Max Scheler propone una teoría objetivista de los valores donde los valores son entidades independientes que existen fuera del espacio y la experiencia. Scheler clasifica los valores en cuatro categorías jerárquicas de acuerdo a su durabilidad, divisibilidad y capacidad de satisfacción. Esta teoría de los valores de Scheler fundamenta una nueva ética materialista y se opone a la concepción subjetiva de los valores de Kant.
2. GENERALIDADES
Los idealistas objetivos consideran el valor como una esencia sobrenatural perteneciente
al mundo fuera del espacio y de la experimentación.
El valor es una cualidad que confiere a las cosas, hechos o personas una estimación, ya
sea positiva o negativa. La axiología es la rama de la filosofía que se encarga del estudio
de la naturaleza y la esencia del valor.
Para Scheler todas las teorías de los valores pueden dividirse en tres tipos:
La “teoría platónica del valor”, según la que el valor es independiente de las cosas, en lo
cosas valiosas están fundadas. Los valores serían entidades reales.
El nominalismo de los valores, según el que el valor es relativo al hombre o a cualquier
de valores.
Lo que Scheler llama “teoría de la apreciación”, emparentada con el nominalismo ético
niega la independencia de los fenómenos estimativos, pero diferente porque el valor
dado por una apreciación.
Scheler no admite estas teorías, porque ninguna le permite desarrollar una “teoría pura
de los valores”.
3. LA “TEORÍA DE LOS VALORES” DE SCHELER FUNDARÍA SU NUEVA ÉTICA MATERIAL, Y RESPONDERÍA A
LAS OBJECIONES DE KANT, QUE CREYÓ PODER PRESCINDIR DE LOS VALORES MANIFESTADOS EN LOS
BIENES Y CONFUNDIÓ LOS VALORES CON LOS BIENES Y LOS FINES, QUEDANDO EL VALOR
TOTALMENTE CONFUNDIDO CON LA ACTIVIDAD SUBJETIVA DEL SUJETO MORAL EN CUANTO TAL.
Scheler analizó la realidad original de los valores.
Su teoría es una teoría general de los valores y no
sólo de los valores morales. Establece los valores
como independientes de las cosas y de sus
estructuras reales, intentando mostrar la
diferencia del valor respecto del objeto concreto.
4. Scheler realizó una clasificación de los
valores que llamó “clases fundamentales de
relaciones de esencia apriórica”. Según esta
jerarquía de los valores, unos valores son
“más altos” y otros más bajos, siguiendo una
serie de criterios:
1. Criterio de duración: “los valores
parecen ser superiores cuanto más
duraderos son”. Es de esencia de lo
agradable el captarse como variable y
efímero. Los valores vitales son dados
como estables.
2. Criterio de la divisibilidad: los valores
son tanto más altos cuanto menos
divisibles o fraccionados. Esto parece
realizarse el mínimo en lo agradable
sensorial y se realiza más en los
valores estéticos. El valor de lo divino
es universalmente participable.
Scheler da también una ordenación
jerárquica de los valores, reduciendo a
cuatro las clases o “modalidades de valores”:
1. La serie de lo agradable y lo
desagradable, en la que estarían
los sentimientos sensoriales de
placer y dolor sensible. En ellos
diferencia los estados afectivos de
la vida sensible de los valores de
lo agradable y de lo desagradable
percibidos por el espíritu en la
intuición emocional.
2. La categoría de los valores vitales,
de los bienes y males físicos que
acompañan la vida, como la salud,
vigor, enfermedad, vivencias
emocionales e instintos.
5. 3. Criterio de satisfacción: es más
elevado al aportar una satisfacción
más profunda. Lo agradable sensorial
sería un valor inferior porque no
puede dar una satisfacción entera.
Los valores del conocimiento serían
superiores a los valores sensoriales y
a los vitales, porque pueden
satisfacer incluso dentro del
displacer de la enfermedad. Los
valores religiosos pueden producir un
gozo sereno.
4. Criterio de fundamentación y de
relatividad. Los valores que se
fundamentan en otros son inferiores
a éstos, porque dependen de ellos y
son relativos a otro valor. Este otro
valor será más alto, llegando al final
a valores independientes (que no se
fundamentan en ningún otro) y
absolutos.
3. El reino de los valores espirituales,
que serían independientes del
cuerpo y captados por un “percibir
afectivo espiritual”. Dentro de ellos
están los valores estéticos, los
valores de los “justo e injusto”, los
valores del puro conocimiento de la
verdad realizados por la filosofía, y
los “valores por referencia”. Los
“valores de referencia” serían los de
la ciencia y la cultura.
4. Los “valores de lo santo y lo
profano”, dados sólo respecto de
objetos absolutos o divinos,
alcanzados por una forma de amor
que se dirige a las personas. El valor
de lo santo es esencialmente un
“valor de personas”, con reacciones
específicas como la fe, la
incredulidad, la veneración, la
adoración; y “valores de referencia”
como el culto, los sacramentos,
personas y cosas santas, etc.
6. EL APRIORISMO MATERIAL DEL
VALOR DE LA ESCUELA
FENOMENOLÓGICA:
Max Scheler, destaca la independencia e inmutabilidad de
los valores, puntualizando que sólo nuestro conocimiento
de ellos es relativo, no los propios valores. Su pensamiento
se contrapone al de Kant, al cual critica. En síntesis,
sostiene una ética a apriorística pero material que en
algunos puntos baraja la noción de Dios. En esto difiere de
Nicolai Hartmann, quien elabora su pensamiento desde una
posición atea. En España, siguieron los pasos de Scheler lo
siguieron Manuel García Morente y José Ortega y Gasset.
Ortega y Gasset, por ejemplo, defiende una concepción del
valor en la que éste no consiste en una cosa agradable o
deseada/deseable. Los valores serían algo objetivo
consistente en cualidades irreales residentes en las cosas.
7. CARACTERÍSTICAS DEL
OBJETIVISMO AXIOLÓGICO:
Los valores un reino propio.
Los valores se hallan en una relación peculiar con
las cosas reales valiosas que llámanos bienes.
Los valores son independientes de los bienes en
que se encarnan.
Los bienes dependen del valor que encarnen.
Los valores son inmutables no cambian con el
tiempo ni de una sociedad a otra.
8. Los valores morales constituyen un reino
axiológico independiente: la persona humana
es mediadora entre el orden de los valores y el
de la realidad. Los valores son como afirma
también Scheler esencias irracionales, estando
la norma y el deber fundados en el ser
independiente de los valores. No hay una
prioridad del deber respecto de los valores,
sino que el valor precede al deber y lo
condiciona. Los valores poseen el carácter de
esencias originales, independientes de la
representación y del deseo. Son objetos
ideales, aprehensibles en una visión intuitiva a
priori, independiente de toda experiencia.
Hartmann se vincula así a la teoría platónica de
las ideas: «En cuanto a su modo de ser, los
valores son ideas platónicas. Forman parte de
ese otro reino del ser, descubierto por Platón,
aprehensibles por intuición espiritual, aunque
no visibles con los ojos ni palpables con las
manos» (Ethik, Berlín 1926, 108).