1. Twitter para la clase:
140 oportunidades para enseñar y
aprender.
Jorge Alejandro Sánchez Rojas.
2. Twitter es una plataforma de microblogging que permite enviar
mensajes de texto plano de corta longitud, con un máximo de
140 caracteres, llamados tweets. Los usuarios pueden suscribirse
a los tweets de otros usuarios a lo que se llama "seguir" y a los
suscriptores se les llaman "seguidores". Por defecto, los
mensajes son públicos, pudiendo difundirse privadamente
mostrándolos únicamente a seguidores. Los usuarios pueden
twittear desde la web del servicio, desde aplicaciones oficiales
externas en tablets y smartphones, o mediante el Servicio de
mensajes cortos (SMS) disponible en ciertos países .
3. Acerca de los Twetts o mensajes:
Los participantes de una clase pueden agrupar mensajes sobre un mismo
tema mediante el uso de etiquetas de almohadilla – palabras o frases
iniciadas mediante el uso de una "#" (numeral).De forma similar, la "@“
(arroba) seguida de un nombre de usuario se usa para mencionar o contestar
a otros usuarios. Para volver a postear un mensaje de otro usuario, y
compartirlo con los propios seguidores, la función de retweet se marca con
un "RT" en el mensaje.
Los mensajes están fijados a 140 caracteres máximo para la compatibilidad
con los mensajes SMS, introduciendo la notación de la taquigrafía y el argot
de Internet comúnmente usado en los SMS, sin embargo, existen
prestaciones que permiten colocar mensajes de mayor extensión.
4. Ya se habla mucho sobre cómo usar Facebook e Instagram con fines
educativos, pero lo cierto es que Twitter también se puede usar para potenciar
la calidad del hecho docente y disminuir la distancia entre los estudiantes y
profesores, para hacerles llegar de una manera más amena contenidos que, de
otra manera, nunca llegarían a asimilar. Parece difícil que 140 caracteres
puedan resultar tan útiles para la educación, no obstante con un poco de
creatividad, se lograrán resultados sorprendentes.
El sector de la educación es uno de esos campos que están en constante
cambio, y exige tanto a profesores como a educadores a adaptarse a los
cambios en la tecnología. Convertir Twitter en uno de los canales de
comunicación entre alumnos y profesores puede hacer que aquellos que no
tenían ningún interés en la asignatura cambien de actitud. Se presentan doce
técnicas que pueden ser de provecho en clase.
5. Como Cartelera: pueden aprovecharse las posibilidades de Twitter para ir
publicando novedades con respecto al curso que pudieran interesar a los
estudiantes. Cada uno de ellos debería convertirse en seguidor del profesor. Para
diferenciar unas publicaciones de otras, se podría añadir un hashtag que incluya
la asignatura y el curso, como por ejemplo #Sociología3B.
Apoyando la elaboración de resúmenes: Por ejemplo, se podría mandar un
resumen de una obra concreta en un determinado número de tweets. Es difícil
ver a alumnos trabajando a fondo en el resumen de un libro o de un artículo,
pero lo cierto es que lo hacen a diario cuando publican cosas en Twitter.
Compartiendo enlaces: Se puede asignar a cada alumno una cantidad de tweets
semanales donde comparta con sus compañeros enlaces interesantes sobre un
tema concreto que se esté tratando, y que no se repita este enlace.
6. Seguir a un personaje conocido: Se puede asignar un personaje famoso sobre una
temática concreta a cada alumno. Y este tendrá que seguir en Twitter y
documentar su actividad, para exponerla después en clase. Es una forma fácil de
hacer que se metan en el ambiente de la asignatura.
Representa un ambiente: se puede describir un escenario, ambiente o hecho
histórico y pedir que se coloquen tweets relacionados para completar una idea
clara que permita tener información completa y suficiente.
Hashtag del momento: se puede empezar cada clase escribiendo en una esquina
de la pizarra el hashtag de esa clase. En cualquier caso, ese hashtag duraría hasta la
clase siguiente, de tal forma que durante el período entre clases, se podría seguir
comentando y opinando. Esto generaría debate entre los alumnos y el profesor.
7. Trabajos colaborativos: se presenta un modelo determinado, un orden de
precedencia y un espacio de pertinencia, para que los alumnos comiencen a colocar
frases relacionadas hasta generar un constructo con sentido completo que cumpla
con los objetivos de la clase.
Traduciendo frases: En las asignaturas de idiomas, podría ser muy útil que el
profesor lanzara preguntas a los alumnos y que estos tuvieran que traducirlas, o
contestarlas en el idioma correspondiente. Incluso se podría iniciar una conversación
completa en ese idioma.
Amigos extranjeros: Siguiendo en la misma línea, el trabajo podría consistir en
encontrar un usuario que hable un idioma extranjero, y conversar con él
regularmente. Es muy interesante, ya que el profesor es el que puede estipular la
cantidad de tweets que deben compartir, la cantidad semanal o diaria, cuándo lo
deben hacer, etc. Además, es un trabajo que el profesor podrá después revisar en
cualquier momento, y de una manera muy cómoda.
8. Resumen del día: al final de la clase, se puede “retar” a los alumnos a colocar el
tweet que resuma lo principal de la jornada lanzar un resumen de lo que se ha
dado en la clase a través de varios tweets. Los alumnos tendrán que atención a
toda la clase para elegir lo que les pareció más significativo.
Comunicarse con otros grupos: Se puede impulsar el debate entre clases
creando discusiones que involucren a distintos grupos de la misma escuela, e
incluso de otras distintas, en sesiones supervisadas virtualmente por los
profesores que la concertaran. Sin duda, tendría mucho aliciente para algunos
alumnos el poder discutir o debatir con alumnos de otras clases e incluso
centros.
Para crear bibliografías sobre un tema: el profesor puede presentar un tema y
solicitar a los alumnos que busquen libros relacionados con el mismo a fin de
encausar investigaciones temáticas que enriquezcan la percepción que se tenga
de un asunto en particular.