de los niveles
de nuestra existencia material, La verdad se asocia con la sabiduría y
comprende la elevada experiencia religiosa espiritual del hombre con
las Realidades Espirituales Vivas de Dios. 1459: 2,3,4; 1949:4,5.
21. 21
La Verdad divina es una ¡realidad viva y dinámica! perteneciente
a Dios. Podemos percibirla, conocerla y vivirla en nuestras almas
mediante la fe viviente verdadera y mediante nuestra experiencia
religiosa espiritual auténtica; al incursionar nosotros en los elevados
niveles espirituales de la comprensión de la Divinidad y en la
conciencia de la comunión con Dios. En esos niveles supramateriales
de la Conciencia Universal (Dios), existe la Verdad Divina, y es ahí
donde podemos descubrirla, vivirla y sentirla. 1949:4.
La verdad Divina tiene una “existencia experiencial” en nuestra
mente humana al buscarla mediante la fe en la experiencia religiosa
espiritual auténtica. Las personas que tienen una fe viviente y que
conocen a Dios, una vez que han conocido o vivido la Verdad en si
mismos, dejan que el espíritu activador de la Verdad divina viva y
reine en sus almas. Las personas que buscan y conocen a Dios,
experimentan el crecimiento progresivo de la verdad descubierta en su
alma evolutiva. 1949:4,5.
Cuando personalmente conocemos la Verdad que el espíritu nos
revela en la experiencia religiosa espiritual, un deleite supremo invade
toda nuestra alma. Las personas o creyentes que nunca ejercitan la fe,
jamás podrán conocer ni poseer la Verdad Divina. La fe verdadera en
Dios nos permite alcanzar a Dios y sus realidades espirituales.
Debemos recordar algo muy importante: la fe actúa para poner en
libertad las actividades suprahumanas de nuestra chispa divina para
beneficio de nuestra alma. 1459:4.
Las personas que conocen a Dios y que conocen la Verdad,
elevan constantemente la sabiduría hasta los niveles de la ¡Verdad
Viviente donde continuamente alcanzan lo divino! 1459:2;
1949:3,4,5,6.
16.- ¿Cúal es el secreto para la sobrevivencia de nuestra
personalidad?
Desear verdaderamente “identificarnos con nuestro espíritu
residente”. La elección positiva o negativa de nuestra voluntad
determinará nuestro destino final en la ascensión espiritual. 445:5.
22. 22
El secreto de la sobrevivencia involucra el deseo supremo de
asemejarnos a Dios, con la firme determinación de hacer todas y cada
una de las cosas que son esenciales para el logro de nuestro muy
valioso e importante objetivo. Este logro nos llevará a “ser alguien en
el universo de Dios”. 1205:6.
“Hacer la voluntad de Dios” es el secreto para la sobrevivencia
en este mundo y para lograr la perfección en los mundos morontiales y
espirituales superiores.
Hacemos la voluntad de Dios cuando nuestra personalidad
consiente y elige entregar su voluntad a la voluntad del Padre, en que
afirmamos positivamente: “Padre, es mi voluntad que se haga tu
voluntad”. Nuestra personalidad experimentará una gran satisfacción
al comulgar con la Personalidad de nuestro Padre divino durante el
culto de la adoración. Esta realidad finalmente nos llevará a la fusión
eterna con el Espíritu de Dios que mora en nuestro interior. Estas
realidades espirituales dan nacimiento a una nueva unión eterna: “La
voluntad del hombre y la voluntad de Dios”. 1221:3,5,7.
PALABRAS FINALES
Muy amados hermanos y muy amadas hermanas, a nada
debemos temer durante nuestra búsqueda de Dios y su Verdad divina,
porque al buscar a nuestro Padre divino con fe, amor y sinceridad,
estamos siempre en sus manos divinas. Seamos pacientes y
perseverantes durante la oración-adoración a nuestro Padre;
confiémos absolutamente en Él que mora en nuestra mente. No hay
nada que debámos temer ante lo desconocido, porque el Señor vive en
nuestra mente, vive con nosotros. La constancia confiada ante la
Presencia de nuestro Padre y Señor, derrumbará todas las barreras
mentales y los preconceptos humanos que tengamos; conoceremos la
Verdad divina y ella nos hará libres.
En verdad un gozo indescriptible se instala en todos los creyentes
que sin temor alguno buscan a Dios Padre y su Verdad iluminadora,
con fe, amor y devoción suprema. Hermanos y hermanas,
aprendamos simple y sencillamente a estar ahí con ÉL, amándole, es lo
23. 23
más maravilloso que nos puede ocurrir, donde el tiempo parece que no
existe y donde Dios Padre colmará nuestra alma con bendiciones
espirituales reales. Sepamos que Dios Padre desea expresarse a través
de cada uno de nosotros sus hijos humanos, y esto es realmente posible
si cada uno de nosotros le abrimos la puerta al Señor y le dejamos
entrar en nuestra alma y corazón mediante la constante y sincera
comunión de fe con ÉL. Permitamos que el Espíritu del Señor
comparta con nosotros su espiritualidad absoluta, para que haciendo
nuestras sus cualidades divinas por merecimiento, nos asemejemos de
manera progresiva a ÉL. Que nuestros pensamientos, palabras y
obras le honren y le glorifiquen. Maravillas esperan a todos los hijos e
hijas que creen y confían en su Señor, el Dios del amor, de la salvación
y de la suprema bondad universal y eterna. Mi amor, gratitud y
saludo espiritual para todos ustedes.
Sinceramente su hermano Jaime.
Fuente: El Libro de Urantia.