Este documento describe los trastornos de la conducta alimentaria de la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. La anorexia nerviosa implica períodos de privación de alimentos y bajo peso, mientras que la bulimia nerviosa implica atracones de comida seguidos de conductas compensatorias como el vómito o uso de laxantes. Se enumeran los síntomas clínicos, factores de riesgo y consecuencias de estos trastornos.
1. Conjunto de trastornos graves de la
conducta alimentaria que
comprende periodos de privación
del consumo de alimentos
(anorexia), alternados en ocasiones
con periodos compulsivos de
ingesta alimentaria y purga
(bulimia), asociados ambos
periodos a otros trastornos de la
conducta alimentaria no
especificados.
2. Anorexia nerviosa restrictiva
Se trata de un cuadro clínico donde los pacientes logran un
bajo peso a través de dietas muy restrictivas, ayuno muy
prolongado, y abundante ejercicio de intensidad elevada. Estos
pacientes no recurren a atracones compulsivos y purgas
posteriores.
Anorexia nerviosa purgativa/compulsiva
Son pacientes que recurren de forma puntual o sistemática a
atracones o purgas (vómitos, laxantes, diuréticos…). Existe un
subgrupo que no presenta atracones pero sí recurren a la
purga de forma sistemática. Debido a la pérdida del control de
los impulsos propio de este grupo, estos sujetos son más
susceptibles de padecer una mayor variabilidad emocional, así
como de sucumbir al consumo de sustancias adictivas (alcohol,
tabaco, etcétera).
3. Factores familiares
Presencia de alcoholismo o trastornos psiquiátricos en familiares de primer
grado (padres y hermanos).
Factores culturales
Cánones de belleza inalcanzables impuestos por la sociedad y un excesivo
culto al cuerpo.
Además de estos factores, el inicio de dietas restrictivas es un factor
precipitante de la enfermedad.
Factores individuales de riesgo de anorexia
Se ha hablado de un posible componente genético ligado a la presencia del
gen 5HT-2A, detectado en un gran número de pacientes diagnosticados de
este desorden alimentario y activado por situaciones de malnutrición. Se ha
detectado un aumento de la actividad serotoninérgica que parece estar muy
ligado a la disminución de la ingesta de alimentos y a alteraciones de la
conducta.
alteraciones anatómicas y metabólicas en los sujetos con anorexia, que
podrían estar ligadas a la presencia de la enfermedad.
4. -Pérdida excesiva de peso en un corto espacio de tiempo.
-Sentimiento constante de obesidad no fundado y deseo férreo de
seguir adelgazando, con control activo (mirarse repetidamente al
espejo, pesarse varias veces al día, contar las calorías…).
-Retraso del crecimiento y desarrollo (en niños y adolescentes).
-Alteraciones de la menstruación o ausencia de esta.
-Realización de ejercicio físico constante y excesivo.
-Empleo de ropa holgada, principalmente pantalones.
-Evitar comidas en compañía.
-Huir de la mesa después de comer.
-Disimular la comida para no ingerirla (partir en trozos pequeños y -
esparcirla por el plato, tirarla al suelo, esconderla…).
-Aislamiento progresivo y pérdida de vínculos sociales.
-Alteraciones anímicas con tendencia a la depresión y la ansiedad.
-Obsesión por el contenido calórico de todo lo que se consume,
tomando solo alimentos bajos en calorías.
-Empleo no controlado de diuréticos y laxantes.
5. -Sequedad de la piel, con posibilidad de presencia de grietas.
-Aparición de vello fino (lanugo) en mejillas, espalda, muslos y
antebrazos.
-Pigmentación amarillenta en la piel, principalmente en las plantas
de los pies y las palmas de las manos. Esto se debe a un aumento
de carotenos en sangre (precursores de la vitamina A) por un
trastorno en su metabolismo.
-Extremidades frías.
-Uñas quebradizas y caída de cabello.
-Hipertrofia de las glándulas salivares, como las glándulas parótidas
y las glándulas submandibulares.
-Alteraciones dentales, con tendencia a la corrosión del esmalte
dental y presencia de caries. Esto es especialmente patente en
pacientes que se purgan a través de la autoinducción del vómito.
-Alteraciones gastrointestinales: flatulencia, hinchazón, dolor
abdominal y estreñimiento (excepto si se emplean laxantes que
pueden ocasionar diarreas que alteran el equilibrio electrolítico).
6. Trastorno de la conducta alimentaria que consiste en una
falta de control sobre la comida, con una ingesta de
grandes cantidades de alimentos en un corto periodo de
tiempo (atracones), acompañada por conductas
compensatorias como consumo excesivo de laxantes o
vómitos autoinducidos, lo que la diferencia de otros
trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia
nerviosa. El enfermo mantiene estas conductas en
secreto, por lo que a veces es difícil que las personas de
su entorno detecten el problema.
7. Alteración en los niveles o en la actividad de sustancias
neurotransmisoras en ellas (serotonina, noradrenalina, dopamina).
Por otro, suele haber una susceptibilidad en estos enfermos
demostrada seguramente a través de otros casos familiares o
circunstancias determinadas en su ambiente personal.
Una baja autoestima puede conducir a una excesiva preocupación
por el aspecto físico, lo que lleva a realizar dietas restrictivas, que
no siempre producen los resultados deseados, alternadas con
episodios de consumo incontrolado de comida, que provocan un
desequilibrio metabólico. El paciente tiene sentimientos de
culpabilidad a consecuencia del atracón, y su preocupación por
engordar genera otras conductas como el vómito autoinducido y el
abuso de laxantes.
El enfermo puede sentirse también presionado por los patrones de
belleza considerados lideales por la sociedad, y por la necesidad
de ser delgado y atractivo para sentirse aceptado. Experiencias de
rechazo social o un fracaso sentimental pueden hacerle creer que
perder peso es un requisito indispensable para tener éxito.
8. -deseos incontrolables de comer, especialmente alimentos con alto
valor calórico (hidratos de carbono, dulces...). Consume grandes
cantidades de comida en cortos periodos de tiempo (cada dos
horas o incluso menos).
Para contrarrestar el aumento de peso, el paciente puede
provocarse vómitos, abusar de laxantes (forma purgativa),
consumir fármacos que reducen el apetito o diuréticos. Otras
veces recurre al ejercicio físico para compensarlo (formas no
purgativas). Hay, pues, que sospechar, cuando una persona se
encierra en el baño nada más terminar de comer.
Es característico de este trastorno que el paciente padece un
sentimiento de culpa, vergüenza o autoreproche por esta
conducta.
El sujeto manifiesta un fuerte miedo a engordar, fijándose como
meta un peso inferior a su peso óptimo.
Los pacientes con bulimia manifiestan apatía, fatiga, irritabilidad y
cambios en el ritmo del sueño, lo que genera una pérdida del
rendimiento laboral o escolar, y el abandono del cuidado personal.