2. El Impresionismo es un
movimiento pictórico que surge en
Francia en el último tercio del siglo
XIX como reacción por parte de un
grupo de jóvenes artistas,
agrupados en torno a la figura del
pintor Edouard Manet, frente al
arte oficial de los Salones, que
permanentemente rechazaba sus
obras.
Será un grupo de pintores muy
heterogéneo, como Monet, Sisley,
Pissarro, Bazille, propiamente
impresionistas, y otros como
Manet (considerado como
predecesor), Degas o Renoir o
incluso Cézanne, que participarán
en sus reuniones y compartirán
algunas de sus características, pero
cuyo estilo particular tomará
rumbos diferentes de los del
impresionismo.
Alfred Sisley: Inundación en Port-Marly, 1876
Edgar Degas: Ensayo de Ballet, 1873
3. El término “Impresionismo” procede
de la crítica peyorativa realizada por
el crítico Louis Leroy a una obra de
Claude Monet (Impresión, sol
naciente), que fue expuesta en la
primera exposición independiente del
grupo realizada en 1874:
"Al contemplar la obra pensé que
mis anteojos estaban sucios, ¿qué
representa esta tela?..., el cuadro no
tenía derecho ni revés
..., ¡Impresión!, desde luego produce
impresión..., el papel pintado en
estado embrionario está más hecho
que esta marina.“
Evidentemente, la obra de Monet y
sus compañeros estaba en las
antípodas del arte oficial de la época
y expuesto en el Salón de París.
Claude Monet: Impresión, sol naciente, 1872
Jean-Léon Gérôme: La eminencia gris, 1873
4. En los últimos años del II Imperio francés
y primeros de la III República (tras el
fracaso de la Comuna en 1871), París era
la gran ciudad cosmopolita, capital
mundial del arte, embellecida por las
reformas del Barón Haussman, en manos
de una burguesía conservadora que
mantenía un férreo control sobre el arte a
través de los Salones y la crítica oficial.
Frente a ellos, un grupo de jóvenes
artistas se reúne en torno a la figura de
Édouard Manet, pintor
permanentemente vilipendiado por la
crítica oficial y cuyas obras solo podían
ser expuestas en el Salón de los
Rechazados (que permitía que el público
contemplase las obras rechazadas por los
jurados del Salón oficial. En 1863
rechazaron unas 3.000 obras).
Este grupo desea realizar una pintura
moderna y ninguna de sus obras podrá
ser admitida en esos salones.
Renoir
Bazille
Monet
Manet
Zola
Otto
Schölderer
Edmon
Maître
Zacharie
Astruc
Henri Fantin-Latour: Taller en Batignolles (detalle). 1870.
Muestra al grupo de intelectuales y pintores que ven admiran a
Manet como representante del nuevo arte, en su taller. Es el
mismo grupo que se solía reunir en el Café Guerbois.
5. Édouard Manet es un
pintor que procede
del realismo y que
permanentemente
será rechazado en los
Salones oficiales,
tanto por su técnica
(pincelada amplia,
muy marcada, de
aspecto inacabado;
contrastes de colores
sin apenas
graduaciones
tonales), como por su
abandono de la
tradicional
perspectiva
establecida en el
Renacimiento, y por
lo escandaloso de sus
temas para la bien-
pensante sociedad
burguesa de la época.
El gran escándalo llegó cuando presenta al Salón su Desayuno en
la hierba en 1863, que fue rechazado. Inspirado lejanamente en El
Concierto campestre de Giorgione y en un grabado renacentista,
su tratamiento del tema y su técnica escandalizó.
6. Marco Antonio Raimondi: Detalle del
Juicio de Paris, Grabado del siglo XVI
Giorgione: El concierto campestre, 1510
La presencia de la mujer desnuda, entre dos hombres vestidos, se consideró una provocación.
No existe ya pretexto mitológico alguno: es una mujer real desnuda (Victorine Meurent,
modelo de Manet), retratada sin ninguna idealización, cuyo desnudo contrasta con los
hombres vestidos -que parecen ignorarla- también conocidos (Gustave Manet y Ferdinand
Leenhoff). La modelo mira directa y atrevidamente al espectador y le hace enfrentarse con los
tabúes e hipocresía de la sociedad de su tiempo.
7. Técnicamente la obra de Manet
también supone un reto frente a la
tradición:
Desaparece el modelado tradicional, el
claroscuro, y se sustituye por fuertes
contrastes, con colores casi planos.
La luz dura, plana, fotográfica, elimina
los medios tonos y las graduaciones
entre luz y sombra.
La perspectiva tradicional se ha
suprimido: la mujer del fondo parece
demasiado grande según las reglas de
la perspectiva tradicional, los planos
parecen apelotonarse.
La pincelada aplicada en grandes
manchas de colores planos , libre y
suelta en algunas partes del cuadro, da
una sensación de abocetamiento, de
cuadro inacabado.
Los colores yuxtapuestos, sin
transiciones; el empleo del negro puro
y su contraste con el luminoso cuerpo
de la mujer.
8. Otros cuadros de
Manet también
sufrieron el mismo
ostracismo por
parte de la pintura
oficial.
Sin embargo, su
atrevimiento y su
ejemplo, le
convirtieron en un
modelo a seguir por
parte de los
pintores más
jóvenes, que
deseaban
fervientemente la
renovación del
lenguaje pictórico,
sometido a los
estrictos cánones
académicos, y
cuyas obras
tampoco podían ser
expuestas.
Édouard Manet: Olimpia, 1863
Tiziano : Venus De Urbino, 1538
9. Édouard Manet: El Pífano, 1866
Velázquez: Pablo de
Valladolid, 1633
Édouard Manet: Retrato
de Émile Zola,1868
Émile Zola había defendido a Manet y los
pintores rechazados y le hace un retrato,
en el que figuran, tanto el folleto de Zola
en defensa de Manet, como algunas de las
inspiraciones del pintor.
Biombo y
grabado
Japonés
Los
Borrachos de
Velazquez
Olimpia de
Manet
Folleto
Velázquez: Pablo de
Valladolid, 1633
10. A partir de su contacto con los impresionistas, su pintura cambiará y realizará algunos
cuadros con claros rasgos de este movimiento.
Édouard Manet: Argenteuil, 1874
Édouard Manet: La camarera del Folies Bergère, 1881-82
11. En 1873, pintores jóvenes como
Monet, Renoir, Pissarro, Sisley,
Cézanne, Degas y Morisot, hartos de
verse excluidos sistemáticamente
del Salón oficial, deciden organizar
una muestra pública de su obra en
el estudio del fotógrafo Nadar.
Será la primera exposición
impresionista (aunque participarán
otros pintores diferentes) y le
seguirán otras siete más hasta 1866,
aunque no en todas participarán los
mismos pintores.
La muestra será un fracaso y un
escándalo y –a partir de la crítica de
Louis Leroy- dará nombre a este
grupo de pintores.
Manet no participará nunca en ellas
y seguirá tratando de exponer en el
Salón Oficial.
12. Algo que tienen en común estos
jóvenes artistas es su
contemporaneidad: no pintan nada
que tenga que ver con el pasado,
como también habían hecho los
pintores realistas, pero de un modo
totalmente diferente.
Los impresionistas no desean
representar la realidad como algo
racional y objetivo, recreado en el
taller. Esa era la pintura académica
o de los pintores realistas.
Quieren captar la realidad en su
fugacidad e inmediatez, tal como la
ven en el momento, directamente
en la naturaleza, tratando de incluir
en la pintura el tiempo, el
instante, la “impresión”, como
tituló Monet su cuadro.
Claude Manet: La estación de St. Lazare
Camille Pissarro: Boulevard de Montmartre en Invierno
13. “El paisaje no es otra
cosa que una
impresión, una
impresión
instantánea , de ahí el
título , una impresión
que me dio. He
reproducido una
impresión en Le
Havre, desde mi
ventana, sol en la
niebla y unas pocas
siluetas de botes
destacándose en el
fondo... me
preguntaron por un
título para el
catálogo, no podía
realmente ser una
vista de Le Havre y
dije "pongan
impresión.“
Claude Monet
14. Están más interesados que en el motivo
del cuadro en la luz y sus reflejos en los
objetos, en los efectos cambiantes de la
luz sobre los mismos y en el color que
absorben o reflejan.
Hasta ahora la pintura reproducía un
tema que transmitía un mensaje al
espectador.
Ahora, tan solo tratan de conseguir
reproducir la percepción visual del autor
en un momento determinado, la luz y el
color real en el instante en el que el
artista contempla el mundo.
Les interesa la sensación, captar la
atmósfera del instante y sus variaciones
a través de la luz y del color, como en
una instantánea fotográfica, por lo que
centran su interés en los aspectos más
efímeros y fugaces de la naturaleza, el
mar, el cielo, las nubes, el sol, etc. o de la
propia vida moderna en su dinamismo.
Claude Monet: La Grenouillere.
Alfred Sisley: Inundación en Port-Marly
15. La luz será la gran protagonista
de los cuadros impresionistas.
Es el personaje fundamental,
pues es ella la que conforma
los objetos y el color y la forma
están supeditados a ella.
El color no es algo autónomo,
sino que es función de la luz y
de su incidencia en los objetos;
es, pues, una sensación
lumínica, que depende tanto de
la radiación absorbida y
reflejada como de las
condiciones lumínicas.
Al estar indisolublemente
unidos la luz y el color, al
cambiar la luz cambia el color y
también el cuadro: es la luz la
que crea la impresión que el
artista trata de reflejar en el
lienzo.
Camille
Pissarro:
Boulevard de
Montmartre
Claude
Monet:
Almiar
16. Es por ello, que al pintor
impresionista no le importa
realmente el objeto representado,
sino las variaciones cromáticas que
experimenta a lo largo del tiempo
según los cambios de la luz.
Esto llevará a la realización de
series con versiones de un mismo
motivo (La Catedral de Ruan, los
almiares, los bulevares de París…),
en un intento por captar lo fugaz,
los destellos de la luz y del color,
como auténticos protagonistas del
cuadro, que cambian a lo largo del
día, de las estaciones, en función
del tiempo….
La calidad y la cantidad de luz (no
la línea o el color) es la que nos
ofrece una u otra configuración
visual del objeto.
Claude Monet: La catedral de Rouen
17. Si la protagonista es la luz, la principal
herramienta del pintor para captar su fugacidad
inmaterial es el color, que aplica sobre el lienzo.
Esto condiciona prácticamente todos los demás
aspectos de la pintura impresionista:
• Debe pintarse al aire libre para poder captar el
impacto de la luz en los objetos, no puede
recrearse en el taller.
• La técnica debe ser rápida para poder congelar
la fugacidad del instante.
• El color aplicado en manchas es el que
conforma las formas en el lienzo y refleja la
impresión.
• Los objetos percibidos son tan solo la
impresión que la luz produce en la materia que
absorbe o refleja el impacto de la luz y lo
convierte en color El motivo representado
se convierte en un mero pretexto.
• Algunos elementos tradicionales de la pintura
(perspectiva, modelado) pierden interés.
Manet: Monet pintando en su estudio flotante, 1874
John Singer Sargent: Monet pintando en el borde de un bosque,
1885
18. El interés por captar las fugaces
variaciones de la luz obliga a los
pintores a pintar al aire libre,
siguiendo la estela que habían
iniciado los paisajistas de la
Escuela de Barbizon.
Esta pintura “a plein air” pudo
desarrollarse en gran medida por
los avances en la industria
química, que permitió crear
colorantes sintéticos y la venta de
pintura al óleo envasada en tubos
de estaño, fácilmente
transportables, junto con los
caballetes portátiles.
Además, se disfrutaba ya de una
mayor variedad de pinceles y de
lienzos, cuya adquisición no
ofrecía dificultad alguna, al abrirse
tiendas especializadas.
"Los tubos de colores al óleo, fácilmente
transportables, nos permitieron pintar del natural.
Sin tubos... no hubiese habido Impresionismo.“
Renoir
Pierre-Auguste Renoir: Monet pintando en su jardín de Argenteuil, 1873
19. La técnica pictórica debe necesariamente ser
rápida, pues es la única posibilidad de
conseguir captar lo efímero del momento, la
instantaneidad, especialmente en la pintura
al aire libre.
Por ello, también su factura es rápida, para
capaz la inmediatez de los efectos
luminosos y atmosféricos.
La pincelada es vibrante, corta, para que el
artista pueda captar la fugacidad del
instante, a veces ligera, otras muy
empastada., en ocasiones con el óleo diluido
hasta alcanzar una fluidez semejante a la
acuarela.
Dado que lo que interesa es captar la luz y
no la veracidad o el detallismo, como en la
pintura tradicional , los trazos dejan de ser
minuciosos y dan sensación de
abocetamiento, incluso con zonas del lienzo
al descubierto.
Renoir: El Sena en Argenteuil, 1873
Monet: Detalle de Las Barcas, Regatas en Argenteuil, 1872
20. En su afán por captar el realismo
instantáneo de la luz, los
Impresionistas aplican las teorías
modernas de la descomposición de la
luz, los descubrimientos de Rood y
Chevreuil, así como las experiencias
de Delacroix, y saben que:
• Hay colores primarios y
complementarios.
• Todo color es relativo a los colores
que le rodean.
• La yuxtaposición de los colores
hace que éstos se modifiquen en
la retina del espectador, de
manera tal que dos colores juntos,
al ser observados desde lejos, se
funden en un solo tono.
• El uso de colores
complementarios, uno junto a
otro, intensifica los efectos de la
luz y el color.
21. Esta técnica da un aspecto muy vibrante a
la pintura.
Emplean una paleta de colores clara, muy
luminosa, acentuada por las posibilidades
de los nuevos pigmentos.
Pintan con manchas de color sueltas y de
colores brillantes, muchas veces
empleando colores puros, sin mezclar en
la paleta.
Las pinceladas de color se yuxtaponen: No
se mezclan los colores en la paleta, sino
que se ponen uno junto a otro, para que su
fusión se realice en la retina del
espectador al contemplar el cuadro en la
distancia.
22. No suelen usar el negro, pues no
existe en la naturaleza y las
sombras se realizan con los
colores complementarios más
oscuros: las sombras dejan de ser
negras y se reducen a espacios
coloreados con los colores
complementarios.
También van desapareciendo las
tradicionales gamas terrosas.
La brillante paleta de colores
empleada (como corresponde a la
representación de escenas al aire
libre, iluminadas por la luz del so),
junto con la imprimación en
blanco de los lienzos (antes se
hacía en colores oscuros) originan
una pintura de tonos muy
luminosos y vibrante, por la
pincelada que emplean y por la
yuxtaposición de las mismas.
Renoir: El Sena en Asnières, 1879
23. Dado que pretenden
captar la impresión
momentánea de la luz
sobre los objetos, lo que
pinta el artista
impresionista son colores
que conforman cosas en
función de las
condiciones atmosféricas
y de la intensidad de la
luz, no formas.
Al emplear manchas de
color y una pincelada
rápida, las formas se
diluyen, los contornos
son borrosos,
difuminados, las formas
son abocetadas.
La línea desaparece y se
sustituye por manchas
de color.
Monet: La calle Montorgueil , 1878
Monet: Mujer con sombrilla,
1886
24. Dado que el interés está en la propia
pintura, los impresionistas se
desinteresan por algunos aspectos que
fueron fundamentales en la pintura desde
el Quattrocento:
• Renuncian a la perspectiva euclidiana
y desaparece el punto de fuga.
Apuestan por una pintura plana y
bidimensional, porque en realidad es
como percibe nuestra retina.
• Renuncian al modelado y volumen de
los objetos representados, al
claroscuro, a las gradaciones de color
y luz, pues lo importante es la luz se
disuelven las formas y los volúmenes y
se sustituyen por manchas planas
yuxtapuestas de colores luminosos:
las formas y los volúmenes son
sugeridos por las pinceladas de color.
25. En esa apuesta por las
manchas de colores
planos, sin sombras ni
modelado, y por la
desaparición de la
perspectiva
tradicional, también
influyó la estampa
japonesa, que se puso
de moda gracias a la
apertura de Japón a
occidente.
Los artistas franceses
pudieron descubrir a
los grandes maestros
de la estampa
japonesa (Ukiyo-e),
que, como en el caso
de Hiroshige,
Utamaro o Hokusaï,
expusieron su obra en
París.
26. En la composición de los
cuadros, los impresionistas
muestran también su
abandono de los sistemas
académicos de
composición:
• Predominan nuevos
puntos de vista y
enfoques.
• La asimetría y
distribución libre de
espacios rellenos y
vacíos.
• La presencia de picados y
contrapicados.
• Los encuadres casuales y
selectivos, y los nuevos
puntos de vista,
influencia de la fotografía
y de la estampa
japonesa.
Degas: Miss La La en el circo Fernando, 1879
27. En gran medida, en estos nuevos encuadres se nota tanto la influencia de la fotografía y su
capacidad de captar el instante fugaz, como de la propia estampa japonesa, habituada a
puntos de vista y encuadres diferentes de la tradición occidental. Numerosos pintores
impresionistas como Degas y Monet experimentaron con la técnica fotográfica.
Degas: Bailarina basculante, 1877-79
Monet: Mujer con sombrilla, Mme. Monet y su hijo, 1875
28. Los temas se convierten en
intranscendentes, en un mero pretexto,
pues lo que le interesa al artista es la
plasmación de la luz y desarrollar los
valores puramente pictóricos.
Ya no se hablará del “tema“ sino del
“motivo”.
Lo fundamental es una especie de
realismo fugaz, la captación de
fragmentos de vida, de aprehender el
mundo visible tal como se ve, es decir en
su fugacidad (muy relacionado con la
fotografía).
Desaparecen los temas históricos, épicos
o mitológicos del academicismo, las
pasiones románticas; a los impresionistas
les interesa sobre todo la vida
contemporánea, especialmente el paisaje
y la vida cotidiana de su tiempo,
convirtiéndose en los motivos
fundamentales. Renoir: Baile en el Moulin de la Galette, 1876
Monet: Paisaje en Verhteuil, 1880
29. El paisaje:
Es en los paisajes al aire libre
donde mejor pueden reflejar
los impresionistas su interés
por la captación de la luz, por
la fugacidad del tiempo, por
los cambios de la luz a lo largo
del día, por los reflejos en el
agua, en la nieve, el sol, la
lluvia, la niebla… paisajes con
figuras o mera naturaleza.
También se interesan por el
paisaje urbano,
fundamentalmente por la
ciudad de París, en la que
viven, transmitiendo el ritmo
nervioso de la gran ciudad y su
cotidianeidad
Monet: Camino en los campos de trigo en Pourville, 1882
Pissarro: Boulevard Montmartre en primavera, 1897
30. Escenas cotidianas propias
de la vida moderna:
Representan escenas de la
vida urbana contemporánea,
aunque frente a los temas de
las clases populares del
realismo, prefieren los temas
de ocio, diversión,
movimiento… de la nueva
sociedad moderna, sus
calles, tertulias, cafés,
teatros, cabarets, carreras de
caballos, bailarinas…
También elementos de la
sociedad moderna en que
viven, como estaciones de
ferrocarril, bulevares, calles
con el bullicio y la animación
propios de la gran ciudad
que era París.
Monet: Estación de St. Lazare, 1877
Renoir: Almuerzo de remeros, 1881
31. Degas: La clase de danza, 1871-74
Renoir: El palco, 1874
Édouard Manet: La camarera del Folies Bergère, 1881-82
32. Lo fundamental es el
estudio de la luz y del
color, la captación de
sus variaciones y
reflejos sobre los
objetos captados del
natural en un
momento dado.
• Lo importante es
la propia pintura,
a través de
cualquier motivo
que permita al
artista captar la
instantaneidad en
su cuadro.
• La pintura se va
liberando de su
sometimiento a la
realidad.
Pero el tema, el motivo, es accesorio para el pintor impresionista:
Monet: Puente de Waterloo, 1899-1901
33. El impresionismo es un arte que tiene en cuenta los avances de su tiempo:
• Los cambios vertiginosos de la sociedad de la
2ª Revolución Industrial introducen la obsesión
por los relojes y por el tiempo y la idea de su
irrepetibilidad, de la fugacidad como
experiencia vital.
• El ferrocarril hace experimentar el concepto de
“velocidad” y la distorsión que origina en la
percepción visual, además de que permite al
pintor desplazarse a la naturaleza.
• Los avances en la física y el estudio de la luz, la
teoría de los colores.
• La influencia de la fotografía: desaparición del
dibujo, instantaneidad en la captación del
momento, de la luz, nuevos encuadres, la
descomposición del movimiento…
• Los avances de la industria química y los
pigmentos sintéticos.
• Los tubos de colores de pintura industriales.
• Los lienzos preparados.
• La proliferación de museos y galerías de arte.
• La aparición de la figura del marchante, que
liberará a los artistas de la tiranía de la
Academia y los salones.
• La “moda” del japonesismo.
34. El impresionismo es un arte que hunde sus raíces en la tradición pictórica:
• La pintura Veneciana y su interés por el color y
la luz.
• La pintura de Velázquez, su interés en la
pintura atmosférica, su pincelada libre y
abierta, su uso de las manchas de color, sus
pinturas de Villa Medici…
• La pintura holandesa (Franz Hals, Rembrandt).
• La libertad en el uso de la pincelada por parte
de Goya para expresarse mediante el color,
como en La lechera de Burdeos.
• El uso libre y audaz del color de Delacroix, sus
experimentos con los colores
complementarios, su pincelada libre.
• Los pintores ingleses como Constable y Turner
y su interés por los efectos de la luz y el color
en la naturaleza, las nubes, el vapor, la
bruma….
• La Escuela de Barbizon y su interés por el
paisaje realista y la pintura al aire libre.
• El Realismo y su intento de captar
objetivamente lo veraz, que los impresionistas
llevan al extremo: su pintura es tan veraz que
tratan de captar la realidad congelada en el
instante.
35. Claude Monet Auguste RenoirAlfred Sisley Camille Pissarro Edgar Degas
Berthe Morisot Frederic Bazille Édouard Manet
Precursor
PRINCIPALES PINTORES
36. Claude Monet
Se mantuvo fiel al Impresionismo hasta su muerte.
Especialmente interesado en captar las variaciones de la incidencia de la
luz y sus reflejos, la impresión cambiante de lo fugaz, del instante.,
dedicándose fundamentalmente al paisaje.
Su cuadro Impresión, sol naciente, dio nombre al grupo de los Impresionistas.
37. Este interés le lleva a pintar series de un mismo paisaje a distintas horas para ver los
diferentes efectos lumínicos, o en distintas épocas del año (para ver la variación
estacional): la catedral de Ruan, la Estación de Saint-Lazare, el puente de Waterloo o las
Ninfeas (Nenúfares) de su jardín en Giverny.
40. Claude Monet: Regatas en Argenteuil, 1872
Claude Monet: Ninfeas, 1916
Claude Monet: Mujer con sombrilla y niño, 1875
41. Varias de sus obras muestran una versión delicada y sensual del impresionismo, una exaltación
de la alegría de vivir, representando personajes que reflejan la animada vida parisina de la
época, como su famoso Baile en el Moulin de la Galette.
Auguste Renoir
42. Emplea un colorido vibrante y
luminoso, interesándose en
ocasiones en la incidencia de la luz,
en los contrastes de luz y de sombra
en las escenas y personajes.
También le interesa la figura humana
y el retrato, no dedicándose tan solo
al paisaje.
Renoir: La lectora, 1874
Renoir: El columpio, 1876
43. La sensualidad femenina le atraerá y será un motivo fundamental, especialmente en su
producción más tardía, alejándose del impresionismo y recuperando las formas rotundas
de Rubens y el clasicismo de Ingres.
Renoir: Desnudo al sol, 1875 Renoir: Bañista de pelo largo, 1884-87
44. Renoir: Mme. Monet, 1874
Renoir: El sendero de la hierba alta, 1874
Renoir: El Sena en Asnières, 1879
Renoir: El almuerzo de los remeros, 1881
45. No pinta al aire libre, sino en
el estudio.
Centra su interés en la figura
humana, especialmente en la
femenina, como en sus
famosas escenas de
bailarinas y mujeres en
posturas insólitas, con poses
instantáneas o incluso poco
habituales (bañándose,
haciéndose la higiene…).
Edgar Degas
Renoir: La clase de Ballet, 1871-74
46. Es un hábil dibujante,
interesado en captar el
movimiento, el gesto, en un
momento exacto, normalmente
en temas de la sociedad de su
época (teatro, bailarinas,
carreras de caballos…), quizá
por influencia de la fotografía, a
la que era un gran aficionado.
También de la fotografía le
proviene el interés por el
empleo de encuadres
novedosos.
Emplea la técnica del óleo, pero
también del pastel sobre papel,
que le permite una rápida
ejecución para captar el
movimiento.
Degas: La primera bailarina, 1876
47. Emplea –influido por la fotografía y la estampa japonesa- numerosos encuadres selectivos,
descentrando el motivo principal, dejando espacios vacíos en el cuadro, recortando
bruscamente los personajes, empleando picados y contrapicados.
Degas: Miss La La en el circo Fernando, 1879Degas: Bailarina verde, 1877-79
48. Le interesa el estudio de la luz, pero raras veces al aire libre, estudiando los efectos
lumínicos de la luz artificial.
Degas: La orquesta de la ópera, 1868-69
Degas: La absenta, 1875-76
49. Sus desnudos femeninos simulan retratar escenas íntimas, como si las modelos no
estuvieran posando y fueran sorprendidas en poses naturales e instantáneas de su vida
diaria, en su higiene, vistiéndose, en ocasiones en posturas forzadas y contempladas desde
puntos de vista inusuales.
Degas: La bañera, 1886
50.
51. En sus frecuentes cuadros de carreras de caballos representa escenas propias de la moda
de la sociedad parisina de la época, su animación, el color y el movimiento.
Degas: Jinetes bajo la lluvia, 1886
Degas: En las carreras, 1877-80
Degas: El Desfile o Caballos ante las gradas, 1866-68
Degas: Caballos de carreras en Longchamp, 1871-74
52. Fue un pintor especialmente interesado en el paisaje, en captar los
cambios de la luz en el agua, la niebla, el cielo y la nieve. Es, junto con
Monet, el más “impresionista” de todos ellos, con un gran lirismo en sus
obras. Tiende hacia la disolución de la forma.
Alfred Sisley
Sisley: Nieve en Louveciennes, 1874
Sisley: Inundación en Port Marly, 1876
53. Experimentará constantemente con su
técnica. Muy interesado en la pintura al aire
libre, en la pintura de paisajes, tanto
naturales como urbanos. En algunas de sus
obras se acerca al puntillismo, con una
pincelada muy corta, con pequeños puntos
de color yuxtapuestos.
Camille Pisarro
Pissarro: Boulevard de Montmartre por la noche, 1897
Pissarro: Calle nevada en Louveciennes, 1872
Pissarro: Casas de Campesinos, Éragny, 1887
55. En los acelerados tiempos de cambio de la segunda
mitad del siglo XIX, el Realismo ya había supuesto una
seria ruptura respecto de la tradición pictórica que se
inicia en el Renacimiento, al liberar la pintura de la
esclavitud de los temas tradicionales.
El Impresionismo será revolucionario. Avanzará un paso
más adelante en la ruptura con esa tradición, no solo
por sus innovaciones técnicas, sino especialmente por el
alejamiento que su pintura supone de la realidad
material, por su interés en captar la mera apariencia
fugaz, la sensación: el objeto pictórico se convertirá en
un mero pretexto y tan sólo se valorarán los puros
efectos pictóricos, como el color, la luz. Ya no importa la
realidad subyacente, que es tan cambiante como las
horas del día o las estaciones del año, sino tan sólo el
efecto instantáneo que produce, traducido en luz y
color: los valores pictóricos serán lo único importante,
no su potencial conexión con la realidad.
Se está abriendo el camino que, desde el
postimpresionismo y primeras vanguardias, liberará
totalmente a las artes plásticas de su conexión con la
naturaleza, con la realidad, y desembocará en la
abstracción.
Courbet
Monet
Cezanne
Kandinsky