1. Marxismo y Comunicación
Teoría Crítica
Lic Mariela Ivonne Garza
Para comenzar, es preciso definir las dos disciplinas que conforman el Marxismo: el
Materialismo histórico y el Materialismo dialéctico.
El Materialismo histórico tiene por objeto el concepto de la historia, a través del estudio de los
diversos modos de producción y formaciones sociales, de su estructura, de su constitución y de su
funcionamiento, así como de la transición de una forma social a otra.
El Materialismo dialéctico o filosofía marxista, tiene por objeto la producción de los
conocimientos, es decir, la estructura y el funcionamiento del proceso de pensamiento.
Propiamente hablando, el Materialismo dialéctico tiene por objeto la teoría de la historia de la
producción científica.
Aún cuando estas disciplinas son distintas pero interdependientes, existen interpretaciones del
Marxismo que pretenden reducir una disciplina a la otra, en cualquiera de los dos sentidos. Es
importante hacer referencia al concepto de Materialismo histórico que originalmente propuso
Marx: “El Materialismo histórico contiene una teoría general que define conceptos que dominan
todo su campo de investigación, conceptos de modos de producción, de formación social, de
apropiación real y de propiedad, de combinación, de ideologías, de política, de coyuntura, de
transición. Esos conceptos le permiten definir el concepto de la historia. El objeto del Materialismo
histórico es el estudio de las diversas estructuras y prácticas enlazadas y distintas (economía,
política, ideología), cuya combinación constituye un modo de producción y una formación social”.
Tanto el Materialismo histórico como el Materialismo dialéctico se apegan a dos
proposiciones fundamentales:
1. La distinción de los procesos reales y de los procesos de pensamiento, del ser y del
saber (conocimiento)
2. La primacía del ser sobre el pensamiento, de lo real sobre su conocimiento
Ante estas dos proposiciones, se entiende la vinculación o derivación a partir del Materialismo
histórico del Materialismo dialéctico: la tarea escencial del Materialismo dialéctico es la
conceptualización teórica de los fundamentos de la historia, como objeto de estudio, y de la
producción de conocimientos o proceso de pensamiento (lo abstracto) que expliquen y refieran los
procesos reales (hechos históricos).
Marx lo expresa en estos términos: en la producción social de su vida, los hombres contraen
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción
que corresponden a una determinada etapa de sus medios materiales de producción. La totalidad
de estas relaciones de producción forman la estructura económica de la sociedad, la base real
sobre la que se monta una superestrucutra jurídica y política a la que corresponden determinadas
formas de conciencia social.
Debe entenderse que el factor económico no es el único determinante del proceso social, es
más bien una relación recíproca entre todos los elementos constitutivos de la formación
social lo que determina su existencia y evolución, aún cuando el factor económico se imponga
en todo momento histórico.
De esto se desprende que la producción de ideas, conceptos y, en general, formas y contenidos de
conciencia, está directamente entremezclada con la actividad material, con las relaciones
materiales de los hombres; la producción y difusión de formas y contenidos de conciencia,
aparecen como emanación inmedata de la producción material, como fenómenos que hacen
posible el “lenguaje de la vida real”.
2. La sociología histórico-materialista no deja de lado la necesidad de conectar todos los fenómenos
sociales, entre ellos la Comunicación, comprendiendo que su actividad no puede proceder de
manera arbitraria en la elección de sus concepciones y categorías, de sus métodos y técnicas.
Para refrendar la idea central de totalidad que observa el Materialismo dialéctico, entendida
como el predominio del todo sobre las partes, debe observar y definir cada una de las
categorías simples, abstractas, que se mueven dentro de la estructura social
determinándose unas a otras por la actividad y relación de los individuos, para así
conceptualizar y explicar la realidad o totalidad.
Este método consiste entonces en pasar de lo abstracto a lo concreto, es decir, considerar
categorías simples aisladamente, por ejemplo el derecho, la política, el trabajo o la familia,
definiéndolas y encontrando lo que tienen en común en todas las sociedades donde
aparecen, a fin de seleccionar las que pudieran ser más importantes y poder determinar
cuál es preponderante y porque, en el caso particular que se estudie; de esta forma se puede
reconstruir a nivel teórico el objeto de estudio con un conjunto de determinaciones y relaciones. El
método de pasar de lo abstracto a lo concreto es la forma como el pensamiento se apropia de lo
concreto y lo reproduce.
Esto significa que pretender elaborar un análisis de una realidad social centrado en el factor
económico y llamarle análisis marxista, es falsear un método que en su origen contempla
la dialéctica como eje de acción, la cual se refiere a un método de razonamiento, al arte
de dialogar y argumentar, al proceso de ralacionar opuestos.
La concepción marxista define dos niveles que componen todo modo de producción: la
estructura económica y la superestrucutra. La Comunicación social está inserta en la
superestrucutra, al lado del aspecto jurídico-político (leyes y Estado) dentro del factor
ideológico. Para los autores marxistas la ideología contempla todo lo concerniente al factor
de conciencia social, al conjunto de opiniones más o menos estructurado que tiende a
legitimar un orden de cosas y a imprimirle una tendencia, donde aparecen como hechos de
suma importancia los medios masivos de Comunicación.
Marx y Engels escriben al respecto en “La Ideología alemana”: Las ideas de la clase dominante
son las ideas dominantes de cada época, la clase que ejerce el poder material dominante en la
sociedad es, al mismo tiempo, el poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición
los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios de
producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, las ideas de quienes
carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Los individuos que forman la
clase dominante, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una
época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión y también como
pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y distribución de las ideas de
su tiempo y que sus ideas sean, por ello mismo, las ideas de la época.
Se entiende entonces que los medios masivos de Comunicación, como medios de producción en
manos de la clase dominante o en algunos casos del Estado, sean diferentes en cada formación
social y por ende, en cada modo de producción. Lo que es innegable en todos los casos, es que
son portadores del saber, de los procesos de pensamientos, de la ideología dominante.
Según la visión marxista, dentro de toda formación social nada está aislado, nada puede
ser por sí mismo, nada puede significar sin observar la relación que guarda con las demás
categorías sociales. Los medios masivos de comunicación son complejas estructuras físicas-
mecánicas-electrónicas-económicas y sociales que están vinculadas a un sistema político, un
mercado, una legislación, un proceso ideológico, etc. Todas estas relaciones les proporcionan su
ser concreto, determinando sus características particulares y se está en posibilidad de analizarlos
bajo un método sociológico-materialista, a fin de explicar una totalidad cambiante dentro de la
evolución histórica.
La filosofía marxista no ha pretendido crear una teoría particular de Comunicación, pero
muchos de sus exponentes han llevado a la práctica el método sociológico-materialista
3. dialéctico para explicar y definir el proceso de Comunicación social, en esta metodología
aparecen 2 conceptos básicos: la estructura significativa y la conciencia posible.
• Al considerar a los medios de Comunicación como una parte da la sociedad global, que
condiciona y es condicionada por ellos, éstos transmitirán ideas tomadas de la sociedad, de
sus relaciones internas y de las relaciones que guardan con su medio ambiente, estas ideas
tenderán a reforzar algunas de esas relaciones y a eliminar otras, se organizarán de tal
modo que generen o refuercen modos de concebir el mundo. A estas organizaciones las
llamamos estructuras significativas. El concepto de estructura significativa se apega al eje
central de la sociología marxista, el sentido de totalidad. Los individuos están en constante
contacto con hechos y estímulos que como elementos sociales, son estructuras
significativas que a su vez les permiten conceptualizar su propia visión de la realidad; este
proceso constante de conceptualización implica la generación de nuevas estructuras
significativas que aparean un proceso de transformación permanente. Este concepto es
equiparable al concepto de estructura que argumenta el Estructuralismo, en la medida que
dentro de una estructura significativa global se mueven gran número de estructuras que se
renuevan y transforman a la par de los individuos que las perciben y van condicionando la
transformación de la totalidad.
• El concepto de conciencia posible permite conocer porque, en ocasiones, un proceso de
Comunicación no puede consolidarse. La conciencia posible no es un fenómeno
directamente observable, es una elaboración teórica que nos ayuda a entender porque la
conciencia de un grupo social puede filtrar determinada información. No es algo que pueda
constatarse por observación directa del fenómeno, ni siquiera es algo detectable por
procedimientos semiológicos, es un conjunto de categorías racionalmente adecuadas a los
intereses objetivos de una clase. El concepto de conciencia posible permite predecir si las
clases pueden o no aceptar un conjunto de ideas y su aplicación práctica, pero para poder
predecirlo se necesita saber que tan racionalmente adecuadas son ese conjunto de ideas a
los intereses objetivos de cada clase, dentro de una formación social concreta e
históricamente determinada.
Estos conceptos, al ser contemplados por los teóricos marxistas, han conducido a la
interpretación de los medios de Comunicación como herramientas de la clase dominante
para inculcar o reforzar una ideología de clase en los grupos dominados que permita la
sustentación del sistema socio-económico vigente en tal formación social, asegurando a
esa clase el seguir ostentando el poder o un status privilegiado, manteniendo sus ideas
como las ideas de la época. Es posible ver en los mensajes mediáticos una interpretación
irreal del mundo, de manera tal que, actuando como instrumento de manipulación, ayuda
a las masas a sobrevivir en condiciones difíciles. De esta forma, la tendencia ideológica
será la de evitar que otras fuerzas puedan crecer y ganar legitimidad, al tiempo que las
audiencias recibirán aquello que deseen dentro de los límites marcados por lo que pueda
considerarse NO peligroso para que continue el predominio de la clase dominante.
Por esta razón, es comprensible que al Marxismo también se le llame “Teoría de una clase social”
y que todos estos supuestos teóricos expliquen el proceso dialéctico como una lucha de clases,
que Marx definía como “el motor de la historia”.
Estos enfoques han dado lugar a variantes en el pensamiento y análisis marxista, valorándose de
entre estas concepciones como las más importantes:
1. La Teoría político-económica de los medios de Comunicación
2. La Teoría de la hegemonía de los medios de Comunicación
3. La Escuela de Frankfurt
4. Teoría político-económica de los medios de Comunicación
"... las voces que sobreviven pertenecerán en buena medida a quienes es menos probable que
critiquen la distribución prevaleciente de la riqueza y del poder. Y al revés, quienes es más
probable que pongan en duda estas reparticiones no pueden hacer público su desacuerdo u
oposición porque no disponen de los recursos necesarios para comunicarse eficazmente con una
gran audiencia." Murdock y Golding (1977)
Desde esta perspectiva, se enfatiza la estructura económica por sobre el contenido ideológico de
los mensajes. La institución de los medios de comunicación es considerada parte del sistema
económico estrechamente vinculada al sistema político. Los medios, bajo la presión de expandir
sus mercados e impulsados por los intereses económicos de fondo de los propietarios, generan la
necesidad de obtener beneficios propiciando tendencias monopólicas de integración vertical y
horizontal. En consecuencia, se reducen las fuentes independientes y se marginan sectores
minoritarios y de bajo nivel adquisitivo. Además de definirlos como meras empresas económicas,
en esta teoría se maneja un enfoque para el cual los medios producen audiencias, es decir,
públicos atentos a los mensajes de los anunciantes, patrocinadores o sectores gubernamentales
que participan en la producción de su mercancía y que aseguran el movimiento económico de toda
la estructura social.
Teoría de la hegemonia de los medios de Comunicación
"Aquel concepto de predominio que significaba la imposición directa de un sistema, por la fuerza
abierta o por la compulsión ideológica, a la clase subordinada, no estaba lo bastante elaborado
para afrontar las dificultades del caso. También había que considerar que el predominio se
realizaba en el plano inconsciente tanto como en el consciente: verlo como una propiedad del
sistema de relaciones incluso en la misma actividad normativa y selectiva que opera a través del
lenguaje y del discurso, más bien que como distorsiones manifiestas e intencionadas de los
individuos." Hall (1982)
La Teoría de la hegemonía de los medios de Comunicación no presta tanta atención a los
determinantes económicos y estructurales del proceso ideológico, más bien a la forma de
expresión, los sistemas de significación y mecanismos mediante los cuales la ideología sobrevive y
se reproduce dentro de la estructura social. Este enfoque argumenta que la ideología no es
dominante en el sentido de que sea impuesta a la fuerza por las clases dominantes, sino que es
una influencia cultural omnipresente e intencionada que sirve para interpretar la experiencia de la
realidad de manera encubierta pero coherente.
La escuela de Frankfurt
Los teóricos de la escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheimer, Marcuse) trabajaron durante la
Alemania de Weimar y fueron dispersados luego del ascenso del Nacional Socialismo al poder,
muchos de ellos continuaron su trabajo en los EEUU. La problemática central de sus trabajos es el
aparente fracaso de las predicciones revolucionarias de Marx y para explicar el fracaso
consideraron la capacidad de la superestrucutra, especialmente a través de los medios de
Comunicación masiva, para manipular el proceso histórico de cambio económico. En otras
palabras, la ideología de la clase dominante habría llegado a condicionar la base económica a
través de un proceso de asimilación de la masa obrera.
La cultura de masas es el principal medio gracias al cual el capital habría alcanzado su mayor
éxito. Entonces, todo el sistema de producción en masa de bienes, servicios e ideas habría hecho
aceptar, en términos generales, el modelo propuesto por el sistema capitalista, de la mano del
tecnologismo, el consumismo y la satisfacción a corto plazo. El principial instrumento ideológico de
este proceso son las mercancías, entre las que hasta el arte e incluso la cultura crítica pueden
5. comercializarse.
La escuela de Frankfurt afirma que la gente (y la clase) se subordina a la determinación de las
imagenes y a los planteamientos habituales del sistema dominante. En sintonía con la teoría de la
sociedad de masas, Marcuse dirá que la sociedad es unidimensional y que su creación se debe a la
industria cultural. Los medios de comunicación son un poderoso mecanismo que pretende
contener el cambio que se vincula al modelo hegemónico.
El enfoque sociocultural (Escuela de Birmingham)
Este enfoque está relacionado con los aportes de la Escuela de Frankfurt, así como con otras
escuelas de tradición humanista y de crítica literaria. Postula una visión realista de los productos
de la cultura de masas, en tanto que pretende comprender el significado y el lugar que ocupa la
cultura popular dentro de las vivencias de los diferentes grupos sociales: la juventud, las minorías
étnicas, la clase obrera, las clases marginales, etc. De estas forma, se aspira a explicar el rol de la
cultura de masas al integrar y someter a sectores sociales potencialmente inconformistas.
Es representante de la Escuela de Birmingham Stuart Hall, quien se opone al papel residual y
meramente 'reflejo' asignado a lo cultural. Concebirá entonces a la cultura como formas normales
del comportamiento humano, mientas que evita formular relaciones entre fuerzas espirituales y
materiales según el modelo base-superestructura, especialmente cuando la base es determinada
por lo económico en sentido simplista. Definirá a la 'cultura' como recursos y valores que surgen
en los grupos sociales a partir de relaciones concretas, así como las condiciones históricas
mediante las cuales se 'manejan' y reaccionan las condiciones de la existencia.
Si bien sería un error considerar marxistas a los autores que se ubican dentro de esta línea, es
prudente observar que todos ellos coinciden en que las estructuras globales de la sociedad y las
concretas circunstancias históricas, tienen una importancia esencial para comprender el
funcionamiento de los medios de Comunicación.