El documento describe la evolución del realismo pictórico en el siglo XIX. El realismo rechazaba la idealización y se enfocaba en temas cotidianos representados de manera objetiva. Jean-Baptiste Corot fue pionero del paisajismo realista con sus pinturas que capturaban la luz y atmósfera cambiantes. El pintor español Martín Rico contribuyó al realismo español con sus cuadros de paisajes rurales y urbanos pintados en España, Francia e Italia.
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
La pintura realista francesa en el siglo XIX
1. LA PINTURA REALISTA
Durante la segunda mitad del XIX
asistimos a cambios importantes del
mundo del arte, se pasará de una
pintura realista a otra impresionista
que abrirá las puertas de todos los
cambios posteriores.
A nivel político es el siglo de las
revoluciones burguesas. Durante
todos estos años una rica burguesía
controla la política y también el gusto
artístico a través de los
Salones, medio por el que los artistas
exponen su obra y se dan a conocer;
frente a ella estarán el socialismo y
buena parte de la intelectualidad y
de los artistas que claman por una
mayor libertad.
2. • El realismo reivindica el apogeo de la realidad, la importancia de los
temas cotidianos tratados de un modo objetivo sin idealización ni
pintoresquismo, frente a los grandes temas del pasado-
religión, mitología, alegoría, historia...- . En este sentido el romanticismo
les ha abierto las puertas al haber insistido tanto en el paisaje, sin mitos, y
en lo popular.
3. • En realidad lo escandaloso de
los realistas está en los
temas, la manera que tienen
de afrontar la realidad ya que
la técnica es más tradicional.
Se niegan a idealizar las
imágenes y el hombre aparece
en sus tareas normales. El
gusto burgués mira con
añoranza las realizaciones más
frívolas del arte del Antiguo
Régimen y la aparición de las
obras de Courbet suponen un
provocador revulsivo.
4. El Paisaje realista
• El principal artífice del cambio fue Jean Baptiste
Corot y tras él la escuela de Barbizon, cuyos
pintores intentan plasmar en la tela la realidad del
paisaje francés. Corot no se deja llevar por la
interpretación de la naturaleza propia de los
románticos, sino que ve la naturaleza tal como
es, no tal como se la imagina. Los paisajes de Corot
captan el instante, la luz huidiza, la atmósfera que
sabemos que cambia según las horas. Obras
importantes son La catedral de Chartre y El puente
de Mantes.
El puente de Mantes, c. 1865-1870
Oleo sobre lienzo. 46 x 20 cm
Lisboa, Museu Calouste Gulbenkia
5. París, el viejo puente Saint-Michel, 1823
Óleo sobre papel montado sobre tela. 25 x 31 cm
Beauvais, Musée Départemental de l'Oise
La catedral de Chartres, 1830
6. Vista del castillo de Pierrefonds, c. 1840-1845
Óleo sobre lienzo. 51,5 x 77,9 cm
Quimper, Collection du Musée des Beaux-Arts
El campanario de Douai, 1871
Óleo sobre lienzo. 46,5 x 38,5 cm
París, Musée du Louvre
7. Orfeus se interna con Eurídice en el bosque Oleo sobre lienzo. 112 x 137 cm, 1861
París, Musée du Louvre
8. MARTIN RICO
(1833-1908)
Y EL REALISMO ESPAÑOL DEL SIGLO XIX
9. 1845-57. Se inicia en la técnica del grabado
en madera. Asiste a clases con el paisajista
Vicente Camarón y luego, en la Real Academia
de San Fernando, con Jenaro Pérez Villaamil.
Allí tiene como profesor de Dibujo del Natural
a Antonio Ribera
y de Colorido a Federico de Madrazo.
Traba amistad con Eduardo Rosales y
Raimundo de Madrazo.
1856-59. Realiza campañas anuales
sucesivas en Covadonga, Sierra Nevada, el
Guadarrama y la Alcarria. Obtiene una
mención honorífica en la Exposición Nacional
de Bellas Artes de 1858 por Un paisaje del
Guadarrama y una tercera medalla en la de
1860 por
Un país. Cercanías de Azañón.
25. El camino hacia el realismo (1862-1870)
Cuadernos de apuntes que realizó del natural
durante su estancia en Suiza, donde formó
parte del círculo de Alexandre
Calame, y, posteriormente, en Francia, donde
apreció los paisajes fluviales de Charles-
François Daubigny (1817-1878) y de otros
pintores de Barbizon y pintó en las orillas del
Sena obras de cuidada ejecución y límpida
atmósfera que comenzaron a ser apreciadas
por los marchantes Reitilinger y
Goupil, establecidos en París.
26. Vista de los Alpes Suizos, 1850
Alexandre Calame
39. Vistas españolas (1870-1893)
Las obras de esta etapa manifiestan un período
de especial luminosidad y frescura de
color, más cercano a Fortuny, con quien entró
en contacto durante su estancia en Granada en
1871. La influencia de Fortuny fue decisiva en
la trayectoria de Rico.
La emancipación del realismo anterior se
revela, especialmente, en las vistas de la
Alhambra y de otros lugares como
Sevilla, Fuenterrabía, Toledo y Madrid.
46. Raimundo de Madrazo y Garreta
Retrato del pintor Raimundo de Madrazo y Garreta. Por Joaquín Sorolla, 1.906. Óleo sobre lienzo, 97x114. The Hispanic
Society of America, Nueva York
58. Vistas francesas e italianas (1872-1886)
Esta sección muestra la fase madura de Rico
con la incorporación de una luz intensa
combinada con una ejecución preciosista en
tonos muy claros que se hace evidente en sus
vistas de Cloyes, París, Chartres, Beaulieu o
Verona, ciudad esta última en la que
manifiesta un renovado interés por los cursos
de agua, núcleo de su producción pictórica.