3. EL RESPETO COMIENZA POR LA
PROPIA PERSONA.
Conocer el valor propio y honrar el valor de
los demás es la verdadera manera de
ganar respeto. Respeto es el
reconocimiento del valor inherente y los
derechos innatos de los individuos y de la
sociedad.
Ser conscientes y respetar las diferencias
que hay entre todos los miembros de la
familia es el primer paso.
4. Establecer el valor del respeto a la diferencia como uno de los
principales, fomentando la igualdad de derechos humanos en la
diversidad social y cultural.
5. Respetar las diferencias, ya sean de raza,
cultura, religión o incluso discapacidades, no
solamente es importante en un mundo cada vez
más globalizado, sino que prepara a los niños
para ser solidarios, a valorar y aprender de
otros, a ser tolerantes y respetuosos, y a evitar
que tomen decisiones basadas en prejuicios y
estereotipos.