El desarrollo, según Craig (1997), es un proceso que se da en los seres humanos, este proceso se refiere a los cambios en el tiempo de estructura, pensamiento o la conducta de un individuo, todo esto debido a las influencias biológicas y ambientales. Generalmente se trata de cambios progresivos y acumulativos, de los que resultan una organización y funciones. Entonces procesos, como el desarrollo motor de un bebe avanzan de los movimientos aleatorios de estirar las piernas y los brazos, a estirarse, gatear y caminar. Desarrollar la habilidad de manejar símbolos es un paso fundamental dirigido a la lectura, manejo de números y pensamiento complejo, etcétera.
1. Desarrollo Psicológico de un Infante
El desarrollo, según Craig (1997), es un proceso que se da en los seres humanos, este
proceso se refiere a los cambios en el tiempo de estructura, pensamiento o la conducta de un
individuo, todo esto debido a las influencias biológicas y ambientales. Generalmente se trata
de cambios progresivos y acumulativos, de los que resultan una organización y funciones.
Entonces procesos, como el desarrollo motor de un bebe avanzan de los movimientos
aleatorios de estirar las piernas y los brazos, a estirarse, gatear y caminar. Desarrollar la
habilidad de manejar símbolos es un paso fundamental dirigido a la lectura, manejo de
números y pensamiento complejo, etcétera.
Algunos procesos del desarrollo son meramente biológicos mientras que otros
dependen directamente del medio. Sin embargo, para Craig (1997), casi ningún tipo de
desarrollo puede ser catalogado como biológico o ambiental ya que son interacciones de
ambos. Además de que el entorno proporciona de muchos escenarios que tienen una fuerte
influencia en el desarrollo.
El desarrollo implica la conquista de la novedad a partir del cambio, de estructuras de
conocimiento de menor complejidad a mayor complejidad. Según Piaget (citado en Sánchez,
Guevara & Cerchiaro, 2003) el desarrollo son adaptaciones al medio durante la búsqueda de
un equilibrio que surge cuando se superan los conflictos del sujeto y el objeto conocido.
Piaget también señala que, durante el primer año de vida del niño, este empieza a construir
una noción objetiva del mundo que le permite concebir el medio.
Craig (1997), los psicólogos del desarrollo pueden interesarse en la línea temporal en
la que ciertos aspectos y comportamientos comienzan a aparecer. Lo que les permite
comparar estos momentos de aparición de conductas similares con otros sujetos de otras
poblaciones o culturas.
El desarrollo, para Craig (1997), consta de tres áreas las cuales son la física, la
cognoscitiva y la psicosocial. El área física consiste en características como lo son el tamaño,
la forma, y los cambios que se dan en la estructura cerebral, o las capacidades sensoriales y
las aptitudes motoras. El desarrollo cognoscitivo consiste implica todas las actividades y
actividades mentales, e incluso la organización del pensamiento como lo son la percepción,
el razonamiento, la memoria, la capacidad de resolución de problemas, el lenguaje, el juicio
y la imaginación.
Por otra parte, el desarrollo psicosocial se refiere a los rasgos de personalidad y las
habilidades sociales como el estilo personal de comportamiento y de respuesta emocional de
un individuo, la forma en que este reacciona a las distintas situaciones sociales y como se
siente ante estas. Sin embargo, cada individuo se desenvuelve en estas tres áreas de manera
simultánea e independiente (Craig, 1997).
2. La pediatría marca periodos o etapas en los que se desarrolla el ser humano, el del
neonato comienza desde el día del nacimiento o día 0 hasta los 30 días. Cuando sucede el
nacimiento se aplican una serie de valoraciones para conocer los signos vitales de los recién
nacidos. En este caso nos concentraremos en las más conocidas que son las de Apgar y
Silverman.
La primera valoración, la de Apgar, evalúa la adaptación inmediata que tiene el recién
nacido a la vida fuera del vientre de su madre o vida extrauterina. Se enfoca en cinco signos
clínicos que son la frecuencia cardiaca, el esfuerzo respiratorio, el tono muscular, la
irritabilidad refleja o reacción a estímulos y la coloración de la piel. Esta prueba asigna un
valor dependiendo de las características que obtenga el neonato. Las puntuaciones van de 0
a 2. La primera evaluación se realiza al primer minuto, después se repite a los cinco minutos
y, en ocasiones, a los 10 minutos (Cano, Brito & Pérez, 2011).
Las puntuaciones de la prueba Apgar y sus interpretaciones son las siguientes, de
ocho a diez puntos se le considera como un bebe con buenas condiciones. De cuatro a siete
puntos, ya se considera que el bebé tiene problemas en su condición fisiológica y requiere de
una valoración clínica y atención inmediata. Con menos de cuatro puntos, requiere atención
de emergencia, tratamiento farmacológico y respiración asistida. Por último, si la puntuación
es cero, bajo un estudio clínico se le dictamina el resolutivo de muerte (Cano, et. al., 2011).
Por otro lado, la prueba de Silverman es un sistema para evaluar la función
respiratoria. Consta de los siguientes parámetros, movimientos toracoabdominales, tiraje
intercostal, retracción xifoidea, dilatación de las alas de la nariz o aleteo y quejido
respiratorio.
Al contrario de la prueba de Apgar, en la evaluación de Silverman la puntuación ideal
es 0, y conforme vaya aumentando esta puntuación se está hablando de mayor severidad. Si
la puntuación es de cero a cuatro, el pronóstico es satisfactorio. Por el contrario, de cinco a
siete es grave, y de ocho a diez se considera un caso grave. Esta prueba debe realizarse en la
primera exploración del neonato o cada vez que se desee conocer la condición del recién
nacido.
López (2014) menciona que los cuidados para un neonato saludable deben basarse en
una alimentación preferentemente del seno materno, también se debe tener un especial
cuidado en la limpieza del cordón umbilical. Vigilar que las micciones del neonato no
superen las seis u ocho veces al dia, las evacuaciones dependerán del tipo de alimentación
que tenga el bebé. Se sugiere que la fórmula que se le administre, en caso de hacerlo, sea la
que le recomiende un especialista.
La ictericia fisiológica, afecta a dos terceras partes de los neonatos, que no requerirán
tratamiento. También se puede añadir que el uso del chupón no es muy recomendable su uso
ya que puede generar algunos problemas, sin embargo, en algunos casos, se ha reconocido la
reducción en la incidencia de muerte súbita del lactante. Por otro lado, la circuncisión solo
3. se realiza si los padres así lo desean o en casos que sea necesario. Por último, los hábitos de
dormir, generalmente son que este boca arriba, sin colchón blando, sin cubrir la cara y nunca
compartir la cama con los padres (López, 2014).
Como características de un bebe de cuatro semanas se tiene que ya puede respirar con
regularidad; su corazón mantiene un ritmo calmado; tienen, tanto temperatura como tono
muscular más estable; el sueño y la vigilia se estabilizan; abren los ojos por completo; pueden
seguir los objetos con los ojos; reaccionan al placer y al dolor; y emiten sonidos guturales
(Gesell, 1940).
A partir de las 16 semanas su sistema neuromotor se encuentra desarrollado. Presenta
cambios de postura, posición sedente con cabeza erguida. En esta etapa, sonríe al erguirse, el
pulso se fortalece, la respiración se acelera, se aumenta el campo virtual, ríe de viva voz,
sonríe y balbucea socializando. Aparece el movimiento de las manos, tiene capacidad de asir
objetos con las manos, sigue objetos con los ojos. Puede asociar lo visual y lo sonoro, se da
el abandono gradual de la cuna (Gesell, 1940).
Durante las 28 semanas, el bebé requiere de estímulos táctiles y visuales. También
presenta una necesidad de manipular y llevar objetos a la boca, dentro de esto empieza a
inspeccionar objetos. Empieza un control de los músculos del tronco, comenzando a sentarse.
Además, se presenta la afinación y estabilidad de funciones fisiológicas y explora el medio
con los ojos, boca y manos. En este periodo se presenta el desarrollo de la postura, la
locomoción, la manipulación, la conducta personal/social y la capacidad de sentarse sin
ayuda (Gesell, 1940).
A partir de las 40 semanas; el bebé comienza a gatear, con la cabeza erguida y la
mirada hacia el frente; muestra interés por las superficies verticales que le permiten ponerse
de pie; también imita los gestos, las expresiones faciales y los sonidos (Gesell, 1940).
Ya para las 48 semanas, el bebé establece asociaciones y saca conclusiones de las
relaciones sociales, empieza a demostrar disfrute en tener auditorio, repite acciones que
provocan risa, experimenta y disfruta de los juegos, por último, su perspectiva emocional
crece y le permite leer las expresiones ajenas (Gesell, 1940).
Durante el crecimiento del bebé existen diversos factores que tendrán influencia
durante su posterior crecimiento y desarrollo. De esta manera, Ibáñez & Senra (1999) señalan
que las personas que durante su infancia reciben muestras de afecto por parte de sus padres
y personas que lo rodean, tendrán una tendencia a ser más seguras y a ser más sociables. Las
personas que no reciben este tipo de tratos muestran mayores temores, desconfianza,
incomprensión, celos, entre otros rasgos. Sin embargo, las relaciones afectivas se pueden
establecer desde el momento de la gestación.
La sensibilidad materna desempeña un papel fundamental, ya que, según Perea,
Martínez, Pérez & Díaz (2011), es la capacidad que tiene la madre para interpretar los
4. intentos de comunicación de los hijos. El comportamiento de la madre es de agrado para el
bebé, y de esta manera incrementa su bienestar y atención. La sensibilidad materna tiene un
impacto positivo en el desarrollo cognitivo y psicomotor de los niños. Sin embargo, la
conducta materna también puede tener efectos negativos con comportamientos controladores
o interacciones de baja calidad. Un comportamiento controlador de parte de la madre se
asocia con un comportamiento difícil o pasivo del hijo. El hijo buscara tener la atención y el
afecto de la madre mediante comportamientos pasivos y complacientes.
El estudio del desarrollo es de gran importancia para la psicología, ya que muchas de
las conductas que presenta un individuo, tienen su origen en la infancia de este. Además, se
debe fomentar la correcta estimulación de un bebé recién nacido para que durante su
crecimiento tenga mayor capacidad de adaptación al ambiente que le rodea. Para esto son
importantes las relaciones de convivencia de padres e hijo, incluyendo a las demás personas
que lo rodean.
Referencias:
Cano, E., Brito, A. & Pérez, J. (2011). Condiciones neonatales y desarrollo mental y
psicomotor: sus relaciones en niños muy prematuros a los 2 años de edad corregida. INFAD
revista de psicología, 1 (1). Pp. 119-128.
Craig, G. (1997). Panorama, procesos y métodos de investigación. En. Craig, G. Desarrollo
Psicológico (7ª ed.). Pp. 3-6. México: Prentice Hall Hispanoamericana.
Gesell, A. (1940). Ortogénesis del comportamiento del infante. En. Carmichael, L. (1964).
Manual de psicología infantil. Pp. 376-419. Barcelona: El ateo.
Ibáñez, P. Senra, M. (1999). Análisis de una experiencia de estimulación multisensorial con
el método estitsológico. Educación XXI. 2. (pp. 265-276).
López, C. (2014). Cuidados del recién nacido saludable. Acta Pediátrica de México, 35 (6).
Pp. 513-517.
Perea, L. Martínez, M. Pérez, J. & Díaz, A. (2011). Interacción madre-hijo y desarrollo
mental infantil: implicaciones para la atención temprana. INFAD Revista de Psicología, 1(1):
PP. 521-530.
Sánchez, H., Guevara, M. & Cerchiaro, E. (2003). Desarrollo y/o cambio de la noción de
objeto permanente y causalidad operatoria: evidencia empírica en el primer año de vida.
Avances en psicología latinoamericana, 3 (2). Pp. 291-309.