2. .
A la hora de escribir, se pueden cometerse muchos errores. Por esto, la redacción de un
texto requiere varios puntos importantes para que el trabajo tenga coherencia y sea
calificado como bueno.
El primer paso es realizar un esquema que permita darle una estructura al trabajo
y ubicar la información de forma favorable, de esa manera se podrá leer con
mayor facilidad y el esquema se convertirá en la columna vertebral del trabajo.
Es fundamental escribir las ideas de forma coherente, desde el principio hasta el
final, es decir, una seguida de la otra, las ideas deben estar conectadas, en vez
de parecer párrafos independientes o aislados uno de otros, para ello, se debe
usar conectores que faciliten el proceso.
3. .
Los conectores de tiempo (mientras, desde, entonces, después,
antes…) ayudan a ordenar una secuencia.
Los conectores
causa-efecto (por lo
tanto,
consecuentemente,
como resultado,
finalmente, así
que…) indican
causas y
consecuencias de
acciones.
Conectores de adición (así mismo, también, además, incluso, en efecto…) ayudan a sumar enunciados.
Conectores de oposición o contraste (pero, contrariamente, sin embargo, aunque, no obstante, a pesar
de…) te ayudarán a contrastar ideas.
4. Sólo se escribir lo que necesita ser dicho.
Evitar la redundancia, exceso de palabras, la prosa densa y el
abuso de la voz pasiva.
Se debe realizar un trabajo con lo indispensable: el material y
las palabras necesarias y así permitir que el trabajo sea
legible y fácil de entender.
Descartar la idea de "por escribir más, el trabajo será mejor"
y los excesos son contraproducentes.
5. No existe una medida específica para los textos, se aconseja es que se
trate de variar la extensión de las oraciones y los párrafos.
Se debe tener en cuenta si la idea es larga, si es fácil de explicar o si
fue breve y se plasmo sólo lo necesario.
Pero si es compleja, se pueden hacer oraciones más extensas o varias
oraciones en el mismo párrafo, siempre con la puntuación correcta.
Si el párrafo es muy extenso incorporar el uso de los conectores para
continuar en otro.
Ampliar el vocabulario, pero sin usar palabras desconocidas. Sé formal y evita expresiones coloquiales a
menos que sean ejemplos.
6. Revisa con ojo crítico antes de publicarlo, enviarlo o
entregarlo, en ocasiones se encontrará falta de
ortografía, fallas en la coherencia o ideas
inconclusas.
Siempre se debe hacer uso de la tercera persona y no
en primera, como generalmente se hace.
Es importante que siempre se revise, porque redactar correctamente no es sólo un requisito
indispensable para comunicarte, sino que además es un buen referente del escritor.
7. Una oración estructurada de manera simple no tiene por qué reflejar un
pensamiento simplista: se trata de comunicar ideas de manera
clara. Creando oraciones cortas, con las palabras necesarias.
Las oraciones estructuradas de forma activa son mucho más dinámicas y fáciles de leer.
Evitar el uso de adverbios que terminan en “mente”: básicamente, esencialmente, completamente…
asimismo, evita el uso de frases como “en otras palabras” y “por lo tanto”, usar lo esencial.
No llenar todo el texto con signos de exclamación. Existen otras formas más efectivas de mantener a los
lectores interesados en lo que se está comunicando.
Descartar el uso de palabras rebuscadas, extranjerismos o términos
científicos para explicar un punto: puede parecer que es un esfuerzo
grande por quedar bien, seleccionar palabras al momento de plasmar los
pensamientos.
8. .
El mundo de la escritura es complejo, porque se trata de enviar un mensaje o plasmar lo que se
piensa esperando que el mismo llegue al lector, sin distorsión, reflejando realmente lo que se
desea trasmitir, en este sentido, el lenguaje tiene un conjunto de elementos que forman parte
de esa escritura, entre ellos, artículos, adverbios, adjetivos y verbos, así como los signos de
puntuación que pueden dar sentido o distorsionar un texto.
Sin embargo, existen normas generales que pueden ser consideradas para que esa redacción
se ajuste a lo que se quiere, pero la práctica, la soltura y la destrezas de una buena redacción
lo va dando la experiencia, la práctica de lectura y la combinación de textos y diversos autores
para aprender de los especialistas.
Finalmente se debe mencionar que los estilos de redacción en los textos va a depender de lo
que desea hacer con el escrito, a quien va dirigido y cual es la manera que se desea llegue el
mensaje.
9. Salas, A. (2000). La Escritura Mágica. Alberto Corazón,
Madrid.
Serafini, M. (2014). Cómo se Escribe. Editorial Esfinge.
Sarmiento, B. (2004). El Arte de Escribir. Panapo. Caracas