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Introducción a la Redacción Académica
Módulo 2: Técnicas para la redacción de textos académicos
Clase 2: Gramática del texto: la sintaxis como un primer paso importante
Índice temático:
• Ideas principales
• ¿Cómo estudiar este tema?
• Introducción
• Desarrollo
• Conclusiones
• Referencias bibliográficas
Ideas principales
Redacción Gramática Sintaxis
Cómo estudiar este tema
Para el manejo de este tema se recomienda:
• Revisar todo el material.
• Prestar atención a las recomendaciones respecto a cómo deben organizarse las ideas en
un texto.
• Practica la redacción de textos siguiendo las pautas ofrecidas en esta clase.
Textos académicos
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Al final de esta clase, podrás responder a la pregunta: ¿Cómo redactar un texto académico con
claridad, precisión y coherencia?
1.1.- Introducción
Una de las cuestiones más importantes en la divulgación científica, es que el texto sea
comprensible para todos los públicos, tanto los especialistas, como aquellos que se acercan por
primera vez a una temática en concreto.
En ese sentido, que sea legible resulta imprescindible. Y esa es una de las cuestiones centrales
que además de caracterizar un texto académico, impacta directamente en la comprensión de sus
objetivos y resultados.
Es por eso que con frecuencia se enfatiza en la necesidad de manejar técnicas de redacción
generales, enfocadas en un estilo que favorezca la precisión.
Resulta frecuente encontrar investigaciones cuyos logros o descubrimientos significan un gran
aporte a un campo de estudios en particular, sin embargo, su socialización e incluso
comprensión, se ven limitadas por textos ambiguos o poco claros, y esa es una dificultad que
debe evitarse todo lo posible. Para ello, es importante conocer cómo organizar el texto y sus
estructuras, de manera tal que resulte preciso y coherente.
1.2.- Desarrollo
Evitar las imprecisiones es prioritario en cualquier tipo de texto, más en los académicos. Para
ello debes tomar en cuenta las características de claridad, concisión y precisión que resultan
inherentes a cualquiera de sus tipos, y para lograrlas, te será de mucha ayuda conocer cómo
manejar la sintaxis.
Esta parte de la gramática, que estudia la forma de juntar palabras para crear oraciones
correctas, puede ayudarte a configurar mejor la estructura y plantear adecuadamente tus ideas
en un texto, especialmente en los científicos.
Lo primero para lograr esta claridad en los textos, es determinar el orden en que se colocan las
estructuras en la oración y por supuesto, el uso correcto de conectores, para evitar
imprecisiones.
De manera general, hay algunas consideraciones básicas:
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Y aunque no se trata aquí de una camisa de fuerza en la estructura base de sujeto, verbo y
predicado, sí significa que el orden escogido para presentar las ideas que conforman un párrafo
a partir de oraciones debe limitar cualquier duda respecto a su significado.
Este error, que puede resultar común si no se revisa con detenimiento, se denomina ambigüedad
estructural, asociada a la manera en que se presentan las palabras en la oración.
Otra forma de ambigüedad es la léxica, y se produce cuando se emplean términos con más de
un significado y no queda claro en la oración de qué se trata.
Otro elemento que hay que tomar en cuenta a la hora de manejar adecuadamente la sintaxis es
diferenciar entre la expresión oral y escrita, para poder ajustarse a los requerimientos
específicos.
En este caso, interesa particularmente la escritura, por lo que debes tener presente que manejan
una sintaxis más elaborada, se necesita un adecuado uso de los conectores para facilitar la
presentación de los contenidos, tienen una estructura sintáctica variable y en ningún caso
deberían usarse las palabras o frases “muletilla”.
Y aunque estas son características que pueden adjudicarse a cualquier material escrito, en el
caso de los académicos cobran mayor connotación, ya sea que se trate de un breve ensayo, un
informe de investigación o una tesis.
Más allá de la extensión que pueda tener un documento, hay algunas pautas que te pueden
ayudar a organizar el texto de maneta coherente y ajustarlo a las ideas que se desean trasmitir
con claridad y precisión.
El primer párrafo, o los primeros, según la extensión del material, deben mostrar de qué se trata,
pues se consideran la introducción, la carta de presentación de todo lo que se podrá encontrar a
lo largo del texto.
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Por esa razón hay que enfatizar en su estructura, para lograr, asociado a la claridad, el interés
por continuar con la lectura, pues podemos hacer un trabajo excelente, que si nadie lo lee, todo
el esfuerzo resulta en vano.
Otro elemento que debe tomarse en cuenta es que las ideas que se expresan, delimitadas en un
párrafo, puedan distinguirse sin esfuerzo, de manera que las aseveraciones e información de
base resulte evidente.
Una sintaxis adecuada influye también en los niveles de legibilidad del texto, no sólo de lectura,
sino de comprensión de manera general. Recuerda que se trata no sólo del orden de las
estructuras lingüísticas, sino también de la longitud de las frases.
Prefiere oraciones simples y directas, y si fuera necesario el uso de oraciones compuestas,
recurre a los signos de puntuación y conectores adecuados.
Diversos autores y manuales ofrecen pautas para lograr un texto claro, y a la vez capaz de
comunicar con eficacia, y la mayoría de ellos se puede resumir en la necesidad de usar un
lenguaje preciso y un vocabulario acorde a los conocimientos del público al que se dirige, y que
se ajuste al tema y propósitos del documento.
La cocina de la escritura, de Daniel Cassany es un material muy didáctico que se emplea con
frecuencia para entender desde la base cómo estructurar un documento de manera que resulte
comprensible. En él, su autor recomienda buscar un diseño funcional del texto, que favorezca
el hilo conductor de las ideas que presenta, y organizar estas acorde al estilo propio, pero
también priorizando su legibilidad.
Una cuestión muy importante que ayuda a clarificar el texto son los conectores, claves en la
sintaxis y organización de los textos.
Su clasificación suele ser extensa, y resulta vital emplearlos adecuadamente:
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Más allá de conocer cómo se clasifican, hay algunos elementos que analizaremos en detalle
para facilitar su uso.
Lo primero es entender para qué sirven, cuál es su utilidad en la estructura textual.
De manera general, se identifican los conectores como aquellas palabras que conectan a otras
en un documento. Su función esencial es la cohesión y su uso es más frecuente y explícito en
la escritura, aunque también se necesiten en la expresión oral con el mismo fin.
Podemos afirmar que es el principal recurso para dar sentido lógico a las oraciones, integrar
ideas y mostrar con claridad lo que queremos explicar.
Resultan muy útiles además para contextualizar un fragmento en la generalidad de un texto,
marcan el curso de las ideas, favorecen las inferencias y enlazan enunciados, de manera que los
textos cobran mayor sentido.
Los tipos de conectores son muchos, y la bibliografía al respecto es muy amplia. Algunos son
más conocidos, como es el caso de y, también, a continuación, además, pero, sin embargo, al
mismo tiempo.
Y otros resultan menos comunes.
Sin embargo, lo más trascendente en este caso, es emplearlos de manera que articulen y den
coherencia a lo que se escribe, sea cualquier tipo de documento.
1.3.- Conclusiones
A modo de conclusión, podemos decir que la sintaxis, por su importancia para lograr un texto
claro y preciso, debe ser uno de los centros en la gestión de la divulgación académica.
La estructura, el lenguaje, los públicos a los que se dirige, y el uso adecuado de los conectores,
contribuirán con este propósito.
Como ya se ha mencionado, no se trata únicamente de frases cortas o una estructura inamovible
de sujeto + verbo + predicado, sino de que cada una de las ideas responda a la lógica de la
totalidad del texto, de manera coherente y precisa.
Deben manejarse muy bien además los signos de puntuación, no abusar de oraciones
incidentales y expresar de la forma más sencilla posible lo que se quiere decir, pues de ello
dependerá que tanto expertos como público en general comprendan nuestro texto.
Referencias bibliográficas
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Betancourt, V. (2003). La comunicación científica. La Habana: FINLAY Ediciones.
Cassany, D. (1995). La cocina de la escritura. Barcelona: Anagrama.
Cevallos, G. (2015). Manual de redacción científica. El artículo científico. Santo Domingo:
Imprenta Atenas.
Raya, M. y Zulueta Ma. E. (2015). Textos científico-técnicos. ¿Cómo crearlos? La Habana:
Editorial Científico- Técnica. 2da.edición.
Teberosky, A. (2007). El texto académico. En Castelló, M. (Coord.). Escribir y comunicarse
en contextos científicos y académicos. Conocimientos y estrategias. Barcelona: Graó. pp. 17-
46
Vallejo R. (2003) Manual de Escritura Académica. Quito: Ed. Corporación editora Nacional