Un cangrejo presumido retó a una tortuga a un duelo para demostrar quién era mejor. Al día siguiente, durante su pelea, cayeron en un hueco profundo donde quedaron atrapados. Trabajando juntos, la tortuga ayudó al cangrejo a subir a su caparazón para salir del hueco, y luego el cangrejo usó su tenaza para ayudar a la tortuga a salir. Después de esto, se hicieron amigos y aprendieron que la verdadera importancia está en la amistad y en ayudarse mutu

1. Héctor Fabio Loaiza Ramírez
Grado Quinto

2. - ¡tu no eres rival para mi! - La
tortuga en tono de burla le
contesta -¡ja con esa pequeña
tenaza no me asustas, te
propongo hacer un duelo para
demostrar quien es mejor-.
Había una vez un cangrejo
que era muy presumido por
su gran tenaza . Un día llegó
una tortuga con un caparazón
muy grande, entonces el
cangrejo visiblemente irritado
le dijo a la tortuga.

3. Al día siguiente, la tortuga y el
cangrejo se encontraron en un
rincón del sendero ecológico, se
pusieron en posición de pelea y
antes de empezar la feroz lucha
cayeron a un hueco.
Mas enojados aun,
empezaron a luchar por
salir del hueco, pero fue
imposible, solo se sentían
cada vez mas agotados,
pues solos no podían
lograrlo.

4. La tortuga, mas sabia por sus tantos años, le propusó al cangrejo
violinista - Trabajemos en equipo para poder salir de este hueco -
fue así como la tortuga le sirvió de apoyo al cangrejo para que
subiera en ella; éste al salir del hueco, ayudó a subir a la tortuga
con su potente tenaza.

5. Cuando salieron del hueco
se hicieron grandes amigos
y decidieron no volver a
pelear, pues
comprendieron que cada
uno tenía lo que le
correspondía y era de gran
valor.
La moraleja es
que no importa
ni el tamaño, ni
la forma, ni lo
que se tenga; lo
que
verdaderamente
importa es la
amistad y el
servicio que
podemos
prestar con lo
que somos y
tenemos.